Para bajarlo en formato de libro pdf

 

www.las21tesisdetito.com/hay_carnes_celestiales_y_carnes_terrenales.pdf

 

Para oírlo

 

¿Los seres celestiales tienen un cuerpo de carne celestial? ¡¡por supuesto que sí!!

En este sencillo estudio bíblico le voy a demostrar de forma clara e irrefutable con la Biblia que tanto Dios el Padre, Jesucristo, los ángeles y los futuros santos resucitados con cuerpos gloriosos tienen y tendrán un cuerpo de carne celestial, ¡¡porque en las Sagradas Escrituras CARNE Y CUERPO ES EXACTAMENTE LO MISMO!!, tal como voy a demostrar en este estudio.

Veamos lo que escribió el apóstol Pablo:

 

1Co 15:35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?

1Co 15:36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.

1Co 15:37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;

1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.

1Co 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.

1Co 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.

1Co 15:41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

1Co 15:42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.

1Co 15:43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.

1Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

1Co 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

1Co 15:46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.

1Co 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

1Co 15:48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.

1Co 15:49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

1Co 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,

1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

 

Ponga ahora muchísima atención.

 

1- Como puede ver, en ese texto del apóstol Pablo aparece varias veces la palabra “cuerpo”, y Pablo se preguntó con qué CUERPO resucitarán en el futuro los muertos creyentes.

En el verso 37 Pablo respondió diciendo que el cuerpo que se siembra, es decir, el cuerpo de carne corruptible que es sepultado, NO ES EL MISMO CUERPO QUE HA DE SALIR. Es decir, observe que Pablo dijo bien claro que lo que resucitará es un CUERPO NUEVO, ¡¡el cuerpo glorioso resucitado no será el mismo cuerpo corruptible y terrenal que fue sepultado!!, sino un cuerpo completamente nuevo y poderoso, ¡¡pero será un cuerpo físico de carne!!, como veremos seguidamente.

Vamos al texto griego.

Resulta que la palabrita griega que ha sido traducida por “cuerpo” es SÓMA, es la número 4983 de la Concordancia de Strong. Abajo inserto la captura de pantalla del texto griego de 1Corintios 6:15, y su traducción literal al español:

 

 

Y ahora veamos el significado de la palabra griega “sóma” en la Concordancia de Strong:

 

 

Como puede ver, el significado de sóma es CUERPO.

Ahora bien, resulta que la palabrita sóma o cuerpo SIEMPRE SE REFIERE A UN CUERPO DE CARNE, vamos a verlo. Leamos el texto griego de 1Corintios 6:16 y su traducción al español:

 

Observe como la misma palabrita griega, sóma, es la número 4983, y que significa cuerpo, ¡¡refiriéndose a un cuerpo de CARNE!!, porque si lee el pasaje entero verá que primero Pablo dice que el que se une a una ramera sea hace un CUERPO con ella, ¡¡y seguidamente utiliza la palabra CARNE!!, los dos serán una sola CARNE, que en griego es sárx, y que es la número 4561 de la Concordancia de Strong. Vamos a verlo:

 

Observe como el significado de “sárx” (carne) es también CUERPO, tal como dice Strong.

Es decir, que las palabras griegas soma y sárx son SINÓNIMAS, significan lo mismo, ¡¡y siempre se refiere a un cuerpo de CARNE!!, pero esa carne o cuerpo puede ser terrenal, y también puede ser un cuerpo celestial, pues hay CUERPOS celestiales, y hay CUERPOS terrenales, o dicho en otras palabras, hay carnes celestiales, y hay carnes terrenales. Pero esto lo veremos más extensamente después.

En el Nuevo Testamento hay decenas de pasajes más que demuestran que la palabra cuerpo (soma) siempre se refiere a un cuerpo de CARNE (sarx). Por ejemplo, Pablo dijo las siguientes palabras:

 

Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

 

¿Sabe usted cual es la palabrita griega que ha sido traducida por “cuerpo” en ese pasaje?, ¡¡es SOMA!!, la número 4983 de la Concordancia de Strong, y se está refiriendo al cuerpo de Pablo, el cual era de CARNE (sarx), vamos a leer el texto griego:

 

 

Le podría dar decenas de ejemplos más donde se demuestra que cuerpo y carne es lo mismo en la Biblia, pero con esos ejemplos son suficientes. Por lo tanto, cuando en 1Corintios 15:40 Pablo dijo que hay CUERPOS celestiales, y hay CUERPOS terrenales, se estaba refiriendo a cuerpos físicos de CARNE, la diferencia es que los cuerpos celestiales son de una carne incorruptible, gloriosa y poderosa, y los cuerpos terrenales están hechos de carne terrenal, es decir, del polvo de la tierra, son cuerpos que se corrompen y vuelven al polvo de la tierra.

Pero sigamos analizando ese pasaje del apóstol Pablo.

 

2- En el verso 38 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.

 

Pablo dijo que Dios, en la resurrección, nos dará el CUERPO que él quiere que tengamos, es decir, nos dará un cuerpo de carne celestial, pues ya he demostrado que cuerpo y carne es lo mismo en el Nuevo Testamento.

 

 

3- En los versos 39 y 40 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.

1Co 15:40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.

 

Pablo dijo que no toda CARNE es la misma, y ahora pasa a mencionar los diferentes tipos de CARNES TERRENALES, como son la carne de los hombres, la carne de las bestias, la carne de los peces y la carne de las aves, todas ellas son carnes terrenales y corruptibles de diferentes especies y con características diferentes.

Observe que esos cuatro tipos de carnes son las de la tierra, pero luego Pablo dijo que hay CUERPOS CELESTIALES, y también hay CUERPOS TERRENALES, es decir, de la misma manera que hay cuerpos terrenales y corruptibles de diferentes especies en el mundo, también hay cuerpos celestiales, es decir, diferentes tipos de CARNES celestiales, pues como ya hemos visto, CARNE Y CUERPO ES LO MISMO EN EL NUEVO TESTAMENTO, son palabras sinónimas que significan lo mismo.

Es muy interesante que Pablo estaba hablando en plural, él dijo CUERPOS celestiales, indicando así que también hay diferentes cuerpos o carnes en los cielos de diferentes especies celestiales. No existe una sola especie de carne celestial, sino que hay más de una, por eso Pablo utilizó la palabra en plural, “cuerpos”, de la misma manera que también hay diferentes carnes o cuerpos terrenales de varias especies de animales.

 

4- En el verso 41 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

 

En ese pasaje Pablo habló seguidamente de la GLORIA o resplandor de los objetos en los cielos, como son el sol, la luna y las estrellas, los cuales tienen diferentes tipos de luz o resplandor. Las estrellas, por ejemplo, se diferencian unas de otras en la magnitud de su gloria o brillo.

Observe que Pablo por ninguna parte dijo que el sol, la luna y las estrellas fueran los cuerpos celestiales, sino que él los mencionó para hablar solamente de la GLORIA o resplandor de esos objetos celestiales.

Los cuerpos celestiales los mencionó Pablo en el verso anterior, el 40, para referirse a los CUERPOS O CARNES DE LOS SERES CELESTIALES Y DE LOS RESUCITADOS. Ese cuerpo o carne celestial es el que van a recibir los verdaderos cristianos cuando resuciten, pero en el verso 41 Pablo mencionó los objetos celestiales del sol, la luna y las estrellas solamente para hablar de la gloria o resplandor de ellos, ¡¡de ninguna manera estaba diciendo el apóstol Pablo que el sol, la luna y las estrellas sean de carne!!, sino que esos objetos celestiales brillan o resplandecen con diferentes magnitudes.

De igual manera, los cuerpos gloriosos y resucitados brillan o resplandecen con diferentes magnitudes. Por ejemplo, el cuerpo glorioso del Dios supremo, el Padre, brilla o resplandece con mucha mayor magnitud que el cuerpo glorioso de los ángeles. Igualmente, el cuerpo resucitado y glorioso de Jesucristo brilla o resplandece de forma diferente al cuerpo glorioso del Dios Padre, el Dios supremo. El propio libro del Apocalipsis dice que el cuerpo glorioso y físico del Dios Padre es SEMEJANTE A LAS PIEDRAS DE LA CORNALINA Y EL JASPÉ, así lo dijo el apóstol Juan (Ap.4:3), sin embargo, el cuerpo glorioso y resucitado de Cristo no es semejante a la cornalina y el jaspé, sino que es un cuerpo físico que resplandece como el sol en toda su gloria (Ap.1:16), indicando así que los cuerpos gloriosos del Dios Padre y de Jesucristo son diferentes, por eso es que Pablo dijo que hay CUERPOS celestiales, indicando que hay diferentes clases de cuerpos gloriosos y celestiales, y no solo una.

 

5- Seguidamente Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

 

Observe como Pablo dijo que se siembra cuerpo animal, y resucitará un CUERPO ESPIRITUAL.

Recuerde que cuerpo y carne es lo mismo, tal como demostré más arriba.

El cuerpo animal obviamente es el cuerpo de carne corruptible que tenemos nosotros, el cual se pudre en la tumba. Y el cuerpo espiritual es el que resucitará, es decir, será una CARNE espiritual y celestial, pues cuerpo y carne es lo mismo.

Cuando Pablo dijo en ese pasaje “cuerpo espiritual” de ninguna manera significa que será un cuerpo invisible e inmaterial, sino que significa que estará guiado completamente por el espíritu de Dios, el poder del Altísimo.

La palabra “espiritual” en la Biblia jamás significa un cuerpo invisible e inmaterial, sino todo lo contrario. Por ejemplo, Pablo dijo las siguientes palabras:

 

1Co 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

 

1Co 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

 

Gál 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

 

El cristiano espiritual no se refiere a un cristiano invisible e inmaterial, sino a un cristiano guiado por el espíritu de Dios.

El alimento espiritual que los israelitas comieron en el desierto, el maná, no era un alimento invisible e inmaterial, sino totalmente físico y visible, era un pan literal enviado desde el cielo por Dios.

Igualmente, la bebida espiritual no era invisible e inmaterial, sino visible y física pues era agua literal que salió de la roca.

Los cristianos espirituales de la iglesia de Galacia no eran cristianos invisibles e inmateriales, sino todo lo contrario, eran de carne y huesos.

Por consiguiente, cuando Pablo habló del cuerpo espiritual que resucitará, de ninguna manera se estaba refiriendo a un cuerpo invisible e inmaterial, sino a un cuerpo totalmente VISIBLE, FÍSICO Y CARNAL, pero será un cuerpo de carne incorruptible y gloriosa, guiado totalmente por el espíritu o poder de Dios el Padre, muy diferente al cuerpo de carne corruptible y terrenal que tenemos ahora.

 

6- En el verso 48 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.

 

El pasaje es muy fácil de entender.

El apóstol dijo que cual el terrenal, tales también los terrenales, es decir, Pablo se refería a Adán, el cual fue hecho del polvo de la tierra, y nosotros, como descendientes de Adán, también tenemos cuerpos terrenales corruptibles. Y luego Pablo dijo que cual el celestial, tales también los celestiales, refiriéndose al Señor Jesucristo, el hombre celestial, y que tiene un cuerpo celestial, el cual no está hecho del polvo de la tierra, sino que es incorruptible y de una materia o carne celestial.

Por lo tanto, los verdaderos cristianos, cuando Jesús venga en gloria del cielo y resucitemos, también recibiremos un cuerpo físico celestial y glorioso semejante al cuerpo físico y glorioso del Señor Jesucristo (Filp.3:20-21), el cual será de carne celestial e incorruptible, pues como ya vimos, cuerpo y carne es lo mismo en el Nuevo Testamento.

 

7- En el verso 49 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

 

La imagen del hombre terrenal significa que tenemos un cuerpo de carne físico, hecho del polvo de la tierra, igual que el cuerpo carnal que tenía Adán.

Una imagen se refiere siempre a algo físico y palpable, nunca se refiere a algo inmaterial e invisible.

 

8- En el verso 50 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

 

Ese es el pasaje fundamental donde millones de herejes e ignorantes pretenden basar la doctrina falsa y de demonios de que los cristianos verdaderos no resucitaremos con un cuerpo celestial de carne física, sino que ellos dicen que será un cuerpo inmaterial e invisible. Veamos como mienten.

Pablo dijo que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, es decir, lo que Pablo estaba diciendo bien claro es que este cuerpo actual de carne y sangre no puede vivir para siempre en el futuro reino de Dios.

Ahora bien, ¿a qué cuerpo de carne y sangre se refería Pablo?

¿Dijo Pablo en ese pasaje que los cuerpos gloriosos y resucitados no tengan carne ni sangre? ¡¡por supuesto que no!!

Observe que Pablo, en ese mismo pasaje, dijo bien claro a qué tipo de carne y sangre se estaba refiriendo. ¡¡Se estaba refiriendo al cuerpo de carne y sangre que SE CORROMPE EN LA TUMBA!! Pablo no estaba hablando de todos los cuerpos de carne y sangre, sino solamente del cuerpo terrenal de carne y sangre que es sepultado y se pudre en la tumba.

En ninguna parte dijo Pablo que los cuerpos celestiales y gloriosos no tengan carne y sangre, simplemente dijo que la carne y sangre terrenal y corruptible no puede heredar el Reino de Dios. Por eso es que este cuerpo de carne y sangre corruptible que tenemos ahora tiene que ser TRANSFORMADO en un instante en un nuevo cuerpo o carne incorruptible, algo que sucederá cuando Cristo venga en gloria y resucitemos (1Co.15:23, 51-54).

Por consiguiente, Pablo jamás dijo que los cuerpos celestiales e incorruptibles no tengan carne y sangre, sino que dijo bien claro que son los cuerpos de carne y sangre corruptibles los que no pueden heredar el reino de Dios.

 

9- Pablo dijo lo siguiente en el verso 51:

 

1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,

 

Como puede ver, Pablo dijo que no todos los verdaderos cristianos moriremos, pero todos seremos TRANSFORMADOS, es decir, cuando Cristo venga en gloria los verdaderos cristianos experimentaremos una transformación instantánea, la misma transformación gloriosa que Jesús experimentó cuando Dios el Padre le resucitó al tercer día. Jesús de ninguna manera fue transformado cuando ascendió al cielo 40 días después de resucitar, sino cuando resucitó al tercer día, entonces Dios el Padre lo levantó con su poder y fue cambiado en un nuevo cuerpo glorioso y celestial, muy diferente al cuerpo de carne y sangre que él tenía en la tierra, pues recuerde que Pablo dijo bien claro que el cuerpo que se siembra y es sepultado no es el mismo cuerpo que ha de salir, por lo tanto, Jesús no resucitó con el mismo cuerpo que fue clavado en el madero, sino con un nuevo cuerpo celestial e incorruptible TRANSFORMADO. ¡¡La resurrección de Jesús no fue de ninguna manera la reanimación de un cadáver a manera de zombie!!

Jesús no resucitó como un zombie con las heridas de la muerte, sino que resucitó con un nuevo cuerpo celestial transformado, el cual podía materializar en ese cuerpo las heridas de la muerte, como así hizo cuando se apareció a sus discípulos estando Tomás presente. Si los cuerpos resucitados y gloriosos conservaran las heridas de la muerte, como enseñan muchos tarados mentales y embusteros iglesieros, entonces eso significaría que cuando los verdaderos cristianos mártires sean transformados a la venida del Señor entonces resucitarían con las heridas de la muerte, es decir, si a un cristiano mártir le cortaron la cabeza en la tierra, entonces resucitaría sin cabeza, lo cual es totalmente estúpido, diabólico y anticristiano.

Lo mismo ocurre con Jesús, si él hubiera resucitado con el mismo cuerpo que murió en el madero, conservando las heridas de la tortura y de la muerte, entonces lo que habría “resucitado” es un ZOMBIE, en el sentido literal de la palabra, el cual resucita con el mismo cuerpo que murió repleto de heridas de la muerte, es decir, esos millones de falsos cristianos iglesieros están enseñando literalmente la blasfemia y la herejía que Jesús resucitado era un zombie cuando se apareció a sus discípulos.

Repito, Jesús simplemente hizo materializar en su cuerpo resucitado las heridas de la muerte para que Tomás las tocara y se convenciera que él era el mismo Jesús resucitado.

Si Jesús no hubiera materializado en ese cuerpo transformado las heridas de la muerte, Tomás sencillamente jamás habría creído en la resurrección de Jesús, por eso es que Jesús tuvo que materializar las heridas de las manos y del costado en ese nuevo cuerpo resucitado y celestial. Tomás tocó esas heridas, y entonces él pudo convencerse que era Jesús resucitado, pero repito, ¡¡los cuerpos resucitados y gloriosos nunca conservan las heridas de la muerte!!, por la razón que he dado más arriba.

Ahora bien, el Nuevo Testamento también dice que Jesús resucitado y glorioso es un ESPÍRITU que da vida (1Co.15:45), y Jesús, después de resucitar y aparecerse a sus apóstoles les dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos (Lc.24:39), es decir, Jesús tenía un cuerpo de carne y huesos cuando resucitó, él no era un espíritu glorioso.

Observe que Jesús, después de resucitar, cuando se apareció a sus discípulos, su cuerpo no resplandecía como el sol en toda su fuerza. Esa gloria o resplandor del cuerpo resucitado de Jesús la tiene solamente cuando está en el cielo, tal como leemos en Apocalipsis 1, pero cuando él estaba en la tierra se aparecía a sus discípulos sin esa gloria o resplandor, para que así ellos le pudieran ver y tocar.

Por consiguiente, esto es muy revelador e importante, pues demuestra que el cuerpo resucitado de los santos de Dios es de carne y huesos, pero incorruptible y celestial, pero cuando ese cuerpo resucitado y espiritual está en el cielo resplandece como el sol en toda su fuerza.

Un espíritu de ninguna manera significa que sea invisible e inmaterial, sino que significa que tiene un nuevo cuerpo espiritual y celestial, el cual es de carne celestial y resplandeciente, pero cuando está en la tierra y se aparece a sus discípulos ese cuerpo celestial de carne celestial que tiene Jesús tiene que aparecerse sin el resplandor o gloria que él tiene ahora en el cielo, para que así sus discípulos le pudieran ver y tocar.

 

10- En los versos 52 y 53 Pablo dijo lo siguiente:

 

1Co 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

1Co 15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

 

Como puede ver, Pablo dijo que, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final, lo cual sucederá cuando el Señor Jesús venga en gloria inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-31), entonces los verdaderos cristianos serán transformados.

Como puede ver, la transformación ocurrirá cuando resucitemos a la venida del Señor, no ocurre esa transformación cuando morimos, sino solo ocurrirá cuando el Señor venga en gloria y resucitemos.

De igual manera, la transformación de Jesús ocurrió cuando él resucitó al tercer día, no cuando él ascendió al cielo 40 días después de resucitar.

Pablo dijo que los muertos serán resucitados incorruptibles, es decir, tendrán un CUERPO incorruptible, el cual será de carne celestial, ¡¡pues cuerpo y carne es lo mismo en la Biblia!!, tal como demostré más arriba.

Pablo dijo seguidamente que esto corruptible se vestirá de incorrupción, y esto mortal se vestirá de inmortalidad.

¿Qué es lo corruptible?, pues obviamente el cuerpo terrenal que tenemos ahora. De ninguna manera se refiere a nuestro espíritu, ya que el espíritu del hombre no se pudre en la tumba, sino que es la energía que nos da la vida.

Por lo tanto, Pablo dijo bien claro que este cuerpo corruptible se vestirá de incorrupción, es decir, será cambiado o transformado en un nuevo cuerpo incorruptible, el cual será de carne celestial, y esto mortal se vestirá de inmortalidad, indicando a la persona entera terrenal, la cual es mortal, y es entonces cuando seremos revestidos de inmortalidad, con un nuevo cuerpo glorioso y celestial hecho de carne celestial y resplandeciente, para poder así vivir para siempre en el reino de Dios.

Por consiguiente, y ya para terminar, he demostrado bien claro con ese pasaje de Pablo en 1Corintios 15 que hay cuerpos celestiales y hay cuerpos terrenales.

Los cuerpos celestiales son de carne celestial e incorruptible, y los cuerpos terrenales son los cuerpos de carne hechos del polvo de la tierra, los cuales se corrompen cuando morimos.

Hay diferentes tipos de carnes o cuerpos celestiales, como también hay diferentes tipos de cuerpos o carnes terrenales, esto ya lo vimos más arriba. Una es la gloria de los cuerpos celestiales, y otra es la gloria de los cuerpos terrenales, y cuando los verdaderos cristianos resuciten a la venida gloriosa de Cristo, es entonces cuando seremos transformados en un instante, es decir, en un abrir y cerrar de ojos, recibiendo ese nuevo cuerpo celestial que será de un tipo de carne celestial, gloriosa e incorruptible muy diferente al cuerpo terrenal que tenemos ahora, es entonces cuando seremos revestidos de inmortalidad, siendo iguales a los ángeles, los cuales tampoco pueden morir, tal como enseñó Jesús en este pasaje donde se habla del futuro día de la resurrección gloriosa:

 

Luc 20:35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.

Luc 20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.

 

Antes de terminar este estudio bíblico quiero aclarar y explicar más extensamente las palabras de Jesús en Lucas 24:39. Este pasaje ya lo expliqué brevemente más arriba, sin embargo, quiero explicarlo de forma más extensa y fácil de entender.

Jesús dijo lo siguiente:

 

(RV60) Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

 

Como puede ver, el cuerpo resucitado de Cristo es de CARNE Y HUESOS, el cual se puede ver y palpar. Por consiguiente, el propio Jesús dijo que los cuerpos resucitados y gloriosos son de carne y huesos. Los que dicen que los cuerpos celestiales no son de carne celestial están, por tanto, insultando a Jesús llamándole mentiroso. Sin embargo, esa carne que tienen los cuerpos celestiales y resucitados no es como la nuestra, sino que es una carne diferente e incorruptible, porque como dijo Pablo, hay cuerpos o carnes celestiales, y hay cuerpos o carnes terrenales.

Seguidamente Jesús dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos, COMO VEIS QUE YO TENGO.

Es decir, Jesús simplemente dijo que un espíritu no tiene el mismo tipo de carne y huesos que tenía Jesús después de resucitar y aparecerse a sus discípulos. La explicación es muy sencilla: LA CARNE Y HUESOS QUE TIENEN LOS ESPIRITUS EN LOS CIELOS ES TOTALMENTE DIFERENTE Y GLORIOSA. Esto lo vemos muy claramente en Apocalipsis 1:12-18, que dice lo siguiente:

 

Apo 1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

Apo 1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante a un hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

Apo 1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

Apo 1:15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

Apo 1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Apo 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;

Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

 

Ahí lo tiene bien claro.

El apóstol Juan tuvo una visión del Cristo glorioso en el cielo. Entonces Juan lo describió como es, y su aspecto es muy diferente al que tenía Jesús cuando se apareció a sus discípulos en la tierra.

Cuando Juan vio a Jesús en el cielo dijo que su rostro resplandecía como el sol en toda su fuerza. Sus ojos son como llamas de fuego, etc., es decir, ese cuerpo glorioso y celestial de Jesús es muy diferente al que tenía cuando se apareció a sus discípulos aquí en la tierra. ¡¡POR ESO ES QUE JESÚS DIJO QUE UN ESPÍRITU NO TIENE LA CARNE Y HUESOS QUE ÉL TENÍA EN ESE MOMENTO QUE SE APARECIÓ A SUS DISCÍPULOS!!

La carne y los huesos que Jesús tenía en la tierra cuando se apareció a sus discípulos era diferente a la carne y huesos que Jesús tiene en el cielo. El cuerpo glorioso y celestial de Jesús resplandece como el sol en toda su fuerza cuando está en el cielo, es un cuerpo resplandeciente, de una materia o carne celestial diferente a la carne terrenal, él no es un ser invisible e incorpóreo en el cielo, sino que su cuerpo celestial y glorioso es totalmente físico y visible, por eso es que Juan le pudo ver en el cielo, y el propio Jesús tocó con su mano derecha a Juan y le restableció (Ap.1:17).

Jesús en el cielo es un ESPÍRITU vivificante (1Co.15:45), por la sencilla razón de que él tiene un cuerpo espiritual y glorioso, pero cuando él se aparecía a sus discípulos después de resucitar ese cuerpo espiritual de carne celestial y resplandeciente tenía que materializarse en carne y huesos terrenal, ¡¡para que le pudieran ver y tocar sus discípulos!!, y por eso es que Jesús dijo claramente que un ESPÍRITU no tiene carne ni huesos como él tenía en ese momento, por la sencilla razón de que el cuerpo resucitado y glorioso cuando está en el cielo no tiene ese tipo de carne y huesos que Jesús tenía en la tierra, ya que el cuerpo glorioso cuando está en el cielo tiene un aspecto diferente, y resplandece como el sol en toda su fuerza (Ap.1:16).

 

https://www.amazon.es/dp/B0B3VVFNWV?author-follow=B07XY247YF&

Para bajarlo gratis en formato de libro electrónico pdf:

http://www.las21tesisdetito.com/el_mayor_enganio_actual.pdf