Ampliado el 12 de junio de 2023

 

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En Internet he encontrado la siguiente definición sobre el prójimo:

 

Se puede considerar como prójimo a todo ser humano: el prójimo —al que según Jesús de Nazaret hay que amar— es «el otro», sea o no hermano. Al encontrarse dos seres humanos, son prójimo el uno del otro, independientemente de sus relaciones de parentesco o lo que uno de ellos pueda pensar del otro.

 

Esa definición sobre la palabra prójimo es exactamente la misma que es enseñada por prácticamente todo el sistema iglesiero apóstata, el SIA.

Millones de iglesieros santurrones e hipócritas que dicen llamarse cristianos enseñan exactamente eso. Según ellos nuestro prójimo es cualquier ser humano, es decir, según esta gente engañada por Satanás nuestro prójimo son incluso los asesinos, los ladrones, los violadores, los estafadores, los mentirosos, los idólatras, etc. Satanás les ha metido en la cabeza de que el prójimo son cada uno de los seres humanos que hay en el planeta, pero la pregunta es: ¿es eso lo que enseña la Biblia?

En este pequeño estudio bíblico voy a demostrar de forma clara e irrefutable quien es para los verdaderos cristianos nuestro prójimo. Vamos a leer y a comentar un buen montón de pasajes bíblicos donde se habla del prójimo y le aseguro que se va llevar una gran sorpresa ya que es algo muy diferente a lo que le han enseñado todos los falsos ministros de Cristo en esas iglesias falsas y apóstata del SIA.

En este librito de estudio también vamos a leer y a explicar lo que enseñó Jesús en la famosa parábola del buen samaritano, en la cual también se habla del prójimo.

En primer lugar, vamos a ir al Antiguo Testamento y vamos a ver qué enseña la palabra de Dios sobre el prójimo.

 

1

EL PRÓJIMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

La palabra prójimo aparece por primera vez en la Biblia en el siguiente pasaje:

 

Éxo 2:13 Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable: —¿Por qué golpeas a tu prójimo?

 

Nota: todas las citas bíblicas de este estudio las he tomado de la Reina Valera Actualizada (RVA)

 

Como puede ver el pasaje dice bien claro que eran dos hebreos los que estaban peleando, es decir, eran hermanos de raza del mismo pueblo de Israel. Entonces Moisés preguntó al culpable que por qué estaba golpeando a su prójimo, es decir, estaba golpeando a otro hijo del pueblo de Israel. Esto demuestra de forma irrefutable que para los israelitas el prójimo de ninguna manera eran los egipcios y demás gentiles, sino que solamente eran los hijos de Israel.

 

Lev 19:16 "‘No andarás calumniando en medio de tu pueblo. "‘No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo, Jehovah.

Lev 19:17 "‘No aborrecerás en tu corazón a tu hermano. Ciertamente amonestarás a tu prójimo, para que no cargues con pecado a causa de él.

Lev 19:18 "‘No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehovah.

 

El pasaje bíblico anterior es claro e irrefutable, se refiere a la ley que Dios entregó a Israel y la palabra prójimo que ahí aparece se refiere solamente a los hijos del pueblo de Israel, es decir, el prójimo para un israelita era sencillamente su hermano de raza, es decir, otro israelita.

¡¡Dios jamás dijo en su ley dada al pueblo de Israel que el prójimo fueran todos los seres humanos de la tierra!!

Busque usted todos los versículos del Antiguo Testamento donde aparece la palabra “prójimo” y verá que siempre se refiere a los israelitas. El prójimo para un israelita era sencillamente otro israelita, de ninguna manera eran los gentiles. Dios jamás dijo en su santa ley esa estupidez de que los gentiles eran también el prójimo para el pueblo de Israel.

Exactamente la misma enseñanza que vemos en el Antiguo Testamento también se enseña en el Nuevo Testamento sobre el asunto del prójimo. Vamos a comprobarlo en el siguiente capítulo.

 

2

EL PRÓJIMO EN EL NUEVO TESTAMENTO

 

Jesús enseñó exactamente lo mismo que enseña el Antiguo Testamento sobre la palabra “prójimo”.

Veamos lo que dijo Jesús:

 

Mat 22:39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

 

Jesús en esas palabras estaba citando la ley de Dios, es lo mismo que aparece en Levítico 19:18, es decir, Jesús enseñaba lo mismo que dice la ley de Dios, es decir, que el prójimo son los hijos de Israel y no tiene que ver nada con los gentiles. Por consiguiente, esa doctrina de que Jesús enseñó que el prójimo son todos los seres humanos es una repugnante y perversa doctrina de demonios enseñada por falsos cristianos y falsos maestros, ya que Jesús enseñaba exactamente lo mismo que dice la ley de Dios dada por medio de Moisés al pueblo de Israel.

La enseñanza de Jesús sobre el prójimo la vemos claramente explicada en la parábola del buen samaritano, la cual vamos a leer y estudiar seguidamente.

Esta parábola de Jesús es uno de los textos bíblicos más falsificados y pervertidos por millones de falsos cristianos los cuales enseñan la mentira de que el prójimo son todos los seres humanos.

Veamos lo que enseñó Jesús en esta parábola:

 

Luc 10:26 Y él le dijo: —¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

Luc 10:27 Él le respondió diciendo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Luc 10:28 Le dijo: —Has respondido bien. Haz esto y vivirás.

Luc 10:29 Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

Luc 10:30 Respondiendo Jesús dijo: —Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto.

Luc 10:31 Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo.

Luc 10:32 De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo.

Luc 10:33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él; y al verle, fue movido a misericordia.

Luc 10:34 Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él.

Luc 10:35 Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva."

Luc 10:36 ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?

Luc 10:37 Él dijo: —El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: —Vé y haz tú lo mismo.

 

En las iglesias falsas y apóstatas nos han enseñado siempre que esa parábola de Jesús enseña que nuestro prójimo son todos los seres humanos, sin embargo, eso no lo enseña esa parábola de Jesús por ninguna parte, sencillamente millones de falsos maestros y falsos pastores han falsificado las palabras de Jesús que encontramos en esa parábola del buen samaritano. Ponga mucha atención:

 

1- Observe como Jesús estaba citando la ley de Dios que dice amarás a tu prójimo como a ti mismo. Más arriba ya estuvimos viendo que el prójimo para los israelitas eran solamente sus hermanos de raza, es decir, los propios israelitas.

 

2- Un judío religioso maestro de la ley puso a prueba a Jesús, porque él quería saber si Jesús enseñaba todo lo contrario de lo que dice la ley, entonces ese judío conocedor de la ley le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para poseer la vida eterna. Entonces Jesús le respondió citando la ley, la cual dice que hay que amar a Dios, es decir, al Dios Padre, con todo el corazón, con toda el alma, con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra mente, y el segundo mandamiento es amar al prójimo como a uno mismo, es decir, amar al prójimo que es semejante a uno mismo, ya que la palabra “como” es lo mismo que “semejante”.

Jesús no dijo por ninguna parte que tengamos que amar a los malvados impíos, sino que dijo que tenemos que amar al prójimo semejante a uno mismo, y ya vimos más arriba cuál es el prójimo para los israelitas, para un israelita el prójimo era sencillamente otro israelita, jamás eran los gentiles.

 

3- El maestro de la ley judío le preguntó a Jesús que quien era su prójimo.

Por supuesto que el maestro de la ley sabía perfectamente lo que dice la ley de Dios y él sabía muy bien quién es el prójimo, tal como dice el Antiguo Testamento. Simplemente el rabino judío le hizo esa pregunta Jesús para probarle, ya que él quería saber si Jesús enseñaba lo mismo que dice la ley de Dios sobre el tema del prójimo.

 

4- Entonces Jesús comenzó a contar una parábola que es la del buen samaritano, y en esa parábola Jesús explicó bien claro quién es el prójimo para los judíos.

Jesús dijo que cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó. El hecho de que ese hombre viviera en Jerusalén significa que él era judío, de ninguna manera era un gentil pagano e idólatra, simplemente él hizo un viaje desde Jerusalén a Jericó.

Ese judío de Jerusalén en el camino hacia Jericó fue atacado por unos bandidos ladrones los cuales le robaron la ropa y le dieron una paliza y le dejaron medio muerto.

Entonces resulta que descendió también de Jerusalén a Jericó un sacerdote judío y al ver al otro judío que estaba medio muerto pasó de largo y no tuvo misericordia de él ni le ayudó. Ese sacerdote judío impío estaba quebrantando la propia ley de Moisés, la cual dice que tienen que amar al prójimo como a uno mismo, es decir, la ley de Dios dice que tienen que amar a sus propios hermanos israelitas y ayudarles, sin embargo, ese hipócrita y santurrón sacerdote judío no hizo caso a la ley de Dios y pasó completamente de largo sin ayudar a su hermano israelita que estaba medio muerto en el camino.

Entonces también pasó por el camino un levita que también era judío y al ver a su hermano judío procedente de Jerusalén tirado en el camino medio muerto también pasó de largo y no tuvo misericordia con él, por lo tanto, ese levita judío también estaba quebrantando el mandamiento de Dios al no ayudar a su hermano judío que habían dado una paliza y necesitaba ayuda, es decir, ese hipócrita levita no quiso tener misericordia con su prójimo, es decir, con su hermano de raza que también era del pueblo de Israel, y por lo tanto, el levita también estaba quebrantando la santa ley de Dios.

 

5- Jesús dijo entonces que por el camino apareció también otro hombre, pero este era un samaritano, y al ver al judío que habían dado la paliza y que estaba medio muerto tuvo misericordia de él, curó sus heridas y lo llevó a una posada para que reposara y se recuperara de la paliza que le dieron, dando incluso dinero al posadero para pagar su estancia.

Entonces Jesús preguntó al maestro de la ley que cuál de los tres israelitas había sido el prójimo del judío al cual habían dado la paliza. La respuesta lógica del maestro de la ley es que el prójimo fue el samaritano que había tenido misericordia de ese hombre al cual habían dado la paliza. Entonces Jesús le dijo a ese judío maestro de la ley que hiciera él lo mismo, o dicho en otras palabras, le dijo que cumpliera lo que dice la ley de amar al prójimo como a uno mismo.

 

6- Ahora ponga mucha atención, resulta que los samaritanos también eran israelitas.

Jesús de ninguna manera estaba hablando de un gentil pagano e idólatra, sino de un israelita habitante de Samaria, los cuales también eran hijos de Israel, la única diferencia es que los samaritanos adoraban en un templo en Gerizin, mientras que los judíos adoraban en el templo de Jerusalén (Jn.4:20), pero los samaritanos seguían la misma ley de Dios dada por medio de Moisés, por eso, entre los israelitas samaritanos y los israelitas judíos de Jerusalén había una rivalidad y enemistad, pero todos ellos descendían de Israel, formaban parte del mismo pueblo hebreo.

El samaritano de la parábola era, por tanto, un israelita que ayudó y tuvo misericordia con otro israelita que necesitaba ayuda, y por lo tanto ese buen samaritano misericordioso estaba cumpliendo perfectamente la ley de Dios cuando dice amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Si usted aún cree que los samaritanos no son también israelitas, veamos lo que dice la Wikipedia sobre el pueblo samaritano, que aún existen hoy en día en Israel. El artículo lo puede leer completo en esta dirección:

https://es.wikipedia.org/wiki/Samaritanos

En él se dice lo siguiente:

 

Los samaritanos (en hebreo שומרונים (Shomronim) en árabe السامريون (as-Sāmariyyūn) son un grupo étnico y religioso que se considera descendiente de las doce tribus de Israel. Hablan árabe o hebreo moderno. Para sus ceremonias religiosas utilizan el hebreo samaritano o el arameo samaritano.

Según la tradición, son descendientes de Manasés y Efraím, hijos de José.

En el año 740 a. C. los asirios conquistaron a las diez tribus de Israel. La Biblia cuenta que el pueblo original marchó al exilio (en realidad solo la élite intelectual) y fue reemplazado por gente foránea a quien se le dio cierta instrucción religiosa similar a la judía. Aunque el nuevo pueblo samaritano originado con esta mezcla, reconocía la Torá, fue despreciado por el pueblo judío. En realidad solo la élite eclesiástica e intelectual sufrió el exilio asirio. Al sustraerse del pueblo a los depositarios del saber más ortodoxo, este generó liderazgos con una tradición judaica, pero distinguida de la ortodoxia reemplazada, lo que fue explicado por las élites desarraigadas como una mezcla ilegítima.

Creencias.

Artículo principal: Samaritanismo

El Memar Marqah es el texto más importante para los samaritanos, después del Pentateuco y es la fuente teológica más antigua de la tradición samaritana. Formula cinco creencias fundamentales.

Solo Yahveh es Dios y no hay nadie como Él.

Moisés fue el profeta por excelencia elegido por Dios.

Observar la Ley dada por Yahveh a Moisés. Los samaritanos son guardianes de la Ley.

El monte Garizim o Guerizín es santo, la casa de Dios (Génesis), lugar escogido por Él para su santuario, el ombligo del mundo (Jueces).

La venida del Ta'eb, el restaurador de todas las cosas, iniciará la época de la venganza y recompensa. El santuario del monte Garizim será restaurado, los impíos serán destruidos y los justos serán premiados (Deuteronomio 32:35).

 

Como puede ver, los samaritanos son también israelitas, guardan la ley de Dios dada por medio de Moisés, y descienden de las tribus de Efraín y Manasés, hijos de José.

Por consiguiente, el buen samaritano de la parábola era un ISRAELITA QUE ESTABA AYUDANDO A OTRO ISRAELITA, tal como Dios dice en la ley dada a Israel, de amar al prójimo como a uno mismo.

Por supuesto que el samaritano sabía que ese hombre maltratado era judío, ya que VIVÍA EN JERUSALÉN, pues él descendía del camino que va de Jerusalén a Jericó, indicando así que el hombre apaleado era un judío, sin embargo, el samaritano tuvo misericordia de él tal como enseña Dios en la ley de Moisés, mientras que los otros judíos religiosos no tuvieron misericordia de él ni le ayudaron.

 

7- Por lo tanto, cuando en las iglesias falsas y apóstatas citan esta parábola del buen samaritano para enseñar la mentira satánica de que el prójimo son todos los seres humanos, sencillamente están falsificando esa parábola de Jesús y enseñando algo que es todo lo contrario

de lo que enseñó Jesús y de lo que enseña la santa ley de Dios sobre el tema del prójimo.

En el siguiente capítulo vamos a ver qué es lo que enseñó el apóstol Pablo sobre este asunto del prójimo, para que vea cómo mienten las iglesias y cómo mienten millones de falsos cristianos y falsos pastores.

 

3

EL PRÓJIMO SEGÚN EL APÓSTOL PABLO

 

El apóstol Pablo enseñó exactamente lo mismo que enseña la ley de Dios sobre el tema del prójimo, y también enseñó lo mismo que enseñó Jesús, es decir, para el apóstol Pablo el prójimo es solamente el HERMANO EN LA FE, es decir, los que pertenecen a la misma familia de Dios, que es la Iglesia de Cristo. ¡¡No existe ni un solo pasaje de Pablo donde él enseñara esa patraña y doctrina de demonios de que nuestro prójimo son todos los seres humanos!!, vamos a comprobarlo:

 

Rom 13:8 No debáis a nadie nada, salvo el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley.

Rom 13:9 Porque los mandamientos—no cometerás adulterio, no cometerás homicidio, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento— se resumen en esta sentencia: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

 

Como puede ver, Pablo escribió esa epístola SOLAMENTE A LOS HERMANOS EN LA FE, a la iglesia de Roma, de ninguna manera Pablo estaba escribiendo a todos los seres humanos del mundo, y él dijo bien claro que los hermanos en la fe hemos de amarnos los unos a los otros, y eso es lo que significa el amor al prójimo, y quien ama a sus hermanos en la fe, es decir, al prójimo, ha cumplido la ley de Dios. Pablo en ninguna parte dijo que nuestro prójimo fueran todos los seres humanos.

 

Rom 15:2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para el bien, con miras a la edificación.

 

El apóstol Pablo enseñó bien claro que debemos de agradar a nuestro prójimo para el bien, con el objetivo de edificarle en la fe, indicando así que se está refiriendo solamente a los hermanos en la fe, de ninguna manera se refiere a todos los seres humanos, ni tampoco a nuestros enemigos, ya que es la Iglesia de Cristo los que somos edificados en la fe, es decir, en la verdadera doctrina.

 

Gál 5:13 Vosotros fuisteis llamados a la libertad, hermanos; solamente que no uséis la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, servíos los unos a los otros por medio del amor,

Gál 5:14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Gál 5:15 Pero si os mordéis y os coméis los unos a los otros, mirad que no seáis consumidos los unos por los otros.

 

Una vez más el apóstol Pablo estaba hablando solamente a los hermanos en la fe de las iglesias de Galacia, y les dijo que se sirvieran los unos a los otros por medio del amor y luego dijo que estos hermanos en la fe son nuestro prójimo a los que tenemos que amar.

Decir que Pablo se estaba refiriendo a todos los seres humanos del mundo cuando habló del prójimo es una repugnante y perversa doctrina satánica enseñada por millones de falsos cristianos engañados por el diablo.

 

Efe 4:24 y vestíos del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad.

Efe 4:25 Por lo tanto, habiendo dejado la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.

 

Una vez más el apóstol Pablo enseñó lo mismo, nuestro prójimo son los verdaderos hermanos en la fe, pues somos miembros los unos de los otros, de ninguna manera estaba hablando de todos los seres humanos del planeta, ni tampoco de nuestros enemigos.

Por lo tanto, aquellos falsos pastores y falsos maestros que enseñan la doctrina de que el prójimo se refiere a todos los seres humanos o a nuestros enemigos están enseñando todo lo contrario de lo que enseña la Biblia, es todo lo contrario de lo que enseña Cristo y es todo lo contrario de lo que enseñó el apóstol Pablo. Sencillamente son falsos pastores engañados por Satanás, el padre de la mentira, los cuales se disfrazan como ministros de Cristo.

En este estudio bíblico ya vimos claramente lo que enseñó Jesús en la parábola del buen samaritano, dando la interpretación correcta y verdadera de esa parábola, la cual ha sido tan falsificada y pervertida por todos estos falsos maestros y falsos pastores iglesieros.

Amar al prójimo, como ya hemos visto, significa amar al próximo, es decir, al que está cercano a nosotros y que pertenece a nuestra misma fe, de ninguna manera significa que tengamos que amar a todos los seres humanos del planeta ni a los malvados enemigos nuestros.

Esto por supuesto de ninguna manera significa que tengamos que odiar a nuestros enemigos malvados, ni que tengamos que matarlos, simplemente hemos de orar por ellos para que se arrepientan y pueden alcanzar la salvación eterna, tal como enseñó Jesús (Mt. 5:44, Lc.6:27, 35).

El Señor Jesús enseñó bien claro como hemos de amar a nuestros enemigos, él se estaba refiriendo a no vengarnos de ellos y a orar por ellos para que se arrepientan. Pero Jesús jamás de los jamases enseñó esa espantosa mentira diabólica de que nuestro prójimo sean nuestros enemigos o que sean todos los seres humanos, al contrario, Jesús enseñó exactamente lo mismo que enseña la santa ley de Dios sobre el tema del prójimo, y el apóstol Pablo igualmente enseñó lo mismo que dice la ley de Dios y lo mismo que enseñó Jesús.
Por lo tanto, no se deje engañar por estos falsos pastores disfrazados de cristianos que enseñan la doctrina de demonios de que nuestro prójimo se refiere a nuestros enemigos y a todos los seres humanos, eso es una espantosa mentira diabólica enseñada por los apóstatas de la fe que rechazan la Biblia y la doctrina de Cristo.

 

 

5

EL QUE NO AMA A SU HERMANO ES UN HOMICIDA

 

Ya hemos visto en este librito de estudio quien es nuestro prójimo, es sencillamente nuestro hermano en la fe.

Jesús dijo a sus discípulos que nos amemos unos a otros como él nos amó, ese es el nuevo mandamiento que Jesús nos dio (Jn.13:34), y el que no ama a su hermano en la fe, a su prójimo, no es de Dios ni ha conocido a Dios, vamos a leerlo:

 

1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

1Jn 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

 

Incluso hay falsos pastores que ODIAN o aborrecen a otros verdaderos cristianos, esos falsos ministros de Cristo y falsos cristianos son homicidas y permanecen en muerte, tal como dijo el apóstol Juan:

 

1Jn 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

1Jn 3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

 

Por consiguiente, no es solo tener la verdadera doctrina lo que nos salvará, sino también el amor que tengamos a los verdaderos hermanos en la fe, es decir, a nuestro prójimo, pero si estamos insultando siempre a algún hermano en la fe, o le aborrecemos, tenga por seguro que usted no es un verdadero cristiano ni tampoco tendrá la vida eterna, sino que permanece en muerte y jamás podrá heredar la vida eterna en el reino de Dios.

 

 

6

OBJECIONES CONTESTADAS

 

En este estudio bíblico ya vimos que muchos de los samaritanos eran israelitas, descendientes de las tribus de Efraín y de Manasés, sin embargo, entre los samaritanos había también extranjeros, es decir, gentiles que vivían en ese territorio de Samaria, y estos extranjeros también eran llamados samaritanos.

Samaria era una región donde extranjeros estaban mezclados entre los israelitas samaritanos. Esto lo vemos claramente en el siguiente pasaje:

 

Luc 17:11 Aconteció que yendo a Jerusalén, pasaba por Samaria y Galilea.

Luc 17:12 Cuando entró en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos

Luc 17:13 y alzaron la voz diciendo: —¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!

Luc 17:14 Cuando él los vio, les dijo: —Id, mostraos a los sacerdotes. Aconteció que mientras iban, fueron limpiados.

Luc 17:15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, volvió glorificando a Dios en alta voz.

Luc 17:16 Y se postró sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias. Y éste era samaritano.

Luc 17:17 Y respondiendo Jesús dijo: —¿No eran diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?

Luc 17:18 ¿No hubo quién volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero?

 

Esto de ninguna manera significa que todos los samaritanos fueran extranjeros, simplemente ese leproso que fue curado por Jesús era un samaritano extranjero, ya que esa región de Samaria estaba habitada por samaritanos de origen israelita, y samaritanos de origen gentil o extranjero.

Observe que en la parábola del buen samaritano Jesús no dijo por ninguna parte que ese samaritano misericordioso fuera extranjero, sin embargo, el samaritano de Lucas 17:16-18 Jesús dijo que sí era extranjero, indicando así que los extranjeros estaban mezclados con los israelitas samaritanos.

Samaritanos que sí eran israelitas, descendientes de las tribus de Efraín y Manasés los vemos, por ejemplo, en el samaritano de la parábola del buen samaritano, o por ejemplo en la mujer samaritana con la cual estuvo hablando Jesús (Jn.4:3-42).

Observe lo que dijo esa mujer samaritana:

 

Jua 4:12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob quien nos dio este pozo y quien bebió de él, y también sus hijos y su ganado?

 

Jua 4:25 Le dijo la mujer: —Sé que viene el Mesías—que es llamado el Cristo—. Cuando él venga, nos declarará todas las cosas.

 

Como puede ver, esa samaritana era israelita, descendiente de Abraham, Isaac y Jacob, y ella esperaba la venida del Mesías, indicando así que ella de ninguna manera era una gentil o extranjera, sino una israelita habitante de Samaria, como lo eran todos los de ese pueblo, pero luego había otros samaritanos que sí eran extranjeros, como el leproso curado por Jesús. Por lo tanto, los que enseñan que el buen samaritano de la parábola era un extranjero están mintiendo, primero porque en ninguna parte dijo Jesús que ese buen samaritano fuera extranjero, y en segundo lugar, había muchos samaritanos que sí eran israelitas, descendientes de Jacob. Por lo tanto, Samaria era una región habitada tanto por israelitas, como por extranjeros, los cuales vivían mezclados, pero es totalmente falso decir que todos los samaritanos eran extranjeros.

Si encuentro más objeciones a este estudio bíblico las iré comentado en este apartado.

 

 

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