¿Qué llevaban los seis barcos de guerra rusos que entraron en aguas territoriales sirias la semana pasada? Ni más ni menos que expertos técnicos rusos listos para ayudar a Damasco a instalar un sofisticado sistema de defensa de misiles vendido por Moscú. Éste parece ser el único idioma que entiende la OTAN y que puede conducir a una escalada bélica en la zona de proporciones incalculables.
“Los buques de guerra rusos que han llegado a aguas de Siria en los últimos días estaban llevando, entre otras cosas, asesores técnicos rusos que ayudarán a los sirios a instalar establecer una matriz de misiles S-300 que Damasco ha recibido en las últimas semanas, informó el jueves el periódico de lengua árabe publicado en Londres, Al-Quds Al Arabi. Citando fuentes en Siria y Rusia, el diario señaló que Moscú considera un ataque occidental a Siria como una “línea roja” que no va a tolerar”, informa Arutz Sheva.
Los misiles S-300, que según el informe serán utilizado para “desviar un posible ataque de la OTAN o de los Estados Unidos y la Unión Europea”, son misiles tierra-aire de largo alcance, desarrollados por Rusia en 1979 con el propósito de proteger a grandes empresas industriales y bases militares del ataque de aviones y misiles de crucero enemigos.
El sistema es generalmente considerado como una de las matrices anti-aviones más poderosas en la guerra moderna, que tiene la capacidad de rastrear hasta 100 blancos y apuntar a 12 en cualquier momento. Recientemente, Rusia trató de vender el mismo sistema a Irán, pero la operación se detuvo tras la presión de Estados Unidos e Israel.
Armar a Siria como aquel eficiente medio competente de defensa aérea, obviamente, no presagia nada bueno para cualquier eventual “zona de exclusión aérea” que esté siendo planeada por las potencias occidentales. Informes que han circulado esta semana señalan que los aviones de combate de Turquía y otros países árabes pronto entrarían en el espacio aéreo sirio bajo pretensiones “humanitarias” con apoyo logístico de los Estados Unidos.
“Junto con los misiles, el informe señala que Rusia ha instalado sistemas avanzados de radar en todas las principales instalaciones militares e industriales sirias. El sistema de radar también cubre las áreas al norte y el sur de Siria, donde será capaz de detectar movimientos de tropas o aviones hacia la frontera con Siria. Los objetivos de radar incluyen la mayor parte de Israel, así como la base militar de Incirlik en Turquía, que es utilizada por la OTAN”, señala el informe.
El ministro de exteriores francés, Alain Juppé, aseguró ayer a las fuerzas sirias de oposición que las potencias de la OTAN están planeando lanzar una intervención militar mediante la imposición de “corredores humanitarios o zonas humanitarias” en nombre de la protección de los civiles ante los supuestos abusos del régimen de al-Assad.
La posibilidad de ataques aéreos siendo lanzados en virtud de una justificación “humanitaria” es considerada cada vez más probable, dado el hecho de que el portaaviones George H. W. Bush se ha trasladado a la costa de Siria en los últimos días abandonando su tradicional teatro de operaciones a la salida del Estrecho de Ormuz.
Las tensiones también aumentaron ayer después de que la embajada estadounidense en Damasco instara a sus ciudadanos a abandonar Siria “inmediatamente”, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía pidió a sus ciudadanos evitar viajar por el país en su regreso desde Arabia Saudita.
Como hemos señalado anteriormente, atacar a Siria podría ser simplemente la entrada para un asalto contra Irán porque Teherán se ha comprometido a defender a su aliado.
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