1 de junio de 2022
Ampliado el 4 de junio de 2022
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ÍNDICE
1- LOS CUERPOS CELESTIALES Y LOS CUERPOS TERRENALES.
2- EL CUERPO RESUCITADO DE JESUCRISTO.
3- JESUCRISTO RESUCITÓ CON UN CUERPO DE CARNE CELESTIAL.
4- UN ESPÍRITU NO TIENE CARNE NI HUESOS.
5- ASÍ FUE LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO.
6- LAS APARICIONES DE JESÚS RESUCITADO.
7- LA CARNE Y LA SANGRE NO PUEDEN HEREDAR EL REINO DE DIOS.
9- EN LA RESURRECCIÓN NI SE CASARÁN NI SE DARÁN EN CASAMIENTO.
10- SOLO ADÁN FUE CREADO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE LOS DIOSES.
11- HAY FAMILIAS TANTO EN LOS CIELOS COMO EN LA TIERRA.
12- ARGUMENTOS FALSOS IGLESIEROS REFUTADOS.
¿Qué enseña la Biblia sobre los cuerpos celestiales y el sexo celestial?
¿Los cuerpos celestiales son de CARNE celestial e incorruptible, o son “cuerpos” inmateriales e invisibles?
¿Existe en los cielos las relaciones sexuales matrimoniales entre los dioses inmortales?
¿Los hijos de Dios resucitados y glorificados en el futuro podremos tener esposa o esposas y practicar sexo celestial con ella o ellas?
Todas esas preguntas las voy a responder de forma clara y a la luz de las Sagradas Escrituras en este importante y polémico librito de estudio bíblico.
El apóstol Pablo fue bien claro: ¡¡hay cuerpos celestiales!!, es decir, hay cuerpos extraterrestres y gloriosos hechos de una carne gloriosa y celestial muy diferente a los cuerpos terrenales y corruptibles hechos del polvo de la tierra. Vamos a leer y comentar el tremendo pasaje del apóstol Pablo:
1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
1Co 15:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.
1Co 15:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
1Co 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.
1Co 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.
Observe como por seis veces Pablo utilizó la palabra “cuerpo” en ese párrafo, para referirse tanto a los cuerpos celestiales, como a los cuerpos terrenales.
La palabra griega que ha sido traducida por cuerpo es soma, Y SIEMPRE SE REFIERE A UN CUERPO DE CARNE, ¡¡jamás se refiere a un “cuerpo invisible, ya que no existe tal cosa como cuerpos invisibles!!, ya que si es un cuerpo es porque es totalmente carnal, físico y visible.
Ahora bien, la palabra griega sárx (carne), ¡¡también significa cuerpo!!, por ejemplo, si nos vamos a la Concordancia de Strong veamos lo que significa la palabra griega sárx:
σάρξ sárx; prob. de la base de G4563; carne, el cuerpo (como opuesto al alma [o espíritu], o como símbolo de lo que es externo, un ser humano (como tal):-carnal, carne, cuerpo, humano, naturaleza, sangre.
Por consiguiente, en el Nuevo Testamento CARNE Y CUERPO ES EXACTAMENTE LO MISMO.
En 1Corintios 15:40 Pablo dijo que hay CUERPOS celestiales, y hay CUERPOS terrenales, o dicho en otras palabras, Pablo dijo que hay CARNES celestiales, y hay CARNES terrenales.
La prueba clara e irrefutable de que cuerpo y carne es lo mismo en el Nuevo Testamento la tenemos en los siguientes pasajes de Pablo, hay muchos pasajes, pero solo voy a citar cinco:
Rom 4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Rom 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
1Co 5:3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho.
1Co 6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
En cada uno de esos pasajes la palabra cuerpo se refiere siempre a CARNE, en 1Corintios 6:16, por ejemplo, primero se menciona el cuerpo, y luego a ese cuerpo se le llama carne, porque se refiere a lo mismo, ¡¡TODO CUERPO ES DE CARNE!!, no existe tal cosa como cuerpo invisible o carne invisible, si es un cuerpo es porque es de carne física y totalmente visible.
Por consiguiente, cuando Pablo dijo que hay CUERPOS CELESTIALES, Y CUERPOS TERRENALES, lo que estaba diciendo bien claro es que hay CARNES celestiales, y CARNES terrenales.
Las carnes terrenales, en plural, son de diferentes tipos o especies animales, una es la carne de los hombres, otra la carne de las bestias, otra la carne de los peces y otra es la carne de las aves (1Co.15:39). Todas esas carnes terrenales son corruptibles, se pudren en la tumba, y ese tipo de carne y sangre terrenal y corruptible no puede heredar el Reino de Dios (1Co.15:50).
Observe que Pablo no dijo por ninguna parte que NINGUNA carne puede heredar el Reino de Dios, lo que él dijo bien claro es que la carne y sangre CORRUPTIBLE no puede heredar el Reino de Dios, es decir, es solo la carne y sangre terrenal, la que se corrompe en el sepulcro, la que no puede heredar el Reino de Dios, PERO LOS CUERPOS O CARNES CELESTIALES SI QUE PUEDEN.
Los cuerpos celestiales, y los cuerpos terrenales, son todos ellos de CARNE Y HUESOS, la diferencia es que los cuerpos o carnes celestiales están hechos de una materia física y carnal extraterrestre, totalmente diferente a la materia terrenal, y estos cuerpos o carnes celestiales jamás se corrompen en el sepulcro, mientras que los cuerpos o carnes terrenales están hechos del polvo de la tierra y se corrompen en la tierra.
Por consiguiente, esta es la prueba absoluta, irrefutable y clara de que el cuerpo resucitado, espiritual y glorioso de Cristo en el cielo es totalmente de CARNE, ¡¡pero es una carne CELESTIAL, gloriosa y espiritual!!, totalmente diferente a la carne que Jesús tenía cuando murió clavado en el madero.
Ahora bien, el Nuevo Testamento también dice que Jesús resucitado y glorioso es un ESPÍRITU, y Jesús, después de resucitar y aparecerse a sus apóstoles, les dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos, ¿es esto una contradicción de Jesús?, ¡¡por supuesto que no!! Esas palabras de Jesús las vamos a analizar y a comentar en el siguiente apartado.
¿Cómo es el cuerpo glorioso y resucitado del Señor Jesucristo?
Dentro del sistema iglesiero apóstata, el SIA, se ha falsificado la doctrina de la resurrección gloriosa del Señor Jesucristo enseñando algo muy diferente de lo que enseña el llamado Nuevo Testamento.
En el SIA hay dos corrientes doctrinales falsas, diabólicas y contrarias a la enseñanza del Nuevo Testamente referente a la resurrección de Cristo:
1- Unos herejes enseñan que Jesús resucitó con el mismo cuerpo de carne y sangre que murió en el madero, incluso estos mentirosos enseñan que Jesús resucitó con sangre “glorificada” dentro de ese cuerpo glorioso. Para estos engañados e ignorantes la resurrección de Jesucristo fue prácticamente la reanimación de un cadáver. Estos falsos cristianos creen que Jesús resucitó con el mismo cuerpo de carne y sangre que murió en el madero porque Jesús, después de resucitar, se apareció a sus apóstoles y les enseñó las heridas de los clavos en las manos y la herida del costado producida por la lanzada cuando estaba clavado en el madero. Esto lo explicaré más adelante.
2- Otros herejes enseñan la patraña que Jesús resucitó con un cuerpo invisible. Según ellos el cuerpo resucitado y glorioso de Jesucristo no es físico ni carnal, sino que es solamente un espíritu incorpóreo e invisible, el cual no puede ser visto ni tocado.
Ambos conceptos enseñados en el sistema iglesiero apóstata son totalmente falsos y anticristianos, y es muy diferente a lo que enseña realmente en el Nuevo Testamento, tal como voy a demostrar en este sencillo estudio bíblico sobre la resurrección de Jesús.
Jesús de ninguna manera resucitó con el mismo cuerpo que murió clavado en el madero, porque el apóstol Pablo dijo las siguientes palabras:
1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
1Co 15:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.
1Co 15:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.
¿Lo ha leído bien?
El apóstol Pablo dijo bien claro que el cuerpo que se siembra y es sepultado NO ES EL CUERPO GLORIOSO QUE HA DE SALIR, es decir, no es el mismo cuerpo que ha de resucitar. Por lo tanto, enseñar que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que fue sembrado o sepultado es una gran mentira del diablo. ¡¡Jesús resucitó con un nuevo cuerpo radicalmente diferente al que murió en el madero y fue sepultado!! Dios el Padre le dio a Jesús el cuerpo glorioso que él quiso en el momento de la resurrección. Decir que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que murió clavado en el madero es insultar al apóstol Pablo llamándole mentiroso, pues él dijo que lo que se siembra no es el mismo cuerpo que ha de salir.
Los herejes y falsos cristianos que enseñan que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que murió en el madero siempre citan las siguientes palabras de Jesús:
Jua 2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Jua 2:20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
Jua 2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
Jua 2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
Los herejes y falsos cristianos iglesieros leen y entienden muy mal esas palabras de Jesús. Ellos enseñan la falsedad de que Jesús estaba diciendo que se resucitaría a sí mismo, y que él resucitaría con el mismo cuerpo que murió en el madero. ¡¡Pero nada de eso enseñó Jesús en ese pasaje!! Vamos a conocer la verdadera interpretación de esas palabras de Jesús:
1- En el verso 19 Jesús dijo que si los judíos mataban o destruían ese templo, que era su cuerpo, él lo levantaría o resucitaría en tres días.
Al leer ese pasaje muchos creen falsamente que Jesús se resucitó a sí mismo, pero eso es falso, ya que el Evangelio dice bien claro que fue el Dios Padre quien resucitó a su Hijo Jesús (Hch.2:24, 32, 4:10, 5:30, 10:40, 13:30, 37, 4:24, Ro.8:11, 10:9, 1Co.6:14, etc.) Y como Jesús NO ES EL DIOS PADRE, entonces es totalmente imposible que Jesús se resucitara a sí mismo.
Entonces, ¿por qué Jesús dijo que él levantaría o resucitaría su propio cuerpo?
La respuesta es muy simple. Jesús dijo que EL PADRE MORABA EN ÉL, estaba en él (Jn.10, 38, 14:10), por lo tanto, cuando Jesús dijo: “en tres días LO LEVANTARÉ”, era el Dios Padre quien estaba diciendo esas palabras por medio de Jesús. Fue el Dios Padre quien habló, pero por medio de la boca de Jesús, ya que fue el Dios Padre quien levantó o resucitó el cuerpo de Jesús.
2- Observe atentamente que el Dios Padre, por medio de Jesús, dijo que él levantaría ESE TEMPLO, es decir, ese mismo cuerpo de Jesús, o dicho en otras palabras, ese cuerpo de Jesús sería resucitado o levantado de la muerte, pero sería levantado como un nuevo cuerpo TRANSFORMADO, GLORIOSO Y ESPIRITUAL, el pasaje no dice por ninguna parte que el cuerpo de Jesús resucitado o levantado de la muerte sería el mismo cuerpo que moriría, ¡¡sino que ese cuerpo de Jesús sería resucitado o levantado pero CAMBIADO o transformado en un nuevo cuerpo!!, tal como enseñó el apóstol Pablo en el famoso pasaje 1Corintios 15:37, donde dijo bien claro que el cuerpo que se siembra o es sepultado NO ES EL MISMO CUERPO QUE HA DE SALIR.
Hay otros muchos falsos cristianos que enseñan la patraña que Jesús resucitó, pero con un cuerpo INVISIBLE, no con un cuerpo de carne glorificada y celestial. Esta gran mentira del diablo la vamos a refutar en el siguiente apartado.
La doctrina de que el cuerpo resucitado y glorioso de Cristo no es de carne, sino que es inmaterial e invisible, es otra de las grandes mentiras diabólicas enseñada por millones de falsos cristianos, y es una espantosa doctrina de demonios, por las siguientes razones:
1- Jesús resucitó con un nuevo cuerpo FÍSICO, de CARNE Y HUESOS, por la sencilla razón de que él se apareció a cientos de sus discípulos después de resucitar, los cuales le vieron y le tocaron (Lc.24:39-43, 1Co.15:4-8). Si le vieron y le tocaron después de resucitar es porque su cuerpo resucitado es físico y de carne y huesos.
2- Muchos ignorantes y mentirosos enseñan que Jesús resucitado, estando ahora glorificado en el cielo, ya no tiene un cuerpo físico de carne y huesos, sino que es solamente un espíritu incorpóreo e invisible, al cual no se le puede ver y tocar, sin embargo, eso es una gran mentira del diablo, por la sencilla razón de que Esteban, antes de morir apedreado, vio el cielo abierto y vio al Hijo del hombre, Jesús, de pie a la diestra de Dios el Padre. Leamos el pasaje:
Hch 7:55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo y puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba de pie a la diestra de Dios.
Hch 7:56 Y dijo: —¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios!
Observe como Esteban dijo que vio la gloria o resplandor del Dios Padre, y al mismo tiempo VIO a Jesús de pie a la derecha de Dios el Padre, y además Esteban llamó a Jesús glorificado el Hijo del hombre, indicando así que Jesús resucitado y glorioso en el cielo SIGUE SIENDO UN HOMBRE, o lo que es lo mismo, UN SER HUMANO, ¡¡pero él es un hombre glorificado y celestial!!, ya no es un hombre terrenal.
Si Esteban vio a Jesús en el cielo de pie a la derecha del Dios Padre es porque Jesús SIGUE TENIENDO UN CUERPO FÍSICO DE CARNE Y HUESOS EN EL CIELO. Si Jesús fuera un espíritu invisible e incorpóreo en el cielo entonces Esteban jamás habría visto a Jesús de pie a la derecha del Dios Padre.
Por consiguiente, mienten descaradamente aquellos santurrones e iglesieros que enseñan la patraña de que Jesús resucitado y glorificado ya no tiene un cuerpo físico y carnal en el cielo, ¡¡por supuesto que lo tiene!!, pero es un nuevo cuerpo físico de CARNE CELESTIAL Y GLORIFICADA, totalmente diferente a la carne y sangre que tenemos nosotros en la tierra, y que se corrompe en el sepulcro. Esto lo veremos más adelante.
Otra prueba clara e irrefutable de que el cuerpo espiritual y glorioso de Cristo en el cielo no es un cuerpo invisible e inmaterial, sino un cuerpo físico y carnal, es que el propio apóstol Juan también le vio en el cielo, y describió como es ese cuerpo celestial y glorioso del Señor Jesucristo. Leamos el pasaje:
Apo 1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,
Apo 1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Apo 1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
Apo 1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante a un hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Apo 1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
Apo 1:15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
Apo 1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Apo 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
¿Vio el apóstol Juan a un ser invisible e incorpóreo?, ¡¡por supuesto que no!! Juan vio en el cielo al Señor Jesucristo, el cual es semejante o parecido a un hombre, y describió como es su cuerpo celestial y glorioso, mencionando su cabeza, sus cabellos, sus ojos, su rostro, su boca, sus pies, y su mano derecha. Por lo tanto, MIENTEN descaradamente aquellos que enseñan que el cuerpo resucitado, espiritual y glorioso de Cristo es invisible.
Observe como Juan dijo que Jesús glorificado y glorioso es parecido o semejante a un hombre, ¡¡no dijo que sea igual que un hombre!!, sino parecido o semejante a un hombre, por la sencilla razón de que Jesús resucitado y glorioso no tiene un cuerpo terrenal y mortal como el que tenemos nosotros los humanos en la tierra, sino que SU CUERPO RESUCITADO ES CELESTIAL Y RESPLANDECIENTE, por eso es que Juan dijo que su rostro resplandece como el sol en toda su gloria.
Observe que Juan le vio y lo describió, indicando así de forma clara e irrefutable que el cuerpo glorioso y espiritual de Jesús no es invisible, sino totalmente visible y de CARNE, ¡¡pero de un tipo de carne o cuerpo CELESTIAL!!
Cuando Juan le vio cayó al suelo como muerto, pero entonces Jesús puso su mano derecha sobre él y le restableció.
Esto demuestra de forma irrefutable que el cuerpo celestial y espiritual de Cristo en el cielo de ninguna manera es invisible, sino que es un cuerpo espiritual DE CARNE Y HUESOS, pero ese cuerpo de carne de Jesús es de una materia CELESTIAL Y RESPLANDECIENTE, totalmente diferente a los cuerpos terrenales. Esto lo explicó el apóstol Pablo de forma muy clara en el famoso capítulo de la resurrección de los muertos, en 1Corintio 15, y que vamos a estudiar en el siguiente apartado.
El texto principal que millones de falsos cristianos siempre citan para enseñar la herejía de que Jesús resucitado y glorificado en el cielo ya no tiene un cuerpo físico de carne y huesos es Lucas 24:39, Leamos el pasaje y su contexto:
Luc 24:36 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
Luc 24:37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.
Luc 24:38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?
Luc 24:39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
Luc 24:40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
Luc 24:41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
Luc 24:42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
Luc 24:43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
Si Jesús resucitado y glorificado es un ESPÍRITU vivificante, tal como dijo Pablo en 1Corintios 15:45, ¿entonces por qué Jesús, después de resucitar, dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos?
La explicación es muy sencilla. Simplemente Jesús dijo esas palabras porque el cuerpo glorioso y espiritual de Cristo, que ya hemos visto que es de un tipo de CARNE celestial, se MATERIALIZÓ con un cuerpo de carne y huesos terrenal para que sus discípulos le pudieran ver y tocar. Por eso es que Jesús les dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos COMO ÉL TENÍA en ese momento.
Es decir, el cuerpo glorioso y espiritual no tiene el mismo tipo de carne o cuerpo terrenal que Jesús tenía cuando se materializó delante de sus discípulos.
Cuando Jesús se aparecía a sus discípulos después de resucitar él lo hacía con un cuerpo materializado de carne y hueso terrenal, para que ellos le pudieran ver y tocar, pero cuando Jesús está en el cielo entonces su cuerpo glorioso y espiritual, que es de carne celestial, RESPLANDECE COMO EL SOL EN TODA SU GLORIA (Ap.1:16). Ese mismo tipo de carne o cuerpo celestial y resplandeciente es el mismo que recibirán los verdaderos cristianos cuando sean glorificados y entren en el Reino de Dios el Padre. Jesús dijo que entonces resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre (Mt.13:43).
Por consiguiente, el cuerpo espiritual y glorioso de Cristo es de CARNE, pero de un tipo de carne o cuerpo celestial y resplandeciente, y cuando él se apareció a sus discípulos lo hizo materializándose con un cuerpo de carne y huesos TERRENAL, el cual no resplandecía. Incluso en ese mismo cuerpo de carne terrenal Jesús materializó las heridas de los clavos en las manos y de la lanzada en el costado, para que así Tomás se convenciera de que era el mismo Jesús quien había resucitado (Jn.20:25-29).
El hecho de que Jesús materializara esas heridas de la muerte en ese cuerpo de carne y huesos terrenal cuando se apareció a sus discípulos eso de ninguna manera significa que Jesús resucitara con el mismo cuerpo que murió en el madero, pues como ya demostré, el apóstol Pablo dijo bien claro que el cuerpo glorioso y resucitado NO ES EL MISMO CUERPO QUE MURIÓ Y FUE SEPULTADO (1Co.15:37). Repito, Jesús simplemente hizo materializar esas heridas en ese cuerpo de carne y huesos terrenal para que Tomás se pudiera convencer que era realmente Jesús mismo quien se apareció a ellos, pero esto de ninguna manera significa que los cuerpos gloriosos y resucitados conserven las heridas de la muerte, porque si esto fuera así, entonces los santos mártires también resucitarán en el futuro con las heridas de la muerte en sus cuerpos gloriosos, lo cual es totalmente falso y ridículo.
El Nuevo Testamento enseña bien claro que Jesús glorificado en el cielo es un ESPÍRITU vivificante:
1Co 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
Que Jesús resucitado es ahora un espíritu no solo lo dice 1Corintios 15:45, sino que además se dice en todo el libro del Apocalipsis, donde a Jesús se le llama EL ESPÍRITU (Ap.2:7, 3:13, 14:13, 22:17, etc.).
Fue Jesús quien dio esos siete mensajes a las siete iglesias, y luego se dice “lo que EL ESPÍRITU DICE A LAS IGLESIAS”, refiriéndose al mismo Jesús glorificado que dio esos siete mensajes.
Por lo tanto, el Señor Jesucristo glorificado y en el cielo es un espíritu que da la vida, pero es un espíritu con un CUERPO ESPIRITUAL de carne celestial, no invisible.
Esa carne gloriosa o cuerpo glorioso de Cristo en el cielo es incorruptible y resplandece como el sol en toda su fuerza, y cuando Jesús descendía del cielo a la tierra para relacionarse con los seres humanos mortales entonces él se materializaba con un cuerpo de carne y huesos TERRENAL, no resplandeciente, para que sus discípulos le pudieran ver y tocar.
Pablo dijo que la futura resurrección gloriosa de los verdaderos cristianos sucederá en un instante, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, es decir, en una décima de segundo dicho cuerpo carnal de los verdaderos cristianos será transformado y se convertirá en un nuevo cuerpo glorioso, espiritual e inmortal, preparado para poder vivir en los cielos.
Exactamente lo mismo sucedió con el cuerpo terrenal y de carne y huesos de Jesús. Cuando él estaba en el sepulcro y envuelto en la sábana dicho cuerpo fue transformado en un instante por el poder de Dios, el cuerpo muerto de Jesús se desmaterializó y desapareció de forma instantánea, en una décima de segundo, y cambiado en un nuevo cuerpo espiritual, celestial y glorioso, y entonces la sábana que le envolvía en el sepulcro quedó lisa o allanada encima del banco de piedra donde estaba recostado el cuerpo de Jesús, y el sudario o pañuelo que estaba enrollado en su cabeza quedó de la misma forma, es decir, conservando la forma ovalada de la cabeza de Jesús y en el mismo sitio donde había estado la cabeza de Jesús, así lo dicen las mejores traducciones bíblicas, por ejemplo la versión Cantera Iglesias o la versión del Testimonio de los Apóstoles, vamos a leerlo:
Por eso es que el apóstol Juan, al entrar al sepulcro, vio como habían quedado la sábana y el sudario y entonces creyó en la resurrección de Jesús (v.8), porque él vio que era imposible que alguien hubiera podido robar el cuerpo muerto de Jesús y dejar la sábana y el sudario de esa manera, es decir, Juan comprendió que el cuerpo de Jesús se desmaterializó o desapareció del interior de la sábana.
En las ilustraciones de abajo podemos ver cómo fue envuelto el cuerpo muerto de Jesús en esa sábana de lino que compró José de Arimatea (Mt.27:59, Mr.15:46) , y al desaparecer el cuerpo de Jesús dentro de dicha sábana de lino entonces la sábana quedó lisa o allanada encima del banco de piedra donde había estado recostado el cuerpo muerto de Jesús, y el sudario que estuvo enrollado encima de su cabeza quedó enrollado en su mismo sitio. Eso fue lo que Juan vio y le demostró que Jesús realmente resucitó con un nuevo cuerpo espiritual y glorioso, él vio y creyó.
Esa sábana de lino que envolvió el cuerpo muerto de Jesús en el sepulcro se ha conservado hasta nuestros días, y es conocida como la Sábana Santa, o Síndone de Cristo, la cual ha sido estudiada por los mejores científicos y médicos forenses del mundo, los cuales aseguran que es auténtica. En dicha Sábana Santa quedó grabada a fuego la FOTOGRAFÍA DE JESUCRISTO en el momento de la resurrección, así como las manchas de sangre. Pues bien, en dicha fotografía de Jesús grabada en forma de negativo fotográfico aparecen todas las heridas que le infligieron a Jesús en su pasión y muerte, ya sean las heridas de la flagelación, o las heridas de la corona de espinas, así como las heridas de los clavos en las manos y en los pies, y también la herida de la lanzada en el costado, y que confirma sin ningún género de dudas que el Hombre grabado en dicha Sábana es la autentica fotografía de Jesús, en cuerpo completo, en el mismo momento de su resurrección.
Pero no solo eso, sino que los científicos del STURP que trabajaban para la NASA en ese tiempo y que la analizaron directamente durante cinco días, del 8 al 13 de Octubre del año 1978, descubrieron lo más asombroso: que dicho Hombre grabado a fuego en esa Sábana de lino desapareció o fue desmaterializado del interior de la Sábana en un flash de energía radiante de dos milésimas de segundo, precisamente tal como demuestra ese pasaje del capítulo 20 del Evangelio de Juan, dejando su imagen grabada a fuego en dicha Sábana.
Veamos las impresionantes declaraciones que hizo el Dr. Thomas D’Muhala, Presidente de la Nuclear Technologie’s Corporation de Amston (Connecticut, USA), coordinador del equipo de expertos del STURP:
"LOS MUCHOS DATOS ACUMULADOS PERMITEN AFIRMAR QUE LA IMAGEN TRIDIMENSIONAL QUE SE VE SOBRE EL LIENZO...FUE IMPRESA EN LA SUPERFICIE DEL MISMO A CAUSA DE UN PROCESO DE PROYECCIÓN FOTOSCÓPICA, POR RADIACIÓN EMANADA DE TODAS LAS PARTE DEL CUERPO EN UN FLASH DE DOS MILÉSIMAS DE SEGUNDO" (Periódico La Vanguardia. 21-11-1979).
Y el Dr. Raymond Rogers, termoquímico de la NASA en el Laboratorio de los Álamos, USA, dijo lo siguiente:
"ESTOY OBLIGADO A LLEGAR A LA CONCLUSIÓN DE QUE LA IMAGEN DE LA SÍNDONE SE FORMÓ POR UNA EXPLOSIÓN DE ENERGÍA RADIANTE...NO HAY QUE DARLE VUELTAS, ¡ESO ES YA INDISCUTIBLE!" (Science Digest, sep.1978).
Los iglesieros y santurrones que niegan la autenticidad de la Sábana Santa o Síndone de Cristo suelen decir la estupidez de que esta tiene que ser falsa ya que el Nuevo Testamento no menciona por ninguna parte esa imagen de Jesús grabada en la Sábana Santa, pero ese argumento es totalmente falso y ridículo, ya que es completamente lógico que los apóstoles no mencionaran en el llamado Nuevo Testamento dicha imagen de Jesús grabada en la Sábana en la cual fue envuelto el cuerpo muerto de Jesús en el sepulcro, ya que si ellos hubieran mencionado esa imagen de Jesús grabada en la Sábana entonces los judíos religiosos la hubieran buscado fanáticamente para destruirla, ya que además de odiar y rechazar a Jesús, ellos tenían prohibido tener imágenes de seres humanos, por eso es que los apóstoles no escribieron nada de dicha imagen de Jesús grabada a fuego en la Sábana en el momento de la resurrección.
Las apariciones de Jesús a sus discípulos durante 40 días son extremadamente importantes, ya que son la prueba irrefutable e histórica de que Jesús realmente murió y resucitó.
Muchos no entienden la importancia crucial de esas apariciones de Jesús.
El apóstol Pablo dijo lo siguiente:
1Co 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
1Co 15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
1Co 15:5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
1Co 15:6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
1Co 15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
1Co 15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
1Co 15:9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
Observe que Jesús se apareció a Pedro, luego a los doce apóstoles, después a más de 500 hermanos a la vez, luego a Jacobo, luego a todos los demás apóstoles, y al último de todos los apóstoles se apareció a Pablo, en el camino de Damasco (Hch.9:3-5, 17).
Todos los apóstoles y demás cristianos a los que se apareció Jesús estuvieron dispuestos a sufrir la persecución y el martirio por predicar que Jesús murió y resucitó, dando testimonio de que Jesús se les apareció a ellos, ahora bien, NADIE SE DEJA PERSEGUIR Y MATAR POR PREDICAR ALGO QUE SABE QUE ES FALSO Y MENTIRA.
Una persona puede dejarse matar por una mentira, creyendo que eso es verdad, ya que esa persona ha sido engañada, pero nadie, absolutamente nadie, se deja matar por algo que SABE que es mentira. El hecho de que los apóstoles y el resto de cristianos que vieron a Jesús resucitado se dejaran perseguir y matar por predicar que Jesús resucitó es la prueba absoluta e irrefutable de que Jesús realmente murió y resucitó, ¡¡esto es un hecho totalmente histórico, y que además tiene la confirmación CIENTÍFICA, y que es la Sábana Santa o Síndone de Cristo!!
Ahora bien, ¿por qué Jesús se apareció a sus discípulos con un cuerpo de carne y huesos y no con su cuerpo espiritual y glorioso?
Si Jesús resucitó con un nuevo cuerpo transformado, glorioso y espiritual, ¿por qué se apareció a sus discípulos con ese cuerpo de carne y huesos el cual no es un espíritu? (Lc.24:39-43). Incluso ese pasaje de Lucas dice que Jesús resucitado comió parte de un pez asado y un panal de miel.
La respuesta es bien simple: Jesús se apareció con ese cuerpo de carne y huesos PARA QUE SUS DISCÍPULOS PUDIERAN VERLE Y TOCARLE. Si Jesús se hubiera aparecido con su cuerpo glorioso, espiritual y celestial entonces sus discípulos no habrían podido tocarle, sino que habrían CAÍDO AL SUELO COMO MUERTOS AL VERLE, ya que esto es precisamente lo que le ocurrió al apóstol Juan cuando Jesús se le apareció con su cuerpo glorioso y espiritual.
Observe que Juan no vio a Jesús con un cuerpo de carne y huesos terrenal, como el que tenía cuando se apareció a sus discípulos en la tierra, sino que él vio a Jesucristo estando en el cielo resucitado CON SU CUERPO GLORIOSO Y ESPIRITUAL, con un cuerpo totalmente diferente al cuerpo de carne y huesos.
Juan dijo que los ojos de Jesús eran como llamas de fuego, y su rostro era como el sol cuando resplandece en toda su fuerza, es decir, ¡¡era un cuerpo resplandeciente!! Sin embargo, al verlo se derrumbó en tierra como muerto, entonces Jesús puso su mano derecha sobre él y le restableció. Eso es precisamente lo que les hubiera ocurrido a sus discípulos si él se hubiera aparecido a ellos con ese cuerpo glorioso y espiritual, ellos habrían caído al suelo como muertos, por eso es que Jesús tuvo que aparecerse a ellos con un cuerpo MATERIALIZADO, de carne y huesos, para que pudieran verle y tocarle.
Esta es una de las facultades sobrenaturales que tienen los cuerpos resucitados gloriosos y espirituales, se pueden aparecer en la tierra en forma de carne y huesos, para que los humanos puedan verle y tocarle.
El cuerpo glorioso y espiritual de Jesucristo no es, por tanto, de carne y huesos terrenal, sino que es un nuevo cuerpo de carne espiritual y resplandeciente, preparado para vivir en el cielo, pero que también puede bajar a la tierra y aparecerse a los seres humanos con un cuerpo de carne y huesos, para que así pueda relacionarse con los humanos de la tierra. Pero el cuerpo glorioso y espiritual de Jesús no solo podía materializarse en carne y huesos, sino que además podía aparecerse en diferentes FORMAS, para que sus discípulos no pudieran reconocerle. Vamos a comprobarlo leyendo este pasaje:
Jua 20:14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
Jua 20:15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Jua 20:16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
Jua 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
María Magdalena era una de las discípulas de Jesús, ella le conocía físicamente bien porque seguía a Jesús, sin embargo, cuando Jesús resucitado se apareció a ella resulta que no le reconoció y creyó que era el hortelano, porque sencillamente tenía otra apariencia, otra forma o aspecto físico, y luego Jesús hizo que ella sí que pudiera reconocerle.
Mire ahora lo que dice este otro pasaje:
Mar 16:9 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.
Mar 16:10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.
Mar 16:11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.
Mar 16:12 Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.
Ahí lo dice bien claro. Jesús se apareció en primer lugar a María Magdalena, y después se apareció EN OTRA FORMA a los dos discípulos de Emaús que iban al campo. La palabra que ahí ha sido traducida por “forma” es morfe, que significa aspecto físico, es decir, Jesús se apareció luego a los dos discípulos de Emaús con otro aspecto físico, porque sencillamente ese cuerpo resucitado de Jesús podía cambiar de forma o aspecto físico cuando se aparecía.
En el Evangelio de Lucas se describe esta aparición a los dos discípulos de Emaús y se dan muchos más detalles. Vamos a leerlo:
Luc 24:13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.
Luc 24:14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
Luc 24:15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
Luc 24:16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
Luc 24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
Luc 24:18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
Luc 24:19 Entonces él les dijo: Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
Luc 24:20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.
Luc 24:21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.
Luc 24:22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;
Luc 24:23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
Luc 24:24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
Luc 24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
Luc 24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
Luc 24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
Luc 24:28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.
Luc 24:29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
Luc 24:30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.
Luc 24:31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
Luc 24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Observe atentamente como en Marcos 16:12 leemos que Jesús se apareció a esos dos discípulos en OTRA FORMA, es decir, con otro aspecto físico, y en Lucas 24:16 se dice que ellos no pudieron reconocerle, porque obviamente tenía otra forma.
En el verso 31 leemos que después de partir Jesús el pan para comer los ojos de ellos se ABRIERON, y Jesús desapareció de su vista, es decir, se desmaterializó. Obviamente los ojos de ellos se abrieron de sorpresa al reconocer que era Jesús, y es entonces cuando se desmaterializó y se fue.
Luego Jesús se apareció o materializó a sus discípulos estando ellos en una habitación con las puertas cerradas, leamos el pasaje:
Jua 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
Jua 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Jesús no entró por la puerta, sino que se MATERIALIZÓ en medio de ellos traspasando los muros de esa habitación, indicando así que dicho cuerpo resucitado podía materializarse y desmaterializarse a voluntad.
Entonces Jesús les mostró las heridas de los clavos en las manos y la herida de la lanzada en el costado, para que ellos se convencieran de que era el mismo Jesús resucitado.
Millones de falsos cristianos han sido engañados por Satanás, el cual utiliza a los falsos maestros y a los falsos pastores iglesieros para enseñar doctrinas de demonios.
El diablo les ha hecho creer que el futuro cuerpo resucitado y glorioso de los verdaderos cristianos no será de carne celestial, sino que será solo un espíritu incorpóreo e invisible. Para intentar basar esa espantosa doctrina de demonios ellos siempre citan las palabras del apóstol Pablo en 1Corintios 15:50, que dice lo siguiente:
1Co 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
Muchos mentirosos y falsos cristianos citan solamente la primera parte de ese pasaje del apóstol Pablo, y entonces dicen la mentira de que el cuerpo resucitado y glorioso de Jesucristo no es de carne. Ellos enseñan también la gran mentira de que el futuro cuerpo glorioso y resucitado de los verdaderos cristianos tampoco será de carne, sino que serán solamente espíritus inmateriales sin carne física y palpable.
El engaño de esos falsos cristianos es escandaloso y patente, porque seguidamente el apóstol Pablo dijo bien claro cuales son los cuerpos que no puede heredar el Reino de Dios. Pablo dijo que será este cuerpo mortal de carne y sangre CORRUPTIBLE el que no puede heredar la corrupción, sin embargo, ¡¡Pablo jamás dijo que NINGUNA carne pueda heredar el Reino de Dios!! Es solamente nuestro cuerpo de carne y sangre que se corrompe en el sepulcro el que no puede heredar el Reino de Dios.
Por lo tanto, aquellos falsos cristianos que citan ese pasaje de Pablo y dicen que NINGUNA carne puede heredar el Reino de Dios están MINTIENDO de la forma más espantosa, falsificando las palabras de Pablo, pues ellos están añadiendo la palabra “ninguna”, ¡¡la cual no dijo Pablo en ese texto por ninguna parte!!
Por lo tanto, según la Biblia, el cuerpo glorioso y resucitado de Jesucristo, así como el futuro cuerpo glorioso de los verdaderos cristianos, será de CARNE celestial, es decir, de una materia celestial e incorruptible. Dicho cuerpo de carne y huesos celestial obviamente no necesita la sangre para estar vivo, ya que no es un cuerpo hecho del polvo de la tierra, sino que es un nuevo cuerpo celestial e inmortal.
Jesús entregó toda su sangre o vida por sus ovejas en el madero, por consiguiente, su cuerpo glorioso y resucitado ya no tiene sangre. Por eso es que Jesús después de resucitar se apareció a sus discípulos y les dijo que ese cuerpo resucitado era solamente de CARNE Y HUESOS, no les dijo de “carne y sangre”, es decir, Jesús ya no tiene el mismo cuerpo de carne y sangre que murió en el madero, sino que es un nuevo cuerpo transformado, celestial e incorruptible que no necesita sangre para estar vivo. Ese es el mismo tipo de cuerpo celestial y carnal que tendremos los verdaderos cristianos cuando Jesús venga en gloria y resucitemos, tal como dijo Pablo en este pasaje:
Flp 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Flp 3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Ese cuerpo físico, carnal y glorioso de Jesucristo resucitado es también un cuerpo espiritual, porque sencillamente está lleno del espíritu de Dios y es guiado por el espíritu de Dios. Este cuerpo resucitado y espiritual es el mismo que tendremos los verdaderos cristianos cuando Jesús venga del cielo con gran poder y gloria y nos resucite.
La expresión “cuerpo espiritual” de ninguna manera significa que es un cuerpo invisible e incorpóreo. Esto se puede comprobar muy fácilmente. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo las siguientes palabras:
Gál 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Esos cristianos verdaderos que había en esas iglesias de Galacia Pablo dijo que eran espirituales, ¡¡pero eso no significa que ellos fueran invisibles!!. Por lo tanto, cuando Pablo dijo que resucitaremos con un cuerpo espiritual (1Co.15:44), esto de ninguna manera significa que será un cuerpo invisible y sin carne celestial, sino que sencillamente es un cuerpo celestial y poderoso guiado por el espíritu de Dios, pero esos cuerpos gloriosos y espirituales por supuesto que son de carne material, ¡¡pero es un tipo de carne celestial e incorruptible!!, por eso es que el apóstol Pablo dijo que hay CUERPOS CELESTIALES, y hay CUERPOS TERRENALES (1Co.15:40), y en este libro de estudio ya demostré que en la Biblia carne y cuerpo es lo mismo, ya cité varios pasajes del apóstol Pablo donde esto se demuestra de forma irrefutable. Hay CARNES celestiales, y hay CARNES terrenales, las primeras son carnes incorruptibles y gloriosas, y las carnes terrenales tienen sangre y se corrompen en el sepulcro. Por consiguiente, mienten todos aquellos que enseñan la patraña de que no existe carne celestial, o que Cristo no tiene un cuerpo de carne celestial, o que los santos resucitados no tendrán un cuerpo de carne celestial.
Ahora bien, ahora vamos a entrar en la segunda parte de este importante libro de estudio bíblico haciendo la siguiente pregunta:
¿Los cuerpos celestiales y gloriosos tienen órganos sexuales y pueden tener relaciones sexuales celestiales?, ¡¡por supuesto que sí!!, y esto lo voy a demostrar en el siguiente capítulo.
Satanás ha engañado a la cristiandad apóstata durante siglos, ya que él es el padre de la mentira y engaña al mundo entero (Jn.8:44, Ap.12:9). A los que no puede engañar el diablo es a los verdaderos cristianos que conocemos bien la Biblia y la verdadera doctrina del Señor Jesucristo y de sus apóstoles, que se encuentra en las páginas del llamado Nuevo Testamento.
El diablo y los hijos del diablo santurrones, hipócritas e iglesieros introdujeron la repugnante y perversa doctrina de que Dios el Padre, Jesucristo y los ángeles son seres celestiales CASTRADOS Y ASEXUADOS, es decir, sin órganos sexuales masculinos en sus cuerpos gloriosos y celestiales, siendo, por tanto, una especie de eunucos castrados, como por ejemplo el que vemos en la fotografía de la derecha de un chino castrado eunuco.
Estos embusteros e ignorantes iglesieros al servicio del padre de la mentira, el diablo, enseñan también la gran mentira de que las relaciones sexuales no existen en los cielos, y que tampoco existen familias celestiales ni la procreación en dichos cielos. Ellos enseñan también que cuando los verdaderos cristianos resucitemos estaremos CASTRADOS por los siglos de los siglos, y seremos, por tanto, una especie de eunucos resucitados que no podremos tener esposas celestiales ni practicar el sexo celestial con ellas, un sexo celestial que sin ninguna duda será infinitamente mejor que el sexo matrimonial que podamos tener aquí en la tierra con estos cuerpos corruptibles y débiles.
Ponga ahora mucha atención para que vea como le han ENGAÑADO en todas esas iglesias falsas al servicio del padre de la mentira y que enseñan doctrinas de demonios.
El principal pasaje bíblico donde estos pobres engañados por el diablo pretenden basar esa doctrina de demonios de que en el futuro reino de Dios no podremos casarnos ni tener sexo celestial son unas palabras de Jesús que se encuentran en Mateo 22:30.
Vamos a leer las palabras de Jesús en el siguiente pasaje:
Mat 22:23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
Mat 22:24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
Mat 22:25 Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano.
Mat 22:26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo.
Mat 22:27 Y después de todos murió también la mujer.
Mat 22:28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron?
Mat 22:29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Mat 22:30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
Ahora bien, resulta que ese pasaje de Jesús hay que leerlo a la luz del texto paralelo que encontramos en Lucas, y que dice lo siguiente:
Luc 20:27 Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,
Luc 20:28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.
Luc 20:29 Hubo, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin hijos.
Luc 20:30 Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.
Luc 20:31 La tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia.
Luc 20:32 Finalmente murió también la mujer.
Luc 20:33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?
Luc 20:34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento;
Luc 20:35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
Luc 20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
Observe bien esos pasajes.
Los saduceos, que rechazaban la enseñanza bíblica de la futura resurrección de los muertos, quisieron ponerle una trampa a Jesús para hacerle caer, y le contaron la historia ficticia de siete hermanos que se casaron con una señora uno detrás de otro, y esos siete hermanos murieron. Entonces esos saduceos le preguntaron a Jesús en son de burla que en la resurrección de los muertos de cual de esos siete hermanos ella sería esposa.
La respuesta de Jesús fue muy clara y sabia. Jesús dijo que EN LA RESURRECCIÓN ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como los ángeles de Dios en los cielos.
Ahora bien, Satanás ha pervertido esas palabras de Jesús y a lo largo de los siglos les ha hecho creer a millones de falsos cristianos iglesieros que ahí Jesús estaba enseñando que en el futuro reino de Dios los hijos de Dios resucitados y glorificados no podremos casarnos ni tener relaciones sexuales con nuestras esposas, ¡¡pero eso no fue lo que dijo Jesús!!
Observe bien que Jesús estaba hablando solamente del DIA DE LA RESURRECCIÓN, por la sencilla razón de que la futura resurrección gloriosa de los santos será en un solo día, ¡¡no estará ocurriendo la resurrección durante toda la era venidera!! Esa resurrección gloriosa ocurrirá en el Día del Señor, es decir, en el día exacto cuando Jesús venga en gloria y los muertos en Cristo resucitarán primero (1Ts.4:15-16).
Por consiguiente, lo que enseñó Jesús en esas palabras es que en ese día de la resurrección gloriosa los santos no se casarán ni se darán en casamiento, es decir, JESÚS HABLABA SOLO DE ESE DÍA DE LA RESURRECCIÓN, NO DE LO QUE VENDRÁ DESPUÉS EN EL REINO DE DIOS.
Jesús dijo seguidamente que en ese día de la resurrección seremos como lo ángeles de Dios en el cielo.
Ponga mucha atención a esas palabras de Jesús.
En ese texto Jesús no dijo por ninguna parte las siguientes palabras: “En la resurrección os convertiréis en CASTRADOS EUNUCOS como lo son los ángeles de Dios en el cielo”, y tampoco dijo que no podremos casarnos después de la resurrección durante el reino de Dios.
Jesús en ningún momento dijo que los ángeles de Dios en el cielo no se puedan casar, y tampoco dijo que esos ángeles de Dios estén castrados como los eunucos, simplemente dijo que en ese día de la resurrección seremos como esos ángeles de Dios en el cielo.
Ahora bien, ¿pero en qué sentido seremos como los ángeles de Dios en el cielo cuando resucitemos?, ¡¡pues la respuesta la tenemos en el texto paralelo de Lucas 20:36!!, donde Jesús dijo lo siguiente:
Luc 20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
¡¡Ahí lo tiene bien claro!! Jesús dijo que en ese día de la resurrección seremos como los ángeles de Dios en el cielo en el sentido de que YA NO PODREMOS MORIR JAMÁS, SEREMOS INMORTALES, por lo tanto, seremos iguales a los ángeles de Dios en el cielo solo en el sentido de que seremos hijos de Dios glorificados e inmortales. En ninguna parte dijo Jesús que seremos iguales a los ángeles en que no podremos casarnos ni tener sexo celestial, ¡¡sino que seremos iguales a los ángeles en el sentido de que seremos hechos hijos de Dios inmortales viviendo en los cielos!!, ya que los ángeles viven en los cielos.
Por consiguiente, lo que han hecho millones de falsos cristianos a lo largo de la Historia es falsificar de la forma más repugnante y satánica esas palabras de Jesús para enseñar una doctrina de demonios asquerosa que Jesús jamás enseñó. Él nunca enseñó esa patraña de que en el día de la resurrección nos convertiremos en hijos de Dios castrados y eunucos, sino que en ese día de la resurrección simplemente no habrá casamientos, por la sencilla razón de que será un día glorioso en el cual volveremos a vivir con cuerpos inmortales y recibiremos al Señor Jesús en el aire cuando él venga en gloria y descienda del cielo, pero Jesús en ese pasaje jamás de los jamases enseñó lo que ocurrirá DESPUÉS del día de la resurrección en el reino de Dios, sino que enseñó lo que ocurrirá solamente en ese día de la resurrección.
Satanás también ha engañado a millones de falsos cristianos y les ha hecho creer la espantosa mentira de que Dios el Padre, Jesucristo y los ángeles son EUNUCOS CASTRADOS y que ellos no tienen relaciones sexuales celestiales, ni órganos sexuales masculinos. En este capítulo 10 voy a refutar y a destrozar esa espantosa doctrina de demonios enseñada por millones de ceporros ignorantes.
El Génesis dice que los dioses, es decir, El Dios Padre y Jesucristo, crearon a ADÁN a IMAGEN Y SEMEJANZA DE ELLOS. Leamos el pasaje:
Gén 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Gén 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Ese es uno de los pasajes bíblicos más falsificados y pervertidos por las iglesias del sistema iglesiero apóstata a lo largo de los siglos. Le han dado una interpretación absolutamente falsa y diabólica.
Observe como en ese pasaje UN DÍOS LE HABLABA AL OTRO DIOS. Es decir, el Dios supremo, que es el Padre celestial, le propuso al otro Dios hacer al hombre a imagen y semejanza de ellos. Por eso es que las palabras están en PLURAL, pues dice HAGAMOS, NUESTRA. Si hubiera sido un solo Dios quien creó al hombre entonces el texto diría: “HARÉ al hombre a MI imagen, conforme a MI semejanza”. Sin embargo, el texto no dice eso, sino que sencillamente un Dios supremo le propuso al otro Dios hacer al hombre a imagen y semejanza de ellos.
Ese Dios supremo que decidió crear al hombre era obviamente el Padre celestial, del cual proceden todas las cosas, y el segundo Dios era evidentemente el Señor Jesucristo, ya que fue por medio de él que fueron creadas todas las cosas (1Co.8:6, Jn.1:3, 10, Col.1:15-18, Heb.1:1-2).
El Dios supremo, el Padre celestial, hizo todas las cosas, pero por medio de Jesucristo, el segundo Dios. Lo mismo ocurrió con la creación de Adán. Fue Dios el Padre quien se propuso y decidió crear al hombre a imagen y semejanza de ellos, y entonces le propuso a Jesucristo ejecutar esa obra creadora. Entonces el Señor Jesús descendió del cielo a la tierra y creó el cuerpo de Adán del polvo de la tierra, y seguidamente sopló en su nariz el aliento de vida, es decir, el espíritu o energía de vida, y Adán comenzó a existir, a vivir, y se convirtió en un alma viviente (Gen.2:7).
Ahora bien, ¿qué significa la expresión “imagen, conforme a su semejanza”? Esa frase significa sencillamente UNA RÉPLICA O PARECIDO FISICO, significa que esa persona formada o creada es una RÉPLICA del original que crea. Por ejemplo, en Génesis 5:3 leemos las siguientes palabras:
Gén 5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
Como puede ver, Adán engendró o dio la vida a un nuevo hijo, llamado Set, el cual fue hecho a IMAGEN Y SEMEJANZA de su padre Adán. Esto significa que Set simplemente tenía un parecido físico con su padre Adán, ERA UNA RÉPLICA FÍSICA DE ADÁN, y tenía todas las características físicas de Adán, incluidos por supuesto sus órganos genitales masculinos, ya que Set era una réplica o imagen física de su padre Adán.
Por consiguiente, cuando Génesis 1:26-27 dice que los dioses, el Padre y el Hijo, formaron a Adán a IMAGEN Y SEMEJANZA DE ELLOS, significa sencillamente que tanto el Dios Padre, como Jesucristo, ¡¡por supuesto que tienen órganos sexuales masculinos!!, ya que Adán obviamente también tenía órganos sexuales masculinos, ya que él era una réplica hecha a imagen y semejanza de los dioses creadores.
Esta es la prueba clara e irrefutable de que tanto el Dios supremo, el Padre, como Jesucristo, son varones celestiales que tienen órganos sexuales masculinos. Solo un embustero y subnormal profundo puede enseñar esa patraña de que estos dos dioses, el Padre y el Hijo, son seres celestiales castrados y eunucos. Ellos son todo lo contrario, son VARONES CELESTIALES, con cuerpos celestiales, es decir, están hechos de un tipo de carne celestial gloriosa e inmortal, pues recordemos que en la Biblia carne y cuerpo es lo mismo, como ya demostré en este libro.
Ahora bien, otra de las enseñanzas falsas y diabólicas introducidas en la cristiandad apóstata es enseñar que la mujer también fue creada a imagen y semejanza de los dioses creadores. ¡¡Esto es una mentira descomunal totalmente antibíblica!! Los que enseñan esa mentira diabólica siempre citan estas palabras del Génesis:
Gén 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
¿Dice ese pasaje que Dios también creó a la hembra a la imagen y semejanza de Dios?, ¡¡por supuesto que no!! Lea atentamente esas palabras. Ahí se dice simplemente que Dios creó AL HOMBRE a su imagen, y cuando ese pasaje habla del hombre se refiere solamente al varón, es decir, a Adán, ¡¡no a Eva!!
Observe que la expresión está en SINGULAR, dice: ”lo creó”, ¡¡no dice LOS CREARON a imagen de Dios”!!, sino que dice que lo creó, en singular, refiriéndose solamente al hombre, a Adán. Y seguidamente el texto dice: “varón y hembra los creó”, pues claro, porque Dios creó tanto al varón como a la hembra. Primero hizo al hombre, Adán, del polvo de la tierra a su imagen, conforme a su semejanza (Gn.2:7), y más tarde Dios formó a Eva de una de las costillas de Adán para que fuera su compañera.
Es decir, lo que enseña bien claro la Biblia es que SOLO EL HOMBRE, EL VARÓN fue creado a imagen y semejanza de los dioses, solo él tenía ese parecido físico a los dioses, el Padre y el Hijo, y luego después formó a la hembra, a Eva, pero en ninguna parte de la Biblia se dice que la hembra también fuera formada a imagen y semejanza de Dios.
Pero resulta que si ahora nos vamos al Nuevo Testamento veamos lo que dijo el apóstol Pablo, el cual además de ser apóstol de Cristo fue el más grande rabino judío después de Jesucristo, el cual conocía la ley, la toráh, perfectamente:
1Co 11:7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.
1Co 11:8 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón.
¿Dijo Pablo que la mujer también es hecha a imagen de Dios?, ¡¡por supuesto que no!! Pablo dijo bien claro que SOLO EL VARÓN ES IMAGEN DE DIOS, es decir, solo el varón tiene el parecido físico a los dioses, sin embargo, la mujer es gloria del varón. Ojo, no dice que la mujer sea “imagen del varón”, sino solamente gloria del varón, indicando así la importancia que tiene la mujer para el varón, ya que ella fue creada para ser la ayuda idónea del varón (Gen.2:18, 21-25).
Por lo tanto, todos esos iglesieros que enseñan que las mujeres también fueron creadas a imagen y semejanza de Dios están mintiendo y enseñando una doctrina de demonios totalmente antibíblica. Solo el varón fue creado a imagen de Dios, conforme a su semejanza, indicando así que Dios el Padre y Jesucristo también tienen órganos sexuales masculinos, como también los tenemos los varones.
Ahora bien, ¿hay familias en los cielos?, ¡¡por supuesto que sí!!, y esto lo demostraré en el siguiente capítulo.
Ya he demostrado en este estudio como tanto Dios el Padre, como el Señor Jesucristo, como los ángeles de Dios son varones celestiales que tienen un cuerpo celestial COMPLETO, incluidos los órganos sexuales masculinos, de ninguna manera son eunucos castrados.
Los dioses creadores, el Padre y el Hijo, hicieron al hombre, a Adán, a imagen y semejanza de ellos, es decir, Adán era una réplica física de ellos, con un cuerpo que tenía la misma forma física que el Padre y el Hijo.
Ahora bien, ¿están los órganos genitales creados por Dios solamente de adorno inútil?, ¡por supuesto que no!, ya que todo lo que Dios creó en el cuerpo tiene su función y propósito. Dios no creó los órganos genitales de Adán y Eva solo como adornito, sino para que procrearan, gozaran del placer sexual y llenaran la tierra de seres humanos terrenales. De igual manera es estúpido decir que Dios el Padre, Jesucristo y los ángeles tienen sus órganos genitales masculinos solo de adorno, sino que lógicamente los tienen que utilizar también para disfrutar del sexo celestial y para engendrar hijos celestiales en el Universo.
Los iglesieros descerebrados dicen que eso es falso e imposible porque la Biblia jamás menciona los genitales de Dios el Padre, de Cristo y de los ángeles, pero ese argumento solo lo puede decir un retrasado mental e idiota elevado a la décima potencia, por la sencilla razón de que la Biblia no tiene el por qué decirlo literalmente, ya que la Biblia no es un libro de sexualidad. La Biblia tampoco menciona, por ejemplo, los genitales del apóstol Pedro, y sin embargo, claro que los tenía, pues de igual manera la Biblia tampoco menciona los genitales masculinos del Padre, del Hijo y de los ángeles, y sin embargo claro que los tienen, pues recordemos que en la Biblia a estos dioses celestiales se les llama varones, es decir, hombres, ¡¡y todos los hombres tienen genitales masculinos!!
Otros iglesieros suelen citar estas palabras de la Biblia para decir la patraña de que Dios el Padre no es un hombre que tenga genitales:
Núm 23:19 Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará? habló, ¿y no lo ejecutará?
Sin embargo, ese pasaje no dice por ninguna parte que Dios el Padre no sea un hombre, lo que dice es que él no es un hombre terrenal MENTIROSO, ni es un hijo del hombre, lo cual es lógico, ya que el Dios Padre no miente, y además él no es hijo de un hombre, él no es un hombre terrenal hecho del polvo de la tierra como somos nosotros, sino que él es un hombre o varón CELESTIAL, con un cuerpo glorioso y celestial, lo mismo que son el Señor Jesucristo y también los ángeles, a los cuales también se les llama varones, es decir, hombres, pues recordemos que varón y hombre es exactamente lo mismo (Gen.18:1-2, Hch.1:10).
Por consiguiente, ya hemos visto que Dios el Padre, Jesucristo y los ángeles son varones celestiales, con cuerpos de carne celestial. Ellos no están castrados ni son eunucos, decir que el Dios Padre, Jesucristo y los ángeles están castrados es una blasfemia satánica, ya que estos dioses celestiales tienen genitales de varones. Todos ellos forman FAMILIAS en los cielos, así como también hay familias en la tierra, y para engendrar familias celestiales lógicamente estos dioses tienen que practicar el SEXO CELESTIAL, de la misma manera que los seres humanos terrenales también practicamos el sexo terrenal para tener familias.
Leamos estas importantes palabras del apóstol Pablo:
Efe 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Efe 3:15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
La palabra griega que ha sido traducida por “familia” es patriá. Veamos lo que significa según la Concordancia de Strong:
G3965
πατριά patriá; como si fem. de un der. de G3962; descendencia paternal, i.e. (concr.) grupo de familias o una raza (nación) entera:-familia.
Como puede ver, la palabra griega patriá significa descendencia paternal, grupo de familias y familia, es decir, lo que dijo bien claro el apóstol Pablo es que EN LOS CIELOS HAY FAMILIAS o grupos de familias, los cuales son descendencia del Padre supremo, el Padre celestial. Todas estas familias celestiales forman la PATRIA CELESTIAL, que es el Reino de los cielos, de igual manera que las familias terrenales forman patrias o naciones terrenales.
Pablo dijo que todas estas familias están en los cielos y en la tierra, es decir, de la misma manera que hay familias humanas terrenales, también hay en los cielos familias divinas y celestiales que integran esa patria celestial.
Ahora bien, para que se forme una familia humana tiene que existir SEXO terrenal entre el esposo y la esposa, y por tanto, para que existan familias en los cielos tiene que existir el sexo celestial entre los varones celestiales y las hembras celestiales, lo cual es de puro sentido común, el cual es el menos común de los sentidos. Por lo tanto, ¡¡mienten todos aquellos que enseñan la patraña de que no existe el sexo celestial!!
Para terminar este importante estudio bíblico, utilicemos un poco el sentido común haciendo la siguiente pregunta: ¿es lógico que en la futura resurrección gloriosa de los salvos Dios el Padre nos quite el placer más grande que existe, como es el placer sexual?, ¡¡por supuesto que no es lógico!!, lo sensato y normal es que en la futura vida eterna en el reino de Dios, que es nuestra patria celestial, el placer sexual siga existiendo, así como las familias celestiales, ¡¡pero dicho placer sexual será muchísimo mejor que el que podamos tener aquí en la tierra con estos cuerpos corruptibles y débiles!!, por eso es que el apóstol Pablo escribió estas impresionantes palabras para referirse a ese futuro cuerpo de carne celestial y poderoso que recibiremos en el día de la resurrección, cuando el Señor Jesucristo venga en gloria a la tierra:
1Co 15:42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.
1Co 15:43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
1Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
He decidido ampliar este libro de estudio bíblico respondiendo y refutando a una serie de argumentos falsos que suelen dar aquellos blasfemos y mentirosos que predican a un falso dios castrado y eunuco y que falsifican las palabras de Jesucristo negando el futuro sexo celestial matrimonial en el futuro reino de Dios.
Comencemos.
Argumento falso 1.
Ellos dicen:
“El Padre celestial, Jesucristo y los ángeles no pueden tener cuerpos físicos de carne celestial, porque la Biblia dice que ellos son espíritus, y Jesús dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos.”
Refutación:
Ese argumento falso ya lo he refutado en este libro.
El Dios Padre, Jesucristo y los ángeles son espíritus, pero porque ellos tienen un CUERPO espiritual y resplandeciente (1Co.15:44), y ese cuerpo celestial y espiritual no es de carne y huesos terrenal como el que nosotros tenemos en la tierra, sino que es de una CARNE celestial, ya que cuerpo y carne es lo mismo en la Biblia, tal como demostré con la Biblia en este libro.
Argumento falso 2.
“El sexo celestial no puede existir, porque el apóstol Pablo dijo en Efesios 5:22-33 que la Iglesia de Cristo es la esposa de Cristo, y Cristo no tiene relaciones sexuales literales y celestiales con su Iglesia”.
Refutación:
Ese argumento que dan esos mentirosos descerebrados es uno de los más estúpidos y falsos.
El apóstol Pablo simplemente en ese pasaje estaba haciendo una ALEGORÍA entre un matrimonio humano, y el matrimonio místico y espiritual que existe entre Cristo y su Iglesia. Es decir, esas palabras de Pablo no tienen que ver absolutamente nada con el sexo celestial practicado con cuerpos celestiales.
El apóstol Pablo lo que dijo en ese pasaje es que, así como las casadas están sujetas a sus maridos, así también la Iglesia de Cristo debe estar sujeta a Jesucristo, el “esposo” celestial, pues, así como el marido es la cabeza o jefe de la mujer, así también Cristo es la cabeza o jefe de su Iglesia.
El marido terrenal ama a su mujer, y de igual manera Jesucristo ama a su Iglesia y se entregó por ella dando su vida para salvarla.
Por consiguiente, ese pasaje no tiene que ver nada con el sexo celestial, solo es una alegoría tomada de un matrimonio terrenal de un esposo con su esposa. Citar esas palabras del apóstol Pablo para enseñar que no existe el sexo celestial o para decir que Jesucristo resucitado es un castrado eunuco sin órganos sexuales masculinos es una falsificación satánica y repugnante de la Palabra de Dios.
Argumento falso 3.
Ellos dicen:
“En los cielos no existe ninguna unión sexual carnal con los cuerpos celestiales, sino solamente existe una unión espiritual”.
Ese argumento falso es estúpido.
¿Dónde dice la Biblia que en los cielos no exista unión sexual física entre los seres divinos y celestiales?, ¡¡La Biblia jamás lo niega por ninguna parte!!, tal como he demostrado en este libro de estudio bíblico.
Ya demostré en este estudio que el Dios Padre y Jesucristo tienen cuerpos gloriosos y celestiales completos, sus cuerpos son de carne celestial e incorruptible, con sus órganos genitales de varón, ya que la Biblia dice que ellos crearon al hombre, a Adán, a IMAGEN Y SEMEJANZA de ellos, indicando así que Adán tenía un parecido físico a los dioses creadores, y él era una réplica física de los dioses creadores, ¡¡y como Adán tenía órganos sexuales masculinos, entonces el Dios Padre y Jesucristo también los tienen!!, ya que ellos no son eunucos castrados. Solo un enfermo mental e hijo del diablo puede enseñar la doctrina de demonios de que el Dios Padre y Jesucristo son seres castrados y eunucos, es decir, sin órganos genitales masculinos.
Ellos dicen:
“El sexo celestial no puede existir porque la Biblia dice que el que se une al Señor Jesucristo un espíritu es con él” (1Co.6:17).
Refutación:
Ese pasaje de Pablo no tiene que ver absolutamente nada con el sexo celestial. El texto simplemente habla de la unión espiritual que existe entre Cristo y los verdaderos cristianos. El cristiano verdadero es un espíritu con Cristo porque tenemos un mismo espíritu de Dios. El pasaje no habla del sexo celestial, y no niega por ninguna parte el sexo celestial.
Argumento falso 5.
Ellos dicen:
“El sexo celestial no existe porque Pablo dijo las siguientes palabras:
2Co 11:2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.
Refutación.
Una vez más ese pasaje no tiene que ver nada con el sexo celestial. Pablo simplemente dijo que él tenía celo por los hermanos de la iglesia de Corinto, y les dijo que él los había unido o desposado a Cristo para presentarlos como virgen pura a Cristo. Es decir, Pablo lo que hizo es comparar a esos hermanos de Corinto con vírgenes que se unen a su esposo terrenal. El texto no tiene que ver nada con el sexo celestial, ni tampoco niega por ninguna parte el sexo celestial. Pablo sencillamente tomó la analogía de una virgen para comparar a los verdaderos cristianos de la iglesia de Corinto estando unidos a Cristo, pero en ese pasaje Pablo no estaba negando por ninguna parte la existencia del sexo celestial.
Argumento falso 6.
Ellos dicen:
“El sexo celestial no existe, porque si existiera entonces el Dios Padre y Jesucristo estarían cometiendo el pecado de incesto, al tener relaciones sexuales con mujeres celestiales, las cuales son hijas de Dios, pues fueron creadas por Dios el Padre y por Cristo”.
Ese argumento que dan ellos es falso y diabólico.
Dios prohibió en su santa ley al pueblo de Israel el incesto sencillamente por cuestiones de salud y genéticas, ya que las relaciones sexuales entre parientes cercanos causan enfermedades en los descendientes, así como malformaciones mentales y físicas, A CAUSA DE LAS MEZCLAS DE SANGRE DE LA MISMA FAMILIA CERCANA, es lo que se llama consanguinidad, es decir, la relación sexual entre los parientes cercanos.
Además, la Biblia enseña que Adán y Eva tuvieron muchos hijos para repoblar la tierra (Gen.5:4), es decir, ¡¡esos hijos e hijas de Adán y Eva se casaban entre hermanos!! , y por tanto durante esa época no existía el pecado del incesto. Sin embargo, la genética humana se fue corrompiendo con el paso de los siglos y entonces Dios, cuando entregó la ley a Israel por medio de Moisés, tuvo que prohibir el incesto dentro del pueblo de Israel evitando así la endogamia dentro de la misma parentela.
Ahora bien, resulta que los seres celestiales y glorificados tienen cuerpos celestiales que NO TIENEN SANGRE, ya que la carne y la sangre humana corruptible no pueden heredar el reino de Dios (1Co.15:50).
Ni Dios el Padre, ni Cristo, ni los ángeles, tienen cuerpos de carne terrenal y sangre corruptible, sino que sus cuerpos son de una carne o materia celestial e incorruptible, por lo tanto, cuando ellos practican el sexo celestial no existe ningún problema de salud causado por la consanguinidad endogámica, pues, repito, dichos seres celestiales no tienen cuerpos con sangre, sino que sus cuerpos poderosos son celestiales y resplandecientes y no pueden morir.
Las hijas celestiales de Dios no nacieron de carne y sangre de padres humanos corruptibles, por lo tanto, ¡¡no existe ningún pecado de incesto cuando el Dios Padre o el Señor Jesucristo practican el sexo celestial con sus esposas inmortales!!
Argumento falso 7.
Ellos dicen:
“El sexo celestial con mujeres celestiales no existe, pues la Biblia jamás habla de ángelas celestiales, sino solo de ángeles celestiales varones.”
Refutación:
Decir que las angelitas femeninas no existen porque la Biblia no las mencione literalmente es una gran mentira. El hecho de que la Biblia no hable literalmente de alguna cosa eso de ninguna manera significa que tal cosa no exista. La Biblia no habla jamás, por ejemplo, de que Jesús se aseaba o que iba al retrete, y sin embargo, sin ninguna duda lo hacía.
La Biblia tampoco habla, por ejemplo, de los esquimales, y sin embargo, los esquimales existen por miles, y así podría dar miles y miles de ejemplos. Por lo tanto, decir que algo es falso o que no existe porque la Biblia no lo mencione es uno de los argumentos más falsos, diabólicos e idiotas que los tipos más descerebrados y mentirosos puedan esgrimir.
Se recomienda que oigan el importante debate que tuvimos en nuestra escuela bíblica de Telegram el 30 de mayo de 2022 sobre este tema del sexo celestial con dos mentirosos santurrones llamados
Ricardo Morales y Claudinel:
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