22 de diciembre de 2022

 

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En este documento va a conocer una de las mayores mentiras satánicas predicada por los mal llamados “testigos de Jehová”, y para ello vamos a leer lo que ellos mismos dicen en su biblioteca basura atalayada, es decir, la BIBLIOTECA EN LÍNEA de la Watchtower, y que he tomado de este enlace: http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1102005158

He resaltado en color rojo lo más interesante:

 

El libro de Revelación indica que el Día del Juicio comenzará tras la guerra de Armagedón, la cual acabará con el mundo de Satanás (Revelación 16:14, 16; 19:19–20:3). Después de Armagedón se encerrará a Satanás y sus demonios en un abismo, donde permanecerán mil años. Durante ese tiempo, los 144.000 coherederos celestiales juzgarán a la gente y “reinar[án] con el Cristo por mil años” (Revelación 14:1-3; 20:1-4; Romanos 8:17). Como vemos, el Día del Juicio no será un período de actividad apresurada que dure solo veinticuatro horas, sino que se extenderá por todo un milenio.

Durante esos mil años, Jesucristo tendrá que “juzgar a los vivos y a los muertos” (2 Timoteo 4:1). La expresión “los vivos” se refiere a las personas que componen la “gran muchedumbre”, las cuales sobrevivirán a la guerra de Armagedón (Revelación 7:9-17). El apóstol Juan también vio a “los muertos [...] de pie delante del trono” de juicio. Como prometió Jesús, “los que están en las tumbas conmemorativas oirán [la] voz [de Cristo] y saldrán” al ser resucitados (Juan 5:28, 29; Hechos 24:15). Ahora bien, ¿qué se tendrá en cuenta a la hora de juzgar a todas esas personas?

En la visión que tuvo el apóstol Juan “se abrieron rollos” y “los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos”. ¿Contienen estos rollos un registro de las obras que realizaron en el pasado las personas? No. El juicio no se centrará en lo que hicieron antes de morir. ¿Cómo lo sabemos? Porque la Biblia dice que “el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado” (Romanos 6:7). En el caso de los que resuciten, se hará borrón y cuenta nueva, por así decirlo. Por lo tanto, esos rollos tienen que representar nuevas instrucciones de parte de Dios. Para vivir eternamente, tanto los resucitados como los sobrevivientes de Armagedón tendrán que obedecer los mandamientos de Dios. Entre estos estarán todos los mandatos que Jehová decida revelar durante los mil años. De este modo, cada uno será juzgado por lo que haga durante el Día del Juicio.

 

Observe lo que los líderes de esa secta falsa dicen:

 

“¿Contienen estos rollos un registro de las obras que realizaron en el pasado las personas? No. El juicio no se centrará en lo que hicieron antes de morir. ¿Cómo lo sabemos? Porque la Biblia dice que “el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado” (Romanos 6:7)

 

Ahí lo tenemos bien claro, según esos falsos ungidos de esa secta diabólica y falsa, los malvados no serán juzgados por lo que hicieron antes de morir, sino por lo que hagan durante el Milenio, es decir, según esos embusteros e hijos del diablo que lideran esa secta falsa NO IMPORTA LA MALDAD QUE HAGAS AHORA EN LA TIERRA, que al fin y al cabo tu no serás juzgado por esas obras que hiciste en la tierra cuando estuviste vivo, sino que -según esos malditos embusteros- solo serás juzgado por lo que hagas en la tierra durante el Milenio cuando resucites, con lo cual, al enseñar esa doctrina de demonios, ¡¡ESTÁN INCENTIVANDO A LA GENTE A QUE COMETAN LOS MAYORES PECADOS EN LA TIERRA!!

Y respecto al pasaje que esos mentirosos citan, Romanos 6:7, ese pasaje no enseña por ninguna parte que los seres humanos no serán juzgados por las obras que hicieron en la tierra cuando vivieron, lo que enseña ese pasaje es que LOS CRISTIANOS QUE HEMOS MUERTO AL PECADO, HEMOS SIDO JUSTIFICADOS DEL PECADO, pues si leemos el contexto, el pasaje se está refiriendo SOLO A LOS SANTOS, a los que hemos muerto al pecado, vamos a leerlo:

 

Rom 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?

Rom 6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Rom 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Rom 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;

Rom 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Rom 6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

Rom 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;

 

Por consiguiente, ese pasaje no enseña por ninguna parte que los malvados no serán juzgados por lo que hicieron en la tierra, lo que enseña es que los santos de la Iglesia de Cristo hemos muerto al pecado, y por tanto, hemos sido justificados del pecado, es decir, hemos sido limpiados o perdonados de nuestros pecados, es así de simple. Lo que han hecho esos farsantes y falsos ungidos de esa secta diabólica de los atalayados es SACAR TOTALMENTE EL VERSO 7 DE SU CONTEXTO, para inventarse una repugnante doctrina de demonios.

Es increíble como esos embusteros y falsos ungidos de esa secta pueden enseñar una doctrina tan falsa y perversa, la cual es un incentivo para que los seres humanos pequen lo más posible, ¡¡sin temor alguno al juicio y castigo de Dios!!. Por cierto, también es increíble que ningún llamado "pastor evangélico" se dé cuenta de esa doctrina de demonios enseñada por esos falsos cristianos, y JAMÁS la desenmascaren en sus predicaciones y escritos.

Los falsos ungidos de esa organización diabólica y falsa enseñan también que al principio del Milenio, o durante el Milenio, resucitarán personas para ser "restaurados y probados", ¡¡mentira satánica!!, eso se lo han inventado los falsos ungidos de esa secta perversa, porque resulta que el Apocalipsis no dice eso por ninguna parte, lo que dice el Apocalipsis es que los muertos que no formen parte de la primera resurrección resucitarán CUANDO SE CUMPLAN LOS MIL AÑOS, ¡¡¡no durante el Milenio, ni tampoco al principio del Milenio!!, léalo:

 

Apo 20:5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

Apo 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

 

Ahí lo tiene, los otros muertos que no formen parte de la primera resurrección resucitarán cuando se cumplan los mil años, ¡no durante el Milenio!. Por lo tanto, cuando los falsos ungidos de esa secta diabólica enseñan que esos muertos resucitarán durante el Milenio para ser juzgados ESTÁN MINTIENDO, así de simple.

Cuando esos mil años se cumplan, todos esos muertos serán resucitados, pero no para ser "juzgados, restaurados y probados", sino para oír la sentencia del juicio, un juicio que será CONFORME A SUS OBRAS, es decir, conforme a las obras que esas personas hicieron cuando ellos vivieron en la tierra, ¡¡no serán juzgados conforme a lo que ellos hagan durante el Milenio!!, léalo:

 

Apo 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

 

En el cielo hay unos registros donde se apuntan todas las obras que hacemos los seres humanos mientras estamos vivos en la tierra, y esos muertos, cuando resuciten después del Milenio, serán juzgados por las cosas que están escritas en esos libros, conforme a lo que ellos hicieron cuando vivieron en la tierra, es decir, serán juzgados según sus obras. Enseñar que esos muertos resucitarán para vivir durante el Milenio y ser juzgados por lo que ellos hagan durante el Milenio es una burda mentira de Satanás, sin ninguna base bíblica. Sencillamente esos muertos serán juzgados por las obras que ellos hicieron cuando estuvieron vivos en la tierra, ya que Dios registra en un libro las cosas que nosotros hacemos en la tierra, léelo:

 

Éxo 32:31 Entonces volvió Moisés a JEHOVÁ, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,

Éxo 32:32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito.

Éxo 32:33 Y JEHOVÁ respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro.

 

Sal 56:8 Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?

 

El Señor Jesús fue bien claro cuando dijo las siguientes palabras:

 

Jua 5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

Jua 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;

Jua 5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

 

El texto es bien claro. Jesús dijo que los muertos están en los sepulcros, y él es el Juez. Cuando esos muertos resuciten serán juzgados por sus obras. Los que hicieron lo bueno resucitarán para vivir eternamente, y los que hicieron lo malo resucitarán para condenación.

Observe bien las palabras de Jesús. Él estaba hablando de lo que hicieron los seres humanos cuando ellos vivieron en la tierra, sea bueno o sea malo. Y DESPUÉS TODOS ESOS MUERTOS RESUCITARÁN PARA VIVIR ETERNAMENTE O PARA LA CONDENACIÓN.

Sin embargo, los hijos del diablo que lideran esa secta diabólica y falsa han pervertido y falsificado esas palabras de Jesús, ya que ellos enseñan que primero vendrá la resurrección de esos muertos durante el Milenio, y luego serán juzgados durante el Milenio conforme a las obras que ellos hagan durante esos mil años. Eso es todo lo contrario de lo que dijo Jesús en esas palabras, y es una enseñanza absolutamente diabólica y perversa, ya que es un claro incentivo a hacer todo lo malo aquí en la tierra, sin temor al juicio. ya que según esos hijos del diablo nosotros no seremos juzgados por lo que hagamos ahora en la tierra, sino por lo que hagamos durante el Milenio cuando resucitemos.

Por lo tanto, según la Biblia, en el cielo hay dos tipos de registros: el libro de la vida, donde están escritos los nombres de los salvos, y el libro de las obras, donde están registradas todas las obras de los seres humanos. Estos libros serán abiertos cuando se cumplan los mil años, y entonces todos esos muertos que no tuvieron parte en la primera resurrección volverán a vivir y serán juzgados por las cosas que estén escritas en esos libros, es decir, por las obras que ellos hicieron cuando vivieron en la tierra, y es entonces cuando recibirán o la vida eterna, o la condenación y destrucción en el lago de fuego.

 

Seguro que alguno preguntará sobre quienes reinarán los santos (la Iglesia de Cristo), es decir, sobre quienes ejercerán su labor de reyes y sacerdotes, pues sencillo: sobre las NACIONES de la tierra u "ovejas misericordiosas" que entrarán vivos en el Milenio, después del juicio de las naciones cuando regrese Jesús (Mt.25:31-46). Sobre esas naciones reinarán la Iglesia de Cristo, como reyes y sacerdotes.

¡¡La Biblia JAMÁS dice que la Iglesia de Cristo gobernará sobre muertos resucitados durante el Milenio!!.

El Apocalipsis dice bien claro que cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado del abismo, y saldrá a engañar a las NACIONES, ¡¡no a los muertos resucitados!!, léalo:

 

Apo 20:7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,

Apo 20:8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

 

Al final del Milenio lógicamente la tierra se habrá repoblado con miles de millones de personas, y entonces el diablo saldrá a engañar de nuevo al mundo, y millones de personas se unirán a él, e intentarán destruir el gobierno mundial de Cristo, pero descenderá fuego del cielo y los destruirá (Ap.20:9).

Por lo tanto, esa doctrina satánica de los falsos testigos de Jehova, de que el diablo saldrá a engañar a los muertos resucitados durante el Milenio es una burda mentira, él saldrá a engañar a las NACIONES de la tierra que vivieron en la tierra durante esos mil años, él no saldrá a engañar a personas resucitadas.

Enseñar que los seres humanos no seremos juzgados por lo que hagamos ahora en la tierra es una doctrina tan asquerosa y diabólica, que solo unos vulgares hijos de Satanás la pueden enseñar. Si esa doctrina fuera verdadera, ¡¡entonces no importa lo que ahora hagamos los seres humanos en la tierra!!, ya que entonces tranquilamente podríamos asesinar, robar, estafar, adulterar, dar falso testimonio y hacer todo tipo de maldades, sin ningún tipo de temor ni de castigo divino, porque nadie será juzgado por Dios por lo que haga ahora en la tierra, sino por lo que haga durante el Milenio, cuando resuciten. ¿Se da cuenta usted que doctrina tan perversa y repugnante es la que enseñan esos falsos ungidos?. Por eso es que desde acá le exhorto a que, si usted que lee esto es miembro de esa organización falsaria, se arrepienta cuanto antes de creer y enseñar esa doctrina de demonios, y a que salga corriendo y cuanto antes de esa organización de Satanás en la tierra la cual se hace pasar por la organización de Dios en la tierra.

 

REACCIÓN DE UNA PAREJA DE FANÁTICOS ATALAYADOS

 

Realmente es increíble hasta qué punto el diablo puede atrofiar el cerebro de esta pobre gente ignorante que dicen llamarse "testigos de Jehová".

Resulta que hoy 20 de febrero de 2015 vienen a mi casa una pareja de atalayados, a los cuales invito a entrar en mi casa, y seguidamente nos sentamos alrededor de la mesa para hacer un pequeño estudio bíblico. Abrimos la Biblia, y les leo lo que dijo Jesús en Mateo 24:29-30, donde Jesús dijo que su venida gloriosa será inmediatamente DESPUÉS de la tribulación de aquellos días. Entonces les saco la revista de la Atalaya del mes de julio de 2013, y les leo el párrafo donde ellos, repetidamente, dicen que la venida gloriosa de Cristo será DURANTE la tribulación. Cualquiera puede leer ese artículo de la Atalayada de julio de 2013, para que vea que no me lo invento.

Seguidamente le dije al viejo y arrogante atalayado, el cual lleva más de 40 años dentro de la secta, que como es posible que los escritores y supuestos "ungidos" de su organización de la Atalaya digan que la venida gloriosa de Cristo será durante la gran tribulación, cuando resulta que Jesús dijo de forma bien clara que su venida será DESPUÉS de la tribulación, ya que obviamente, durante, y después, son dos cosas muy diferentes. 

¿Sabéis cual fue la reacción del viejo y descerebrado arrogante?. Me dice: "Ale, se acabó el estudio, usted no quiere aprender nada, nos vamos de su casa para seguir predicando el Evangelio del Reino". 

 

¡¡La reunión de "estudio bíblico" en total no duró ni cinco minutos!!, la pareja de descerebrados atalayados se levantaron de la mesa y salieron corriendo de mi casa rumbo a las tinieblas de afuera.

Desde acá me dirijo especialmente a todos aquellos que aun sean miembros de esa organización falsaria y del diablo, y que estén leyendo estas letras: mirad, ¡¡los falsos ungidos de esa secta apostata y del diablo OS ESTÁN ESTAFANDO Y MINTIENDO de forma espectacular!!, ellos enseñan doctrinas diametralmente contrarias a lo que enseñó Jesús. Si él dijo que su venida gloriosa será inmediatamente DESPUÉS de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-30), entonces no pueden venir una pandilla de falsos ungidos mentirosos, arrogantes y descerebrados LLAMANDO MENTIROSO A JESÚS, y diciendo la babosada de que su venida será DURANTE la gran tribulación, todo lo contrario de lo que Jesús dijo.

Exhorto a que os arrepintáis cuanto antes de predicar burdas mentiras y doctrinas de demonios, y después SALID de esa organización diabólica, apostata y fraudulenta, porque si no lo hacéis, entonces significará que no formáis parte del verdadero pueblo de Dios, el cual obedece el llamamiento de Dios de SALIR de en medio de esas religiones falsas que forman parte de Babilonia la grande (Ap.18:4).

 

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Por Tito Martínez

2 de febrero de 2021

 

 

1- Creemos en el henoteísmo bíblico y monólatra.

 

El henoteísmo es la creencia en un Dios supremo, que es el Padre celestial, este Dios supremo es uno y único, en el sentido de que no hay otro Dios como él, ya que es el Dios de dioses (Dt.6:4, Jn.17:5, 1Co.8:4, 6, etc.). Pero también creemos en la existencia de otros muchos dioses (elohim o poderosos) y señores en los cielos y en la tierra (1Co.8:5), y que son los hijos de Dios, ya sean los ángeles celestiales de Dios o los seres humanos al servicio de Dios (Dt.10:17, Éx.7:1, Sal.82:6, Jn.1:12-13, Ro.8:16, 1Jn.3:2, etc.).

Este Dios supremo, el Padre, tiene un nombre propio, pero todavía no sabemos su verdadera pronunciación. Unos le llaman IEVE, otros Jehová y otros Yahweh. Podemos utilizar cualquiera de esas tres pronunciaciones, y sin duda en el futuro sí que sabremos su verdadera pronunciación.

La monolatría es la adoración de un solo Dios. Y el único Dios que es adorado en la Biblia es el Dios supremo, el Padre celestial, porque de él proceden todas las cosas, él es el Creador supremo del Universo, pues por su voluntad existen todas las cosas que fueron creadas (Jn.4:23-24, 1Co.8:6, Heb.1:1-2, Ap.4:10-11, etc.)

Por consiguiente, rechazamos totalmente las doctrinas satánicas y antibíblicas del trinitarismo, del monoteísmo y del unicitarismo. La Biblia jamás enseña la doctrina de que solo existe un Dios, y tampoco enseña que Dios sea un misterioso dios trino, una especie de monstruo con tres cabezas o rostros, y la Biblia tampoco enseña que el Dios supremo, el Padre, sea el Señor Jesucristo.

 

2- Creemos en Jesucristo, en su muerte y en su resurrección.

 

La Biblia enseña que Jesús (Yeshua) es el Hijo único de Dios y el verdadero Mesías de Israel (Mt.16:16-17, Jn.3:16). Jesús dijo que para tener la vida eterna tenemos que tener el conocimiento de que el Padre es el único Dios verdadero, y que Jesús es el Mesías de Israel, el enviado del Padre (Jn.17:3).

Jesús es el descendiente BIOLÓGICO de Abraham y del rey David (Mt.1:1-17, Lc.3:23-38, Ro.1:3). Por lo tanto, él califica perfectamente para ser el verdadero Mesías de Israel, ya que Jesús era el hijo del hombre, es decir, el hijo biológico de su padre humano José, el cual era hijo o descendiente biológico de David (Mt.1:20). Dios el Padre engendró como hombre a su Hijo Jesús en el vientre de María, pero lo engendró sobrenaturalmente con un espermatozoide de José, el hijo de David, teletransportándolo por medio de su espíritu a un óvulo de María, para que así pudiera nacer el verdadero Mesías como hombre (Lc.1:30-35). Los iglesieros que niegan que Jesús es el descendiente biológico de Abraham y del rey David a través de José entonces están negando que Jesús es el verdadero Mesías de Israel y también niegan que Jesucristo vino en carne, es decir, como hombre, y por tanto son anticristos (1Jn.2:18-22, 4:2-3, 2Jn.1:7).

Jesús es el Hijo ÚNICO del Dios Padre porque él es el mejor, el más amado y el más importante de todos sus hijos, no porque Dios el Padre solo tenga un hijo. De igual manera, el Dios Padre es un Dios ÚNICO porque él es el Padre supremo, el más importante de todos los padres y el mejor de todos ellos, pero sin negar la existencia de otros muchos padres.

Nosotros creemos en la humanidad del Señor Jesucristo y también en su divinidad. Él es Dios Poderoso (Is.9:6), el Verbo divino que se hizo carne (Jn.1:1, 14), el Dios unigénito (Jn.1:18), nuestro gran Dios y Salvador (Tito 2:13), y también es un hombre, el hijo del hombre (Mt.25:3, 1Tm.2:5). Aunque Jesús sea llamado Dios en algunos pasajes de la Biblia, esto no significa que Jesús sea igual al Dios Padre, ya que el propio Jesús dijo que el Padre es su Dios (Jn.20:17, Heb.1:8-9, Ap.3:12,). Por lo tanto, Jesús está subordinado a la autoridad suprema del Dios Padre, y si está sujeto a la voluntad del Dios Padre, entonces significa que él es inferior al Dios Padre en autoridad, por eso es que el Padre es la cabeza o jefe de Cristo (1Co.11:3). Por consiguiente, aquellos que enseñan que Jesús es solamente un hombre, y niegan la divinidad del Señor Jesús, tienen la doctrina del anticristo, el cual niega que el Verbo divino se hiciera carne, hombre (Jn.1:1, 14, 1Jn.4:2-3), y aquellos que enseñan que Jesús es igual que el Dios Padre también tienen la doctrina del anticristo, ya que esto significa que ellos niegan que Jesús sea también un hombre, es decir, si Jesús fuera igual al Dios Padre, entonces ya no sería un hombre, y si Jesús es solamente un hombre, entonces la Biblia jamás le llamaría Dios.

Nosotros creemos que Jesús murió realmente en un madero. Él dijo que daría su propia vida solo por sus ovejas, no por toda la humanidad, y las ovejas de Cristo son los que oyen su palabra y le siguen (Jn.10:11, 15, 27). La doctrina de que Jesús entregó su vida por toda la humanidad es por tanto, una doctrina satánica y opuesta a la enseñanza de Jesús.

Jesús murió por amor a sus ovejas para salvarlas del pecado y para rescatarnos o comprarnos con su sangre (Ap.5:9).

Nosotros creemos que el Dios supremo, el Padre celestial, resucitó a su Hijo Jesús (Hch.2:32, 4:10, 1Ts.1:10, etc.).

Creemos que la resurrección de Jesús no fue la reanimación de un cadáver, sino la transformación instantánea del cadáver de Jesús, en un nuevo cuerpo glorioso y espiritual.

El cuerpo glorioso de Cristo cuando resucitó NO ERA EL MISMO CUERPO QUE MURIÓ y fue sepultado, sino un cuerpo radicalmente diferente y transformado (1Co.15:37). Por lo tanto, los iglesieros que enseñan que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que murió en el madero están mintiendo y predicando un falso evangelio. Obviamente ese cuerpo resucitado, glorioso y espiritual de Cristo podía materializarse y aparecerse a sus discípulos en carne y huesos, para que ellos le pudieran ver y tocar (Lc.24:39-43).

Nosotros creemos en la preexistencia eterna y divina del Señor Jesucristo. Jesús es el Verbo de Dios (Ap.19:13), y este Verbo divino es eterno, jamás fue creado, ya que él existía antes de que Dios creara todas las cosas (Jn.1:1, Col.1:17).

Jesús dijo que él ya existía con el Padre desde antes de la fundación del mundo (Jn.17:5). Jesús dijo que él descendió del cielo (Jn.6:38, 42). Por lo tanto, si Jesús dijo que descendió del cielo es porque él ya estaba en el cielo antes de descender a la tierra como hombre. Aquellos que niegan la preexistencia divina de Jesús están llamando mentiroso a Jesús, pues Jesús enseñó bien claro que descendió del cielo, lo cual significa que él ya existía en el cielo antes de bajar a la tierra. El apóstol Pablo también enseñó en Filipenses 2:6-11 la preexistencia divina de Jesús. Pablo dijo que Jesús ya existía en forma de Dios, o era de condición divina, antes de hacerse hombre, entonces él se despojó a si mismo de su gloria y divinidad y descendió del cielo, haciéndose semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en el madero.

Nosotros creemos que el Señor Jesucristo en su preexistencia divina era el Mensajero (Malak) principal de Dios, es decir, el Ángel de Dios especial mencionado en el Antiguo Testamento, el cual tiene el mismo nombre que su Padre IEVE, ya que el nombre de IEVE está en él (Ex.23:20-21).Esteban dijo bien claro que este Ángel o Mensajero de IEVE que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Hch.7:30-34), pero resulta que Jesús es el Señor (Ro.10:9, Filp.2:11).Por lo tanto, este Ángel o Mensajero especial que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina. Por lo tanto, el Señor Jesucristo es el segundo Señor o Dios, el cual está subordinado al Señor o Dios supremo, el Padre. El propio rey David conocía la existencia de estos dos dioses o señores cuando dijo estas palabras proféticas: "Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a todos tus enemigos por estrado de tus pies" (Mt.22:43-45). Por consiguiente, todos aquellos que niegan la preexistencia divina del Señor Jesús, así como la existencia de estos dos dioses eternos, que son el Padre y el Hijo, tienen la doctrina del anticristo (1Jn.2:22). Aquellos que niegan la encarnación del Verbo divino están negando entonces al Padre y al Hijo, y por lo tanto, son el anticristo.

Estas dos personas divinas, el Padre y el Hijo, se llaman igual: IEVE, sin embargo, uno es el IEVE supremo o mayor, que es el Padre celestial, y el otro es el IEVE menor, es decir, el Mensajero o Ángel de IEVE, el cual también se llama IEVE (Ex.23:20-21), y era este IEVE menor quien se aparecía a los seres humanos (Gen.18:1, etc.). Este IEVE menor era el Señor Jesucristo en su preexistencia divina, pues fue este Señor o Ángel de IEVE quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. El IEVE supremo, el Padre, jamás se apareció a los seres humanos, pues al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18), por lo tanto, la Biblia demuestra de forma muy clara la existencia de estos dos dioses o personas divinas llamados IEVE. Uno es el Dios supremo, único e invisible, el Padre, y no hay otro Dios igual a él, y el otro Dios es el IEVE menor, el Hijo de Dios el Padre, el cual está subordinado al Dios Padre y se aparecía a los seres humanos. Fue este IEVE menor, el Hijo o Verbo de Dios, quien se hizo hombre y habitó entre nosotros (Jn.1:1, 14).

Jesús es el Señor, y para ser salvos tenemos confesar con nuestra boca esta gran verdad (Ro.10:9-13). Confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor significa creer y confesar que él es el eterno Señor IEVE mencionado en el llamado Antiguo Testamento, el cual bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos, como se apareció a Adán y Eva, Abraham, Moisés, etc. Los que rehúsan confesar con su boca esta gran verdad fundamental jamás se podrán salvar, sino que se condenarán al lago de fuego.

 

3- Creemos en el espíritu santo.

 

Jesús dijo que el espíritu santo es el poder de lo Alto (Lc.24:49). Y el ángel también dijo a María que el espíritu santo es el poder del Altísimo, es decir, el poder o energía del Dios Padre (Lc.1:35). El poder no es literalmente una persona, sino una ENERGIA. Por lo tanto, la Biblia enseña bien claro que el espíritu santo es la energía o poder de Dios, y no una tercera persona divina. La doctrina iglesiera de que el espíritu santo es una tercera persona divina es totalmente falsa, diabólica y antibíblica.

Esta energía o poder de Dios el Padre es personificada en la Biblia, pero sin ser literalmente una persona. Por ejemplo, la Biblia también personifica la sabiduría, diciendo que esta clama o grita por las calles (Prov.1:2021), sin embargo, la sabiduría no es literalmente una persona. La personificación es un estilo literario muy utilizado en la Biblia.

El espíritu santo nunca es adorado ni glorificado en la Biblia, lo cual demuestra claramente que no es Dios, ni es una tercera persona divina, sino que es el espíritu DE Dios el Padre, es decir, es algo que Dios tiene. Este espíritu o energía de Dios el Padre es también el espíritu de Cristo, y si alguno no tiene este espíritu de Cristo entonces no pertenece a Cristo, es decir, no es un verdadero cristiano (Ro.8:9).

 

4- Creemos que el ser humano es mortal, no inmortal.

 

La Biblia enseña que el ser humano es un alma viviente (Gen.2:7). Dios dice que el alma es mortal, muere (Gen.2:17). Sin embargo, Satanás enseña todo lo contrario, engañó a Eva diciendo que el alma es inmortal (Gen.3:4). Por lo tanto, cuando las iglesias de la cristiandad apostata predican la doctrina de la inmortalidad del alma sencillamente están repitiendo exactamente la misma mentira de Satanás, y llamando a Dios mentiroso. Los muertos están en los sepulcros, tal como enseñó el Señor Jesús, el Cristo: "Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Jn.5:28-29).

Por consiguiente, el Señor dice bien claro que los muertos están en los sepulcros, en otras palabras, ¡¡ellos no están vivos en ningún "más allá"!! Todos los muertos, justos e injustos, despertarán cuando resuciten. Observe que los que están en los sepulcros son las PERSONAS muertas, no solo sus cuerpos, por lo tanto, la doctrina de que los muertos están vivos en un "más allá" es totalmente demoníaca. Dios dice que el ser humano es POLVO, y vuelve al polvo de la tierra cuando muere (Gen.3:19), en otras palabras, cuando morimos DEJAMOS DE EXISTIR, ya que volvemos a la misma condición de INEXISTENCIA que Adán tenía antes de que Dios lo creara del polvo de la tierra. Jesús dijo que vino para dar su ALMA (su vida) en rescate de muchos: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida (alma) en rescate por muchos." (Mr.10:45). La palabra griega traducida por "vida" es psijé, que también es traducida por ALMA. El alma es el ser vivo, la persona. Ahora bien, si el alma fuera inmortal, ¡¡entonces Jesús no habría dado su alma o vida en rescate!!, es decir, NO HABRÍA MUERTO, y no existiría la redención por su sangre. Por lo tanto, la doctrina de la inmortalidad del alma es absolutamente diabólica, ¡es un ataque frontal contra el Evangelio!

 

5- Creemos en la salvación eterna.

 

Nosotros creemos que la salvación eterna de los verdaderos cristianos que hemos conocido el Evangelio es solamente por la gracia o misericordia de Dios, por medio de la fe, no por nuestras obras (Ef.2:8-9).

La salvación eterna es un proceso gradual, que comienza cuando creemos en el Evangelio y recibimos la justificación por la sangre de Cristo, y la reconciliación con Dios (Ro.5:9-11), pero la salvación eterna se manifestará plenamente en el futuro, cuando Jesús aparezca por segunda vez, para salvar a los que le esperan (Heb.9:28).

La salvación eterna se conseguirá por medio de la obediencia al Señor Jesucristo (Heb.5:9). Sin obedecer al Señor Jesús no hay salvación posible, por lo tanto, no basta creer que Jesús es nuestro Salvador y el Señor, sino que hay que OBEDECER las palabras del Señor Jesús para recibir en el futuro la eterna salvación (Mt.7:24-27). Jesús dijo que quien crea y SEA BAUTIZADO será salvo, pero quien no crea será condenado (Mr.16:16). Y los apóstoles bautizaban a los creyentes solamente en el nombre del Señor Jesucristo, para el perdón de los pecados (Hch.2:38, 10:48). Por lo tanto, para tener el perdón de los pecados tenemos que creer en el Señor Jesús y bautizarnos en agua, y por inmersión, en su nombre. Esto significa que el bautismo en el nombre de un falso dios trino, o el bautismo de infantes que no tienen capacidad para creer, son bautismos falsos y no sirven para nada.

Nosotros creemos que Dios el Padre, en su misericordia, salvará a todos aquellos que a lo largo de toda la Historia de la Humanidad jamás conocieron a Cristo ni el verdadero Evangelio, pero perseveraron en hacer el bien, buscando gloria, honra e inmortalidad (Ro.2:67). Ellos serán juzgados conforme a la ley de sus conciencias, que nos dicta lo que está bien y lo que está mal (Ro.2:14-15).

Las llamadas “ovejas misericordiosas” serán salvos en el futuro y entrarán en el reino de Dios en la tierra porque ellos tuvieron misericordia con los hermanos pequeños de Jesús, es decir, con los verdaderos cristianos, y ese bien que ellos hicieron será recompensado con la vida eterna (Mt.25:31-46). Jesús dijo bien claro que los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida, pero los que hicieron lo malo saldrán a resurrección de condenación (Jn.5:28-29). Por lo tanto, esa doctrina iglesiera de que ningún ser humano se podrá salvar por hacer lo bueno es absolutamente falsa y satánica y contraria a la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles.

Nosotros creemos que la salvación o vida eterna en el futuro reino de Dios la recibiremos en la era venidera, cuando el Señor Jesús regrese del cielo para gobernar a las naciones (Lc.18:29-30, Mt.25:34, 46).

Nosotros creemos que los cristianos verdaderos ya tenemos la vida eterna (1Jn.5:13), pero la tenemos solo como promesa de Dios, ya que esta vida eterna o salvación eterna la hemos de alcanzar o heredar en el futuro (Mt.25:34, 2Tim. 1:1, 1Jn.2:25, 1Ts.5:9, 1Pe.1:5), y alcanzaremos esta vida eterna o salvación cuando el Señor Jesucristo aparezca por segunda vez para salvar a los que le esperan (Heb.9:28). Por consiguiente, los verdaderos cristianos ya estamos seguros de recibir en el futuro la vida eterna que Dios nos ha prometido, porque Dios siempre cumple lo que promete.

 

6- Creemos en la Iglesia del Padre y del Hijo

 

Nosotros creemos que la Iglesia verdadera de Dios el Padre y de su Hijo Jesucristo es universal, y es el conjunto de cristianos verdaderos que siguen la doctrina del Padre y del Hijo, y que se aman unos a otros como Cristo nos amó. Esta Iglesia o Congregación del Padre y del Hijo es la esposa de Cristo, y es su cuerpo (Ef. 1:10, 22, 23; 5:23, 27, 32; Col.1:18).

Nosotros creemos que la Iglesia del Padre y del Hijo es el reino del Señor Jesucristo, (Mt. 13:47; Is.9:7), la casa y familia de Dios, (Ef. 2:19; 3:15; Prov. 29:18).

Los miembros de la Iglesia del Padre y del Hijo son llamados “los santos” (Hch.9:13, Ro.1:7, 1Co.1:2, Ap.13:7, etc.). La palabra “santo” en la Biblia significa perfecto y también apartado para Dios.

Nosotros creemos que la única cabeza o jefe de la verdadera Iglesia es el Señor Jesucristo, (Col.1:18; Ef. 1:22). El pontífice romano, el Papa de Roma, de ninguna manera es la cabeza de la Iglesia de Dios, sino solo un satánico impostor, pues se hace pasar por quien no es. En realidad, el papado es el hombre de pecado, el hijo de perdición predicho por Pablo (2Ts.2:3-4), él fue el resultado de esa gran apostasía de la Iglesia que sucedió en el siglo 4, cuando la iglesia católica se unió al poder imperial del César de Roma y se apartó (apostató) de la verdadera doctrina enseñando doctrinas de demonios (1Tm.4:1).

La Iglesia del Padre y del Hijo está formada por los santos que en el futuro reinarán sobre la tierra como reyes y sacerdotes (Ap.1:6, 2:26-27, 5:9-10, 20:4-6). Ese gobierno mundial de Cristo y de su Iglesia comenzará solamente cuando Jesús venga del cielo con gran poder y gloria a gobernar a las naciones con “vara de hierro”, es decir, con justicia y rectitud (Ap.19:15, 20:4-6), es entonces cuando comenzará el Milenio, un periodo de mil años literales, durante los cuales Jesús y su Iglesia gobernarán sobre las naciones de la tierra con justicia (Ap.20:4-6).

 

7- Creemos en la futura venida gloriosa de Jesucristo y en el arrebatamiento de la Iglesia.

 

El Señor Jesucristo dijo que él regresará del cielo con gran poder y gloria inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-30), es entonces cuando su Iglesia, los escogidos, serán arrebatados y se reunirán con él en el cielo, es decir, en el aire (Mt.24:31, 1Ts.4:15-17).

Por consiguiente, esa doctrina iglesiera de que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesús venga de forma secreta e invisible antes de una tribulación de siete años es una espantosa mentira satánica, una doctrina de demonios muy peligrosa para todos aquellos millones de personas que la creen.

Nosotros creemos que los verdaderos cristianos, los santos, sufrirán en el futuro una gran tribulación o persecución durante esos 42 meses de gobierno de la bestia (Ap.13:7, 10). Esa persecución o tribulación contra los santos de la Iglesia del Padre y del Hijo ocurrirá en el imperio de la bestia, que estará formado solo por diez reinos (Ap.17:12-14).

Nosotros creemos que los cristianos verdaderos, los santos, podremos conocer perfectamente en el futuro la fecha de la venida gloriosa de Cristo y del fin del mundo. El futuro gobierno de la bestia durará solo 42 meses (Ap.13:5), y Jesús regresará del cielo para destruir ese gobierno reinado de la bestia (Ap.19:19-21), por lo tanto, cuando comience el gobierno de la bestia en ese imperio de diez reinos podremos conocer fácilmente la fecha del regreso glorioso del Señor Jesús y del arrebatamiento de la Iglesia, simplemente habrá que contar los 42 meses desde el comienzo de ese gobierno de la bestia.

Y respecto a las palabras de Jesús en Mateo 24:36, en esas palabras se dice simplemente que EN ESE MOMENTO nadie, excepto el Padre, conocía el día y la hora de la futura venida gloriosa de Cristo, observe que el texto bíblico dice "nadie sabe", en tiempo presente, pero no dice "ni sabrá", por lo tanto, esas palabras de Jesús no niegan que en el futuro podamos conocer la fecha exacta de su regreso glorioso. Y respecto a las palabras de Jesús en Hechos 1:7, Jesús se estaba refiriendo solamente a sus apóstoles que en ese momento estaban con él, "no os toca A VOSOTROS saber los tiempos o las sazones…", es decir, es a los apóstoles a los que no les tocaba conocer el tiempo ni las sazones de la futura restauración del reino a Israel, pero el pasaje no dice por ninguna parte que en el futuro no podamos conocer la fecha del regreso de Cristo y de la restauración de Israel.

Nosotros creemos que esa futura gran tribulación contra los santos de la Iglesia, que durará 42 meses, no hay que confundirla con la ira de Dios, la cual será derramada sobre los adoradores de la bestia al final de esos 42 meses de gobierno mundial de la bestia (Ap.16:1-21).

Nosotros creemos que cuando regrese el Señor Jesús con gran poder y gloria al final de esos 42 meses entonces el falso mesías (la bestia) y su aliado religioso, el falso profeta, serán apresados y arrojados vivos a un lago de fuego, y los ejércitos de la bestia reunidos serán destruidos por el propio Señor Jesús (Ap.19:19:21). Entonces Satanás será apresado, atado y encerrado en un lugar llamado el Abismo, para que no pueda engañar a las naciones de la tierra durante el Milenio (Ap.20:13). De esta manera terrible terminará el futuro gobierno de Satanás, la bestia y el falso profeta.

Nosotros creemos que cuando Jesús y sus santos glorificados desciendan a la tierra juzgarán a los seres humanos que estén vivos en la tierra. Jesús se sentará en un trono resplandeciente, y entonces juzgará a las naciones de la tierra que en ese momento estén vivos, separando a unos de otros. Aquellos seres humanos que tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos (los hermanos pequeños de Jesús) serán puestos a la derecha de Cristo, y entonces ellos recibirán la vida eterna, y entrarán en el reino de Dios, sin embargo, aquellas personas que no tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos perseguidos serán puestos a la izquierda de Cristo, y él los enviará al fuego eterno, donde serán atormentados y destruidos totalmente en cuerpo y alma (Mt.10:28, 25:31-46).

Nosotros creemos que Jesús, cuando regrese del cielo, no solamente juzgará a los seres humanos que estén vivos en la tierra, sino que también comenzará el juicio de los muertos, un juicio que durará mil años (Ap.11:18). Esos muertos serán juzgados conforme a las obras que hicieron cuando ellos vivieron en la tierra (Ap.20:12). Cuando esos mil años se cumplan Satanás será soltado del Abismo, para engañar a las naciones. Millones de personas, lideradas por Satanás, intentarán derrocar el gobierno mundial del Señor Jesús y de sus santos, rodearán la ciudad de Jerusalén terrenal, pero descenderá fuego del cielo y los consumirá, y Satanás mismo será lanzado al lago de fuego, donde será atormentado y destruido para siempre (Ap.20:7-10).

Los muertos que ya fueron juzgados durante el Milenio volverán a vivir, para comparecer ante el Tribunal de Dios, y oír la sentencia o veredicto, ya sea de perdón, o de condenación. Aquellos que no tengan su nombre escrito en el libro de la vida serán arrojados a un lago de fuego, donde serán totalmente destruidos en cuerpo y alma (Ap.20:5, 11-15).

Después de esos mil años literales la tierra será totalmente destruida por el fuego, y entonces Dios algo totalmente nuevo y mucho mejor, él hará un nuevo cielo y una nueva tierra, es decir, un nuevo planeta, sobre el cual descenderá la capital del Universo, la Nueva Jerusalén celestial, y el propio Dios Padre descenderá de forma personal y visible a esa nueva tierra, para morar con los seres humanos inmortales (Ap.21:1-5).

Si usted cree en estas siete doctrinas fundamentales entonces forma parte de la Iglesia del Padre y del Hijo, y si persevera en esta verdadera doctrina hasta el final, entonces será salvo y alcanzará la vida eterna en el glorioso reino de Dios que vendrá a la tierra (Mt.24:13, 1Co.15:1).

 

 

 

 

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