Por Tito Martínez

 el 5 de mayo de 2015

 

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ÍNDICE DEL LIBRO

 

 

1- IESOUS

2- JESÚS CUMPLIÓ Y CUMPLIRÁ LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS
3- LAS DOS VENIDAS DEL MESÍAS EN ISAÍAS 53.
4- JESÚS FUE EL MAYOR PROFETA DE DIOS.
5- JESÚS ES EL DESCENDIENTE BIOLÓGICO DEL REY DAVID.

6- JESÚS Y LA LEY DE DIOS.

7- LOS VERSÍCULOS SUPUESTAMENTE MAL TRADUCIDOS.

8- EL SIERVO SUFRIENTE DE ISAÍAS 52 y 53.

9- LA VERDADERA FE CRISTIANA ESTÁ BASADA EN HECHOS HISTÓRICOS.
10- ESTAMOS ESPERANDO AL MESÍAS, JESÚS.

 

 

1

IESOUS

 

Este documento es una respuesta doctrinal al documento escrito por el rabino Shraga Simmons, y publicado en este sitio Web: https://www.facebook.com/JudiosPanama/posts/463850120380394

Antes de comenzar este estudio he de decir algo importante sobre el nombre “Jesús”. Hay muchos que rechazan a Jesús o Jesucristo porque les han hecho creer que esos dos nombres son falsos, inventados por Roma. Ellos dicen que el verdadero nombre del Mesías es Yeshúa, pero ni entre ellos mismos se ponen de acuerdo, porque otros le llaman Yaohushua, o Yahshua, o Yehosua, entre otras versiones más, por lo tanto, esto significa que no importa la pronunciación que utilicemos, sino la PERSONA a la que nos referimos.

Estas personas ignorantes que se han dejado engañar con este asunto del nombrecito hebreo del mesías parece ser que todavía no se han enterado que el llamado Nuevo Testamento no fue escrito en hebreo, sino en idioma griego, que era el idioma internacional y oficial del Imperio Romano. Solamente el Evangelio de Mateo fue escrito originalmente en hebreo, el resto de libros del Nuevo Testamento fueron escritos en idioma griego, ya que los destinatarios de estos escritos eran especialmente los cristianos gentiles que vivían dentro del Imperio Romano, y cuyo idioma oficial era el griego. Los apóstoles de Cristo, como por ejemplo Pedro y Pablo, utilizaron el idioma griego para escribir las narraciones evangélicas o las epístolas, por ejemplo, sería estúpido pensar que el apóstol Pablo escribió todas sus epístolas en idioma hebreo, ya que los destinatarios de esas epístolas eran en su inmensa mayoría cristianos de cultura grecorromana, ellos hablaban y escribían en idioma griego, no en hebreo, por eso es que Pablo escribió sus epístolas en idioma griego, hay cientos de manuscritos del llamado Nuevo Testamento y todos ellos están escritos en idioma griego, ya que ese era el idioma oficial del Imperio Romano. Esto es como si yo escribo una carta a todos los cristianos que viven en los Estados Unidos, ¿en qué idioma tendría que escribir esa carta?, pues obviamente la tendría que escribir en inglés, ya que ese es el idioma oficial de los Estados Unidos. Pues algo semejante es lo que hicieron los apóstoles cuando escribieron el llamado Nuevo Testamento.

Por lo tanto, la pregunta lógica es: ¿como llamaron los apóstoles al Mesías?, pues bien, en todos los manuscritos griegos del Nuevo Testamento el nombre del Mesías transliterado al griego es IESOUS, así es como ellos llamaban al Mesías, IESOUS, que transliterado al español es Jesús. Por consiguiente la correcta pronunciación del nombre del Mesías no tiene absolutamente ninguna importancia, podemos llamarle Iesous, o Yeshua, o Jesús, pero decir que el nombre Jesús es falso e inventado por Roma es una soberana idiotez y una total falsedad.

Y respecto al título Cristo, se trata del equivalente griego de mesías, que significa el ungido. Por consiguiente es exactamente igual llamarle Cristo, que el Mesías. En este documento utilizaré el nombre Jesús o Jesucristo para referirme al verdadero Mesías de Israel.

Dicho esto pasaré a responder a todos los argumentos dados por ese rabino judío que rechaza a Jesús como el verdadero Mesías de Israel.

 

 

2

JESÚS CUMPLIÓ Y CUMPLIRÁ LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS

 

El rabino Shraga Simmons dice lo siguiente en su documento:

 

Los judíos no aceptamos a Jesús como el Mesias porque:

1) Jesús no cumplía las profecías mesiánicas.

 

Lo que dice ese llamado “rabino” o “maestro” es mentira, es falso, y lo voy a demostrar:

Jesucristo dijo lo siguiente:

 

Luc 7:18  Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas.  Y llamó Juan a dos de sus discípulos,

Luc 7:19  y los envió a Jesús,  para preguntarle:  ¿Eres tú el que había de venir,  o esperaremos a otro?

Luc 7:20  Cuando,  pues,  los hombres vinieron a él,  dijeron:  Juan el Bautista nos ha enviado a ti,  para preguntarte:  ¿Eres tú el que había de venir,  o esperaremos a otro?

Luc 7:21  En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas,  y de espíritus malos,  y a muchos ciegos les dio la vista.

Luc 7:22  Y respondiendo Jesús,  les dijo:  Id,  haced saber a Juan lo que habéis visto y oído:  los ciegos ven,  los cojos andan,  los leprosos son limpiados,  los sordos oyen,  los muertos son resucitados,  y a los pobres es anunciado el evangelio;

Luc 7:23  y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

 

Como puede ver, Juan el bautizador quería asegurarse si Jesús era el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, el Tanak. La respuesta de Jesús fueron una serie de señales o prodigios de sanidades que él hizo en ese momento, ¡cumpliéndose así esta tremenda profecía del profeta Isaías referente a la venida del Mesías!:

 

Isa 35:4  Decid a los de corazón apocado: 

 "¡Esforzaos,  no temáis! 

 He aquí que vuestro Dios viene

 con retribución,  con pago

 Dios mismo vendrá y os salvará".

Isa 35:5  Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos

 y destapados los oídos de los sordos.

Isa 35:6  Entonces el cojo saltará como un ciervo

 y cantará la lengua del mudo,

 porque aguas serán cavadas en el desierto

 y torrentes en la estepa.

 

Isa 61:1  El Espíritu de JEHOVÁ el Señor está sobre mí,  porque me ungió JEHOVÁ;  me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,  a vendar a los quebrantados de corazón,  a publicar libertad a los cautivos,  y a los presos apertura de la cárcel;

Isa 61:2  a proclamar el año de la buena voluntad de JEHOVÁ,  y el día de venganza del Dios nuestro;  a consolar a todos los enlutados;

 

Esta última profecía de Isaías 61:1-2 el propio Jesús la leyó en una sinagoga de los judíos, y se la aplicó a sí mismo:

 

Luc 4:16  Vino a Nazaret,  donde se había criado;  y en el día de reposo entró en la sinagoga,  conforme a su costumbre,  y se levantó a leer.

Luc 4:17  Y se le dio el libro del profeta Isaías;  y habiendo abierto el libro,  halló el lugar donde estaba escrito:

Luc 4:18  Espíritu del Señor está sobre mí,

 Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

 A pregonar libertad a los cautivos,

 Y vista a los ciegos;

 A poner en libertad a los oprimidos;

Luc 4:19  A predicar el año agradable del Señor.

Luc 4:20  Y enrollando el libro,  lo dio al ministro,  y se sentó;  y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

Luc 4:21  Y comenzó a decirles:  Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

 

Observe como Jesús citó solamente la primera parte de esa profecía, sin embargo la parte que dice: “y el día de venganza del Dios nuestro”, la omitió, por la sencilla razón de que aun no había llegado el momento de que se cumpla esa profecía de la ira o venganza de Dios sobre sus enemigos. Sin embargo, la primera parte de la profecía se cumplió al pie de la letra. Jesús fue ungido por Dios el Padre con su espíritu, cuando fue bautizado por Juan en el río Jordán, y entonces Jesús comenzó a proclamar las buenas nuevas o Evangelio del Reino de Dios (Mr.1:14-15). Jesús sanó a los quebrantados de corazón, y puso en libertad a los cautivos u oprimidos por sus enfermedades, él dio vista a los ciegos, demostrando así que él es el Ungido de Dios, es decir, el Mesías o Cristo profetizado en ese pasaje de Isaías.

La profecía de Isaías 35:4-6 es también tremendamente interesante. Aunque esa profecía sin duda se refiere a la futura era mesiánica, cuando Israel sea restaurado completamente en su tierra, también se cumplió de forma parcial en la persona de Jesús. Observe como dice bien claro que DIOS MISMO VENDRÍA a salvar, es decir, sería el propio Dios de Israel, JEHOVÁ, quien vendría a la tierra para salvar. Esta profecía se cumplirá perfectamente en Zacarias 14:1-16, donde se dice que JEHOVÁ vendrá del cielo con todos sus santos, para reinar sobre la tierra desde la ciudad de Jerusalén, es entonces cuando JEHOVÁ pondrá sus pies sobre el monte de los Olivos, y este se partirá por la mitad haciendo en medio un gran valle. Ahora bien, resulta que esta profecía Jesús se la aplicó a sí mismo, cuando habló de su futura venida gloriosa a la tierra con todos sus santos, para juzgar a las naciones y reinar sobre ellas (Mt.25:31-46). Esto demuestra de forma irrefutable que Jesús afirmó sin ninguna duda que él es ese Señor JEHOVÁ que vendrá a la tierra con todos sus santos para gobernar a todas las naciones, una venida gloriosa del Mesías Jesús que obviamente aún no ha sucedido, sino que ocurrirá en el futuro.

La profecía de Isaías 35:4 dice que Dios mismo vendrá con retribución y con pago, pero resulta que Jesús dijo lo siguiente:

 

Mat 16:27  Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,  y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

 

Apo 22:12  He aquí yo vengo rápido,  y mi galardón conmigo,  para recompensar a cada uno según sea su obra.

 

Ahí lo tiene bien claro, el propio Jesús se aplicó a sí mismo la profecía de Isaías 35:4, ¡¡él es también el Dios de Israel!, el cual vendrá a la tierra con retribución, para pagar a cada uno según sus obras.

En este documento demostraré como en el Tanak, conocido como el Antiguo Testamento, se enseña claramente la existencia de estos dos dioses de Israel, uno es el Dios supremo y todopoderoso, el Padre celestial, y el otro Dios es el Mesías, el Hijo de Dios, el cual también tiene el nombre de su Padre JEHOVÁ, pero él está subordinado a la autoridad suprema del Dios de Israel, el Padre celestial. Esta teología es enseñada en el Tanak, pero se aclara aún más en los escritos apostólicos conocidos como el Nuevo Testamento, y por cierto, esta verdadera teología bíblica no tiene que ver absolutamente nada con la doctrina falsa del trinitarismo, inventada por Roma.

Por consiguiente, lo que enseña ese falso rabino o falso maestro judío, llamado Shraga Simmons, es mentira, por supuesto que Jesús cumplió las profecías mesiánicas, ¡¡pero las cumplió de forma PARCIAL!!, y cuando él regrese del cielo con gran poder y gloria, con todos sus santos, entonces el resto de profecías del Tanak las cumplirá de forma TOTAL, y es entonces cuando Jesucristo gobernará a todas las naciones de la tierra desde la ciudad de Jerusalén, tal como se predice en Zacarías 14 y en otras muchas profecías del Tanak.

Veamos lo que dice ese “rabino” Shraga Simmons:

 

1. JESUS NO CUMPLE LAS PROFECIAS MESIANICAS

Que es lo que se supone que el Mashiaj debe lograr? La Biblia dice que el:

A. Levantara el Tercer Templo (Ezekiel 37:26-28).

B. Reunirá a todos los judios nuevamente en la Tierra de Israel (Isaiah 43:5-6).

C. Acomodara una época de paz mundial, y terminara todo el odio, opresión, sufrimiento y enfermedad.

Como dice: "Nacion no levantara la espada contra nación, ni el hombre sabrá de guerra nunca mas". (Isaias 2:4).

D. Difundirá el conocimiento universal del Di-s de Israel, lo cual unirá a la humanidad como una. Como dice:

"Di-s sera Rey sobre todo el mundo-- en ese dia, Di-s sera Uno y Su Nombre sera Uno" (Zechariah 14:9).

Si un individuo fracasa en cumplir incluso una de estas condiciones, entonces no puede ser "El Mashiaj".

Debido a que nadie ha cumplido jamás la descripción bíblica de este futuro rey, los judíos continuamos esperando la llegada del Mashiaj. Todos los pasados reclamantes mesiánicos, incluyendo Jesús de Nazareth, Bar Kojba y Shabetai Tzvi han sido rechazados. Los cristianos contrarrestan esto diciendo que Jesús cumplirá en la Segunda Llegada, pero las fuentes judias muestran que el Mashiaj debe cumplir las profecias absolutamente; en la Biblia no existe el concepto de segunda llegada.

 

Analicemos lo que dice ese falso maestro judio:

 

a) El Mesías levantará un tercer templo majestuoso en Jerusalén, tal como se predice en Ezequiel 37:26-28. Entonces el Mesías será el Dios de Israel viviendo en la tierra, y toda la casa de Israel y de Judá habrán sido reunidos en su tierra procedentes de todas las naciones.

El Mesías es el poderoso de Israel, pues recuerde que la palabra “Dios” es un título que significa simplemente “poderoso”. El Mesías es un ser poderoso, es decir, es un Dios, y este Dios estará morando en ese majestuoso templo literal que estará en Jerusalén.

En los capítulos 40 al 48 de Ezequiel se describe con todo lujo de detalles ese futuro y majestuoso nuevo templo de Jerusalén donde morará el Mesías, y reinará sobre todas las naciones.

Obviamente esta profecía mesiánica Jesús no la cumplió cuando estuvo viviendo en la tierra, por la sencilla razón de que ese no era el tiempo para que se cumpliera, sin embargo, es una profecía que Jesús la cumplirá en el futuro, cuando él venga del cielo con todos sus santos, para reinar desde Jerusalén sobre todas las naciones, tal como se predice en Zacarías 14:1-16. Recuerde que Jesús se aplicó a sí mismo esa profecía de Zacarias 14, cuando predijo su futura venida a la tierra con todos sus santos ángeles (Mt.25:31-46).

Cuando Jesús el Mesías regrese del cielo es cuando traerá la verdadera justicia y la paz mundial, tal como leemos en Isaias 2:4. Obviamente Jesús no cumplió esa parte de la profecía en su primera venida, ¡pero la cumplirá en su segunda venida!, cando él venga del cielo con todos sus santos para reinar sobre el mundo entero. Es entonces cuando Jesús difundirá el conocimiento universal del Dios de Israel, el Padre, a todo el mundo.

Obviamente ese falso maestro judío responde a esto diciendo lo siguiente:

 

“Los cristianos contrarrestan esto diciendo que Jesús cumplirá en la Segunda Llegada, pero las fuentes judias muestran que el Mashiaj debe cumplir las profecias absolutamente; en la Biblia no existe el concepto de segunda llegada.

 

Eso que dice ese rabino es falso. En el Tanak o Antiguo Testamento claramente se habla de DOS venidas del Mesías, una como Mesías sufriente que muere por los pecados de la nación de Israel, y la segunda venida como Rey de reyes, para juzgar a las naciones y gobernarlas con justicia. Esto se puede ver perfectamente en una de las mayores profecías de la Biblia, como es Isaías 53, una profecía que vamos a analizar.

 

3

LAS DOS VENIDAS DEL MESÍAS EN ISAÍAS 53

 

Todos los judíos que a lo largo de la Historia han rechazado a Jesús como el verdadero Mesías de Israel dan una interpretación absolutamente falsa y estúpida de Isaías 53. Según ellos, ese Siervo sufriente mencionado en la profecía es la nación de Israel, no el Mesías. Sin embargo, esa interpretación es tan idiota y falsa que hasta un nene de siete años la puede refutar, pues la profecía dice bien claro que ese Siervo sufriente moriría por los pecados y rebeliones de la nación de Israel, vamos a leerlo:

 

Isa 53:5  Mas él herido fue por nuestras rebeliones,  molido por nuestros pecados;  el castigo de nuestra paz fue sobre él,  y por su llaga fuimos nosotros curados.

Isa 53:8  Por cárcel y por juicio fue quitado;  y su generación,   ¿quién la contará?  Porque fue cortado de la tierra de los vivientes,  y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

 

Como puede ver, la profecía dice bien claro que ese Siervo especial de JEHOVÁ sería herido y moriría por los pecados e iniquidades del pueblo de Israel. Por lo tanto, la pregunta es la siguiente: ¿Cómo la nación de Israel va a morir por los pecados de la nación de Israel?, ¡es ridículo e imposible!. Ese siervo especial de JEHOVÁ no es la nación de Israel, sino el propio Mesías de Israel, el cual primero vendría para dar su vida en expiación por el pecado, y luego vendrá en el futuro como el Mesías Rey, para destruir a todos sus enemigos y gobernar a todas las naciones desde Jerusalén. Por eso es que el apóstol Felipe citó esta profecía de Isaías 53 para predicarle el Evangelio al funcionario de la Reina Candace, de Etiopia, para demostrarle que Jesús es el Mesías profetizado en el Tanak (Hch.8:27-35). Observe como el apóstol de Cristo, Felipe, en ninguna parte dijo que ese Siervo sufriente de Isaías 53 fuera la nación de Israel, sino que era Jesús, el Mesías. Sin embargo, los falsos rabinos judíos enemigos de Jesús se inventaron después esa patraña estúpida de que dicho Siervo de Dios es la nación de Israel, algo que se cae por su propio peso por lo estúpida que es esa creencia, ya que, repito, el pueblo de Israel no fue herido por las iniquidades del pueblo de Israel, eso no tiene sentido. Fueron los pecados y rebeliones de Israel los que hirieron y mataron a Jesús el Mesías.

Pero hay más, observe lo que dice el verso 9:

 

Isa 53:9  Y se dispuso con los impíos su sepultura,  mas con los ricos fue en su muerte;  aunque nunca hizo maldad,  ni hubo engaño en su boca.

 

La profecía dice que ese Siervo sufriente nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. ¿Se puede aplicar esa profecía a la nación de Israel?, ¡por supuesto que no!. Israel a lo largo de los siglos ha cometido y aun comete multitud de maldades y engaños, por lo tanto, solo un vulgar embustero e hijo del padre de la mentira puede enseñar esa burrada de que ese Siervo sufriente de Isaías 53 es la nación de Israel.

Esto demuestra de forma irrefutable que Jesús es el Mesías verdadero de Israel, y que su venida está predicha en la Biblia en dos fases, primero vendría para morir por los pecados de la nación de Israel, y luego volverá para reinar como juez de vivos y muertos.

Observe atentamente como en la profecía de Isaías 53 se describen esas dos venidas del Mesías, primero como Siervo sufriente, muriendo por las rebeliones y pecados de la nación de Israel, y luego se describe bien claro su glorificación y su reinado:

 

Isa 53:12  Por tanto,  yo le daré parte con los grandes,  y con los fuertes repartirá despojos;  por cuanto derramó su vida hasta la muerte,  y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos,  y orado por los transgresores.

 

El Dios de Israel, el Padre, dará a su Siervo parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, indicando así que vencerá a todos sus enemigos y gobernará sobre todas las naciones de la tierra.

Toda la profecía de Isaías 53 la cumplirá Jesús. La primera parte ya la cumplió en el pasado, muriendo por las iniquidades y rebeliones de la nación de Israel, y la segunda parte también la cumplirá, pero en el futuro, cuando regrese del cielo con gran poder y gloria, para juzgar a las naciones y destruir a todos su enemigos, tal como dijo el propio Jesús en Mateo 25:31-46.

Por consiguiente, eso que dice ese falso rabino judío, de que en la Biblia hebrea, el Tanak, no se mencionan las dos venidas del Mesías, es mentira.

 

4

JESÚS FUE EL MAYOR PROFETA DE DIOS

 

Los rabinos judíos que rechazan a Jesús como Mesías enseñan que Jesús era un falso profeta, además de un falso mesías. Veamos lo que dice ese falso rabino judío que ha escrito toda esa sarta de mentiras:

 

JESUS NO ENCARNA LAS CALIFICACIONES PERSONALES DEL MASHIAJ

A. MASHIAJ COMO PROFETA

El Mashiaj se volverá el mas grande profeta en la historia, solo igualable a Moshe (Targum - Isaiah 11:2; Maimonides - Yad Teshuva 9:2)

La profecía solo puede existir en Israel cuando la tierra este habitada por una mayoría de la judería mundial, una situación que no existía desde el año 300 AC. Durante la época de Ezra, cuando la mayoría de los judíos se rehusaron a mudarse de Babilonia a Israel, la profecia terminó con la muerte de los últimos profetas- Haggai, Zechariah y Malaji.

Jesús no era un profeta; el apareció en escena aproximadamente 350 años después que la profecía había terminado.

 

Observe bien, según ese falso rabino o falso maestro judío, en Israel solo pueden existir profetas cuando en la tierra de Israel exista una mayoría de judíos. ¿Y de donde ha sacado ese judío esa fábula mentirosa?, eso se lo ha inventado él. En el Tanak o Antiguo Testamento jamás se dice esa patraña de que para que existan profetas de Dios en Israel la mayoría de los judíos del mundo han de vivir en Israel.

En ninguna parte del Tanak se dice que la profecía terminó con los profetas Hageo, Zacarías y Malaquias. En el Tanak jamás se dice que después de esos tres profetas no puedan existir más profetas. Por lo tanto, eso que dice ese falso rabino, de que Jesús no podía ser profeta de Dios, porque los profetas terminaron con Hageo, Zacarías y Malaquias, unos tres siglos y medio antes de la venida de Jesús, es una gran mentira sin fundamento biblico alguno.

El Mesías Jesús dijo bien claro que Juan el bautizador era un profeta de Dios, el mayor de todos los profetas de Israel que le antecedieron:

 

Mat 11:9  Pero  ¿qué salisteis a ver?  ¿A un profeta?  Sí,  os digo,  y más que profeta.

Mat 11:10  Porque éste es de quien está escrito: 

 He aquí,  yo envío mi mensajero delante de tu faz, 

 El cual preparará tu camino delante de ti.

Mat 11:11  De cierto os digo:  Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista;  pero el más pequeño en el reino de los cielos,  mayor es que él.

Mat 11:12  Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora,  el reino de los cielos sufre violencia,  y los violentos lo arrebatan.

Mat 11:13  Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.

Mat 11:14  Y si queréis recibirlo,  él es aquel Elías que había de venir.

 

Jesús dijo bien claro que Juan el bautizador era el que estaba profetizado en el Tanak, el cual prepararía la venida del Mesías, y además él era ese Elías que había de venir (Malq.4:5-6).

Todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan, indicando así que los profetas no dejaron de existir con Hageo, Zacarias y Malaquias, sino que Juan el bautizador era el último de esos profetas de Israel, porque fue él quien preparó el camino al Mesías Jesús.

Cualquiera que lea las narraciones de la vida de Jesús, que se encuentran en Mateo, Marcos, Lucas y Juan, observará que Jesús fue el mayor de los profetas de Dios, ya que Jesús era el Enviado de Dios, el cual hablaba de parte de Dios, y además dio discursos proféticos, como el último que dio en el monte de los Olivos (Mt.24 y 25). Jesús profetizó su propia muerte, y también predijo que resucitaría al tercer día (Mt.16:21, Lc.18:31-33). Por lo tanto, Jesús fue un verdadero profeta de Dios en todo el sentido bíblico de la palabra. Cuando ese judío y todos los demás judíos que rechazan a Jesús enseñan que Jesús no era profeta de Dios, sino un falso profeta, sencillamente están MINTIENDO descaradamente. El pueblo de Israel es un pueblo lleno de mentiras e iniquidades que ellos han cometido a lo largo de los siglos, tal como se dice en Isaías 53, pero lo maravilloso es que también en el Tanak se predice el futuro arrepentimiento nacional de Israel, y entonces ellos se volverán al Dios de Israel, el Padre celestial, y creerán en el verdadero Mesías de Israel, Jesús. Veamos lo que dijo el profeta Ezequiel:

 

Eze 39:22  Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy JEHOVÁ su Dios.

Eze 39:23  Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecadopor cuanto se rebelaron contra mí,  y yo escondí de ellos mi rostro,  y los entregué en manos de sus enemigos,  y cayeron todos a espada.

Eze 39:24  Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos,  y de ellos escondí mi rostro.

Eze 39:25  Por tanto,  así ha dicho JEHOVÁ el Señor:  Ahora volveré la cautividad de Jacob,  y tendré misericordia de toda la casa de Israel,  y me mostraré celoso por mi santo nombre.

Eze 39:26  Y ellos sentirán su vergüenza,  y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí,  cuando habiten en su tierra con seguridad,  y no haya quien los espante;

Eze 39:27  cuando los saque de entre los pueblos,  y los reúna de la tierra de sus enemigos,  y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.

Eze 39:28  Y sabrán que yo soy JEHOVÁ su Dios,  cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones,  los reúna sobre su tierra,  sin dejar allí a ninguno de ellos.

Eze 39:29  Ni esconderé más de ellos mi rostro;  porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel,  dice JEHOVÁ el Señor.

 

Ahí lo tiene bien claro, cuando toda esa casa de Israel se arrepientan de sus pecados e iniquidades, entonces Dios derramará su espíritu santo sobre ellos, y serán llevados a la tierra de Israel, sin dejar a ninguno de ellos en el resto de las naciones donde fueron esparcidos a causa de sus maldades, y es entonces cuando ellos mirarán a JEHOVÁ, al cual traspasaron, leamos la tremenda profecía:

 

Zac 12:9  Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.

Zac 12:10  Y derramaré sobre la casa de David,  y sobre los moradores de Jerusalén,  espíritu de gracia y de oración;  y mirarán a mí,  a quien traspasaron,  y llorarán como se llora por hijo unigénito,  afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

Zac 12:11  En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén,  como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.

Zac 12:12  Y la tierra lamentará,  cada linaje aparte;  los descendientes de la casa de David por sí,  y sus mujeres por sí;  los descendientes de la casa de Natán por sí,  y sus mujeres por sí;

Zac 12:13  los descendientes de la casa de Leví por sí,  y sus mujeres por sí;  los descendientes de Simei por sí,  y sus mujeres por sí;

Zac 12:14  todos los otros linajes,  cada uno por sí,  y sus mujeres por sí.

 

Ahí lo tiene usted, el arrepentimiento genuino y futuro de la nación de Israel. La secuencia profética de eventos que aparece en el Tanak es sencilla: primero la nación de Israel se arrepentirán de sus iniquidades y se volverán al Dios de Israel, que es JEHOVÁ, el Padre celestial, y esto sucederá cuando Gog y sus naciones aliadas enemigas de Israel sean destruidos en los montes de Israel, tal como se predice en Ezequiel 39. Y más adelante esos mismos israelitas también se arrepentirán genuinamente de sus pecados y mirarán a JEHOVÁ AL QUE TRAPASARON, y cuando esa profecía habla de JEHOVÁ, ¡¡no se está refiriendo al JEHOVÁ supremo, el Padre celestial, sino al MESÍAS, el cual también tiene el mismo nombre que su Padre JEHOVÁ!!, y veamos quien es este Mesías al que los israelitas traspasaron:

 

Jua 19:33  Mas cuando llegaron a Jesús,  como le vieron ya muerto,  no le quebraron las piernas.

Jua 19:34  Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza,  y al instante salió sangre y agua.

Jua 19:35  Y el que lo vio da testimonio,  y su testimonio es verdadero;  y él sabe que dice verdad,  para que vosotros también creáis.

Jua 19:36  Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura:  No será quebrado hueso suyo.

Jua 19:37  Y también otra Escritura dice:  Mirarán al que traspasaron.

 

Ahí lo tiene, Jesús es el que traspasaron con esa lanza, y los judíos le mirarán a Jesús cuando él regrese del cielo con gran poder y gloria, tal como dice esta profecía del Apocalipsis:

 

Apo 1:7  He aquí que viene con las nubes,  y todo ojo le verá,  y los que le traspasaron;  y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él.  Sí,  amén.

 

Por eso es que JEHOVÁ dijo en Zacarias 12:10 mirarán a mí, a quien traspasaron, ya que fue la nación de Israel la que condenó a muerte a Jesús, y fueron ellos quienes le traspasaron con esa lanza cuando él ya había muerto en el madero.

Por lo tanto, ¡¡todos los israelitas creerán en Jesús como el verdadero Mesías cuando el venga del cielo con gran poder y gloria a reinar sobre las naciones!!. Por eso es que ahora la nación de Israel no cree en Jesús, ellos rechazan que Jesús sea el verdadero Mesías y el Hijo de Dios, porque sencillamente Jesús aun no ha regresado del cielo con gran poder y gloria para reinar sobre el mundo, aun no es el momento de que la nación de Israel se arrepientan y crean en él.

Ciertamente hay muchos judíos “mesiánicos” en el mundo que sí creen que Jesús es el Mesías, sin embargo, esa profecía de Zacarías 12: 9-14 habla claramente de un arrepentimiento nacional y en masa del pueblo de Israel, y es entonces cuando el espíritu de Dios será derramado sobre ellos, y llorarán de sincero arrepentimiento cuando vean a Jesús regresar del cielo en las “nubes” voladoras, con gran poder y gloria, y es entonces cuando todo Israel será salvo y creerán que Jesús es el verdadero Mesías.

 

 

5

JESÚS ES EL DESCENDIENTE BIOLÓGICO DEL REY DAVID

 

El falso rabino judío Shraga Simmons dice lo siguiente en su documento:

 

De acuerdo a las fuentes judías, el Mashiaj nacerá de padres humanos y posee atributos físicos normales como cualquier otra persona. El no será un semi-dios, ni poseerá cualidades supernaturales.

El Mashiaj debe descender por parte de su padre del Rey David (Genesis 49:10, Isaiah 11:1, Jeremiah 23:5, 33:17; Ezekiel 34:23-24). De acuerdo a la afirmación cristiana que Jesús fue el producto de un nacimiento de una virgen, el no tenia padre-- y así no pudo tener posiblemente cumplido el requerimiento mesiánico de ser descendiente por línea paterna del Rey David.

 

Analicemos lo que dice ese falso maestro judío:

 

a) Jesús sí que tenía padres humanos.

Jesús tenía un padre y una madre humanos, llamados José y María, por la sencilla razón de que Jesús se llamaba cientos de veces así mismo EL HIJO DEL HOMBRE, y resulta que esa expresión significa hijo de un padre y de una madre humanos. La expresión “hijo del hombre” o “hijo de hombre” aparece muchas veces en el Tanak, y se aplica a los seres humanos, y también a profetas de Dios, como eran Ezequiel y Daniel (Eze.2:1, 3, Dn.8:17). Y la pregunta es: ¿Ezequiel y Daniel tenían un padre y una madre humanos?, ¡por supuesto que sí!, ellos no eran medio hombres, sino que eran hombres, hijos de padres humanos. De la misma manera, cuando Jesús se llamaba a sí mismo el hijo del hombre, lo que estaba diciendo es sencillamente que él era un hombre completo, no un híbrido mitad divino y mitad humano, sino un hombre, hijo de un padre y una madre humanos. ¡¡José era el padre BIOLÓGICO de Jesús!!, ya que si no lo fuera, entonces Jesús no sería el hijo del HOMBRE. El hecho de que Jesús es el hijo del hombre significa sin ninguna duda que Jesús era el hijo biológico de José.

Cuando en el sistema iglesiero apostata, el SIA, se enseña que Jesús no era hijo biológico de José, entonces están mintiendo, y no solo eso, también están enseñando que Jesús NO es el verdadero Mesías, pues para ser el Mesías debía ser el descendiente BIOLÓGICO del rey David por la línea paterna, no materna.

Como veremos ahora, esa descendencia o línea genealógica de Jesús viene solo por línea paterna, es decir, por la línea de su padre José:

 

Mat 1:1  Libro de la genealogía de Jesucristo,  hijo de David,  hijo de Abraham.

Mat 1:6  Isaí engendró al rey David,  y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.

Mat 1:16  y Jacob engendró a José,  marido de María,  de la cual nació Jesús,  llamado el Cristo.

 

Ahí lo tiene bien claro. Jesús es el hijo o descendiente de David, de Salomón y de José, el marido de María. ¡¡La línea mesiánica viene siempre por parte del padre, no de la madre!!, como muy bien dice ese rabino judío:

 

El Mashiaj debe descender por parte de su padre del Rey David (Genesis 49:10, Isaiah 11:1, Jeremiah 23:5, 33:17; Ezekiel 34:23-24)… el requerimiento mesiánico de ser descendiente por línea paterna del Rey David.

 

La descendencia mesiánica es siempre por línea paterna, no materna, esto lo sabe cualquier rabino judío. Por lo tanto, eso significa que Jesús era el descendiente biológico o según la carne del rey David, por parte de su padre José, tal como dijo el apóstol Pablo:

 

Rom 1:3  acerca de su Hijo,  nuestro Señor Jesucristo,  que era del linaje de David según la carne,

 

Para que sea del linaje de David según la carne TENIA QUE TENER POR PADRE BIOLÓGICO A JOSÉ, pues de lo contrario, no podría ser el hijo o descendiente de David según la carne, pues la descendencia mesiánica, repito, siempre es por parte del padre, no de la madre.

En Lucas 3:23-38 también se menciona la línea genealógica de Jesús por parte de su padre José, ¡¡no de María!!:

 

Luc 3:23  Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años,  hijo,  según se creía,  de José,  hijo de Elí,

 

Observe como el pasaje dice bien claro que Jesús era el hijo de José, ¡esa era la creencia en esa época!!, eso era lo que creían los apóstoles. Por lo tanto, la creencia de que Jesús era el hijo BIOLOGICO de José era la creencia general en el siglo primero, una creencia que luego fue rechazada por los apostatas de la fe, los cuales comenzaron a enseñar la mentira diabólica de que Jesús era un medio hombre, que no tenia padre humano, sino solo una madre humana, María.

José de ninguna manera era el padre “adoptivo” de Jesús, sino su padre biológico, pues él era descendiente biológico de David. En ninguna parte del Nuevo Testamento se dice que José fuera el padre “adoptivo” de Jesús, eso fue un invento de los apostatas siglos después.

Muchos de los nombres que aparecen en la genealogía de Jesús mencionada por Lucas difieren de los nombres que aparecen en Mateo, pero la explicación es muy simple: hay saltos genealógicos, pondré un ejemplo para que se entienda: yo soy hijo de Justo Martinez, pues ese era el nombre de mi padre, pero también soy hijo de Marcelo, el cual era el padre de mi padre, es decir, mi abuelo. Por lo tanto, si alguien dice que soy hijo de Justo Martínez, y luego otro dice que soy hijo de Marcelo, ¡los dos están diciendo la verdad!, ya que soy hijo de Justo Martinez, y también hijo o descendiente de mi abuelo Marcelo. Lo mismo sucede con los nombres que aparecen en la genealogía de Lucas, muchos nombres difieren con los que aparecen en Mateo, porque hay saltos genealógicos, pero ambas genealogías demuestran que Jesús es el descendiente o hijo del rey David POR PARTE DE SU PADRE JOSÉ, no por parte de María, ya que la genealogía de Lucas no tiene que ver nada con María, a ella no se la menciona por ninguna parte en la genealogía que aparece en Lucas, y en la genealogía que aparece en Mateo simplemente se dice que José era el marido de María (Mt.1:16), pero en ninguna parte se dice que la descendencia mesiánica de Jesús sea por parte de María. Ninguna genealogía de María aparece en el Nuevo Testamento. Decir como dicen algunos que la genealogía que aparece en Lucas es la de María, y la de Mateo es la de José, es una gran mentira, pues el pasaje de Lucas dice bien claro que es la genealogía de José (Lc.3:23).

Esto demuestra sin ninguna duda que la genealogía del Mesías es por parte del padre, no por parte de la madre. En este punto ese rabino judío tiene toda la razón. Por lo tanto, por supuesto que Jesús sí que califica para ser el verdadero Mesías de Israel, ya que él es el descendiente directo y biológico del rey David por parte de padre.

 

b) María concibió por el poder de Dios.

 

Por supuesto muchos dirán que Jesús no tenía un padre humano, porque la narración evangélica dice que María concibió del espíritu (o poder) de Dios. Leamos el pasaje completo y seguidamente lo analizaremos:

 

Luc 1:26  Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,  llamada Nazaret,

Luc 1:27  a una virgen desposada con un varón que se llamaba José,  de la casa de David;  y el nombre de la virgen era María.

Luc 1:28  Y entrando el ángel en donde ella estaba,  dijo:  ¡Salve,  muy favorecida!  El Señor es contigo;  bendita tú entre las mujeres.

Luc 1:29  Mas ella,  cuando le vio,  se turbó por sus palabras,  y pensaba qué salutación sería esta.

Luc 1:30  Entonces el ángel le dijo:  María,  no temas,  porque has hallado gracia delante de Dios.

Luc 1:31  Y ahora,  concebirás en tu vientre,  y darás a luz un hijo,  y llamarás su nombre JESÚS.

Luc 1:32  Este será grande,  y será llamado Hijo del Altísimo;  y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;

Luc 1:33  y reinará sobre la casa de Jacob para siempre,  y su reino no tendrá fin.

Luc 1:34  Entonces María dijo al ángel:  ¿Cómo será esto?  pues no conozco varón.

Luc 1:35  Respondiendo el ángel,  le dijo:  El Espíritu Santo vendrá sobre ti,  y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;  por lo cual también el Santo Ser que nacerá,  será llamado Hijo de Dios.

Luc 1:36  Y he aquí tu parienta Elisabet,  ella también ha concebido hijo en su vejez;  y este es el sexto mes para ella,  la que llamaban estéril;

Luc 1:37  porque nada hay imposible para Dios.

 

Bien, vamos a analizar atentamente ese importante pasaje:

 

1-  En primer lugar observemos como el ángel Gabriel le dijo a María que Jesús sería llamado Hijo del Altísimo, es decir, Hijo del Dios Padre, y además el Señor Dios le dará el trono de David SU PADRE. ¡¡David su padre!!, es decir, que el ángel dijo bien clarito que JESÚS SERÍA EL DESCENDIENTE BIOLÓGICO DEL REY DAVID, ¡¡y para ser descendiente biológico de David, es decir, su descendiente según la carne, entonces Jesús tenía que tener un padre humano!!, ¿y quien era ese padre humano de Jesús?, pues obviamente ese padre humano era JOSÉ, el cual era el descendiente directo del rey David. Si José no hubiera sido el padre biológico y carnal de Jesús, ¡¡entonces el ángel habría mentido!!, y no solo eso, entonces Jesús no sería el verdadero Mesías, ya que no tendría por tanto derecho al trono de David su padre. Recuerde que la genealogía mesiánica es a través de la línea paterna, ¡no materna!, tal como podemos ver en las dos genealogías de Jesús que aparecen en Mateo y en Lucas, y que ya vimos más arriba. Las dos genealogías que ahí aparecen son por parte de José, no de María.

 

2- El ángel Gabriel dijo a María que el espíritu santo, es decir, el poder del Altísimo, o poder del Dios Padre, vendría sobre María, por lo cual el santo ser que nacería sería llamado Hijo de Dios.

Ahora bien ¿por qué sería llamado Hijo de Dios?, pues simple: porque es Dios el Padre quien engendraría a su Hijo Jesús en el vientre de María, el poder de engendrar es de Dios el Padre. Pero la pregunta lógica es la siguiente: ¿con qué ESPERMA Dios engendraría a su Hijo en el vientre de María?, ¿acaso es que Dios el Padre tiene un esperma divino?, ¿se acostó el Dios Padre con la virgen María para que esta pudiera concebir?, ¡¡pues claro que no!!. DIOS EL PADRE NO ES UN HOMBRE, él no utilizó ningún esperma divino y celestial, ¡¡sino que utilizó un esperma humano DEL DESCENDIENTE DIRECTO DEL REY DAVID!, ¿y sabe usted quien era el descendiente directo del rey David?, ¡¡era JOSÉ!!, el esposo de María.

Dios el Padre engendró a su Hijo en el vientre de María pero con el esperma o simiente de su padre humano José, para que de esta manera Jesús pudiera ser el Mesías y el hijo del hombre. Si María no hubiera sido fecundada con el esperma de su esposo José entonces Jesús jamás habría sido llamado el hijo del HOMBRE, y tampoco sería el verdadero Mesías, pues entonces él no sería el descendiente directo del rey David, y Dios no le podría dar el trono de David su padre o antepasado biológico, ¿queda clarito?.

Dios el Padre sencillamente lo que hizo es trasladar de forma milagrosa el esperma de José al vientre de María, para que esta quedara fecundada, y esto lo hizo Dios el Padre por medio de su poder, es decir, por medio de su espíritu santo, por eso es que el pasaje bíblico dice que María concibió del espíritu santo, o lo que es lo mismo, por medio del espíritu santo:

 

Mat 1:18  El nacimiento de Jesucristo fue así:  Estando desposada María su madre con José,  antes que se juntasen,  se halló que había concebido del Espíritu Santo.

 

Dicho en otras palabras, esa concepción de María fue por medio del poder de Dios, sin contacto sexual alguno con su esposo José.

Dios el Padre simplemente trasladó de forma sobrenatural el esperma de José al vientre de María, para que esta pudiera concebir al Mesías. Si los médicos humanos pueden trasladar de forma artificial el esperma de un varón al vientre de una señora para que esta pueda concebir, ¿cuánto más lo puede hacer el Todopoderoso Dios?, por eso es que Lucas 1:37 dice “nada hay imposible para Dios”. Para el Padre celestial era tremendamente fácil trasladar el esperma de José al vientre de María sin contacto sexual entre José y María, y eso es lo que Dios hizo, y por eso es que Jesús es el verdadero Mesías de Israel y el hijo del hombre.

Todos aquellos ignorantes del sistema iglesiero apostata, el SIA, que enseñan que Jesús no tenía un padre humano, que era José, sencillamente han sido engañados por Satanás, el padre de la mentira. Ellos en realidad rechazan que Jesús sea un verdadero hombre, y niegan que él sea el verdadero Mesías, ya que ellos están rechazando que Jesús sea el descendiente biológico de David, y recuerde una vez más que la descendencia mesiánica es solamente A TRAVÉS DEL PADRE, NO DE LA MADRE, y esto lo saben muy bien los rabinos judíos. El propio apóstol Pablo sabía esto muy bien, y por eso es que él dijo a los cristianos de Roma que Jesús era el descendiente de David SEGÚN LA CARNE (Ro.1:3), ¡¡y para que Jesús sea el descendiente de David según la carne él tenía que tener por padre biológico a José!!, pues recuerde que la genealogía de Jesús es por parte de José, no de María, tal como aparece en Mateo y en Lucas.

Por consiguiente, lo que dice ese falso rabino judío de que Jesús no puede ser el verdadero Mesías, porque él no desciende por línea paterna del rey David, es mentira. Por supuesto que Jesús desciende por línea paterna del rey David, como ya he demostrado, y por tanto, él es el verdadero Mesías, al cual Dios el Padre dará el trono de David su padre, y esto sucederá cuando él regrese del cielo con todos sus santos, para reinar sobre el mundo entero desde la ciudad de Jerusalén (Zac.14:1-16).

Obviamente muchos harán la siguiente pregunta: ¿y entonces por qué José no se acostó con María y tuvo sexo con ella para que esta pudiera concebir?, ¿acaso eso no hubiera sido más sencillo?. La respuesta es la siguiente: porque se tenía que cumplir la profecía de Isaías 7:14 referente al nacimiento del Mesías. Esa profecía dice que la VIRGEN tenía que concebir:

 

Isa 7:14  Por tanto,  el Señor mismo os dará señal:  He aquí que la virgen concebirá,  y dará a luz un hijo,  y llamará su nombre Emanuel.

 

Muchos judíos anticristianos dicen que ese pasaje no se puede referir a María, porque la traducción correcta es “joven” o “doncella”, no virgen. Pero eso que dicen ellos es una falacia, es mentira, por la sencilla razón de que una doncella era una virgen, es decir, se puede traducir por doncella o por virgen, es lo mismo.

El apóstol Mateo aplicó esa profecía de Isaías a María:

 

Mat 1:22  Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta,  cuando dijo:

Mat 1:23  He aquí,  una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es:  Dios con nosotros.

 

Para que la virgen concibiera esta no tendría que tener unión sexual con su esposo, sino que habría de ser una concepción sobrenatural, por eso es que Dios, por medio de su poder, hizo que María concibiera, pero trasladando el esperma de José al vientre de María sin contacto sexual alguno. De esta manera Jesús es el Hijo de Dios, pues fue Dios el Padre quien lo engendró en el vientre de María, y además es el hijo del hombre, es decir, hijo de un padre humano, que era José, y por tanto, descendiente directo del rey David. Esta es la pura verdad, la cual ha sido ocultada y deformada a lo largo de los siglos por el SIA, pero que ahora está siendo dada a conocer por medio de Internet.

 

6

JESÚS Y LA LEY DE DIOS

 

En su documento el falso rabino judío dice lo siguiente:

 

A lo largo del Nuevo Testamento, Jesús contradice la Torah y declara que sus mandamientos ya no son mas aplicables. Por Ejemplo, Juan 9:14 registra que Jesús hizo una pasta en violación de Shabbat, lo cual causo que los fariseos dijeran (versiculo 16), "El no observa el Shabbat!".

 

Esa afirmación del falso rabino judío es absolutamente falsa y diabólica, es una burda mentira contraria a la propia enseñanza de Jesucristo, el cual dijo lo siguiente:

 

Mat 5:17  No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;  no he venido para abrogar,  sino para cumplir.

Mat 5:18  Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra,  ni una jota ni una tilde pasará de la ley,  hasta que todo se haya cumplido.

Mat 5:19  De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños,  y así enseñe a los hombres,  muy pequeño será llamado en el reino de los cielos;  mas cualquiera que los haga y los enseñe,  éste será llamado grande en el reino de los cielos.

 

Jesús dijo que no vino para abrogar o abolir la ley de Dios, sino para cumplir. El jamás quebrantó la santa ley de Dios, sino que la cumplió a la perfección, amando a Dios y al prójimo como a sí mismo. Por ejemplo, cuando Jesús curó de ceguera a esa persona, él estaba cumpliendo la ley de Dios, pues estaba amando al prójimo como a sí mismo, tal como JEHOVÁ ordenó a Israel en su santa ley, y eso es mucho más importante que guardar el día sábado, y esto es lo que no entendían esos hipócritas fariseos judíos, y es lo que no entiende ese falso rabino judío que ha escrito toda esa sarta de mentiras y babosadas. Es mucho más importante salvar la vida de alguien, o sanar a alguien, que guardar el sábado, porque el amor al prójimo como a uno mismo es lo que Dios más desea, y ese ciego curado por Jesús era su prójimo, es decir, su próximo, era el que estaba cercano a él necesitando su ayuda y la sanidad de su ceguera, entonces Jesús tuvo misericordia de él y le sanó en día sábado. Los hipócritas y malvados fariseos entendieron eso como una infracción del día de reposo, pero lo que esos imbéciles olvidaban es que el amor al prójimo o próximo es mucho más importante y prioritario que guardar el sábado.

Jesús ciertamente quebrantaba el día de reposo, el sábado (Jn.5:17-18), pero siempre lo hacía por un causa mayor, como era amar a su prójimo sanándolo de sus dolencias o enfermedades, y es que, como dijo el apóstol Pablo (el cual era un gran rabino), quien AMA AL PRÓJIMO HA CUMPLIDO LA LEY, PORQUE EL CUPLIMENTO DE LA LEY ES EL AMOR:

 

Rom 13:8  No debáis a nadie nada,  sino el amaros unos a otros;  porque el que ama al prójimo,  ha cumplido la ley.

Rom 13:9  Porque:  No adulterarás,  no matarás,  no hurtarás,  no dirás falso testimonio,  no codiciarás,  y cualquier otro mandamiento,  en esta sentencia se resume:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Rom 13:10  El amor no hace mal al prójimo;  así que el cumplimiento de la ley es el amor.

 

Por lo tanto, Jesús cumplió la ley de Dios a la perfección. Miente como un vulgar hijo del diablo ese falso rabino judío cuando afirma que Jesús contradecía la santa ley de Dios diciendo que sus mandamientos ya no eran aplicables. Es lógico que JEHOVÁ, el Dios de Israel, diga que ese pueblo, Israel, está repleto de mentiras e iniquidades, pero como está profetizado en la Biblia, un día todos esos israelitas se arrepentirán genuinamente de sus pecados, y Dios derramará su espíritu sobre ellos y es entonces cuando creerán en el verdadero Mesías de Israel: Jesucristo, y serán restaurados totalmente en su tierra prometida, la tierra de Israel, y es entonces cuando el Mesías Jesús reinará con justicia desde Jerusalén sobre todas las naciones.

 

 

7

LOS VERSÍCULOS SUPUESTAMENTE MAL TRADUCIDOS

 

 

El falso rabino judío dice lo siguiente:

 

Los versículos biblicos solo pueden ser entendidos estudiando el texto original en hebreo-- el cual revela muchas discrepancias con la traduccion cristiana.

A. NACIMIENTO A PARTIR DE UNA VIRGEN

La idea cristiana de un nacimiento a partir de una virgen deriva del versiculo en Isaias 7:14 describiendo un "alma" como dando nacimiento. La palabra "alma" siempre ha significado joven mujer, pero los teologos cristianos llegaron siglos mas tarde y lo tradujeron como "virgen". Esto hace concordar el nacimiento de Jesus con la idea pagana del primer siglo de los mortales siendo fecundados por dioses.

 

Lo que ese ignorante y mentiroso falso rabino oculta es que esa palabra hebrea, “alma” se puede traducir también por “virgen”, por la sencilla razón de que esa joven o doncella ERA UNA VIRGEN. Por eso es que el apostol Mateo, que conocía mucho mejor el hebreo que ese falso rabino, citó esa profecía de Isaías 7:14 traduciendo esa palabra hebrea, “alma”, por “virgen”, y aplicándola correctamente a María, la cual era una doncella o joven, es decir, una muchacha virgen.

 

 

8

EL SIERVO SUFRIENTE DE ISAÍAS 52 y 53

 

Este tema ya lo he tratado más arriba en este documento, y he demostrado bien claro que ese Siervo sufriente de Isaías 53 de ninguna manera es el pueblo de Israel, sino solamente el Mesías Jesús, él cumplió a la perfección esa profecía. Sin embargo, en este apartado vamos a estudiar este crucial asunto una vez más.

El falso rabino judío dice lo siguiente en su documento:

 

B. SIRVIENTE SUFRIENTE

La cristiandad afirma que el capitulo 53 de Isaias se refiere a Jesus, como el "sirviente sufriente."

En la actualidad, Isaias 53 continua directamente el tema del capitulo 52, describiendo el exilio y redención del pueblo judio. Las profecias están escritas en la forma singular porque los judios ("Israel") son vistos como una unidad. A lo largo de la escritura judía, Israel es repetidamente llamado, en el singular, como el "Sirviente de Di-s" (ver Isaías 43:8). De hecho, Isaías declara no menos de 11 veces en los capítulos previos al 53 que el Sirviente de Di-s es Israel. Cuando se lee correctamente, Isaias 53 clara (e irónicamente) se refiere al pueblo judío siendo "herido, sofocado y llevado a la matanza como ovejas" a manos de las naciones del mundo. Estas descripciones son utilizadas a lo largo de la escritura judia para describir gráficamente el sufrimiento del pueblo judio (ver Salmo 44). Isaias 53 concluye que cuando el pueblo judio sea redimido, las naciones reconoceran y aceptaran la responsabilidad por el desorbitado sufrimiento y muerte de los judíos.

 

Analicemos lo que dice ese falso maestro judío:

 

Los rabinos judíos dicen que esa profecía de Isaías 52 y 53 no se refiere al Mesías, sino a la nación de Israel. Pues bien, es absolutamente imposible que esa profecía de Isaías 53 se refiera a la nación de Israel, y cualquier judío que lea esto se dará cuenta si pone un poco de atención y es una persona que busca la verdad.

 

1- La profecía del Mesías sufriente realmente no comienza en Isaías 53, sino en Isaías 52, concretamente a partir del verso 12, y que dice lo siguiente:

 

Isa 52:13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto.

Isa 52:14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,

Isa 52:15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.

 

Como puede ver, es el propio Dios de Israel quien estaba hablando en esa profecía. En ella Dios habla de un siervo suyo muy especial, el cual sería engrandecido y exaltado y puesto muy en alto. Esto es muy importante que lo entienda, ¡Dios mencionó a un siervo suyo que sufriría y moriría por los pecados o iniquidades de la nación de Israel!, su rostro sería desfigurado por los golpes, pero después del sufrimiento y la muerte de este siervo Dios lo engrandecería y exaltaría y sería puesto muy en alto, o dicho en otras palabras, después de su muerte ese siervo de Dios tan especial sería glorificado por Dios y exaltado hasta lo máximo. Los reyes de la tierra se someterán a este siervo Dios que murió por los pecados de la nación de Israel, es decir, que este siervo de Dios tan especial será quien gobernará a las naciones en el futuro, ¡¡él es el Mesías de Israel!!.

 

Ahora bien, los falsos rabinos judíos salen con el cuento falso de que dicho siervo de Dios se refiere únicamente a la nación Israel, o al pueblo judío, porque en el siguiente pasaje de Isaías se dice que Israel es siervo de Dios:

 

Isa 41:8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.

Isa 41:9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.

 

Observe como Dios dijo que Israel era su siervo, y entonces esos falsos rabinos judíos sacan la conclusión estúpida de que el siervo de Dios de Isaías 52 y 53 se refiere por tanto a la nación de Israel, pero ese argumento judío es de lo más falso e idiota, porque resulta que Dios también llamó “su siervo” no solo a Israel, sino también a Eliaquim:

 

Isa 22:20 En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías.

 

A Abraham también Dios le llamó “mi siervo” (Gen.26:24).

A Moisés Dios también le llamó “mi siervo” (Num.12:7).

A Caleb también Dios lo llamó “mi siervo” (Num.14:24).

Al rey David Dios también lo llamó “mi siervo” (1Re.11:32).

 

Y así podría dar muchos ejemplos más donde Dios llamó “mi siervo” a otros muchos personajes bíblicos. Por lo tanto, ese argumento judío de que el siervo de Dios mencionado en Isaías 52 y 53 es la nación de Israel es un argumento de lo más falso y estúpido, ya que siguiendo esa misma lógica falsa judía, entonces ese siervo de Dios de Isaías 52 y 53 también podría decir que es Eliaquim, o Caleb, o David, o Moisés, etc, lo cual sería completamente falso y estúpido, ya que NINGUNO DE ESOS PERSONAJES BIBLICOS CUMPLIÓ LO QUE SE DICE EN ISAÍAS 52 Y 53. 

 

La nación de Israel de ninguna manera cumplió esa gran profecía de Isaías 52 y 53. Decir que ese siervo de Dios de Isaías 52 y 53 es la nación de Israel es una de las cosas más falsas e idiotas que los tipos más mentirosos se puedan inventar. 

Se puede demostrar muy fácilmente que ese siervo sufriente de Dios mencionado en Isaías 52 y 53 no es la nación de Israel, sino solamente un siervo de Dios que vivió en Israel hace casi 2000 años, y que además es el verdadero Mesías de Israel, y cuyo nombre es YESHUA, o transliterado al idioma griego es IESOUS, y en español JESÚS, el cual murió por las iniquidades o pecados de Israel y luego Dios el Padre le resucitó al tercer día y le exaltó hasta lo máximo, sentándolo a su derecha en su trono celestial, y que al final de los tiempos regresará del cielo con gran poder y gloria para gobernar a todas las naciones con “vara de hierro”, es decir, con justicia y sabiduría.

Es absolutamente imposible que ese siervo de Dios de Isaías 52 y 53 sea la nación de Israel, y es imposible por las siguientes razones:

 

a) En Isaías 52:14 leemos que ese siervo de Dios sería desfigurado su rostro, es decir, se está refiriendo a un solo ser humano, el pasaje habla en singular, no se refiere de ninguna manera a toda una nación como la de Israel, sino a una sola persona, que como veremos, se refiere al Mesías.

 

b) En Isaías 53:3 se le llama al siervo de Dios “varón de dolores”, indicando así por tanto que se refiere a un VARÓN, de ninguna manera se refiere a la nación de Israel. Además, observe que ese mismo versículo dice bien claro que la nación de Israel escondió de él el rostro, es decir, LA NACION DE ISRAEL RECHAZARIA A ESTE SIERVO DE DIOS, ¿lo entienden, señores judíos?, ¡¡la nación de Israel rechazaría a este siervo de Dios!!, entonces les pregunto: ¿como ese siervo de Dios va a ser la nación de Israel?, ¡es imposible!, ustedes, rabinos judíos, son unos falsarios, unos descerebrados y unos mentirosos. Si el pueblo de ustedes, Israel, rechazó a ese siervo de Dios, entonces no me vengan ustedes mintiendo como hijos del diablo diciendo que dicho siervo de Dios es la nación de Israel. Ustedes no estimaron a este varón enviado por Dios, y el cual es el verdadero Mesías de Israel, sino que le condenaron a muerte, fueron los pecados de ustedes los israelitas los que mataron al Mesías (Is.53:8).

 

c) En Isaías 53:4-5 leemos que este siervo de Dios moriría por las iniquidades o pecados de Israel, y por sus llagas esa nación sería curada del pecado, y no me vengan ustedes, rabinos judíos, diciendo la imbecilidad de que el pueblo judío cumple esa profecía, ya que el pueblo judío jamás ha muerto por los pecados de la nación de Israel, ni por las llagas de los judíos son curados los judíos. Solo ha existido un judío en toda la Historia que sí murió por los pecados de Israel y luego fue exaltado por Dios, y este varón de Dios era y es JESUCRISTO, al cual ustedes rechazan, le insultan y blasfeman contra él, diciendo que es un falso mesías y un falso profeta.

 

d) En Isaías 53:6 leemos que la nación de Israel se descarriaron como ovejas, pero JEHOVÁ cargó en su siervo los pecados de la nación de Israel. ¿Lo entienden, falsos rabinos?, el pasaje claramente diferencia a la nación de Israel, del siervo de Dios, por lo tanto, dejen ustedes de mentir de forma espantosa, diciendo que dicho siervo de Dios es la nación de Israel. ¿Cómo la nación de Israel llevaría los pecados de la nación de Israel?, ¡¡no me sean ustedes imbéciles, rabinos judíos!!

 

e) En Isaías 53:7 leemos que este siervo de Dios fue afligido y no abrió su boca, sino que como cordero fue llevado al matadero, profecía que solo JESUCRISTO cumplió, ya que él fue afligido, enmudeció delante de sus acusadores judíos, y al final como cordero fue llevado al matadero, pues fue clavado en un madero, como sacrificio perfecto, ¡¡Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!!, pero la nación de Israel no es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

 

f) En Isaías 53:8 leemos que este siervo de Dios por la rebelión del pueblo de Israel fue herido. Por lo tanto, falsos rabinos judíos, es IMPOSIBLE que este siervo de Dios sea el pueblo de Israel, ¡¡ya que el pueblo de Israel no fue herido por el pueblo de Israel!!. Sin embargo, el Mesías Jesús sí que fue herido por el pueblo de Israel, le condenaron a muerte y le mataron, pero Dios le resucitó al tercer día, tal como cuenta la Historia.

 

g) En Isaías 53:9 leemos que este siervo de Dios sería muerto, y que su sepultura sería dispuesta con los impíos, sin embargo, con los ricos sería en su muerte, pero no solo eso, este mismo pasaje dice que este siervo de Dios NUNCA HIZO MALDAD Y JAMÁS FUE HALLADO ENGAÑO EN SU BOCA. Ahora bien, ¿la nación de Israel cumple esa profecía?, ¡¡pues claro que no!!, solo un idiota elevado a la décima potencia podría decir que esa profecía la cumple la nación de Israel, por la sencilla razón de que la nación de Israel ha cometido muchas maldades en su historia, y los judíos han engañado y engañan a millones de personas, por lo tanto, este siervo de Dios de ninguna manera puede ser Israel.

Dicho siervo de Dios encaja perfectamente con un judío de hace casi 2000 años llamado Yeshua,  JESUCRISTO, ya que este Varón de Dios jamás hizo maldad, y jamás fue hallado engaño en su boca. Pero no solo eso, resulta que los líderes religiosos judíos establecieron que el cuerpo muerto de Jesús fuera arrojado a la fosa de los criminales, de los impíos, pero, tal como dice la profecía, con los ricos fue en su muerte, ya que un judío rico, llamado José de Arimatea, recogió el cuerpo muerto de Jesús y lo sepultó en su propio sepulcro escavado en la roca (Mt.27:57-60).

 

h) En Isaías 53:10 leemos que Dios quiso que este siervo suyo sufriera y muriera por los pecados de Israel, para de esta manera expiar o borrar los pecados de esa nación. Esto de ninguna manera encaja con la nación de Israel, ya que ellos no murieron para expiar los pecados de la nación de Israel, sin embargo, Jesús, el cordero de Dios, sí que murió por los pecados o iniquidades de Israel, para que así puedan ser expiados, borrados. Este verso 10 también dice que dicho siervo de Dios tendría linaje, es decir, hijos, y que además dicho siervo de Dios vivirá para siempre, por largos días.

Ahora observe atentamente, Jesús sí que tenía y tiene muchos hijos, y estos hijos son hijos espirituales, por eso es que Jesús llamó a sus discípulos “hijitos

 

Jua 13:33 Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.

Jua 21:5 Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.

 

Por lo tanto, Jesús también cumple perfectamente lo que dice el verso 10, él tiene linaje, hijos.

 

Y ahora observe un detalle tremendamente importante. Este verso 10 afirma también que este siervo de Dios VIVIRÁ PARA SIEMPRE, POR LARGOS DÍAS. Ahora bien, si Isaías 52 y 53 dice bien clarito que este siervo de Dios sufriría y moriría por los pecados o iniquidades de Israel, ¿cómo es posible que este siervo de Dios pueda vivir por largos días DESPUÉS de que él sufriera y muriera por los pecados de Israel?, piense bien en esta pregunta. La profecía de Isaías 52-53 enseña que este siervo de Dios sería muerto por los pecados de Israel, y es DESPUÉS de esta muerte del siervo de Dios cuando él viviría por siempre, por largos días, ¿y como es posible esto?, pues sencillamente por la RESURRECCIÓN de este siervo de Dios. Esta gran profecía de Isaías 52 y 53 no solo habla de la muerte del Mesías por los pecados de Israel, sino también de su resurrección, para que así él pueda vivir para siempre, por largos días. Este es un importantísimo detalle que millones de personas han pasado por alto, o no se han dado cuenta de él.

Y la pregunta lógica es: ¿qué siervo de Dios fue muerto por los pecados de Israel y resucitó después?, solo hubo uno: el Mesías de Israel, JESUCRISTO, el cual murió por las iniquidades de Israel, y luego el Dios supremo, el Padre celestial, le resucitó al tercer día, y cuando llegue el momento establecido por Dios este Mesías de Israel regresará del cielo para gobernar a todas las naciones con vara de hierro y con justicia (Mt.25:31-46, Ap.19:11-21).

Obviamente la nación de Israel no murió por los pecados de Israel, ni resucitó después. Repito, decir que ese siervo de Dios se refiere a la nación de Israel es una de las mayores mentiras del diablo, ya que la profecía de Isaías dice que este siervo de Dios jamás haría maldad, ni sería hallado engaño en su boca, pero la nación de Israel está llena de maldades y engaños, de modo que no nos venga ningún falso rabino judío descerebrado con ese cuento estúpido de que este siervo de Dios es Israel.

 

i) En Isaías 53:11 leemos que por medio de ese sacrificio del siervo de Dios, muchos serán justificados. De ninguna manera esta profecía la cumple la nación de Israel, pero sí que la cumplió Jesucristo, ya que por medio de su sacrificio en el madero somos justificados por medio de la fe:

 

Rom 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

Rom 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

 

j) En Isaías 53:12 leemos que este siervo de Dios llevaría el pecado de muchos y además oraría por los transgresores, es decir, por los malvados. Esta profecía por supuesto jamás la ha cumplido la nación de Israel, pero el Mesías Jesús sí la cumplió perfectamente al pie de la letra, ya que Jesús llevó el pecado de muchos en su cuerpo:

 

1Pe 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

 

¿Oró Jesús por los transgresores?, ¡por supuesto que sí!, Jesús oró al Padre por esos transgresores o malvados que le condenaron a muerte y le clavaron en el madero:

 

Luc 23:33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

 

 Luc 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

 

En fin, como puede ver, el siervo de Dios de Isaías 52 y 53 es solamente el Señor Jesucristo, el Mesías de Israel, el cual murió por los pecados de Israel, y luego Dios le resucitó al tercer día. No se deje engañar por esos rabinos falsos judíos que enseñan la gran mentira de que este siervo de Dios no es Jesús, sino la nación de Israel.

 

 

9

LA VERDADERA FE CRISTIANA ESTÁ BASADA EN HECHOS HISTÓRICOS

 

 

El falso rabino judío dice lo siguiente en su documento:

 

4) LA CREENCIA JUDIA ESTA BASADA UNICAMENTE EN LA REVELACION NACIONAL

A lo largo de la historia, miles de religiones han sido comenzadas por individuos, intentando convencer a la gente que el o ella eran verdaderos profetas de Di-s. Pero la revelación personal es una base extremadamente débil para una religión porque uno puede nunca saber si efectivamente es cierto. Ya que otros no escucharon a Di-s hablar a esta persona, ellos tienen que tomar su palabra. Incluso si el individuo afirmando la revelación personal lleva a cabo milagros, no hay aun verificación que el sea un profeta genuino. Los milagros no prueban nada. Todo lo que muestran- asumiendo que sean genuinos-- es que él tiene ciertos poderes. No tiene nada que ver con su afirmación de profecía.

El judaismo, único entre todas las grandes religiones del mundo, no se basa sobre "afirmación de milagros" como la base para su religión. De hecho, la Biblia dice que Di-s a veces concede el poder de hacer "milagros" a charlatanes, a fin de probar la lealtad judia a la Torah (Deuteronomio 13:4).

De las miles de religiones en la historia humana, solo el judaísmo basa su creencia en la revelación nacional-- o sea Di-s hablando a toda la nación. Si Di-s va a comenzar una religión, tiene sentido que El hable a todos, no solo a una persona.

Maimonides declara (Fundamentos de la Torah, capitulo 8):

Los judios no creemos en Moshe, nuestro maestro, debido a los milagros que llevo a cabo. Cada vez que la creencia de alguien esta basada en ver milagros, el tiene dudas persistentes, porque es posible que los milagros fueron llevados a cabo a través de magia o brujería. Todos los milagros llevados a cabo por Moshe en el desierto lo fueron debido a que eran necesarios, y no como prueba de su profecia.

Cual fue entonces la base de la creencia judia? La Revelación en Monte Sinai, la cual nosotros vimos con nuestros propios ojos y oímos con nuestros propios oídos, no dependiendo de testimonio de otros... como se dice, "Cara a cara, Di-s hablo con ustedes..." La Torah también declara: Di-s no hizo este pacto con nuestros padres, sino con nosotros-- que estamos todos aquí vivos hoy." (Deuteronomio 5:3)

El judaismo no es milagros. Es la experiencia presencial personal de cada hombre, mujer y chico, parados en Monte Sinai 3300 años atrás.

 

De esa manera los falsos maestros judíos que odian a Jesús y blasfeman contra él diciendo que era un emisario de Satanás y un falso mesías pretenden hacernos creer que el judaísmo es la única religión verdadera en el mundo. Sin embargo, como ya he demostrado en este documento, el libro sagrado del judaísmo, el Tanak, conocido como el Antiguo Testamento, HABLA DE JESÚS, en él se predice la venida del Mesías, el cual tendría que venir primero para morir por los pecados e iniquidades del pueblo de Israel, tal como vimos en Isaías 52 y 53. Por eso es que Jesucristo dijo estas palabras:

Luc 24:44  Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé,  estando aún con vosotros:  que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés,  en los profetas y en los salmos.

Luc 24:45  Entonces les abrió el entendimiento,  para que comprendiesen las Escrituras;

Luc 24:46  y les dijo:  Así está escrito,  y así fue necesario que el Cristo padeciese,  y resucitase de los muertos al tercer día;

Luc 24:47  y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,  comenzando desde Jerusalén.

Luc 24:48  Y vosotros sois testigos de estas cosas.

 

Jua 5:39  Escudriñad las Escrituras;  porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;  y ellas son las que dan testimonio de mí;

 

Ahí lo tiene. El Mesías Jesús dijo que el Tanak, las Sagradas Escrituras hebreas, hablan de él, como sucede por ejemplo en el famoso pasaje del Siervo sufriente de Isaías 52 y 53.

Ciertamente la verdadera fe judía se basa en hechos históricos, en la revelación de la santa ley de Dios por medio de Moisés, en el monte Sinaí. La ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vino por medio de Jesucristo:

 

Jua 1:17  Pues la ley por medio de Moisés fue dada,  pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

 

En la ley dada por medio de Moisés NO SE MANIFESTÓ LA MISERICORDIA DE DIOS, sino la ira de Dios, la cual es fuego consumidor. Quien no cumpla perfectamente la ley de Dios, la toráh, está condenado a muerte. La santa ley de Dios condena a muerte a todo aquel que la quebrante, ¡eso no es misericordia, sino justicia!, sin embargo, Jesús trajo la gracia y la verdad, él mostró con su prójimo la misericordia de Dios, él sanaba a los enfermos y los dejaba libres de sus dolencias y enfermedades. El no vino a condenar a nadie, sino a salvar y a dar su vida en rescate de muchos, tal como Isaías 52 y 53 predice. Sin embargo, la nación de Israel le rechazó y le condenaron a muerte, tal como estaba profetizado, pero al tercer día Dios el Padre le resucitó de entre los muertos, y se apareció vivo a cientos de personas.

El falso rabino judío dice:

 

La Revelación en Monte Sinai, la cual nosotros vimos con nuestros propios ojos y oímos con nuestros propios oídos, no dependiendo de testimonio de otros.

 

Lo que dice ese falso rabino judío es una gran mentira, absolutamente estúpida y contradictoria. ¿Acaso ese judío estuvo presente en la revelación del Monte Sinai?, ¡pues claro que no!, él lo cree POR EL TESTIMONIO DE OTROS ESCRITORES EN EL TANAK. Por lo tanto, cuando él dice que esa revelación en el Sinaí no depende del testimonio de otros está mintiendo, es una absoluta burrada. El verdadero judaísmo por supuesto que depende del testimonio de otros, escrito en el Tanak, es decir, está basado en hechos históricos reales, contados por otros, y que quedaron plasmados en las Sagradas Escrituras Hebreas, el Tanak. ¡¡Pues exactamente lo mismo ocurre con una Revelación mucho mayor, como fue la Revelación o manifestación del verdadero Mesías de Israel, Jesucristo!!, esta revelación también está basada en hechos históricos demostrables, como fueron la muerte y resurrección de Jesucristo, unos hechos históricos que fueron VISTOS por los propios seguidores de Jesús, sus apóstoles. Veamos lo que dijeron dos de los principales apóstoles de Jesucristo: Pedro y Juan:

 

Hch 2:32  A este Jesús resucitó Dios,  de lo cual todos nosotros somos testigos.

Hch 3:13  El Dios de Abraham,  de Isaac y de Jacob,  el Dios de nuestros padres,  ha glorificado a su Hijo Jesús,  a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato,  cuando éste había resuelto ponerle en libertad.

Hch 3:14  Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo,  y pedisteis que se os diese un homicida,

Hch 3:15  y matasteis al Autor de la vida,  a quien Dios ha resucitado de los muertos,  de lo cual nosotros somos testigos.

 

Hch 4:20  porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Hch 5:30  El Dios de nuestros padres levantó a Jesús,  a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.

Hch 5:31  A éste,  Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador,  para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

Hch 5:32  Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas,  y también el Espíritu Santo,  el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

 

Hch 10:38  cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,  y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,  porque Dios estaba con él.

Hch 10:39  Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén;  a quien mataron colgándole en un madero.

Hch 10:40  A éste levantó Dios al tercer día,  e hizo que se manifestase;

Hch 10:41  no a todo el pueblo,  sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano,  a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.

 

1Jn 1:1  Lo que era desde el principio,  lo que hemos oído,  lo que hemos visto con nuestros ojos,  lo que hemos contemplado,  y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida

1Jn 1:2  (porque la vida fue manifestada,  y la hemos visto,  y testificamos,  y os anunciamos la vida eterna,  la cual estaba con el Padre,  y se nos manifestó);

1Jn 1:3  lo que hemos visto y oído,  eso os anunciamos,  para que también vosotros tengáis comunión con nosotros;  y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre,  y con su Hijo Jesucristo.

 

Ahí lo tiene bien claro. Los israelitas contemplaron el fuego que había en el Monte Sinai, cuando JEHOVÁ entregó la ley a Moisés, y ellos oyeron la voz de JEHOVÁ, lo cual les aterrorizaba. Pues los que vivieron con Jesús, sus apóstoles, también vieron, oyeron y palparon a Jesús el Mesías, ellos fueron testigos de su muerte y de su resurrección, es decir, la verdadera fe cristiana, igual que la fe judía, está basada en HECHOS HISTÓRICOS VERDADEROS, que fueron presenciados por testigos, y esos hechos quedaron registrados en el Tanak. De la misma manera, los hechos de Jesús, su muerte y resurrección, también quedaron registrados en lo que conocemos como el Nuevo Testamento. El testimonio de los apóstoles de Jesucristo fue totalmente verídico, hasta tal punto que ellos dieron sus vidas por lo que vieron y oyeron. No existe absolutamente nadie que se deje torturar y matar por algo que SABE que es mentira. Los apóstoles de Cristo se dejaron torturar y matar por predicar que Jesús es el Mesías, que murió y resucitó al tercer día, porque ellos fueron TESTIGOS de todo ello. Ellos lo vieron con sus ojos y palparon con sus manos.
Por supuesto que el verdadero judaísmo depende del testimonio de otros, es decir, de los israelitas que vieron la revelación de JEHOVÁ en el Sinaí, especialmente del testimonio escrito de Moisés, el cual fue quien vio a JEHOVÁ cara a cara.

Por consiguiente, ¡¡ese falso rabino miente descaradamente cuando dice que el judaísmo no depende del testimonio de otros!!. El testimonio de Moisés, registrado en el Tanak, o mejor dicho, en el Pentateuco, y el testimonio de los apóstoles de Cristo, registrado en el llamado Nuevo Testamento, fueron testimonios verdaderos e históricos, porque están basados en hechos históricos que sucedieron.

 

10

ESTAMOS ESPERANDO AL MESÍAS, JESÚS

 

El falso rabino judío, Shraga Simmons, termina su documento diciendo que ellos, los judíos, aun siguen esperando al Mesías. ¡¡Pero resulta que el Mesías ya vino, y es Jesús!!, tal como he demostrado en este documento. Él vino primero como el Siervo sufriente de Isaías 52 y 53, y cuando llegue el momento, él vendrá del cielo con gran poder y gloria, acompañado por todos sus santos, para reinar sobre todas las naciones de la tierra, tal como se predice en Zacarías 14:1-16. Observe como esa gran profecía dice que JEHOVÁ vendrá con todos sus santos, poniendo sus pies sobre el monte de los Olivos, el cual se partirá por la mitad formando en medio un gran valle, y entonces él comenzará a gobernar sobre el mundo desde la ciudad de Jerusalén.

Si se da cuenta, en Zacarías 14 al Mesías se le llama JEHOVÁ, porque él tiene el mismo nombre que su Padre celestial. El vendrá del cielo de forma visible, pues sus pies se posarán en la cima del Monte de los Olivos, exactamente el mismo monte desde el cual Jesús el Mesías fue alzado y llevado al cielo en una “nube” voladora (Hch.1:9-11). El propio Jesús predijo su futura venida gloriosa para reinar, él dijo que vendrá del cielo con todos sus santos ángeles, para juzgar a todas las naciones y para gobernar sobre ellas (Mt.25:31-46), dicho en otras palabras, Jesús se aplicó a sí mismo la profecía de Zacarías 14. Jesús se llama igual que su Padre celestial, JEHOVÁ, él es quien vendrá del cielo con todos sus santos, y entonces Jerusalén será el centro del gobierno mundial del Mesías Jesús, tal como se dice en la gran profecía de Zacarías 14:1-16.

Por consiguiente, los judíos esperan al Mesías, y los cristianos verdaderos también esperamos al Mesías, pero ese Rey Mesías es Jesús. Cuando él regrese del cielo con todos sus santos es entonces cuando la nación de Israel le verán llegar en las “nubes” del cielo y llorarán de sincero arrepentimiento, reconociendo que Jesús es el verdadero Mesías, al cual ellos traspasaron y rechazaron:

 

Zac 12:9  Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén.

Zac 12:10  Y derramaré sobre la casa de David,  y sobre los moradores de Jerusalén,  espíritu de gracia y de oración;  y mirarán a mí,  a quien traspasaron,  y llorarán como se llora por hijo unigénito,  afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

Zac 12:11  En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén,  como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido.

Zac 12:12  Y la tierra lamentará,  cada linaje aparte;  los descendientes de la casa de David por sí,  y sus mujeres por sí;  los descendientes de la casa de Natán por sí,  y sus mujeres por sí;

Zac 12:13  los descendientes de la casa de Leví por sí,  y sus mujeres por sí;  los descendientes de Simei por sí,  y sus mujeres por sí;

Zac 12:14  todos los otros linajes,  cada uno por sí,  y sus mujeres por sí.

 

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Por Tito Martínez

2 de febrero de 2021

 

 

1- Creemos en el henoteísmo bíblico y monólatra.

 

El henoteísmo es la creencia en un Dios supremo, que es el Padre celestial, este Dios supremo es uno y único, en el sentido de que no hay otro Dios como él, ya que es el Dios de dioses (Dt.6:4, Jn.17:5, 1Co.8:4, 6, etc.). Pero también creemos en la existencia de otros muchos dioses (elohim o poderosos) y señores en los cielos y en la tierra (1Co.8:5), y que son los hijos de Dios, ya sean los ángeles celestiales de Dios o los seres humanos al servicio de Dios (Dt.10:17, Éx.7:1, Sal.82:6, Jn.1:12-13, Ro.8:16, 1Jn.3:2, etc.).

Este Dios supremo, el Padre, tiene un nombre propio, pero todavía no sabemos su verdadera pronunciación. Unos le llaman JEHOVÁ, otros Jehová y otros Yahweh. Podemos utilizar cualquiera de esas tres pronunciaciones, y sin duda en el futuro sí que sabremos su verdadera pronunciación.

La monolatría es la adoración de un solo Dios. Y el único Dios que es adorado en la Biblia es el Dios supremo, el Padre celestial, porque de él proceden todas las cosas, él es el Creador supremo del Universo, pues por su voluntad existen todas las cosas que fueron creadas (Jn.4:23-24, 1Co.8:6, Heb.1:1-2, Ap.4:10-11, etc.)

Por consiguiente, rechazamos totalmente las doctrinas satánicas y antibíblicas del trinitarismo, del monoteísmo y del unicitarismo. La Biblia jamás enseña la doctrina de que solo existe un Dios, y tampoco enseña que Dios sea un misterioso dios trino, una especie de monstruo con tres cabezas o rostros, y la Biblia tampoco enseña que el Dios supremo, el Padre, sea el Señor Jesucristo.

 

2- Creemos en Jesucristo, en su muerte y en su resurrección.

 

La Biblia enseña que Jesús (Yeshua) es el Hijo único de Dios y el verdadero Mesías de Israel (Mt.16:16-17, Jn.3:16). Jesús dijo que para tener la vida eterna tenemos que tener el conocimiento de que el Padre es el único Dios verdadero, y que Jesús es el Mesías de Israel, el enviado del Padre (Jn.17:3).

Jesús es el descendiente BIOLÓGICO de Abraham y del rey David (Mt.1:1-17, Lc.3:23-38, Ro.1:3). Por lo tanto, él califica perfectamente para ser el verdadero Mesías de Israel, ya que Jesús era el hijo del hombre, es decir, el hijo biológico de su padre humano José, el cual era hijo o descendiente biológico de David (Mt.1:20). Dios el Padre engendró como hombre a su Hijo Jesús en el vientre de María, pero lo engendró sobrenaturalmente con un espermatozoide de José, el hijo de David, teletransportándolo por medio de su espíritu a un óvulo de María, para que así pudiera nacer el verdadero Mesías como hombre (Lc.1:30-35). Los iglesieros que niegan que Jesús es el descendiente biológico de Abraham y del rey David a través de José entonces están negando que Jesús es el verdadero Mesías de Israel y también niegan que Jesucristo vino en carne, es decir, como hombre, y por tanto son anticristos (1Jn.2:18-22, 4:2-3, 2Jn.1:7).

Jesús es el Hijo ÚNICO del Dios Padre porque él es el mejor, el más amado y el más importante de todos sus hijos, no porque Dios el Padre solo tenga un hijo. De igual manera, el Dios Padre es un Dios ÚNICO porque él es el Padre supremo, el más importante de todos los padres y el mejor de todos ellos, pero sin negar la existencia de otros muchos padres.

Nosotros creemos en la humanidad del Señor Jesucristo y también en su divinidad. Él es Dios Poderoso (Is.9:6), el Verbo divino que se hizo carne (Jn.1:1, 14), el Dios unigénito (Jn.1:18), nuestro gran Dios y Salvador (Tito 2:13), y también es un hombre, el hijo del hombre (Mt.25:3, 1Tm.2:5). Aunque Jesús sea llamado Dios en algunos pasajes de la Biblia, esto no significa que Jesús sea igual al Dios Padre, ya que el propio Jesús dijo que el Padre es su Dios (Jn.20:17, Heb.1:8-9, Ap.3:12,). Por lo tanto, Jesús está subordinado a la autoridad suprema del Dios Padre, y si está sujeto a la voluntad del Dios Padre, entonces significa que él es inferior al Dios Padre en autoridad, por eso es que el Padre es la cabeza o jefe de Cristo (1Co.11:3). Por consiguiente, aquellos que enseñan que Jesús es solamente un hombre, y niegan la divinidad del Señor Jesús, tienen la doctrina del anticristo, el cual niega que el Verbo divino se hiciera carne, hombre (Jn.1:1, 14, 1Jn.4:2-3), y aquellos que enseñan que Jesús es igual que el Dios Padre también tienen la doctrina del anticristo, ya que esto significa que ellos niegan que Jesús sea también un hombre, es decir, si Jesús fuera igual al Dios Padre, entonces ya no sería un hombre, y si Jesús es solamente un hombre, entonces la Biblia jamás le llamaría Dios.

Nosotros creemos que Jesús murió realmente en un madero. Él dijo que daría su propia vida solo por sus ovejas, no por toda la humanidad, y las ovejas de Cristo son los que oyen su palabra y le siguen (Jn.10:11, 15, 27). La doctrina de que Jesús entregó su vida por toda la humanidad es por tanto, una doctrina satánica y opuesta a la enseñanza de Jesús.

Jesús murió por amor a sus ovejas para salvarlas del pecado y para rescatarnos o comprarnos con su sangre (Ap.5:9).

Nosotros creemos que el Dios supremo, el Padre celestial, resucitó a su Hijo Jesús (Hch.2:32, 4:10, 1Ts.1:10, etc.).

Creemos que la resurrección de Jesús no fue la reanimación de un cadáver, sino la transformación instantánea del cadáver de Jesús, en un nuevo cuerpo glorioso y espiritual.

El cuerpo glorioso de Cristo cuando resucitó NO ERA EL MISMO CUERPO QUE MURIÓ y fue sepultado, sino un cuerpo radicalmente diferente y transformado (1Co.15:37). Por lo tanto, los iglesieros que enseñan que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que murió en el madero están mintiendo y predicando un falso evangelio. Obviamente ese cuerpo resucitado, glorioso y espiritual de Cristo podía materializarse y aparecerse a sus discípulos en carne y huesos, para que ellos le pudieran ver y tocar (Lc.24:39-43).

Nosotros creemos en la preexistencia eterna y divina del Señor Jesucristo. Jesús es el Verbo de Dios (Ap.19:13), y este Verbo divino es eterno, jamás fue creado, ya que él existía antes de que Dios creara todas las cosas (Jn.1:1, Col.1:17).

Jesús dijo que él ya existía con el Padre desde antes de la fundación del mundo (Jn.17:5). Jesús dijo que él descendió del cielo (Jn.6:38, 42). Por lo tanto, si Jesús dijo que descendió del cielo es porque él ya estaba en el cielo antes de descender a la tierra como hombre. Aquellos que niegan la preexistencia divina de Jesús están llamando mentiroso a Jesús, pues Jesús enseñó bien claro que descendió del cielo, lo cual significa que él ya existía en el cielo antes de bajar a la tierra. El apóstol Pablo también enseñó en Filipenses 2:6-11 la preexistencia divina de Jesús. Pablo dijo que Jesús ya existía en forma de Dios, o era de condición divina, antes de hacerse hombre, entonces él se despojó a si mismo de su gloria y divinidad y descendió del cielo, haciéndose semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en el madero.

Nosotros creemos que el Señor Jesucristo en su preexistencia divina era el Mensajero (Malak) principal de Dios, es decir, el Ángel de Dios especial mencionado en el Antiguo Testamento, el cual tiene el mismo nombre que su Padre JEHOVÁ, ya que el nombre de JEHOVÁ está en él (Ex.23:20-21).Esteban dijo bien claro que este Ángel o Mensajero de JEHOVÁ que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Hch.7:30-34), pero resulta que Jesús es el Señor (Ro.10:9, Filp.2:11).Por lo tanto, este Ángel o Mensajero especial que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina. Por lo tanto, el Señor Jesucristo es el segundo Señor o Dios, el cual está subordinado al Señor o Dios supremo, el Padre. El propio rey David conocía la existencia de estos dos dioses o señores cuando dijo estas palabras proféticas: "Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a todos tus enemigos por estrado de tus pies" (Mt.22:43-45). Por consiguiente, todos aquellos que niegan la preexistencia divina del Señor Jesús, así como la existencia de estos dos dioses eternos, que son el Padre y el Hijo, tienen la doctrina del anticristo (1Jn.2:22). Aquellos que niegan la encarnación del Verbo divino están negando entonces al Padre y al Hijo, y por lo tanto, son el anticristo.

Estas dos personas divinas, el Padre y el Hijo, se llaman igual: JEHOVÁ, sin embargo, uno es el JEHOVÁ supremo o mayor, que es el Padre celestial, y el otro es el JEHOVÁ menor, es decir, el Mensajero o Ángel de JEHOVÁ, el cual también se llama JEHOVÁ (Ex.23:20-21), y era este JEHOVÁ menor quien se aparecía a los seres humanos (Gen.18:1, etc.). Este JEHOVÁ menor era el Señor Jesucristo en su preexistencia divina, pues fue este Señor o Ángel de JEHOVÁ quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. El JEHOVÁ supremo, el Padre, jamás se apareció a los seres humanos, pues al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18), por lo tanto, la Biblia demuestra de forma muy clara la existencia de estos dos dioses o personas divinas llamados JEHOVÁ. Uno es el Dios supremo, único e invisible, el Padre, y no hay otro Dios igual a él, y el otro Dios es el JEHOVÁ menor, el Hijo de Dios el Padre, el cual está subordinado al Dios Padre y se aparecía a los seres humanos. Fue este JEHOVÁ menor, el Hijo o Verbo de Dios, quien se hizo hombre y habitó entre nosotros (Jn.1:1, 14).

Jesús es el Señor, y para ser salvos tenemos confesar con nuestra boca esta gran verdad (Ro.10:9-13). Confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor significa creer y confesar que él es el eterno Señor JEHOVÁ mencionado en el llamado Antiguo Testamento, el cual bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos, como se apareció a Adán y Eva, Abraham, Moisés, etc. Los que rehúsan confesar con su boca esta gran verdad fundamental jamás se podrán salvar, sino que se condenarán al lago de fuego.

 

3- Creemos en el espíritu santo.

 

Jesús dijo que el espíritu santo es el poder de lo Alto (Lc.24:49). Y el ángel también dijo a María que el espíritu santo es el poder del Altísimo, es decir, el poder o energía del Dios Padre (Lc.1:35). El poder no es literalmente una persona, sino una ENERGIA. Por lo tanto, la Biblia enseña bien claro que el espíritu santo es la energía o poder de Dios, y no una tercera persona divina. La doctrina iglesiera de que el espíritu santo es una tercera persona divina es totalmente falsa, diabólica y antibíblica.

Esta energía o poder de Dios el Padre es personificada en la Biblia, pero sin ser literalmente una persona. Por ejemplo, la Biblia también personifica la sabiduría, diciendo que esta clama o grita por las calles (Prov.1:2021), sin embargo, la sabiduría no es literalmente una persona. La personificación es un estilo literario muy utilizado en la Biblia.

El espíritu santo nunca es adorado ni glorificado en la Biblia, lo cual demuestra claramente que no es Dios, ni es una tercera persona divina, sino que es el espíritu DE Dios el Padre, es decir, es algo que Dios tiene. Este espíritu o energía de Dios el Padre es también el espíritu de Cristo, y si alguno no tiene este espíritu de Cristo entonces no pertenece a Cristo, es decir, no es un verdadero cristiano (Ro.8:9).

 

4- Creemos que el ser humano es mortal, no inmortal.

 

La Biblia enseña que el ser humano es un alma viviente (Gen.2:7). Dios dice que el alma es mortal, muere (Gen.2:17). Sin embargo, Satanás enseña todo lo contrario, engañó a Eva diciendo que el alma es inmortal (Gen.3:4). Por lo tanto, cuando las iglesias de la cristiandad apostata predican la doctrina de la inmortalidad del alma sencillamente están repitiendo exactamente la misma mentira de Satanás, y llamando a Dios mentiroso. Los muertos están en los sepulcros, tal como enseñó el Señor Jesús, el Cristo: "Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Jn.5:28-29).

Por consiguiente, el Señor dice bien claro que los muertos están en los sepulcros, en otras palabras, ¡¡ellos no están vivos en ningún "más allá"!! Todos los muertos, justos e injustos, despertarán cuando resuciten. Observe que los que están en los sepulcros son las PERSONAS muertas, no solo sus cuerpos, por lo tanto, la doctrina de que los muertos están vivos en un "más allá" es totalmente demoníaca. Dios dice que el ser humano es POLVO, y vuelve al polvo de la tierra cuando muere (Gen.3:19), en otras palabras, cuando morimos DEJAMOS DE EXISTIR, ya que volvemos a la misma condición de INEXISTENCIA que Adán tenía antes de que Dios lo creara del polvo de la tierra. Jesús dijo que vino para dar su ALMA (su vida) en rescate de muchos: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida (alma) en rescate por muchos." (Mr.10:45). La palabra griega traducida por "vida" es psijé, que también es traducida por ALMA. El alma es el ser vivo, la persona. Ahora bien, si el alma fuera inmortal, ¡¡entonces Jesús no habría dado su alma o vida en rescate!!, es decir, NO HABRÍA MUERTO, y no existiría la redención por su sangre. Por lo tanto, la doctrina de la inmortalidad del alma es absolutamente diabólica, ¡es un ataque frontal contra el Evangelio!

 

5- Creemos en la salvación eterna.

 

Nosotros creemos que la salvación eterna de los verdaderos cristianos que hemos conocido el Evangelio es solamente por la gracia o misericordia de Dios, por medio de la fe, no por nuestras obras (Ef.2:8-9).

La salvación eterna es un proceso gradual, que comienza cuando creemos en el Evangelio y recibimos la justificación por la sangre de Cristo, y la reconciliación con Dios (Ro.5:9-11), pero la salvación eterna se manifestará plenamente en el futuro, cuando Jesús aparezca por segunda vez, para salvar a los que le esperan (Heb.9:28).

La salvación eterna se conseguirá por medio de la obediencia al Señor Jesucristo (Heb.5:9). Sin obedecer al Señor Jesús no hay salvación posible, por lo tanto, no basta creer que Jesús es nuestro Salvador y el Señor, sino que hay que OBEDECER las palabras del Señor Jesús para recibir en el futuro la eterna salvación (Mt.7:24-27). Jesús dijo que quien crea y SEA BAUTIZADO será salvo, pero quien no crea será condenado (Mr.16:16). Y los apóstoles bautizaban a los creyentes solamente en el nombre del Señor Jesucristo, para el perdón de los pecados (Hch.2:38, 10:48). Por lo tanto, para tener el perdón de los pecados tenemos que creer en el Señor Jesús y bautizarnos en agua, y por inmersión, en su nombre. Esto significa que el bautismo en el nombre de un falso dios trino, o el bautismo de infantes que no tienen capacidad para creer, son bautismos falsos y no sirven para nada.

Nosotros creemos que Dios el Padre, en su misericordia, salvará a todos aquellos que a lo largo de toda la Historia de la Humanidad jamás conocieron a Cristo ni el verdadero Evangelio, pero perseveraron en hacer el bien, buscando gloria, honra e inmortalidad (Ro.2:67). Ellos serán juzgados conforme a la ley de sus conciencias, que nos dicta lo que está bien y lo que está mal (Ro.2:14-15).

Las llamadas “ovejas misericordiosas” serán salvos en el futuro y entrarán en el reino de Dios en la tierra porque ellos tuvieron misericordia con los hermanos pequeños de Jesús, es decir, con los verdaderos cristianos, y ese bien que ellos hicieron será recompensado con la vida eterna (Mt.25:31-46). Jesús dijo bien claro que los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida, pero los que hicieron lo malo saldrán a resurrección de condenación (Jn.5:28-29). Por lo tanto, esa doctrina iglesiera de que ningún ser humano se podrá salvar por hacer lo bueno es absolutamente falsa y satánica y contraria a la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles.

Nosotros creemos que la salvación o vida eterna en el futuro reino de Dios la recibiremos en la era venidera, cuando el Señor Jesús regrese del cielo para gobernar a las naciones (Lc.18:29-30, Mt.25:34, 46).

Nosotros creemos que los cristianos verdaderos ya tenemos la vida eterna (1Jn.5:13), pero la tenemos solo como promesa de Dios, ya que esta vida eterna o salvación eterna la hemos de alcanzar o heredar en el futuro (Mt.25:34, 2Tim. 1:1, 1Jn.2:25, 1Ts.5:9, 1Pe.1:5), y alcanzaremos esta vida eterna o salvación cuando el Señor Jesucristo aparezca por segunda vez para salvar a los que le esperan (Heb.9:28). Por consiguiente, los verdaderos cristianos ya estamos seguros de recibir en el futuro la vida eterna que Dios nos ha prometido, porque Dios siempre cumple lo que promete.

 

6- Creemos en la Iglesia del Padre y del Hijo

 

Nosotros creemos que la Iglesia verdadera de Dios el Padre y de su Hijo Jesucristo es universal, y es el conjunto de cristianos verdaderos que siguen la doctrina del Padre y del Hijo, y que se aman unos a otros como Cristo nos amó. Esta Iglesia o Congregación del Padre y del Hijo es la esposa de Cristo, y es su cuerpo (Ef. 1:10, 22, 23; 5:23, 27, 32; Col.1:18).

Nosotros creemos que la Iglesia del Padre y del Hijo es el reino del Señor Jesucristo, (Mt. 13:47; Is.9:7), la casa y familia de Dios, (Ef. 2:19; 3:15; Prov. 29:18).

Los miembros de la Iglesia del Padre y del Hijo son llamados “los santos” (Hch.9:13, Ro.1:7, 1Co.1:2, Ap.13:7, etc.). La palabra “santo” en la Biblia significa perfecto y también apartado para Dios.

Nosotros creemos que la única cabeza o jefe de la verdadera Iglesia es el Señor Jesucristo, (Col.1:18; Ef. 1:22). El pontífice romano, el Papa de Roma, de ninguna manera es la cabeza de la Iglesia de Dios, sino solo un satánico impostor, pues se hace pasar por quien no es. En realidad, el papado es el hombre de pecado, el hijo de perdición predicho por Pablo (2Ts.2:3-4), él fue el resultado de esa gran apostasía de la Iglesia que sucedió en el siglo 4, cuando la iglesia católica se unió al poder imperial del César de Roma y se apartó (apostató) de la verdadera doctrina enseñando doctrinas de demonios (1Tm.4:1).

La Iglesia del Padre y del Hijo está formada por los santos que en el futuro reinarán sobre la tierra como reyes y sacerdotes (Ap.1:6, 2:26-27, 5:9-10, 20:4-6). Ese gobierno mundial de Cristo y de su Iglesia comenzará solamente cuando Jesús venga del cielo con gran poder y gloria a gobernar a las naciones con “vara de hierro”, es decir, con justicia y rectitud (Ap.19:15, 20:4-6), es entonces cuando comenzará el Milenio, un periodo de mil años literales, durante los cuales Jesús y su Iglesia gobernarán sobre las naciones de la tierra con justicia (Ap.20:4-6).

 

7- Creemos en la futura venida gloriosa de Jesucristo y en el arrebatamiento de la Iglesia.

 

El Señor Jesucristo dijo que él regresará del cielo con gran poder y gloria inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-30), es entonces cuando su Iglesia, los escogidos, serán arrebatados y se reunirán con él en el cielo, es decir, en el aire (Mt.24:31, 1Ts.4:15-17).

Por consiguiente, esa doctrina iglesiera de que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesús venga de forma secreta e invisible antes de una tribulación de siete años es una espantosa mentira satánica, una doctrina de demonios muy peligrosa para todos aquellos millones de personas que la creen.

Nosotros creemos que los verdaderos cristianos, los santos, sufrirán en el futuro una gran tribulación o persecución durante esos 42 meses de gobierno de la bestia (Ap.13:7, 10). Esa persecución o tribulación contra los santos de la Iglesia del Padre y del Hijo ocurrirá en el imperio de la bestia, que estará formado solo por diez reinos (Ap.17:12-14).

Nosotros creemos que los cristianos verdaderos, los santos, podremos conocer perfectamente en el futuro la fecha de la venida gloriosa de Cristo y del fin del mundo. El futuro gobierno de la bestia durará solo 42 meses (Ap.13:5), y Jesús regresará del cielo para destruir ese gobierno reinado de la bestia (Ap.19:19-21), por lo tanto, cuando comience el gobierno de la bestia en ese imperio de diez reinos podremos conocer fácilmente la fecha del regreso glorioso del Señor Jesús y del arrebatamiento de la Iglesia, simplemente habrá que contar los 42 meses desde el comienzo de ese gobierno de la bestia.

Y respecto a las palabras de Jesús en Mateo 24:36, en esas palabras se dice simplemente que EN ESE MOMENTO nadie, excepto el Padre, conocía el día y la hora de la futura venida gloriosa de Cristo, observe que el texto bíblico dice "nadie sabe", en tiempo presente, pero no dice "ni sabrá", por lo tanto, esas palabras de Jesús no niegan que en el futuro podamos conocer la fecha exacta de su regreso glorioso. Y respecto a las palabras de Jesús en Hechos 1:7, Jesús se estaba refiriendo solamente a sus apóstoles que en ese momento estaban con él, "no os toca A VOSOTROS saber los tiempos o las sazones…", es decir, es a los apóstoles a los que no les tocaba conocer el tiempo ni las sazones de la futura restauración del reino a Israel, pero el pasaje no dice por ninguna parte que en el futuro no podamos conocer la fecha del regreso de Cristo y de la restauración de Israel.

Nosotros creemos que esa futura gran tribulación contra los santos de la Iglesia, que durará 42 meses, no hay que confundirla con la ira de Dios, la cual será derramada sobre los adoradores de la bestia al final de esos 42 meses de gobierno mundial de la bestia (Ap.16:1-21).

Nosotros creemos que cuando regrese el Señor Jesús con gran poder y gloria al final de esos 42 meses entonces el falso mesías (la bestia) y su aliado religioso, el falso profeta, serán apresados y arrojados vivos a un lago de fuego, y los ejércitos de la bestia reunidos serán destruidos por el propio Señor Jesús (Ap.19:19:21). Entonces Satanás será apresado, atado y encerrado en un lugar llamado el Abismo, para que no pueda engañar a las naciones de la tierra durante el Milenio (Ap.20:13). De esta manera terrible terminará el futuro gobierno de Satanás, la bestia y el falso profeta.

Nosotros creemos que cuando Jesús y sus santos glorificados desciendan a la tierra juzgarán a los seres humanos que estén vivos en la tierra. Jesús se sentará en un trono resplandeciente, y entonces juzgará a las naciones de la tierra que en ese momento estén vivos, separando a unos de otros. Aquellos seres humanos que tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos (los hermanos pequeños de Jesús) serán puestos a la derecha de Cristo, y entonces ellos recibirán la vida eterna, y entrarán en el reino de Dios, sin embargo, aquellas personas que no tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos perseguidos serán puestos a la izquierda de Cristo, y él los enviará al fuego eterno, donde serán atormentados y destruidos totalmente en cuerpo y alma (Mt.10:28, 25:31-46).

Nosotros creemos que Jesús, cuando regrese del cielo, no solamente juzgará a los seres humanos que estén vivos en la tierra, sino que también comenzará el juicio de los muertos, un juicio que durará mil años (Ap.11:18). Esos muertos serán juzgados conforme a las obras que hicieron cuando ellos vivieron en la tierra (Ap.20:12). Cuando esos mil años se cumplan Satanás será soltado del Abismo, para engañar a las naciones. Millones de personas, lideradas por Satanás, intentarán derrocar el gobierno mundial del Señor Jesús y de sus santos, rodearán la ciudad de Jerusalén terrenal, pero descenderá fuego del cielo y los consumirá, y Satanás mismo será lanzado al lago de fuego, donde será atormentado y destruido para siempre (Ap.20:7-10).

Los muertos que ya fueron juzgados durante el Milenio volverán a vivir, para comparecer ante el Tribunal de Dios, y oír la sentencia o veredicto, ya sea de perdón, o de condenación. Aquellos que no tengan su nombre escrito en el libro de la vida serán arrojados a un lago de fuego, donde serán totalmente destruidos en cuerpo y alma (Ap.20:5, 11-15).

Después de esos mil años literales la tierra será totalmente destruida por el fuego, y entonces Dios algo totalmente nuevo y mucho mejor, él hará un nuevo cielo y una nueva tierra, es decir, un nuevo planeta, sobre el cual descenderá la capital del Universo, la Nueva Jerusalén celestial, y el propio Dios Padre descenderá de forma personal y visible a esa nueva tierra, para morar con los seres humanos inmortales (Ap.21:1-5).

Si usted cree en estas siete doctrinas fundamentales entonces forma parte de la Iglesia del Padre y del Hijo, y si persevera en esta verdadera doctrina hasta el final, entonces será salvo y alcanzará la vida eterna en el glorioso reino de Dios que vendrá a la tierra (Mt.24:13, 1Co.15:1).

 

 

 

 

 

 

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