Por Tito Martínez

16 de abril de 2015

 

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Hoy he entrado en mi foro de debates y he leído un escrito de un forista llamado Romeo, y que entra en mi foro con el Nick de Porque77. El escrito de ese forista lo puede leer siguiendo este enlace: http://www.gabitos.com/cristianos/template.php?nm=1429169892

En esta respuesta que le voy a dar a ese sujeto todos vamos a ver como lo que él dice en dicho escrito es absolutamente falso, satánico, perverso y retorcido. El estilo literario de dicho sujeto es el mismo estilo que tiene Satanás, ¡porque el diablo también conoce muy bien la Biblia y la cita muchas veces!!. Satanás le citó, por ejemplo, algunos pasajes bíblicos a Jesús, cuando fue tentado por el diablo en el desierto por 40 días. Pues exactamente hacen lo mismo los hijos de Satanás, ellos se pueden saber montones de pasajes bíblicos de memoria, sin embargo, eso no significa nada, eso no demuestra de ninguna manera que ellos serán realmente cristianos, pues lo que hacen es pervertir y retorcer de forma satánica esos pasajes bíblicos, para darles una interpretación absolutamente falsa y perversa, enseñando doctrinas de demonios. Así es como actúa el diablo, y así es como actúan los hijos del diablo, como es el caso de ese tal Romeo.

Seguidamente voy a ir respondiendo a los argumentos falsos y satánicos que el tal Romeo esgrime en su asqueroso escrito:

 

1- LAS LEYES FUERON DADAS POR DIOS.

 

El embustero Romeo afirma con todo desparpajo que Jesús ABOLIÓ las leyes dadas por medio de Moisés y que se encuentran en lo que llamamos el “Antiguo Testamento”. Él dice la siguiente salvajada perversa:

 

Esas leyes están escritas en el viejo testamento judío, pero Jesucristo las abolió, y las abolió sencillamente porque no eran mandamientos de Dios.

 

Observe como ese hijo del diablo llamado Romeo afirma dos cosas abominables: una, que Jesús abolió (abrogó) esas leyes, y dos, que esas leyes no eran de Dios, es decir, que no fueron dadas por Dios.

Cualquier persona que conozca un mínimo la Biblia sabe refutar esa mentira asquerosa de ese hijo del diablo llamado Romeo.

Leamos atentamente estas palabras dichas por el propio Jesús:

 

Mat 5:17  No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;  no he venido para abrogar,  sino para cumplir.

Mat 5:18  Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra,  ni una jota ni una tilde pasará de la ley,  hasta que todo se haya cumplido.

 

Veamos como traduce ese pasaje esta otra versión bíblica, la BLS:

 

"No crean que vine a quitar la ley ni a decir que la enseñanza de los profetas ya no vale. Al contrario: vine a darles su verdadero valor.

 

Ahí lo tiene bien claro, Jesús dijo que él no vino para abrogar, abolir o quitar la ley, sino para cumplir, y además dijo también que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se cumpla, indicando así que todas esas leyes de Dios seguirán existiendo mientras exista el actual cielo y la actual tierra. Ahora bien, ¿por qué entonces ese hijo del diablo llamado Romeo enseña todo lo contrario, diciendo que Jesús vino a abolir algunas de las leyes de Dios?, pues lo dice porque Satanás su padre le ha metido esa gran mentira en su cabeza y le ha cegado totalmente. El se hace pasar por seguidor de Jesucristo, ¡pero es mentira!, pues enseña todo lo contrario de lo que dijo Jesús, y lo peor es que está llamando a Jesús mentiroso.

Después ese sujeto llamado Romeo dice que esas leyes que aparecen en el tanak (el Antiguo Testamento) no eran de Dios, dice que no eran mandamientos de Dios.

Vamos a ver, desde luego hay que ser perverso, descerebrado y mentiroso patológico para decir semejante mentira satánica y semejante burrada.

Y yo le pregunto a ese perverso gilipollas, y si esas leyes no eran de Dios, ¿de quien eran entonces?, ¿acaso enseña él que esas leyes eran de Satanás?, ¿o enseña que esas leyes eran humanas?.

Cualquiera que lea un mínimo la Biblia podrá ver que todas esas leyes y mandamientos dados por medio de Moisés procedían de Dios, IEVE. Por ejemplo, cuando el Dios de Israel, IEVE, entregó a Moisés los Diez Mandamientos el propio Dios comienza diciendo esto:

 

Éxo 20:1  Y habló Dios todas estas palabras,  diciendo:

Éxo 20:2  Yo soy IEVE tu Dios,  que te saqué de la tierra de Egipto,  de casa de servidumbre.

 

Como puede ver, fue Dios quien dio esas leyes a Israel. Romeo miente como un vulgar hijo de Satanás cuando afirma que esos mandamientos no eran de Dios. Esos mandamientos ni eran de Satanás, ni eran mandamientos humanos, ¡¡sino mandamientos dados por el único Dios verdadero, el Padre celestial: IEVE!!.

El mentiroso y analfabeto bíblico Romeo dice que solamente Jesús nos enseñó los verdaderos mandamientos de Dios, él dice que Jesús se opuso a ese mandamiento bíblico de “no matarás”, que aparece en la santa ley de Dios, por ejemplo en Éxodo 20:13. Pero lo que ese embustero ignora es que esa es una mala traducción, pues la correcta es “NO ASESINARÁS”, es decir, no quitarás la vida de forma injusta a un inocente, tal como lo han traducido otras versiones biblicas.

En toda la Biblia se enseña bien claro la pena de muerte, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El propio Jesús JAMÁS se opuso a la ley del “no asesinarás”, y sus apóstoles también estaban a favor de la pena de muerte contra los malvados. El propio apóstol Pablo dijo bien claro que las autoridades civiles tienen la “espada”, y son autoridades establecidas por Dios para castigar al que hace lo malo, y además dijo que esas autoridades civiles van armados y son siervos de Dios, leamos el pasaje enterito:

 

Rom 13:1  Sométase toda persona a las autoridades superiores;  porque no hay autoridad sino de parte de Dios,  y las que hay,  por Dios han sido establecidas.

Rom 13:2  De modo que quien se opone a la autoridad,  a lo establecido por Dios resiste;  y los que resisten,  acarrean condenación para sí mismos.

Rom 13:3  Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien,  sino al malo.  ¿Quieres,  pues,  no temer la autoridad?  Haz lo bueno,  y tendrás alabanza de ella;

Rom 13:4  porque es servidor de Dios para tu bien.  Pero si haces lo malo,  teme;  porque no en vano lleva la espada,  pues es servidor de Dios,  vengador para castigar al que hace lo malo.

Rom 13:5  Por lo cual es necesario estarle sujetos,  no solamente por razón del castigo,  sino también por causa de la conciencia.

 

La espada en esa época era para castigar a los malvados, cortándoles la cabeza. Por lo tanto, Pablo y el resto de los apóstoles estaban a favor de la pena de muerte contra los malvados, de la misma forma que Jesús también estaba a favor de la pena de muerte, ¡¡él nunca habló en contra de la pena de muerte dada por Dios a través de Moisés!!.

Cuando Jesús dijo a sus discípulos que amemos a nuestros enemigos, observe que Jesús no se lo estaba diciendo a todo el mundo, sino SOLO A SUS DISCÍPULOS, y el amar a los enemigos de ninguna manera significa que hemos de estar en contra de la pena de muerte, lo que significa es que hemos de orar por ellos, haciendo el bien a los que nos persiguen y ultrajan (Mt.5:44). Si Jesús hubiera estado en contra de la pena de muerte entonces él jamás habría dicho estas tremendas palabras:

 

Luc 19:27  Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos,  traedlos acá,  y decapitadlos delante de mí.

 

Jesús jamás se opuso a la pena de muerte contra los malvados. Eso que dice ese embustero e hijo de Satanás llamado Romeo es una burda mentira del diablo, ese sujeto está llamando mentiroso al propio Jesús. Dios el Padre estableció la pena de muerte para todo el que hace lo malo, porque las autoridades civiles fueron establecidas por Dios para castigar al que hace lo malo, no para el que hace lo bueno.

Una vez un intérprete de la ley fue a Jesús, leamos el pasaje:

 

Mat 22:34  Entonces los fariseos,  oyendo que había hecho callar a los saduceos,  se juntaron a una.

Mat 22:35  Y uno de ellos,  intérprete de la ley,  preguntó por tentarle,  diciendo:

Mat 22:36  Maestro,  ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?

Mat 22:37  Jesús le dijo:  Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,  y con toda tu alma,  y con toda tu mente.

Mat 22:38  Este es el primero y grande mandamiento.

Mat 22:39  Y el segundo es semejante:  Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Mat 22:40  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

 

Como puede ver, Jesús jamás habló en contra de la ley de Dios. Romeo es un hijo de Satanás mentiroso que pervierte la Palabra de Dios.

Si Jesús se hubiera puesto en contra de algunas de las leyes de Dios dadas por medio de Moisés, entonces él jamás habría dicho esas palabras, sino que habría dicho algo semejante a esto: “esas leyes no fueron dadas por Dios, sino que eran leyes falsas e injustas, yo he venido a daros la verdadera ley”. Sin embargo, Jesús jamás dijo semejante burrada, él citó esas leyes de Dios, esos mandamientos de Dios, diciendo que los dos mayores mandamientos son el amar al Dios de Israel con todo el corazón, alma y mente, y el segundo es amar al prójimo (al cercano) como a uno mismo, y de esos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Por lo tanto, hay que ser embustero patológico y descerebrado total para enseñar esa asquerosa mentira de que Jesús se opuso a las leyes del Antiguo Testamento. Si ese sujeto llamado Romeo no se arrepiente de las mentiras que enseña, sin duda lo que le espera al final es el terrible lago de fuego, donde irán a parar todos los mentirosos.

 

2- LOS SACRIFICIOS DE ANIMALES.

 

El embustero Romeo enseña en su asqueroso y falso escrito que las leyes de los sacrificios de animales no fueron mandadas por Dios, él enseña que esas leyes eran humanas, y que Dios jamás ordenó a Israel el sacrificio de animales, él dice que Jesús estaba en contra del sacrificio de animales. Ahora bien, si fuera cierto lo que dice ese sujeto mentiroso, entonces Jesús jamás habría dicho estas palabras:

 

Mat 5:22  Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano,  será culpable de juicio;  y cualquiera que diga:  Necio,  a su hermano,  será culpable ante el concilio;  y cualquiera que le diga:  Fatuo,  quedará expuesto al infierno de fuego.

Mat 5:23  Por tanto,  si traes tu ofrenda al altar,  y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

 

Mat 8:3  Jesús extendió la mano y le tocó,  diciendo:  Quiero;  sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.

Mat 8:4  Entonces Jesús le dijo:  Mira,  no lo digas a nadie;  sino ve,  muéstrate al sacerdote,  y presenta la ofrenda que ordenó Moisés,  para testimonio a ellos.

 

Ahí lo tiene bien claro, Jesús jamás habló en contra de ofrendar en el altar de sacrificios en el templo de Jerusalén, y en ese altar lo que se ofrecían es ANIMALES, tal como Dios estableció en su santa ley. Por lo tanto, cuando Romeo y otros muchos enseñan que Jesús se opuso a las leyes del sacrificio de animales están mintiendo descaradamente, demostrando así que son hijos del padre de la mentira, Satanás.

 

Y ahora vamos a ver los pasajes bíblicos que ese analfabeto bíblico y embustero patológico esgrime para decir que esas leyes del sacrificio de animales no eran de Dios:

 

a) "Así ha dicho IEVE de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías 7,21-22).

 

Y esta otra versión lo traduce de la siguiente manera:

(BAD) En verdad, cuando yo saqué de Egipto a vuestros antepasados, no les dije nada ni les ordené nada acerca de holocaustos y sacrificios.

 

¿Dice ese pasaje que los sacrificios de animales no fueron establecidos por Dios?, ¡¡no!!, lo que dice bien claro ese texto es que Dios no ordenó a Israel hacer sacrificios de animales EL DÍA QUE LOS SACÓ DE LA TIERRA DE EGIPTO. El pasaje bien claro se está refiriendo al momento de la salida del pueblo de Israel de Egipto. Dios jamás les ordenó a los israelitas, cuando salían de Egipto, que hicieran holocaustos y sacrificios de animales. Pero citar ese pasaje, para enseñar que Dios jamás estableció el sacrificio de animales en Israel es una falsificación perversa y satánica de la Palabra de Dios, ¡así es como actúa Satanás!!, él cita la Biblia, pero la interpreta de forma retorcida y falsa, tal como hace ese engendro del diablo llamado Romeo.

El sacrificio de animales lo estableció bien claro Dios al pueblo de Israel. Por ejemplo, leamos lo que dice Levítico 1:

 

Lev 1:1  Llamó IEVE a Moisés,  y habló con él desde el tabernáculo de reunión,  diciendo:

Lev 1:2  Habla a los hijos de Israel y diles:  Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a IEVE,  de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda.

Lev 1:3  Si su ofrenda fuere holocausto vacuno,  macho sin defecto lo ofrecerá;  de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de IEVE.

 

Como puede ver, fue el propio Dios de Israel, IEVE, quien habló a Moisés, estableciendo en la nación de Israel el sacrificio y ofrenda de animales, de vacas y ovejas, y también de aves limpias, como tórtolas y palominos.

Ni Jesús ni sus apóstoles se opusieron jamás a esos sacrificios y ofrendas de animales. Mienten todos aquellos que enseñan que Jesús habló en contra del sacrificio de animales en el templo de Jerusalén.

Repito, Dios no ordenó a Israel que sacrificaran animales ni hicieran holocaustos, ¡¡pero el día que ellos salieron de Egipto!!, esos sacrificios y holocaustos Dios los estableció más adelante, cuando entregó su santa ley al pueblo de Israel, por medio de Moisés. Romeo es sencillamente un embustero patológico y un total analfabeto bíblico, él posiblemente podrá engañar con sus mentiras a algunos necios y necias que ignoran la Biblia y que prefieren creer en la mentira, pero a los santos de Dios ese tipo de sujetos y enviados de Satanás no nos pueden engañar, porque nosotros conocemos mucho mejor la Biblia, y la creemos.

 

b) Isa 1:11   ¿Para qué me sirve,  dice IEVE  la multitud de vuestros sacrificios?  Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos;  no quiero sangre de bueyes,  ni de ovejas,  ni de machos cabríos.

Isa 1:12   ¿Quién demanda esto de vuestras manos,  cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?

Isa 1:13  No me traigáis más vana ofrenda;  el incienso me es abominación;  luna nueva y día de reposo,  el convocar asambleas,  no lo puedo sufrir;  son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

Isa 1:14  Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma;  me son gravosas;  cansado estoy de soportarlas.

Isa 1:15  Cuando extendáis vuestras manos,  yo esconderé de vosotros mis ojos;  asimismo cuando multipliquéis la oración,  yo no oiré;  llenas están de sangre vuestras manos.

Isa 1:16  Lavaos y limpiaos;  quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;  dejad de hacer lo malo;

Isa 1:17  aprended a hacer el bien;  buscad el juicio,  restituid al agraviado,  haced justicia al huérfano,  amparad a la viuda.

Isa 1:18  Venid luego,  dice IEVE,  y estemos a cuenta:  si vuestros pecados fueren como la grana,  como la nieve serán emblanquecidos;  si fueren rojos como el carmesí,  vendrán a ser como blanca lana.

 

El perverso y mentiroso Romeo cita también ese pasaje para enseñar que Dios jamás estableció el sacrificio de animales en Israel. Sin embargo, lo que hace ese hijo de Satanás es citar solo una parte de ese pasaje, los versos 11 y 12, sacando esos textos fuera de contexto, para así poder enseñar una doctrina de demonios, él hace lo mismo que hace Satanás, cita de la Biblia solo lo que le interesa, para así poder engañar a muchos. Pero si leemos el pasaje completo entonces entendemos lo que Dios dijo a la nación de Israel.

Según ese pasaje, los israelitas habían caído en la apostasía, eran gente malvada e injusta, sus obras eran perversas, ellos eran asesinos y no ayudaban a los desvalidos de Israel ni a las viudas y huérfanos. Sin embargo, esos perversos e hipócritas israelitas luego hacían sus fiestas religiosas, e iban al templo de Jerusalén a hacer sacrificios de animales, creyendo que con eso iban a agradar a Dios. Por eso es que Dios les dijo que él odiaba ese tipo de sacrificios de animales realizados POR GENTE  MALVADA E HIPÓCRITA. Por eso es que Dios les dijo que no trajeran más ofrendas, eso no le servía a Dios para nada, pues las obras de esos israelitas eran malvadas. IEVE estaba hastiado de esos holocaustos de carneros y del sebo de animales gordos, él no quería la sangre de bueyes, ni de ovejas ni de machos cabríos que eran realizados por gentuza perversa, asesina e hipócrita. Pero en ninguna parte de ese pasaje se dice que Dios rechazara el sacrificio de animales, lo que él odiaba y rechazaba era el sacrificio de animales realizado por gente perversa que obraban de forma inicua y que no amaban ni ayudaban a su prójimo, es decir, a los pobres de la nación de Israel.

 

c) "Sal 40:6  Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos;

 Holocausto y expiación no has demandado.

Sal 40:7  Entonces dije:  He aquí,  vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; Sal 40:8  El hacer tu voluntad,  Dios mío,  me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

 

El mentiroso Romeo también cita ese Salmo para enseñar que los sacrificios de animales jamás fueron establecidos por Dios en la nación de Israel. Sin embargo, conozcamos la verdadera interpretación de ese pasaje:

Ese es un salmo profético y mesiánico, que el autor de la epístola a los Hebreos citó y lo aplicó a Jesús, veamos:

 

Heb 10:4  porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

Heb 10:5  Por lo cual,  entrando en el mundo dice:

 Sacrificio y ofrenda no quisiste;

 Mas me preparaste cuerpo.

Heb 10:6  Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.

Heb 10:7  Entonces dije:  He aquí que vengo,  oh Dios,  para

 hacer tu voluntad,

 Como en el rollo del libro está escrito de mí.

Heb 10:8  Diciendo primero:  Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste,  ni te agradaron  (las cuales cosas se ofrecen según la ley),

Heb 10:9  y diciendo luego:  He aquí que vengo,  oh Dios,  para hacer tu voluntad;  quita lo primero,  para establecer esto último.

Heb 10:10  En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

 

Ese pasaje de Hebreos es bien claro. La sangre de los toros y de los machos cabríos no podía quitar los pecados, pues el pecado solo lo quita Jesús:

 

Jua 1:29  El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él,  y dijo:  He aquí el Cordero de Dios,  que quita el pecado del mundo.

 

Los sacrificios de animales jamás le agradaron a Dios, porque esos sacrificios no podían quitar los pecados. Lo que hacían esos sacrificios de animales es perdonar los pecados de los israelitas, y enseñar al pueblo de Israel para que en el futuro recibieran al Mesías prometido, el cual daría su vida por los pecados de la nación de Israel (Is.53), es Jesús, el Cordero de Dios, el único que quita el pecado del mundo.

Cuando Jesús vino al mundo entró con un cuerpo de carne y sangre. Dios le preparó un cuerpo a su Hijo Jesús, porque esos sacrificios y holocaustos de animales jamás le agradaron a Dios, y entonces vino Jesús para hacer la voluntad de Dios y ofrecerse en sacrificio por amor a los suyos, a sus ovejas, para que nuestros pecados sean quitados totalmente. Ese sacrificio de Jesús fue hecho una sola vez para siempre, y de esta manera somos perdonados por Dios y nuestros pecados son quitados o borrados totalmente.

El salmo 40:6 lo que dice es que Dios no demandó al rey David holocaustos y expiaciones, por la sencilla razón de que Dios abrió los oídos de David para hacer la voluntad de Dios, unas palabras proféticas que también se aplican al descendiente de David, a Jesús, el cual vino para hacer también la voluntad de Dios, que era la de dar su vida en rescate de muchos. Lo que no se puede hacer es citar ese salmo 40:6 para enseñar la mentira de que Dios jamás estableció en Israel el sacrificio de animales. Sencillamente lo que enseña la Biblia es que ese sacrificio y ofrendas de animales no le agradaban a Dios, pero eran temporalmente necesarios para el perdón de los pecados en la nación de Israel, hasta que viniese Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Lo que sí odiaba Dios eran los sacrificios vanos de animales realizados por israelitas perversos, hipócritas e injustos que sacrificaran animales en el templo de Jerusalén, creyendo que así se estaban poniendo a bien con Dios, mientras cometían asesinatos de inocentes y no ayudaban al prójimo, ese tipo de sacrificios de animales Dios los aborrecía, tal como leemos en Isaías 1:11-18.

 

d) Ose 6:4   ¿Qué haré a ti,  Efraín?   ¿Qué haré a ti,  oh Judá?  La piedad vuestra es como nube de la mañana,  y como el rocío de la madrugada,  que se desvanece.

Ose 6:5  Por esta causa los corté por medio de los profetas,  con las palabras de mi boca los maté;  y tus juicios serán como luz que sale.

Ose 6:6  Porque misericordia quiero,  y no sacrificio,  y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Ose 6:7  Mas ellos,  cual Adán,  traspasaron el pacto;  allí prevaricaron contra mí.

Ose 6:8  Galaad,  ciudad de hacedores de iniquidad,  manchada de sangre.

Ose 6:9  Y como ladrones que esperan a algún hombre,  así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem;  así cometieron abominación.

Ose 6:10  En la casa de Israel he visto inmundicia;  allí fornicó Efraín,  y se contaminó Israel.

 

El mentiroso Romeo una vez más cita un pasaje fuera de contexto, pero lo hace para poder enseñar una gran mentira. El cita solamente Oseas 6:6, pero no cita el resto de los pasajes.

Dios dijo a Israel que él quería misericordia, no sacrificios, y conocimiento de Dios más que holocaustos. Observe que el pasaje no dice por ninguna parte que Dios rechazara los sacrificios de animales, lo que él rechazaba es que esos sacrificios de animales fueran realizados por israelitas perversos y sin misericordia y que además practicaban la idolatría. El Dios de Israel, IEVE, de ninguna manera quería ese tipo de sacrificios vanos, realizados por esos malvados israelitas, sino que lo que demandaba de esos israelitas es misericordia hacia su prójimo, que es prácticamente lo mismo que Dios dijo en Isaías 1:11-18. Esas palabras de Oseas 6:6 fueron citadas también por Jesús, el cual se las dijo a esos malvados judíos que condenaban al inocente (Mt.12:7).

 

3- LA LEY DEL OJO POR OJO.

 

El mentiroso y perverso Romeo dice lo siguiente en su satánico escrito:

 

Jesucristo cuando predicó el Evangelio abolió muchos mandamientos del viejo testamento porque sólo eran preceptos de hombres:

LA LEY DEL "Ojo por ojo, y diente por diente" ESCRITA EN EL VIEJO TESTAMENTO FUE ABOLIDA POR JESUCRISTO:

"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa....... ". (Mateo 5:...)

El Señor dejó abolida esta ley del "ojo por ojo y diente por diente" porque era una Ley que no contemplaba el perdón ni la misericordia.

 

Como ya dije al principio de este escrito, Jesús dijo bien claro que él no vino a abolir o abrogar la ley, sino para cumplirla. Por lo tanto, cuando ese y otros sujetos mentirosos enseñan que Jesús vino para abolir o abrogar muchos mandamientos de la ley están mintiendo descaradamente, y lo que es peor, están llamando embustero a Jesús.

Jesús jamás abolió la ley del “ojo por ojo”. Voy a pegar lo que escribí en otro libro mío titulado “Unidos contra IEVE y contra su Cristo”:

 

En la santa ley de Dios leemos lo siguiente:

 

Éxo 21:22  Si algunos riñeren,  e hirieren a mujer embarazada,  y ésta abortare,  pero sin haber muerte,  serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces.

Éxo 21:23  Mas si hubiere muerte,  entonces pagarás vida por vida,

Éxo 21:24  ojo por ojo,  diente por diente,  mano por mano,  pie por pie,

Éxo 21:25  quemadura por quemadura,  herida por herida,  golpe por golpe.

 

Y Jesús dijo lo siguiente:

 

Mat 5:38  Oísteis que fue dicho:  Ojo por ojo,  y diente por diente.

Mat 5:39  Pero yo os digo:  No resistáis al que es malo;  antes,  a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,  vuélvele también la otra;

 

Al comparar esos dos pasajes bíblicos, el blasfemo y mentiroso Paulo José saca la estúpida conclusión de que Jesús se opuso a la ley de IEVE, y que por tanto, Jesús estaba en contra del Dios de Israel y enseñó leyes contrarias a IEVE.

Hay que ser embustero y analfabeto bíblico para enseñar semejante burrada.

La ley del “ojo por ojo” es conocida como la “ley de Talión”, y aparece en Ex.21.24, Lev.24:19-20, Dt.19:21. El propósito de esa ley justa era muy simple: evitar que una persona culpable de algún delito sufriera una pena superior a la que se merecía, sino un castigo proporcional a su delito. Si por ejemplo dañaba el ojo de alguien, entonces él mismo sufría el mismo castigo, pagando con su propio ojo, no más, tal persona no era digna de muerte si su delito no lo merecía, eso mismo es lo que regulaba esa santa ley de Dios. Esa ley de la proporcionalidad de ninguna manera alentaba los sentimientos de venganza personal, al contrario, esta ley justa lo que hacía es poner freno a la venganza personal.

Jesús citó esa ley de la proporcionalidad justa para que sus discípulos no se venguen de nadie, porque en esa época muchos judíos habían deformado esa santa ley de la proporcionalidad, y la utilizaban para venganzas personales, entonces lo que hizo Jesús es dar a esa ley el verdadero significado, diciendo a sus discípulos que no se vengaran si alguien los ofendía o les insultaban. El propio ejemplo lo dio Jesús cuando le abofetearon en la mejilla, y entonces él no se vengó ni pagó mal por mal, simplemente le preguntó el por qué le abofeteaba:

 

Jua 18:22  Cuando Jesús hubo dicho esto,  uno de los alguaciles,  que estaba allí,  le dio una bofetada,  diciendo:  ¿Así respondes al sumo sacerdote?

Jua 18:23  Jesús le respondió:  Si he hablado mal,  testifica en qué está el mal;  y si bien,  ¿por qué me golpeas?

 

Con esa aptitud de Jesús él mismo nos dio ejemplo de cómo hemos de actuar cuando nos abofetean de forma injusta. Jamás hemos de vengarnos nosotros mismos, sino que la venganza siempre es de Dios, y él pagará a cada uno conforme a sus obras:

 

Rom 12:19  No os venguéis vosotros mismos,  amados míos,  sino dejad lugar a la ira de Dios;  porque escrito está:  Mía es la venganza,  yo pagaré,  dice el Señor.

Rom 12:20  Así que,  si tu enemigo tuviere hambre,  dale de comer;  si tuviere sed,  dale de beber;  pues haciendo esto,  ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.

Rom 12:21  No seas vencido de lo malo,  sino vence con el bien el mal.

 

Esa fue la enseñanza de Jesús, vencer con el bien al mal, pero Jesús jamás se opuso a la ley de Talión, la cual es una ley justa de proporcionalidad. La santa ley de Dios jamás promovía la venganza personal, sino la PROPORCIONALIDAD JUSTA DEL CASTIGO.

Jesús jamás de los jamases se opuso a esa santa ley de Dios, simplemente citó esa ley de la proporcionalidad en el castigo para que sus discípulos no se venguen de las ofensas de otros, sino que respondamos con mansedumbre, tal como hizo Jesús, no devolviendo mal por mal, sino bien por mal. Citar esos pasajes para enseñar que Jesús enseñó lo contrario de la santa ley de Dios es una aberración y una perversión satánica de la enseñanza de Jesús, tal como hace ese embustero y engendro del diablo llamado Paulo José.

http://www.las21tesisdetito.com/contra_ieve.htm

 

 

4- JESÚS Y EL ADULTERIO.

 

El mentiroso Romeo también cita el pasaje de la mujer sorprendida en adulterio, para enseñar la abominación de que Jesús abolió el castigo de la pena de muerte por el adulterio. Voy a citar una vez más lo que escribí en mi libro “Unidos contra IEVE y contra su Cristo”:

 

El Señor IEVE ordenó a los israelitas que los adúlteros fueran muertos:

 

(Lev 20:10)  Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo,  el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

 

Sin embargo, Jesús no condenó a muerte a la mujer que supuestamente fue sorprendida en adulterio. El la dijo lo siguiente:

 

Jua 8:10  Enderezándose Jesús,  y no viendo a nadie sino a la mujer,  le dijo:  Mujer,  ¿dónde están los que te acusaban?  ¿Ninguno te condenó?

Jua 8:11  Ella dijo:  Ninguno,  Señor.  Entonces Jesús le dijo:  Ni yo te condeno;  vete,  y no peques más.

 

El hijo del diablo Paulo José cita esos dos pasajes bíblicos para enseñar la monstruosa burrada de que Jesús se opuso a esa santa ley de Dios que condenaba a muerte a los adúlteros, sin embargo, Jesús jamás se opuso a la ley de su Padre celestial, ni jamás se opuso a la pena de muerte contra los que infringían esa ley.

¿Por qué Jesús no condenó a esa mujer supuestamente sorprendida en adulterio?, la respuesta es doble:

 

1) Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo:

 

 Jua 3:17  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,  sino para que el mundo sea salvo por él.

 

2) Porque la acusación de esos hipócritas líderes religiosos judíos era ilegal e injusta, ya que la ley de Dios dice bien claro que los adúlteros, tanto el varón como la mujer, debían ser muertos, sin embargo, ¡¡los judíos no presentaron al varón adúltero para que fuera también apedreado junto con la mujer!!, con lo cual se trataba de una pantomima absolutamente injusta, y esa es la razón por la cual Jesús no condenó a la mujer, ya que él no vino a condenar a nadie, sino a salvar, sin embargo, a la mujer la dijo que se fuera y que no pecara más, indicando así que Jesús estaba en contra del adulterio. Citar ese pasaje para decir que Jesús se oponía a la ley de Dios es una burrada y una majadería descomunal. Jesús en ningún momento habló en contra de la santa ley de Dios, sino que mostró la misericordia de Dios, trayendo el perdón de los pecados y dando su propia vida en rescate de muchos:

 

Mat 20:28  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos.

 

1Ti 2:6  el cual se dio a sí mismo en rescate por todos,  de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.

 

Lectura recomendada y complementaria:

http://www.las21tesisdetito.com/contra_ieve.htm

 

Tito Martínez

Email: las21tesis@gmail.com

 

 

 

 

 

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