Por Tito Martínez

20 de junio de 2016

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En el maldito sistema iglesiero apostata, el SIA, se enseña que Jesucristo dio su vida por toda la humanidad, y que él murió por los pecados de todos los seres humanos. En este sencillo estudio bíblico usted va a conocer toda la vedad, y comprobará como Satanás ha engañado a millones de personas santurronas e iglesieras con esa espantosa doctrina totalmente antibiblica y anticristiana.

Vamos a analizar las palabras de Jesús, y también analizaremos los pasajes bíblicos que los apostatas de la verdadera doctrina siempre esgrimen para enseñar esa patraña monstruosa de que Jesús murió por toda la humanidad.

 

 

JESÚS DIJO QUE DARÍA SU VIDA SOLO POR SUS OVEJAS

 

Jesús dijo las siguientes palabras:

 

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas...

... así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

(Jn.10:11, 15, 27-28)

 

Como puede ver, Jesús jamás dijo que él daría su vida por todo el mundo, sino que dijo bien claro que daría su vida únicamente por sus ovejas. Si Jesús hubiera dicho que él daría su vida por el mundo entero, entonces él jamás habría dicho que daría su vida por las ovejas, sino que habría dicho lo siguiente: “pongo mi vida por el mundo entero”, ¡pero eso no fue lo que Jesús dijo!

Ahora bien, ¿quienes son las ovejas de Cristo?, Juan 10:27 lo dice bien claro: LAS OVEJAS DE CRISTO SON LOS QUE OYEN SU VOZ Y LE SIGUEN. El mundo entero no oye la voz de Cristo ni le sigue, por lo tanto, el mundo entero no son las ovejas de Cristo, ni Cristo dio su vida por el mundo entero. Los que enseñan que Jesús murió por toda la humanidad sencillamente están insultando a Cristo llamándole embustero, son verdaderos apostatas de la fe al rechazar esas palabras de Jesús y enseñar todo lo contrario de lo que él dijo. Si Jesús dio su vida por sus ovejas, es decir, por los que le oyen y le siguen, entonces es absolutamente imposible que Jesús diera su vida por toda la humanidad.

Dicho esto, pasemos a analizar los pasajes del Nuevo Testamento que los apostatas de la fe siempre esgrimen para decir que Jesús dio su vida por toda la humanidad.

 

ANÁLISIS DE ALGUNOS PASAJES BIBLICOS CITADOS POR LOS APOSTATAS DE LA FE

 

3 Porque esto es bueno y agradable delante del Poderoso nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque el Poderoso es único, y único también es el mediador entre el Poderoso y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se entregó a sí mismo en rescate por todos, de lo cual el Poderoso dio testimonio en el tiempo señalado. (1Tm.2:3-6, el Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

Ese pasaje dice que el Poderoso desea que todos los hombres sean salvos, pero obviamente pocos serán salvos, y la mayoría se condenarán y serán destruidos, tal como dijo Jesús:

 

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mt.7:13-14).

 

Cuando el apóstol Pablo dijo que Jesucristo hombre se entregó a sí mismo en rescate por todos, obviamente no se refiere a todos los seres humanos, ya que entonces Jesús jamás habría dicho que pocos son los que se salvan, y nadie, por tanto, se condenaría. Entregar la vida en rescate por todos significa dar su vida en rescate por TODAS LAS OVEJAS DE CRISTO, pues recordemos que Jesús dijo que él daría su vida por solo por sus ovejas, no por toda la humanidad.

La palabra “todos” que aparece en 1Timoteo 2:6 se refiere por tanto a todos aquellos que son ovejas de Cristo, que se han arrepentido y siguen a Cristo, de ninguna manera se refiere a toda la humanidad, por la sencilla razón de que Cristo, con su sangre, pagó el rescate o liberación de sus ovejas, es decir, solamente de los que oyen su voz y le siguen. Decir que Jesús pagó el rescate de toda la humanidad es un falso evangelio y una de las doctrinas más diabólicas y monstruosas que alguien pueda enseñar, pues si fuera así, entonces ningún ser humano se condenaría, pero resulta que muchos serán arrojados al lago de fuego, y pocos son los que se salvarán, tal como dijo Jesús.

 

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas IEVE cargó en él el pecado de todos nosotros. (Is.53:5-6).

 

Esa es una profecía de Isaías que habla de Jesús. Dice bien claro que IEVE, el Dios Padre, cargó en él el pecado de “todos nosotros”, es decir, esa profecía enseña que el Mesías sería muerto por los pecados e iniquidades de “todos nosotros”. Ahora bien, cuando esa profecía dice “todos nosotros” ¿se refiere a los pecados de toda la humanidad?. ¡¡no!!, sino que se refiere a los pecados e iniquidades de la NACIÓN DE ISRAEL, Jesús fue condenado a muerte por los judíos, fueron los pecados o maldades de ellos los que le llevaron a la muerte, vamos a comprobarlo:

 

Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. (Is.53:8).

 

Ahí lo tiene, el profeta Isaías dijo que el Mesías sería herido y muerto por la “rebelión de mi pueblo”, es decir, del pueblo de Israel. Fueron los pecados de ellos los que llevaron a la muerte a Jesús, pues fueron ellos quienes le condenaron a muerte. Decir que toda la humanidad llevó a la muerte a Cristo es una total falsedad y una de las mayores mentiras satánicas que se puedan enseñar. Fueron los pecados e iniquidades del pueblo de Israel quienes condenaron a Cristo y le llevaron a la muerte. Por lo tanto, esa doctrina iglesiera y apostata de que Jesús murió por los pecados de toda la humanidad es un satánico y falso evangelio, y los que lo predican están bajo la maldición o anatema del Poderoso celestial, el Padre (Gal.1:6-9). Jesús murió por los pecados de Israel, pues fueron ellos quienes le condenaron a muerte, sin embargo, Jesús dio su vida por los suyos, es decir, por favor de sus ovejas, por aquellos que oyen su voz y le siguen. Esto significa sencillamente que morir por los pecados de alguien, y dar la vida en recate por alguien, SON DOS COSAS MUY DIFERENTES, y esto es algo que el maldito SIA confunde y no entiende. Jesús, repito, fue muerto por los pecados e iniquidades de la nación de Israel, pero él entregó su vida en rescate de todas sus ovejas.

 

1 Mis queridos hijos, os escribo estas cosas, para que no pequéis; pero, si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el cual es verdaderamente justo.

2 Él mismo es el sacrificio que quita nuestros pecados, y no sólo los nuestros sino que también puede quitar los pecados de todo el mundo. (1Jn.2:1-2. Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

Ese pasaje de Juan no dice por ninguna parte que Jesús murió por los pecados de todo el mundo. Lo que dice es que su sacrificio quita nuestros pecados, es decir, borra los pecados de todos los que creemos en Jesús, pero también puede borrar o quitar los pecados de todo el mundo, pero obviamente si ellos se arrepienten. Si ese pasaje dijera que Jesús quita los pecados de todo el mundo, entonces significaría que los pecados de todo el mundo ya han sido perdonados, y por tanto, todo el mundo se salvaría, lo cual sabemos que es totalmente falso, pues muchos se condenarán.

Lo que hace el maldito y satánico sistema iglesiero apostata, el SIA, es pervertir de forma diabólica esas palabras de Juan para enseñar el falso evangelio de que los pecados de todo el mundo ya han sido quitados o borrados. Simplemente lo que dijo Juan es que Cristo perdonó y borró los pecados de los que creemos en él, y también puede hacer lo mismo con los pecados de todo el mundo, pero obviamente si ellos antes se arrepienten y siguen a Cristo. El perdón de pecados no es algo que Dios otorga automáticamente a todo el mundo, sino que antes de tener el perdón de pecados el ser humano se ha de arrepentir genuinamente para recibir ese perdón de pecados (Mt.4:17, Lc.24:47, Hch.2:38, 17:30, 2Tm.2:25). Por lo tanto, cuando ese pasaje de 1Juan 2:2 dice que Jesús es la propiciación por nuestros pecados y también por los pecados de todo el mundo eso no significa que él muriera por todo el mundo, sino que su sacrificio puede perdonar y quitar los pecados de todo el mundo, ¡¡pero de todo aquel que antes se ARREPIENTA de forma genuina de sus pecados!!. Jesús fue bien claro en Juan 10 que él daría su vida solamente por sus ovejas, no por todo el mundo. Son solamente los que oyen la voz de Cristo y los que le siguen los que reciben el perdón de todos sus pecados y la vida eterna.

 

6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió a favor de los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno se atreva a morir a favor de uno bueno. 8 Mas el Poderoso muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió a favor de nosotros (Ro.5:6-8. Nuevo Testamento de los santos de Dios)

 

Ese pasaje de Pablo no dice por ninguna parte que Jesús murió por el mundo entero. Lo que dice es que Jesús murió a favor de los impíos. Ahora bien, cuando ese pasaje habla de los impíos se está refiriendo a los impíos que CREERÍAN EN ÉL. Por eso es que Pablo, en el verso 8, dijo que el Poderoso mostró su amor para con NOSOTROS, es decir, se está refiriendo a nosotros, los santos de Dios, los que hemos creído en Jesús, el cual murió a favor nuestro. Cuando Pablo dijo “nosotros” no se estaba refiriendo a todo el mundo, sino a los destinatarios de esa carta a los romanos, es decir, a todos los verdadero cristianos, los cuales somos ovejas de Cristo pues le seguimos. Si la palabra “nosotros” se refiriera a todo el mundo, entonces Pablo no habría escrito esa carta solamente a los cristianos de Roma, sino que la habría escrito a todos los seres humanos.

Jesucristo murió a favor únicamente de los suyos, es decir, de sus ovejas. Solo un vulgar embustero y apostata de la fe podría enseñar esa doctrina satánica de que Jesús dio su vida por el mundo entero, pues si así fuera, entonces Jesús jamás habría dicho que él daría su vida solamente por sus ovejas, sino que habría dicho que él daría su vida por el mundo entero.

 

1 Pero en Israel también hubo falsos profetas, tal como habrá falsos maestros entre vosotros. Ellos les enseñarán con astucia herejías destructivas y hasta negarán al Amo, quien los compró. Esto provocará su propia repentina destrucción. (2Pe.2:1. Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

Ese pasaje de Pedro no dice por ninguna parte que Jesús murió por toda la humanidad. Ese pasaje simplemente habla de apostatas de la fe, los cuales conocieron la verdad pero luego la rechazan enseñando doctrinas diabólicas y destructivas. Estos falsos maestros que reniegan de Jesucristo fueron comprados por Cristo con su sangre, sin embargo, ellos se condenarán por haber apostatado de la fe y por enseñar doctrinas falsas y perversas. Lo que dijo Pedro en ese pasaje es sencillamente que los apostatas se condenarán, pero en ninguna parte dice que Jesús dio su vida por todo el mundo.

 

9 pero vemos a Jesús quien por breve tiempo fue menor que los mensajeros, ostentando ahora la corona de resplandor y honor que el Poderoso le dio por haber padecido la muerte a favor de todos. 10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos hacia el estado resplandeciente, perfeccionase por medio del sufrimiento al jefe de la salvación de ellos. 11 Porque el que los aparta para él y los que son apartados para el Poderoso, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos. (Heb.2:9-11. Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

Como puede ver, ese pasaje tampoco dice por ninguna parte que Jesús dio su vida por toda la humanidad. Lo que dice es que Jesús padeció la muerte por “todos”, pero cuando dice “todos” más adelante dice bien claro quienes son esos “todos”: ¡¡son los hijos de Dios, los santos de Dios, los hermanos de Jesús!!. Los hijos de Dios no son todos los seres humanos, sino solamente los que creen en el nombre de Jesucristo (Jn.1:12-13), ellos son los únicos santos de Dios, pues han sido apartados para él, ellos son los hermanos pequeños de Jesús. El Señor Jesucristo sencillamente dio su vida por todos ellos, los santos de Dios, pero no dio su vida por todo el mundo.

 

20 Con Cristo estoy juntamente clavado en el madero de tormento, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la verdadera doctrina del Hijo del Poderoso, el cual me amó y se entregó a sí mismo a favor mío. (Gal.2:20. Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

Ese pasaje de Pablo tampoco dice por ninguna parte que Jesús se entregó por el mundo entero. Lo que dijo el apóstol Pablo es que Jesús se entregó POR ÉL, murió a favor de Pablo, ¡no dice que murió a favor del mundo entero!

Por consiguiente, no se deje engañar por el maldito SIA, el sistema iglesiero apostata. Son ellos los que se inventaron esa doctrina perversa de que Jesús dio su vida por el mundo entero, sin embargo, en este sencillo estudio bíblico he demostrado de forma clara e irrefutable cuan diabólica es esa doctrina.

No le crea usted a esos falsos pastores y falsos evangelistas que predican esa gran mentira de que Cristo murió por toda la humanidad, y si usted forma parte de alguna de esas iglesias apostatas que enseñan esa espantosa mentira, salga corriendo de esa iglesia falsa, la cual forma parte de Babilonia la Grande, pues si no lo hace, será destruido juntamente con ella.

Obedezca usted lo que Dios dice:

 

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y el Poderoso se ha acordado de sus maldades (Ap.18:4-5. Nuevo Testamento de los santos de Dios).

 

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