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Para oírlo:

 

Uno de los pasajes fundamentales que millones de falsos cristianos siempre citan para enseñar la doctrina satánica de la inmortalidad del alma es Apocalipsis 6:9-11.

En esta tercera joya de la verdadera doctrina vamos a estudiar dicho pasaje, el cual voy a explicar de la forma más sencilla para que todos lo entiendan. Usted mismo comprobará como le han engañado de forma perversa millones de falsos pastores y falsos maestros hipócritas y santurrones dando una interpretación absolutamente falsa, perversa y diabólica de ese pasaje, para hacerle creer una doctrina totalmente satánica que tuvo su origen en el jardín del Edén, cuando la serpiente antigua, el diablo Satanás, engañó a Eva con la gran mentira del “no moriréis”, es decir, con la mentira de la inmortalidad del alma humana, que fue la primera mentira del diablo a la especie humana (Gen.3:4).

Voy a pegar el pasaje y seguidamente lo vamos a estudiar y a comentar:

 

Apo 6:9 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.

Apo 6:10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Apo 6:11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

 

Comentario.

 

1- En primer lugar, observe como ese gran martirio de cristianos verdaderos ocurrirá después del cuarto sello, es decir, después de la gran guerra mundial, de la hambruna, y de las epidemias mencionadas anteriormente. Cuando Cristo rompa ese quinto sello entonces comenzará un gigantesco martirio de santos, algo que sucederá durante el reinado de la bestia, el cual durará 42 meses, y durante ese tiempo la bestia hará la guerra a los santos de la Iglesia de Cristo y los vencerá, es decir, unos serán llevados a cárceles y otros serán decapitados (Ap.13:5, 7, 10).

 

2- En segundo lugar, observe que Juan vio a esos santos mártires de la iglesia de Cristo DEBAJO DEL ALTAR DE SACRIFICIOS, y además el pasaje dice bien claro que esos santos habían sido MUERTOS, es decir, ¡¡ellos no estaban vivos en el cielo, sino muertos!! Estar debajo del altar no es estar en el cielo, ya que en el cielo no existe ningún altar de sacrificios. Por lo tanto, cuando millones de falsos cristianos dicen que esos santos mártires estaban vivos en el cielo están MINTIENDO, ya que el pasaje no dice por ninguna parte que ellos estuvieran en el cielo.

El texto dice que Juan vio las ALMAS de esos santos que habían sido muertos. Muchos pobrecitos engañados por el sistema iglesiero apóstata, el SIA, creen que Juan lo que vio es a miles de espíritus desencarnados debajo de ese altar de sacrificios, pero eso no lo dice por ninguna parte el texto, ya que el pasaje habla de ALMAS, ¿y qué es el alma?, pues resulta que la Biblia dice que el alma es la PERSONA, es un ser viviente, por ejemplo, Adán era un alma viviente (Gen.2:7), el alma que peca esa morirá, refiriéndose a la persona que peca (Eze.18:4, 20). En Hechos 2:41 leemos lo siguiente:

 

Hch 2:41 Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas. (Biblia de Jerusalén).

 

Ese mismo pasaje ha sido traducido en otras versiones bíblicas por “personas”, por lo tanto, las almas se refiere a personas vivas, esa es la enseñanza clara e irrefutable de la Biblia.

Las almas en la Biblia nunca se refiere a una especie de fantasmitas inmortales que tengamos dentro del cuerpo, sino sencillamente a las personas o seres vivientes, los cuales somos mortales, porque todos hemos pecado (Gen.2:17, Eze.18:4, 20, etc.)

Por consiguiente, cuando el texto dice que Juan vio debajo del altar las almas de los que habían sido degollados por causa de la Palabra de Dios y por el testimonio que tenían lo que estaba diciendo es que Juan vio a personas vivas que estaban debajo del altar de sacrificios clamando a Dios pidiendo justicia.

Ahora bien, ¿pero no dice ese mismo pasaje repetidamente que esas almas o personas degolladas habían MUERTO?, así es, el pasaje dice repetidamente que esas almas de los mártires estaban muertas, y si ellos estaban muertos, ¿entonces por qué ellos aparecen VIVOS clamando a Dios pidiendo justicia?

La respuesta es bien simple. Sencillamente en el Apocalipsis se está utilizando una figura literaria que se utiliza en otras partes de la Biblia, y que se llama la PROSOPOPEYA, es decir, el texto simplemente hace hablar a personas (almas) muertas como si estuvieran vivos.

Esta misma figura literaria la tenemos, por ejemplo, en Génesis 4:10, donde se dice que la sangre de Abel clamaba a Dios desde la tierra. Abel había sido asesinado por su hermano Caín, pero simbólicamente su sangre vertida en tierra clamaba a Dios pidiendo justicia. Obviamente la sangre no es una persona literal que clama o grita. Pues la misma figura simbólica la tenemos en Isaías 14, donde se habla de personas muertas y sepultadas (en el seol), los cuales aparecen vivos y salen a recibir al malvado rey de Babilonia que había muerto y desciende al seol junto con los demás muertos. La misma figura literaria de la prosopopeya aparece en Lucas 16, en la parábola del rico y Lázaro, donde Jesús hizo hablar también a tres personas muertas como si estuvieran vivos. Lo mismo sucede en Apocalipsis 6:9-11, se hace hablar a miles de santos mártires que habían sido ejecutados como si estuvieran vivos, clamando a Dios pidiendo justicia, pero de ninguna manera esos santos mártires están vivos en el cielo, ya que el pasaje por ninguna parte dice que ellos estén en el cielo, sino debajo del altar de sacrificios, indicando así que ellos habían sido sacrificados, y su sangre clamaba a Dios pidiendo justicia, venganza, de la misma manera que la sangre de Abel clamaba a Dios pidiendo justicia.

Todo ese pasaje es una FIGURA SIMBÓLICA, ya que el Apocalipsis está repleto de figuras simbólicas, no literales. Por ejemplo, cuando Apocalipsis describe a una mujer ramera sentada sobre una bestia escarlata con siete cabezas y diez cuernos (Ap.17:3), es una figura simbólica, no literal, y representa a una religión falsa dominando sobre un imperio.

De igual manera, cuando en Apocalipsis 6:9-11 se dice que Juan vio a las almas de los mártires debajo del altar, clamando a Dios pidiendo justicia, es toda una figura simbólica, no literal, por la sencilla razón de que en el cielo no hay ningún altar de sacrificios.

 

3- Observe ahora lo que dice el verso 11, lea atentamente:

 

Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

 

El verso 11 dice que se les dieron vestiduras blancas a esos santos mártires, y se les dijo que DESCANSARAN todavía un poco de tiempo más, hasta que se cumpla el número de sus consiervos y hermanos que han de ser MUERTOS COMO ELLOS, es decir, el pasaje dice bien claro que esos santos ESTÁN MUERTOS, ellos están DESCANSANDO en el POLVO DE LA TIERRA, están durmiendo en el polvo, tal como leemos en Daniel 12:2. El texto no dice por ninguna parte que esos santos mártires están vivos en el cielo, sino que están descansando, durmiendo en el polvo de la tierra, hasta que ellos despierten en el día de la resurrección. Jesús mismo dijo que todos los muertos, buenos y malos, están en los SEPULCROS, y volverán a vivir solamente cuando él los resucite (Jn.5:28-29). Jesús jamás dijo que los muertos estén vivos en un más allá, sino que ellos están durmiendo en el polvo de la tierra, hasta que Dios los devuelva a la vida, y reciban la recompensa o el castigo en el fuego.

Las vestiduras blancas significan que esos santos mártires mencionados en el Apocalipsis son dignos, ya que ellos vencieron y dieron sus vidas por la verdadera doctrina:

 

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. (Ap.3:4-5).

 

A esos santos mártires se les ha otorgado esas vestiduras blancas porque ellos vencieron a Satanás por medio de la sangre de Cristo, por la palabra de su testimonio, y porque no amaron sus vidas hasta la muerte (Ap.12:11).

Cuando estos santos mártires que forman la Iglesia de Cristo resuciten a la venida de Cristo es cuando ellos serán vestidos con esas vestiduras blancas (1Ts.4:15-17, Ap.19:7-8).

Por lo tanto, ese pasaje de Apocalipsis 6:9-11 no enseña por ninguna parte que el alma sea inmortal. No enseña por ninguna parte que los santos mártires estén en el cielo gozando de la bienaventuranza celestial, y tampoco enseña que esos santos mártires estén intercediendo por nosotros en el cielo. Simplemente se trata de una visión simbólica, en la cual se utiliza la prosopopeya y se hace hablar a los santos muertos como si estuvieran vivos, y ellos seguirán muertos y durmiendo en el polvo de la tierra hasta que se complete el número de cristianos mártires que han de morir como ellos.

Citar este pasaje del Apocalipsis para enseñar la doctrina satánica de la inmortalidad del alma es una de las formas más perversas y retorcidas de falsificar la Sagrada Escritura, haciéndola decir lo que uno quiere que diga.

 

4- Seguidamente voy a dar la prueba definitiva e irrefutable de que esos santos mártires mencionados en Apocalipsis 6:9-11 están muertos, y no vivos en el cielo.

En Apocalipsis 20:4-6 se dice bien claro que esos santos mártires son exactamente los mismos santos mártires mencionados en Apocalipsis 6:9-11, y ellos volverán a vivir solamente cuando Cristo venga en gloria y comience el Milenio, leamos el pasaje:

 

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y VOLVIERON A VIVIR y comenzaron a reinar con Cristo mil años. 5 Ésta es la primera resurrección. (El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años). 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

 

Observe atentamente como esos santos mártires de Apocalipsis 20:4-6 son los mismos santos mártires de Apocalipsis 6:9-11.

En Apocalipsis 6:9-11 esos santos están MUERTOS, ellos no están vivos en el cielo. Sin embargo, en Apocalipsis 20:4-6, justo cuando Jesús venga en gloria y comience el Milenio, esos santos VUELVEN A VIVIR, es decir, resucitan, y comienzan a reinar con Cristo durante el Milenio.

Ahora bien, si estos santos mártires VOLVERÁN A VIVIR cuando Jesús venga en gloria a gobernar el mundo, ¡¡es porque ahora ellos no están vivos en ninguna parte!!, si una persona ya está viva no puede volver a vivir, eso es estúpido. ¡¡Solo los muertos pueden volver a vivir!! Esta es la prueba irrefutable y absoluta de que los santos mártires de Apocalipsis 6:9-11 no están ahora vivos en el cielo, sino que ellos están muertos, y volverán a vivir solamente cuando el Señor Jesús venga en gloria a la tierra y resuciten.

Si los muertos ya estuvieran vivos, entonces no tendría sentido que la Escritura diga VOLVIERON A VIVIR, si ellos ya están vivos, ¿para qué van a volver a vivir? Los muertos volverán a vivir (resucitarán) porque ahora no están vivos en ningún sitio.
Jesús dijo bien claro que los muertos vivirán, ¡en tiempo futuro!:

 

"Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque esté muerto, VIVIRÁ" (Jn.11:25),

 

Si los muertos ya estuvieran vivos en un "más allá", entonces Jesús nunca habría dicho esas palabras, sino que habría dicho algo como esto: "el que cree en mi, aunque esté muerto, no está muerto de verdad, sino que sigue vivo en el más allá". Por lo tanto, los que enseñan la doctrina satánica de la inmortalidad del alma, es decir, la doctrina de que el alma sobrevive a la muerte, NO SON cristianos verdaderos.

Esa doctrina de que los verdaderos cristianos que han muerto ya están con Cristo en el cielo es una gran mentira, porque la Escritura dice bien claro que los verdaderos cristianos que forman la Iglesia de Cristo estarán con él SOLAMENTE CUANDO ÉL VENGA EN GLORIA A REINAR, no cuando morimos. Vamos a comprobarlo con este pasaje del Apóstol Pablo:

 

15 Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que durmieron.

16 Porque el Señor mismo con una llamada poderosa, con su llamada de jefe de los ángeles, y al sonido de la trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos unidos a Cristo resucitarán primero. 17 Seguidamente nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado en la tierra, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en la atmósfera, y de esta manera estaremos siempre con el Señor. (1Ts.4:15-17).

1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos (2Ts.2:1).

 

Como puede ver, en esos dos pasajes del Apóstol Pablo dijo bien claro que los cristianos verdaderos que han muerto estarán con Cristo solamente cuando él venga en gloria, ¡¡no cuando morimos!! Los textos son tan claros que hasta un nene de 6 años los entiende.

Los cristianos verdaderos nos reuniremos con Cristo únicamente cuando él venga en gloria, es entonces cuando los cristianos muertos volverán a vivir, con cuerpos gloriosos, y juntamente con los cristianos vivos que estén en la tierra serán arrebatados en "nubes" para recibir a Cristo en el aire, Y ENTONCES ESTAREMOS PARA SIEMPRE CON ÉL.

Por consiguiente, cuando el sistema iglesiero apóstata, el SIA, enseña que las almas de los cristianos se reúnen con Cristo en el cielo cuando ellos mueren están mintiendo descaradamente, y enseñando una doctrina satánica y anticristiana que es todo lo contrario de lo que enseñaron Jesús y sus apóstoles, tal como he demostrado de forma clara en este sencillo estudio bíblico.

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