LA RESURRECCION DE JESUCRISTO Y DE LOS SALVOS

Tiene delante el estudio bíblico más importante sobre el tema de la resurrección del Señor Jesucristo y de la futura resurrección de los santos que forman parte de la Iglesia de Cristo.

Esta enseñanza del apóstol Pablo sobre el tema de la resurrección es la más pervertida por las iglesias falsas del sistema iglesiero y apostata, el SIA.

Satanás a lo largo de la historia ha utilizado a estas iglesias falsas del sistema iglesiero apóstata, el SIA, para engañar al mundo entero con una pervertida interpretación absolutamente falsa, retorcida, anticristiana y estúpida de esas palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 15.

En este estudio voy a comentar y a analizar todo el capítulo entero de primera de Corintios 15 para que usted conozca toda la verdad sobre el tema de la resurrección de Cristo y de la futura resurrección de los salvos cuando Cristo venga en gloria, y de esta manera, conocerá la verdad y nunca más podrá ser engañado por el padre de la mentira, el diablo, ni por las iglesias falsas que han pervertido estas palabras del apóstol Pablo. Vamos a ponernos manos a la obra, comencemos.

Abra su Biblia en el capítulo 15 de primera de corintios para que conozca la verdadera interpretación de esas palabras de Pablo.

La versión bíblica que utilizaré es la Reina Valera de 1960.

1-En los versos 1 al 4 Pablo les recordó a los santos de la Iglesia de Corinto el Evangelio que les había predicado y que está centrado en la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo y si ellos retenían ese mensaje o Evangelio tal como Pablo les predicó entonces serán salvos.

Por lo tanto, el verdadero Evangelio está centrado en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, no en predicar una futura tierra paradisiaca ni ninguna falsa parousía de Cristo en el año 1914.

El apóstol Pablo dijo que Jesús murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras, refiriéndose Pablo a la profecía de Isaías 53 donde se dice que ese siervo sufriente de Dios, que es Jesús, sería muerto por los pecados e iniquidades de la nación de Israel, ya que fueron ellos los que le condenaron a muerte (Is.53:8). Jesús murió por las rebeliones y pecados de la nación de Israel, pues fueron ellos los que le condenaron a muerte. Esa patraña de que Jesús murió por los pecados de los que creemos en Jesús es un falso evangelio y una gran mentira.

Pablo no dijo por ninguna parte que Jesús murió por los pecados de toda la humanidad, ni mucho menos por los pecados de los que creemos en él, sino que dijo bien claro que murió por nuestros pecados, es decir, por los pecados de la nación de Israel, tal como leemos en las sagradas Escrituras de Isaías 53. Esto significa bien claro que fueron los pecados e iniquidades de Israel los que llevaron a la muerte al Mesías Jesús, esto es lo que significa la expresión "murió por nuestros pecados". Pablo era judío y por eso es que se incluyó entre los judíos que fueron culpables de la muerte a Jesús, el verdadero Mesías de Israel.

Seguidamente Pablo dijo que Cristo fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras, indicando así que Jesús no estuvo vivo en ningún más allá después de morir, sino que murió completamente y estuvo en el sepulcro durante esos tres días y tres noches. Esto destroza obviamente la doctrina de demonios enseñada por millones de falsos cristianos los cuales enseñan que Jesús realmente no murió, sino que estuvo vivo durante esos tres días en un más allá visitando a almas de personas muertas, con lo cual están predicando un falso evangelio y una doctrina de demonios. El apóstol Pablo fue bien claro, el Señor Jesús murió realmente y estuvo sepultado durante esos tres días y tres noches, él no estuvo vivo en ningún lugar del más allá, murió, es decir, dejó de existir, y volvió a vivir, es decir a resucitar, cuando Dios el Padre le resucitó al tercer día. Recuerde que la palabra resucitar significa volver a vivir, por lo tanto, si Jesús hubiera estado vivo en un más allá durante esos tres días y tres noches entonces no tendría ningún sentido decir que Jesús volvió a vivir al tercer día. Por consiguiente, cuando las iglesias falsas enseñan que Jesús estuvo vivo en un más allá durante esos tres días y tres noches que estuvo muerto lo que están predicando, por tanto, es un falso evangelio y por consiguiente están bajo la maldición o anatema de Dios, como leemos en Gálatas 1:6,9.

2- En los versos 5 al 11 el apóstol Pablo habló de las apariciones de Jesús después de resucitar. Pablo mencionó primero al apóstol Pedro, el cual era el principal apóstol del grupo de los 12 y el líder de los apóstoles, y seguidamente Jesús se apareció a los 12 apóstoles estando juntos, y dentro de esos 12 seguro se encontraba Matías, ya que Judas Iscariote ya se había suicidado y luego ellos eligieron a Matías para ocupar el lugar de Judas el traidor.

Después Jesús se apareció físicamente a más de 500 hermanos a la vez.

Todas esas apariciones de Jesús fueron absolutamente físicas y visibles, ya que él tenía un cuerpo de carne y huesos que se podía ver y tocar, indicando así que el cuerpo resucitado del Señor Jesucristo es de carne y huesos, y de ninguna manera es un cuerpo invisible.

Sin embargo, ese cuerpo resucitado de carne y huesos que tiene Cristo es celestial e incorruptible, no es un cuerpo de carne y sangre como el que tenemos nosotros y que se pudre en la tumba. Además, Jesús dijo que ese cuerpo resucitado es de carne y huesos, no dijo de carne y sangre, indicando así que el cuerpo resucitado de Cristo no tenía ningún tipo de sangre, ni sangre celestial ni sangre terrenal. Recordemos las palabras de Jesús: “tocarme y palpadme, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo”. Leamos el pasaje y su contexto:

Luc 24:37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.

Luc 24:38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

Luc 24:39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

Luc 24:40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.

Luc 24:41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?

Luc 24:42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.

Luc 24:43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

Por consiguiente, aquellos falsos cristianos que enseñan que el cuerpo resucitado de Cristo no es de carne y huesos, sino un cuerpo invisible, están mintiendo y enseñando una espantosa doctrina de demonios totalmente contraria a la enseñanza de Cristo. Esto lo explicaré mucho mejor más adelante cuando lleguemos a ese pasaje de Pablo.

Pablo dijo que después Jesús se apareció a Jacobo, y después a todos los apóstoles, indicando así que había otros enviados o apóstoles diferentes al grupo selecto de los 12 apóstoles.

Pablo dijo que, por último, Jesús apareció a él. Observe como Pablo se consideraba el más indigno y pequeño de los apóstoles ya que el persiguió a la Iglesia de Dios. Esas apariciones de Jesús resucitado al apóstol Pablo se mencionan en el libro de los hechos. En primer lugar, Jesús se apareció a Pablo en el camino de Damasco, esto lo vemos en el siguiente pasaje:

Hch 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Como puede ver, Ananías dijo bien claro que Jesús se apareció a Pablo en el camino de Damasco, es decir, que Pablo vio al propio Señor Jesucristo resucitado. Por lo tanto, aquellos que enseñan que Jesús nunca se apareció a Pablo en el camino de Damasco están mintiendo como hijos del diablo. Pero no solamente Jesús resucitado se apareció a Pablo en el camino de Damasco, sino que se apareció a él más veces, vamos a verlo:

Hch 26:16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,

No existen apariciones invisibles, ya que todas las apariciones son visibles y físicas. Por lo tanto, el apóstol Pablo por supuesto que vio literalmente a Cristo resucitado cuando se apareció a él.

Era por la Gracia de Dios que el apóstol Pablo fue absolutamente transformado y convertido en apóstol de Cristo. El propio Pablo dijo que su trabajo como apóstol de Cristo había sido muy fructífero y que había trabajado más que el resto de los apóstoles gracias a la misericordia que Dios tuvo con él. Tanto él como el resto de los apóstoles predicaban el mismo Evangelio de salvación que habían creído esos hermanos de la iglesia de Corinto.

3- En los versos 12 al 20 el apóstol Pablo les refuta una doctrina diabólica que se estaba infiltrando en la iglesia de Corinto.

Resulta que en dicha iglesia de Corinto había surgido un gravísimo problema doctrinal, y es que algunos estaban enseñando que no existía la resurrección de los muertos, sin duda esos falsos cristianos infiltrados en la iglesia de Corinto estaban influenciados por la filosofía pagana griega la cual rechazaba la resurrección de los muertos y enseñaban la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma, y esa filosofía griega y pagana se había infiltrado en la iglesia de Corinto, recordemos que Corinto formaba parte de Grecia. Los grandes filósofos paganos griegos, como Platón, Sócrates, etc. enseñaban la mentira satánica que el alma es inmortal y que sigue viva en un más allá, lo cual es contrario completamente a la enseñanza bíblica y del Señor Jesucristo, y esa enseñanza diabólica y falsa estaba siendo introducida en la iglesia de Corinto y por eso es que algunos estaban rechazando la doctrina bíblica de la resurrección de los muertos, entonces el apóstol Pablo les refuta completamente esa enseñanza satánica y antibíblica diciendo que si no hay resurrección de muertos entonces resulta que el Señor Jesucristo tampoco resucitó, es decir, esos falsos cristianos de Corinto que enseñaron esa doctrina satánica en realidad estaban rechazando también la resurrección del Señor Jesucristo, entonces Pablo les escribe esta primera epístola para corregir ese error y mentira satánica.

El apóstol Pablo les dijo que, si predicaban que Cristo resucitó de los muertos, entonces sería completamente estúpido y contradictorio decir que no hay resurrección de muertos, es decir, el apóstol Pablo estaba refutando la mentira enseñada por esos falsos maestros infiltrados en la iglesia de Corinto.

Pablo les dijo que si no existiera la resurrección de los muertos entonces Cristo tampoco habría resucitado, y si Cristo no resucitó entonces la predicación de Pablo y del resto de apóstoles sería absolutamente inútil y falsa y también sería inútil la fe de esos cristianos de Corinto que creían en la resurrección de Cristo, pero no solo eso, si Cristo no hubiera resucitado entonces los apóstoles serían falsos testigos de Dios, ya que ellos testificaban que el Dios Padre resucitó a Cristo de entre los muertos, ya que, como hemos visto, los apóstoles vieron con sus ojos a Cristo resucitado, ya que él se apareció físicamente a ellos, incluido al apóstol Pablo.

Pero no solo eso, si Cristo no hubiera resucitado físicamente, entonces los cristianos de la iglesia de Corinto aún estarían en sus pecados y no podrían salvarse, y no sólo ellos, sino también aquellos que murieron creyendo en Jesús estarían completamente perdidos y condenados.

Por lo tanto, la resurrección del Señor Jesucristo es la garantía de nuestra propia salvación eterna y también de nuestra propia resurrección en el futuro.

El apóstol Pablo dijo también que si nuestra esperanza está puesta en Cristo y él no hubiera resucitado físicamente al tercer día entonces seríamos las personas más dignas de compasión de toda la humanidad, ya que estaríamos creyendo de forma estúpida en una gran mentira predicada por falsos testigos.

4- Desde el verso 20 hasta el final del capítulo 15 el apóstol Pablo pasa a explicar cómo fue la resurrección gloriosa y física de Cristo y cómo será también la futura resurrección gloriosa y física de los verdaderos cristianos que hemos puesto nuestra esperanza en el Señor Jesús. Seguidamente paso a comentar todos esos pasajes.

El apóstol Pablo comenzó diciendo que Cristo realmente sí que resucitó de los muertos y él es primicias de los que durmieron. Esto significa que Cristo resucitado es el prototipo o primer fruto de lo que será la futura resurrección de los verdaderos cristianos que murieron, es decir, así como es Cristo resucitado y glorioso, así lo serán también los verdaderos cristianos cuando resuciten, ya que tendremos un cuerpo glorioso semejante al cuerpo glorioso de Cristo, tal como dijo Pablo también en Filipenses 3:21 donde se dice que Cristo transformará nuestro cuerpo corruptible y humillante para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, y esto será realizado por el poder de Dios.

Observe como el apóstol Pablo dijo que ese cuerpo glorioso que tendremos los verdaderos cristianos será un cuerpo, es decir, un cuerpo de carne, pero no de carne corruptible como el que tenemos aquí en la tierra, sino que será de un tipo de carne incorruptible y gloriosa. Por lo tanto, el cuerpo glorioso y resucitado de ninguna manera es invisible, sino que es totalmente físico y visible, de una carne o cuerpo celestial e incorruptible, ya que según el apóstol Pablo carne y cuerpo es exactamente lo mismo, como voy a demostrar más adelante.

Seguidamente el apóstol Pablo dijo que, así como la muerte entró en el mundo por un hombre, es decir, por Adán, también por un hombre vino la resurrección de los muertos, y ese hombre es el Señor Jesucristo. Observe atentamente como el apóstol Pablo a Cristo resucitado le llamó hombre, porque él sigue siendo un hombre, el mediador entre Dios y los hombres, tal como dijo Pablo en el pasaje de primera de Timoteo donde dijo que hay un Dios y un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1Tm.2:5).

Observe que Pablo no dijo por ninguna parte Jesucristo que fue un hombre, en tiempo pasado, sino que le llamó en tiempo presente Jesucristo hombre, en su actual estado glorificado y resucitado. Por lo tanto, aquellos falsos cristianos que enseñan que Cristo resucitado abandonó su humanidad cuando resucitó y que ya no es un hombre están mintiendo de forma diabólica como auténticos hijos del diablo. De esto hablaré más adelante después.

A continuación, Pablo dijo que, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados, es decir resucitados. Aquí cuando Pablo dice “todos” se está refiriendo únicamente a la futura resurrección de los verdaderos cristianos, los santos, de ninguna manera se está refiriendo a la resurrección de los malvados, la cual no es mencionada por ninguna parte en este capítulo 15 de primera de corintios.

A continuación, el apóstol Pablo explicó cómo será ese orden de la resurrección gloriosa de los santos. Pablo dijo que el primero en resucitar con el cuerpo glorioso es Cristo, el cual es las primicias, es decir, el prototipo o primero en resucitar con un cuerpo glorioso y celestial.

A continuación, Pablo dijo que resucitarán los que son de Cristo, en su venida, indicando así que la resurrección gloriosa de los verdaderos cristianos ocurrirá cuando el Señor Jesús venga del cielo con gran poder y gloria inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, tal como enseñó Jesús en Mateo 24:29-31 o Pablo en primera de Tesalonicenses 4:15-17.

Por consiguiente, aquellos falsos cristianos que enseñan que ya han resucitado los verdaderos cristianos y que ya están en el cielo con Cristo es una absoluta mentira del diablo, ya que el Señor Jesús todavía no ha venido del cielo con gran poder y gloria para gobernar el mundo.

Seguidamente el apóstol Pablo dijo que luego vendrá el fin, cuando él entregue el reino al Dios y Padre y cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y toda potencia, y esto va a ocurrir únicamente después del Milenio, cuando Cristo haya destruido la muerte y todos sus enemigos hayan sido puestos por estrado de sus pies, es decir, hayan sido derrotados (Ap.20:14, 21:4). Es entonces cuando Cristo entregará su reino al Dios supremo, que es el Padre celestial, y entonces Dios el Padre será el todo en todos, es decir, esto significa que el Padre celestial después del Milenio estará morando en todos los seres humanos salvos e inmortales que vivan en la nueva tierra, es entonces cuando la muerte habrá sido destruida para siempre y una nueva humanidad inmortal gobernará sobre todo el universo por los siglos de los siglos (Ap.22:5).

En el verso 29 el apóstol Pablo menciona una práctica estúpida que se habían inventado algunos de la iglesia de Corinto y que consistía en el bautismo por los muertos, una enseñanza que ni Cristo ni el apóstol Pablo enseñaron jamás.

Esa práctica estúpida consistía en que los cristianos de Corinto se bautizaban por sus parientes muertos porque creían que así ellos podrán resucitar en el futuro y salvarse. Pero observe que esa enseñanza jamás la enseñó el apóstol Pablo en ninguna de sus epístolas, repito, simplemente era una práctica inventada por algunos de la iglesia de Corinto. Entonces el apóstol Pablo les menciona esa práctica ridícula para demostrarles el error y la contradicción enseñada por algunos en esa iglesia, ya que si los muertos no resucitan, ¿entonces por qué diablos ellos se bautizaban por los muertos? Si no existiera resurrección de muertos entonces esa práctica inventada por ellos sería totalmente estúpida.

Hoy en día esa práctica estúpida del bautismo por los muertos la hacen, por ejemplo, la secta falsa y diabólica de los mormones, pero, como ya he mencionado más arriba, es una práctica que ni la enseñaron Cristo ni los apóstoles. Usted no va encontrar ni una sola frase del apóstol Pablo donde él enseñara esa doctrina falsa del bautismo por los muertos, y ninguno de los apóstoles de Cristo tampoco la enseñaron. Simplemente era una práctica que algunos ignorantes de la iglesia de Corinto se habían inventado y que no tiene ningún fundamento bíblico ni apostólico.

También el apóstol Pablo puso el ejemplo de los sufrimientos que tanto él como el resto de los apóstoles estaban padeciendo por causa de predicar la resurrección de Cristo. Si los muertos no resucitaran entonces todos los sufrimientos del apóstol Pablo serían totalmente vanos e inútiles. Si no hubiera resurrección de muertos entonces dediquémonos los cristianos a comer y a beber como bestias salvajes, ya que mañana moriremos, es decir, vivamos, por tanto, en el mundo como los animales irracionales sin ningún tipo de esperanza en Cristo ni en la resurrección.

El apóstol Pablo dijo a estos cristianos de Corinto que habían caído en esa doctrina de demonios de negar la resurrección de los muertos, y que ellos no conocían a Dios y que estaban pecando, y eso lo decía Pablo para avergonzarlos.

5- A partir del verso 35 hasta el verso 58 el apóstol Pablo pasó a explicar cómo resucitarán los muertos en Cristo y qué nuevo cuerpo tendrán. Ponga mucha atención.

Pablo pregunta cómo será esa futura resurrección gloriosa de los muertos en Cristo y cómo será ese nuevo cuerpo glorioso y resucitado. Entonces Pablo puso el símil de la siembra en tierra de una semilla para que salga una planta.

Pablo dijo bien claro que lo que se siembra, es decir, la semilla que se planta bajo tierra, no es el mismo cuerpo que ha de salir. La semilla que se planta bajo tierra representa nuestro cuerpo mortal y corruptible cuando es sepultado bajo tierra, esta semilla se desintegra y después con el paso del tiempo sale una nueva planta, dicha planta representa el nuevo cuerpo físico resucitado.

Observe que esa nueva planta que sale de la tierra es absolutamente física, no es ninguna planta invisible. Este símil puesto por el apóstol Pablo demuestra claramente que la futura resurrección de los verdaderos cristianos será totalmente física y visible, ya que será un nuevo cuerpo totalmente diferente al que fue sembrado en tierra, es decir, sepultado, pero será un cuerpo de carne, ya que según el apóstol Pablo un cuerpo es de carne, es decir, carne y cuerpo son palabras sinónimas que significan lo mismo. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo las siguientes palabras:

“¿no sabéis que el que se une con una ramera se hace un cuerpo con ella? porque dice la Escritura: los dos serán una sola carne” (1Co.6:16).

Es decir, primero Pablo lo llama cuerpo y seguidamente lo llama carne, demostrando así que cuerpo y carne se refiere a lo mismo, lo cual demuestra de forma irrefutable que los cuerpos gloriosos y resucitados son de carne, pero es una carne o cuerpo celestial glorioso e incorruptible. No existe en la Biblia tal cosa como cuerpos invisibles, ya que todos los cuerpos son totalmente visibles y físicos. El apóstol Pablo dijo bien claro que lo que se siembra en tierra no es el mismo cuerpo que ha de salir, es decir, que ha de resucitar. Esto tiene una importancia crucial, ya que demuestra de forma irrefutable que Cristo no resucitó con el mismo cuerpo de carne terrenal que murió en el madero, sino que resucitó con un cuerpo totalmente transformado y celestial, pero dicho cuerpo resucitado de Cristo por supuesto que es de carne y huesos, tal como dijo el propio Jesús cuando se apareció a sus apóstoles, pero es un tipo de carne y huesos celestial e incorruptible, muy diferente al cuerpo de carne y sangre corruptible que nosotros tenemos aquí en la tierra.

En el verso 38 el apóstol Pablo dijo que Dios dará el cuerpo que él quiso a cada uno de los creyentes cuando resuciten. Observe que el apóstol Pablo lo llamó cuerpo, y todo cuerpo es físico y visible, no existen cuerpos invisibles, demostrando así que dicho cuerpo resucitado será totalmente físico y de carne, pero repito, será una carne celestial e incorruptible.

En el verso 39 observe atentamente lo que dijo Pablo, él dijo que no toda carne terrenal es la misma carne, ya que cuando habla de carne se refiere solamente a las carnes terrenales que se corrompen y que vuelven al polvo de la tierra, como son la carne de los hombres, otra es la carne de las bestias, otra es la carne de los peces, y otra la carne de las aves. Aquí no se refiere de ninguna manera a cuerpos celestiales, sino a cuerpos o carnes terrenales que son corruptibles. Pero seguidamente en el verso 40 Pablo pasó a mencionar las carnes o cuerpos celestiales, diciendo que hay cuerpos celestiales y hay cuerpos terrenales.

Observe que los cuerpos terrenales son las mismas carnes corruptibles y terrenales mencionadas en el verso anterior el 39, como son las carnes de los hombres, de las bestias, de los peces, y de las aves. Por lo tanto, así como hay carnes o cuerpos terrenales, también hay carnes o cuerpos celestiales, ya que carne y cuerpo es exactamente lo mismo para la apóstol Pablo, como acabamos de ver. La diferencia es que la carne o cuerpo celestial es una carne gloriosa e incorruptible preparada para el reino de Dios, mientras que los cuerpos o carnes terrenales están hechos del polvo de la tierra y se corrompen en el sepulcro.

Por consiguiente, los falsos cristianos que enseñan que carne y cuerpo son dos cosas diferentes están mintiendo de forma diabólica, ya que eso es todo lo contrario de lo que dijo el apóstol Pablo en esos pasajes.

Observe como Pablo dijo que una es la gloria de los cuerpos celestiales y otra es la gloria de los cuerpos terrenales. Ahí la palabra gloria significa luz o resplandor. Y efectivamente el resplandor de los cuerpos celestiales es muy superior al resplandor o gloria de los cuerpos terrenales, esto se puede observar, por ejemplo actualmente con un tipo cámara llamada kirlian, por medio de este aparato se puede fotografiar el aura o resplandor de los seres humanos y que es una especie de gloria o resplandor que tenemos alrededor de la piel, sin embargo, el resplandor o gloria que tienen los cuerpos o carnes celestiales es muchísimo mayor, ya que están hechos de otra materia celestial y gloriosa totalmente diferente al cuerpo terrenal.

Seguidamente el apóstol Pablo comparó esa gloria o resplandor de los cuerpos celestiales con la gloria o resplandor que tienen el sol la luna y las estrellas, las cuales se diferencian unas de otras en gloria o resplandor. Por ejemplo, no es lo mismo la gloria del sol que la gloria de la luna, e igualmente las estrellas son diferentes unas de otras en gloria o resplandor, ya que unas brillan más que otras. Lo mismo ocurre con los cuerpos celestiales, unos tienen más gloria que otros y resplandecen más que otros.

Seguidamente el apóstol Pablo pasó a explicar cómo será el cuerpo resucitado de los salvos.

El cuerpo que es sepultado bajo tierra y se corrompe y es un cuerpo de deshonra, y sin embargo, cuando ese cuerpo resucite y sea transformado será poderoso y glorioso o resplandeciente. Pablo también dijo que nuestro cuerpo corruptible se siembra bajo tierra siendo débil y resucitará con poder, es decir, tendrá poderes sobrenaturales tremendos, jamás envejecerá ni morirá. Seguidamente dijo que el cuerpo que es sepultado es un cuerpo animal, es decir, hecho del polvo de la tierra, y resucitará un nuevo cuerpo espiritual, indicando así que será un cuerpo totalmente físico de carne celestial, ya que, como hemos visto, cuerpo y carne es exactamente lo mismo para el apóstol Pablo.

La palabra “espiritual” no significa de ninguna manera que será un cuerpo invisible, sino totalmente visible y físico pero guiado por el espíritu de Dios, ya que el apóstol Pablo también habló de cristianos espirituales y eso de ninguna manera significa que esos cristianos fueran invisibles, esto lo puede comprobar usted leyendo los siguientes pasajes donde también aparece la palabra “espiritual” o “espirituales” (1Co.2:15, 3:1, Gal.6:1, 1Pe.2:5).

Por consiguiente, aquellos que enseñan que el cuerpo resucitado y espiritual será invisible e inmaterial están mintiendo como hijos del diablo y enseñando todo lo contrario de lo que enseñó el apóstol Pablo.

Pablo dijo que hay cuerpo animal y hay cuerpo espiritual. Observe como ambos son cuerpos, es decir, son absolutamente físicos y de carne, la diferencia es que el cuerpo animal es de carne corruptible hecho del polvo de la tierra, mientras que el cuerpo espiritual es también de carne, pero celestial inmortal e incorruptible, y además lleno y guiado por el espíritu de Dios.

En el verso 45 el apóstol Pablo dijo que Adán fue hecho un alma viviente, mientras que el postrer Adán, que es Jesucristo, es un espíritu vivificante, es decir, que da vida a los muertos.

La frase “espíritu vivificante” de ninguna manera significa que Cristo resucitado sea invisible, lo que significa es que es un ser glorioso y celestial que da vida a los muertos, ya que el Señor Jesús resucitado tiene un cuerpo absolutamente físico y visible, ya que el apóstol Juan le vio y lo describió en Apocalipsis capítulo uno, donde él vio claramente a Cristo glorioso y resucitado, el cual tiene un cuerpo totalmente visible y físico, y Juan lo describió, pero Jesús ya no tiene la misma carne que tenía cuando vivió en la tierra, por eso es que Juan dijo que el Señor Jesús resucitado resplandece como el sol en toda su gloria, tiene sus cabellos blancos como la nieve, sus ojos son como llamas de fuego, su rostro resplandece como el sol en toda su fuerza, etc. lo cual es muy diferente a un cuerpo de carne y sangre terrenal.

Por lo tanto, por supuesto que el Señor Jesucristo es un espíritu, pero eso no significa de ninguna manera que sea un espíritu invisible e inmaterial. Su cuerpo resucitado es totalmente físico y de carne y huesos celestiales, tal como el propio Jesús dijo después de resucitar cuando se apareció a sus apóstoles. Si el cuerpo resucitado de Cristo fuera invisible e inmaterial entonces Cristo sencillamente habría mentido.

A continuación, el apóstol Pablo dijo que primero tenemos el cuerpo animal hecho del polvo de la tierra y después tendremos el cuerpo espiritual, cuándo resuciten y dicho cuerpo glorioso y celestial será semejante al cuerpo resplandeciente de Cristo resucitado.

Observe lo que dijo ahora el apóstol Pablo en el verso 47 porque es de una importancia crucial.

Pablo dijo que el primer hombre, refiriéndose a Adán, era de la tierra, es decir fue hecho del polvo de la tierra, y el segundo hombre, que es el Señor Jesucristo, es del cielo, es decir, fíjese como el apóstol Pablo al Cristo glorioso y resucitado le llamó el SEGUNDO HOMBRE, demostrando así de forma irrefutable que Jesucristo resucitado sigue siendo un hombre, pero es un hombre celestial e incorruptible.

Lo mismo repitió el apóstol Pablo cuando dijo que hay un Dios y un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, y además estaba hablando en tiempo presente, ya que él no dijo por ninguna parte “Jesucristo que fue un hombre”.

Por consiguiente, aquellos falsos cristianos y apóstatas de la fe que enseñan que Jesucristo resucitado ya no es un ser humano, es decir, un hombre, están mintiendo descaradamente y enseñando una espantosa doctrina de demonios, pues es todo lo contrario de lo que enseñó el apóstol Pablo, el cual llamó a Cristo resucitado y glorioso el SEGUNDO HOMBRE, pero obviamente Jesús ya no es un hombre terrenal como lo somos nosotros, pues él tiene un cuerpo celestial e incorruptible, mientras que nosotros tenemos un cuerpo terrenal y corruptible.

En el verso 48 el apóstol Pablo dijo que como el terrenal así somos también los hombres terrenales, es decir, nosotros tenemos la imagen terrenal que tenía Adán el cual fue hecho del polvo de la tierra, y luego Pablo dijo que tal como es el segundo hombre, que es Cristo resucitado, también lo serán los santos cuando resuciten, es decir, ellos también seguirán siendo hombres, pero seremos hombres celestiales y gloriosos. Así como hemos traído la imagen del hombre terrenal, que era Adán, en el futuro también tendremos la imagen del segundo hombre celestial, que es Cristo, es decir, tendremos un cuerpo físico y glorioso semejante al cuerpo glorioso y físico de Cristo resucitado. Esto es muy importante, porque observe que Cristo resucitado sigue siendo un hombre, tal como dijo bien claro el apóstol Pablo, por lo tanto, los verdaderos cristianos cuando resucitemos también seguiremos siendo hombres, es decir, varones, pero varones celestiales y gloriosos para poder vivir por los siglos de los siglos en el reino de Dios, siendo jóvenes y perfectos, sin poder morir jamás.

Observe ahora atentamente lo que dijo el apóstol Pablo en el verso 50, ya que es un pasaje que ha sido tremendamente citado y falsificado por millones de falsos cristianos y apostatas de la fe que enseñan la doctrina de demonios de que el cuerpo resucitado no es de carne celestial.

Pablo dijo que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, pero seguidamente Pablo dijo a qué tipo de carne y sangre se estaba refiriendo.

Observe que Pablo se estaba refiriendo solamente a los cuerpos terrenales de carne y sangre que se corrompen en el sepulcro, sin embargo, millones de falsos cristianos solamente leen la mitad del versículo, en lugar de leer el versículo completo, y de esta manera ellos pervierten de forma satánica las palabras de Pablo, ya que él no dijo por ninguna parte que los cuerpos gloriosos y resucitados no sean de carne, pues lo que él enseñó es que no son de carne y sangre corruptibles. Como ya hemos visto los cuerpos celestiales por supuesto que son de carne celestial, ya que carne y cuerpo es exactamente lo mismo, como demostré más arriba.

Pablo dijo que hay cuerpos celestiales y también hay cuerpos terrenales. Estos cuerpos terrenales ya hemos visto que son los cuerpos corruptibles hechos de carne corruptible, como es la carne de los hombres, de las bestias, de los peces y de las aves. Por lo tanto, los cuerpos celestiales son también de carne, pero carne celestial, la cual no puede morir ni corromperse en el sepulcro.

Los falsos cristianos que niegan esto sencillamente están al servicio de Satanás y han apostatado de la verdadera doctrina ya que están enseñando todo lo contrario de lo que enseñó el apóstol Pablo en este importantísimo capítulo 15 sobre el tema de la resurrección de los muertos.

En el verso 51 el apóstol Pablo pasó a revelarles un misterio a los cristianos de la iglesia de Corinto. Y esta revelación consiste en que no todos los verdaderos cristianos vamos a morir, pero todos seremos transformados. Es decir, Pablo enseñó que habrá cristianos verdaderos que jamás experimentarán la muerte, sino que serán transformados instantáneamente de mortal a inmortalidad, y esto va a ocurrir cuando Cristo venga gloria y los muertos en Cristo resuciten (v.23), es entonces cuando los santos que estén vivos en la tierra no morirán sino que todos ellos serán transformados y recibirán un nuevo cuerpo de carne celestial y resplandeciente. Esa transformación Pablo dijo que será en un abrir y cerrar de ojos, es decir, de forma instantánea, lo que dura un parpadeo, y es entonces cuando esta carne mortal y corruptible será transformada en una nueva carne inmortal e incorruptible, será como un revestimiento, como cuando uno se cambia de ropa, entonces es cuando recibiremos ese nuevo cuerpo celestial, de carne celestial y gloriosa. Es entonces cuando seremos inmortales, ya que la inmortalidad es un regalo de Dios para aquellos que tenemos la verdadera doctrina de Cristo, por lo tanto, aquellos que enseñan que todos los seres humanos somos inmortales están repitiendo la primera mentira de Satanás a la especie humana, es decir, la de “no moriréis”, ya que la inmortalidad, repito, es el regalo que van a recibir solamente aquellos santos que sean transformados cuando Cristo venga en gloria, y cuando esto suceda habremos alcanzado la meta y la victoria, ya que como dijo el apóstol Pablo, el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley, lo cual significa que la consecuencia del pecado es la muerte, es el pecado lo que nos hace envejecer y morir, y nos lleva a la tumba, y el poder del pecado es la ley de Dios dada por medio de Moisés, ya que dicha ley nos da el conocimiento del pecado, es la ley la que da el poder al pecado, sin embargo, le damos las gracias al Dios supremo, el Padre celestial, que nos de la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo, el mediador entre Dios y los hombres, ya que en Cristo somos más que vencedores, pues él murió y resucitó al tercer día recibiendo un nuevo cuerpo de carne celestial e incorruptible, un cuerpo celestial con el cual seremos revestidos también los verdaderos cristianos cuando él venga del cielo con gran poder y gloria para gobernar el mundo.

Esta enseñanza tremenda del apóstol Pablo sobre el tema de la resurrección es la que nos hace estar firmes y constantes perseverando en la verdadera doctrina hasta el final y creciendo en la obra del Señor siempre, pues todo lo que hagamos para la obra de Dios aquí en la tierra no es en vano, sino que es un trabajo fructífero que tendrá como premio o regalo la vida eterna y la inmortalidad en el reino de Dios cuando el Señor Jesucristo venga del cielo con gran poder y gloria acompañado por todos sus ángeles, para recompensar a cada uno según sus obras.

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Por Tito Martínez
10 de abril de 2023
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