Por Tito Martínez

13 de mayo de 2019

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ÍNDICE

Prólogo

En este nuevo libro de estudio bíblico voy a reducir a polvo una de las doctrinas de demonios más espantosas y anticristianas que hoy en día es creída y enseñada por millones de falsos cristianos de diferentes iglesias del sistema apostata, y es la doctrina perversa de que todos los seres humanos somos pecadores, una doctrina diabólica que ataca el corazón mismo del verdadero Evangelio, y que es un desprecio total a lo que Dios dice en la propia Biblia.

Comencemos.

1

DOCTRINA DIABÓLICA ENSEÑADA POR LA IGLESIA CATÓLICA

Una de las principales herejías o doctrinas falsas enseñadas por la iglesia católica es que todos somos pecadores, incluidos los cristianos. Esto mismo es lo que enseña de forma clara ese sujeto que dice llamarse “Papa” llamado Bergoglio, alias “Francisco”, el actual jefe de esa iglesia falsa que es la católica romana. Veamos lo que dice ese sujeto llamado Bergoglio, lo que abajo inserto son unas fotos que he tomado del Periódico Católico llamado “Valores Religiosos”, que podrá leer en esta dirección:

https://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/francisco-soy-un-pecador-a-quien-el-senor-miro-con-misericordia-5679

He resaltado en amarillo las palabras de ese hereje anticristiano llamado Bergoglio:

Esas palabras del hereje Bergoglio son de este mismo año 2019.

Ahora bien, esa herejía anticristiana de Bergoglio no solamente la enseña él y su iglesia falsa, ¡¡sino también millones de falsos cristianos de las diferentes iglesias o sectas!!, ya sean “evangélicos” o de cualquier otra, lo cual demuestra que todas esas iglesias falsas son hijas de la iglesia falsa católica romana, la cual es la gran ramera mencionada en el libro del Apocalipsis.

Todos esos hipócritas santurrones enseñan que los cristianos somos pecadores, igual que el resto de seres humanos del mundo, pero esos herejes y mentirosos dicen que los cristianos somos pecadores, pero “perdonados por Cristo”. Incluso miles de falsos cristianos enviados por el diablo enseñan la burrada perversa de que los cristianos somos santos y al mismo tiempo pecadores, lo cual ya es el colmo de la demencia y de la herejía más diabólica, ya que ser un santo de Dios y un pecador son cosas totalmente opuestas y contradictorias. No se puede ser santo y pecador.

Esa doctrina de demonios enseñada por todos esos iglesieros santurrones es una de las mayores estupideces y mentiras perversas que se puedan enseñar, ya que SI HEMOS SIDO PERDONADOS POR CRISTO ¡¡ENTONCES YA NO SOMOS PECADORES, SINO SANTOS!!, y en la Biblia no existe tal cosa como “santos pecadores”, o se es un santo de Dios, o se es un pecador, ¡¡no se puede ser las dos cosas al mismo tiempo!!

Cualquiera con un mínimo conocimiento de la verdadera doctrina cristiana que encontramos en las páginas del llamado “Nuevo Testamento” se dará cuenta que a los cristianos verdaderos JAMÁS se les llama pecadores, sino SANTOS, así eran llamados todos los primeros cristianos, santos (Hch.9:13, 26:10, Ro.1:7, 12:13, 1Co.1:2, 16:1, Ef.1:1). ¡¡Nunca se les llama pecadores!!

Hay muchísimos pasajes más, pero con esos son suficientes para demostrar que los verdaderos cristianos somos SANTOS, es decir, perfectos y apartados para Dios, pues eso es lo que significa la palabra “santos”. Esa doctrina de que los cristianos verdaderos, los santos, son pecadores, como el resto de pecadores del mundo que no conocen a Dios, es una burrada anticristiana de marca olímpica, una herejía horrorosa y que solo los mayores herejes y enviados por el diablo disfrazados de “cristianos” la enseñan.

Jamás en la Biblia a los santos de Dios se les llama pecadores, ¡¡nunca!!, sino que los santos de Dios FUIMOS pecadores en el pasado, pero ahora ya no lo somos, pues fuimos perdonados por Cristo cuando genuinamente nos arrepentimos, y si Jesús nos limpió de todo pecado y nos hizo santos, entonces es totalmente imposible que seamos pecadores.

Un verdadero cristiano que ha sido perdonado por Jesucristo de todos sus pecados ya no es un pecador, es decir, ya no practica el pecado, porque el espíritu de Dios mora en él.

Enseñar que los cristianos verdaderos somos pecadores es una espantosa blasfemia, y un rechazo total del verdadero Evangelio de Cristo, y los que enseñan esa doctrina diabólica son sencillamente herejes y apostatas de la fe, como lo son por ejemplo ese farsante santurrón e hipócrita llamado Bergoglio y el resto de farsantes anticristianos que enseñan la misma herejía que él.

Vamos a comprobar con el propio Nuevo Testamento que el verdadero cristiano ya no es un pecador, es decir, ya no practica el pecado, lo vamos a ver en el siguiente capítulo.

2

LOS VERDADEROS CRISTIANOS YA NO SON PECADORES

Veamos lo que enseñó el apóstol Juan:

1Jn 3:7 Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.

1Jn 3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

1Jn 3:9 Todo aquel que es engendrado de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es engendrado de Dios.

1Jn 5:18 Sabemos que todo aquel que ha sido engendrado de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

Analicemos lo que dijo el apóstol Juan:

1- Juan dijo que quien practica el pecado es del diablo.

Observe que Juan estaba hablando de todos aquellos que PRACTICAN el pecado, es decir, aquellos que tienen por norma pecar, es decir, se refiere a los PECADORES, ¡¡ya que un pecador es aquel que practica el pecado!!, esa es su norma de vida, el pecado, es decir, infringir siempre la santa ley de Dios, ya que el pecado es infracción de la ley de Dios (1Jn.3:4).

Por consiguiente, fíjese bien como el apóstol Juan dijo que los pecadores son del diablo, porque ellos practican el pecado, ¡¡ese pasaje no está hablando de los cristianos verdaderos!!, sino solo de los pecadores. Por lo tanto, decir que los cristianos son pecadores es insultar a Dios, e insultar al apóstol Juan llamándole mentiroso.

Un verdadero cristiano de ninguna manera practica el pecado, porque ha sido engendrado por Dios por medio de su espíritu, y Cristo mismo le guarda o protege para que no practique el pecado.

Quien practica el pecado, es decir, un pecador, es sencillamente del diablo, no de Dios, él tiene por padre al diablo, pero no a Dios. Ningún pecador es un hijo de Dios, no pertenece a Dios, y además Dios no oye las “oraciones” de esos pecadores, como dijo muy bien ese ciego de nacimiento que fue curado por Cristo:

Jua 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

Dios oye y responde a los pecadores que se humillan y se arrepienten de sus pecados (Lc.18:13-14), pero jamás oye a los que practican el pecado y no se humillan pidiendo perdón. Por lo tanto, si fuera cierta esa doctrina de demonios de que los verdaderos cristianos, los santos, son pecadores, ¡¡entonces Dios jamás oiría las oraciones de sus hijos!!

Observe como en 1Juan 3:9 Juan dijo que el verdadero cristiano NO PUEDE PECAR, y cuando ahí dice que no puede pecar se refiere a que no puede PRACTICAR el pecado, ya que es de eso de lo que está hablando el contexto, y el cristiano verdadero no puede pecar porque fue engendrado por Dios y tiene el espíritu de Dios.

Por lo tanto, hay que diferenciar entre practicar el pecado, y cometer un pecado, son dos cosas muy diferentes, y que todos debemos tener claro.

Quien practica el pecado es un pecador, ya que peca siempre, esa es su norma de vida, pero el verdadero cristiano que comete un pecado y luego reconoce su pecado y lo confiesa, entonces es perdonado por Dios y limpiado de sus pecados. Vamos a comprobarlo en esta misma epístola de Juan.

2- Observe atentamente lo que dijo el apóstol Juan:

1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Como puede ver, Juan se estaba refiriendo a los verdaderos cristianos, a los santos, y dijo que, si nosotros decimos que no TENEMOS pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Observe que Juan dijo TENEMOS PECADO, ¡¡no estaba hablando de los que PRACTICAN el pecado!!, una cosa es tener pecado, y otra muy diferente el practicar el pecado, es decir, ser un pecador.

Los cristianos verdaderos, los santos, por supuesto que tenemos pecado, ya que tenemos un cuerpo carnal y mortal que nos puede hacer pecar, ya que la carne es débil, pero otra cosa muy diferente es practicar el pecado, es decir, infringir la santa ley de Dios constantemente.

Muchos herejes y falsos maestros falsifican esas palabras de Juan para enseñar la herejía anticristiana de que los cristianos somos pecadores, pero esa burrada Juan no la enseñó por ninguna parte, lo que Juan dijo, repito, es que los cristianos tenemos pecado, ¡¡no dijo que practiquemos el pecado!!, pues como Juan dijo, quien practica el pecado es del diablo.

Ahora bien, si el cristiano verdadero que ha pecado confiesa sus pecados, entonces Jesucristo es fiel y justo para perdonar esos pecados que hemos cometido, y nos limpia de toda maldad.

En el verso 10 Juan dijo que si decimos que no hemos pecado le hacemos a Cristo mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Observe que una vez más Juan no estaba hablando en ese pasaje de los que PRACTICAN el pecado, sino de los cristianos que hemos pecado, son dos cosas muy diferentes.

Un cristiano verdadero, por tanto, puede pecar, PERO NO ES UN PECADOR, ya que él no practica el pecado, sino que puede caer en algún pecado por la debilidad de la carne, pero cuando ese santo de Dios confiesa ese pecado, entonces Cristo le perdona y le limpia de toda maldad, y jamás practicará el pecado, nunca lo tendrá como norma de vida.

Por consiguiente, en ninguna parte de la Biblia se enseña que los santos de Dios sean pecadores, ya que ¡¡no existen santos pecadores!!, esa doctrina de los “santos pecadores” es una de las más grandes mentiras y herejías anticristianas enseñada por los mayores apostatas de la fe.

3

LA LEY NO FUE DADA PARA LOS JUSTOS, SINO PARA LOS PECADORES

Vamos a ver uno de los pasajes del apóstol Pablo donde se enseña bien claro que los verdaderos cristianos, los justos, no son pecadores:

1Ti 1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

1Ti 1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,

Como puede ver, Pablo estaba hablando de la santa ley de Dios dada por medio de Moisés en el Sinaí, y dijo que esa ley NO FUE DADA PARA LOS JUSTOS, sino para los pecadores. Por lo tanto, ¡¡los justos no son pecadores!!. ¿Y quiénes son esos justos?, estos justos son todos aquellos seres humanos que practican la justicia, y que pueden ser o no ser cristianos. ¡¡Ninguno de esos justos es un pecador!!, ya que quien practica la justicia no practica el pecado. Observe que el pasaje de Pablo hace una clara diferencia entres los justos, y los pecadores. Enseñar que los seres humanos que practican la justicia son pecadores es una doctrina de demonios, una herejía espantosa y absolutamente antibiblica.

En los siguientes capítulos voy a contestar y a refutar algunos de los perversos y falsos argumentos que los hijos del diablo y apostatas de la fe siempre esgrimen para enseñar la herejía anticristiana de que los santos de Dios somos pecadores.

4

VINO AL MUNDO PARA SALVAR A LOS PECADORES

El apóstol Pablo dijo lo siguiente:

1Ti 1:13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.

1Ti 1:14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

1Ti 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Observe como en ese pasaje Pablo estaba hablando de sí mismo.

Antes de ser un cristiano Pablo era un pecador, él perseguía a los cristianos, era un blasfemo e injuriador, pero Pablo lo hizo todo eso en su ignorancia e incredulidad. Sin embargo, fue la gracia o misericordia de Jesucristo la que le cambió, pasando de ser un pecador, a un santo de Dios y apóstol de Cristo.

En el verso 15 Pablo dijo que Jesús es el Mesías de Israel, y él vino al mundo para salvar a los pecadores, y Pablo se consideraba el primero de esos pecadores por lo que él hizo en el pasado, tal como dijo en el verso 13.

Observe atentamente que PABLO NO DIJO POR NINGUNA PARTE QUE ÉL FUERA AHORA UN PECADOR, sino que él estaba hablando de su vida pasada de pecador, injuriador y perseguidor de los cristianos.

Pablo ya no era un pecador siendo cristiano, porque Pablo ya no practicaba el pecado, sino que practicaba la justicia y era un santo de Dios. Pablo fue pecador ANTES de creer en Jesús, como dijo en el verso 13.

Por lo tanto, citar esas palabras de Pablo para enseñar que los cristianos verdaderos somos pecadores es una perversa forma de retorcer y falsificar las palabras de Pablo. Los cristianos verdaderos tenemos pecado, pero no somos pecadores, es decir, no practicamos el pecado, esa es la enseñaza clara del Nuevo Testamento.

5

PORQUE TODOS PECARON

Otro de los pasajes bíblicos que los herejes santurrones e hipócritas siempre citan para enseñar la mentira diabólica de que los cristianos somos pecadores es el siguiente:

Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Observe atentamente que en esos pasajes Pablo no dijo por ninguna parte que los cristianos seamos pecadores. Lo que él dijo es que TODOS PECARON, ¡¡en tiempo pasado!!. Todos los seres humanos mortales hemos pecado a lo largo de nuestra vida, todos tenemos pecado, ¡¡pero no dice que los cristianos seamos ahora pecadores, como lo éramos en el pasado!!.

Ya he demostrado más arriba como los cristianos verdaderos, los santos, fuimos pecadores en el pasado, porque practicábamos el pecado, ¡¡pero ahora no lo somos!!, ya que Dios nos hizo SANTOS, y ya no vivimos como lo hacíamos antes de conocer a Dios, aunque tengamos pecado, pues nuestro cuerpo es mortal y débil y podemos pecar, no somos practicantes del pecado, y por tanto, YA NO SOMOS PECADORES. Solo un vulgar embustero y hereje anticristiano, como lo es Bergoglio y el resto que enseñan la misma mentira que él, pueden decir que los cristianos somos pecadores, ¡¡pecadores son ellos!!, ahí ellos dicen toda la verdad, ya que todos esos hipócritas santurrones son falsos cristianos y herejes, enemigos de la verdadera doctrina cristiana, pero los verdaderos cristianos de ninguna manera somos pecadores, sino santos, tal como enseña todo el Nuevo Testamento, y los santos de Dios jamás practican el pecado, pues quien practica el pecado siendo un pecador es del diablo, tal como dijo el apóstol Juan.

Por consiguiente, y ya para terminar, no se deje usted engañar ni por ese hereje farsante y falso papa de Roma llamado Bergoglio, Alias “Francisco”, ni por el resto de falsos maestros y falsos pastores “evangélicos”, los cuales enseñan esa monstruosa herejía anticristiana de que los santos de Dios son pecadores. Si usted es un pecador, entonces está practicando el pecado, y entonces es del diablo, no es de Dios, tal como dijo el apóstol Juan, pero si usted se arrepiente genuinamente de sus pecados y sigue la verdadera doctrina de Cristo y de sus apóstoles, como se la he expuesto en este librito de estudio, entonces dejará de ser un pecador y pasará a ser un santo de Dios que ya no practica el pecado, y su destino o final será la vida eterna en la futura Patria Celestial, la cual heredaremos cuando Cristo venga en gloria a la tierra para gobernar a todas las naciones (Mt.25:31-46).

Tito Martínez