REFUTADA LA MENTIRA DIABÓLICA DE QUE LA IGLESIA DEL CRISTO NACIÓ EN EL SINAÍ
Miles de falsos maestros enseñan que la Iglesia del Cristo nació en el Sinaí, cuando Dios entregó los mandamientos de la ley a Moisés, ahora bien, ¿donde dice la Biblia que la Iglesia del Cristo nació en el monte Sinaí?, a ver, que me den los pasajes bíblicos donde se enseñe semejante doctrina.
Lea atentamente el pequeño estudio bíblico que voy a dar y que pulveriza la falsa doctrina de esos falsos maestros judaizantes:
El hecho de que al Israel en el desierto se le llamara la "congregación (iglesia) en el desierto" (Hch.7:38), esto de ninguna manera significa que ese Israel que estaba en el desierto fuera la Iglesia del Cristo, porque entonces eso significaría que cuando decimos la palabra "congregación" entonces nos estaríamos refiriendo a la Iglesia del Cristo, por ejemplo, si yo digo: "la congregación (iglesia) en el desierto de 30.000 beduinos", eso no significa que esos 30.000 beduinos congregados en el desierto sean la Iglesia (Congregación) del Cristo, ¿lo entiende?, de igual manera, el hecho de que la Biblia llame "congregación en el desierto" al pueblo de Israel que salió de Egipto, eso de ninguna manera significa que la Iglesia del Cristo fuera esa congregación de Israelitas que estaban en el desierto, ni que la Iglesia del Cristo naciera en el Sinaí. La verdadera Iglesia del Cristo nació el día de Pentecostés del año 33, cuando el poder de lo Alto, el espíritu santo, descendió sobre los apóstoles en Jerusalén, y es esta Iglesia del Cristo la que él prometió edificar o construir durante esta era (Mt.16:18, Hch.2), ¿lo ha leído bien?, si el Cristo Yeshúa dijo en Mateo 16:18 que él edificará (tiempo futuro) SU IGLESIA, significa sencillamente que dicha Iglesia (Congregación) del Cristo NO EXISTÍA EN EL PASADO, y ni siquiera existía todavía cuando Yeshúa estaba en la tierra, ya que dicha Iglesia del Cristo sería construida o edificada en el FUTURO, lo cual ya está sucediendo desde que el espíritu de Dios descendió en Pentecostés sobre los apóstoles. En el Pentecostés del Sinaí nació la Congregación o iglesia de ISRAEL, como nación santa de Dios, y en el Pentecostés del año 33 en Jerusalén nació la Congregación o Iglesia del Cristo, pero decir que la Iglesia del Cristo comenzó en el Sinaí es una aberración y una falsedad, ya que la Iglesia del Cristo NO EXISTÍA aun (Mt.16:18).
Por lo tanto, decir que la Iglesia del Cristo nació en el Sinaí, cuando Dios entregó la ley a Moisés, es una de las mayores mentiras diabólicas que se puedan decir, ¡ojo con esa gran mentira!, ya que es predicada bastante por muchas sectas "judeo-mesiánicas", las cuales pretenden hacernos creer en esa gran mentira de que la Iglesia (Congregación) del Cristo nació en el Sinaí con la entrega de la ley a Moisés, y que por tanto Israel y la Iglesia son lo mismo, ¡no nos dejemos engañar por esa espantosa mentira! ISRAEL NO ES LA IGLESIA DEL CRISTO, ¡nunca lo ha sido, ni lo será jamás!
La verdadera Iglesia del Cristo no tiene que ver absolutamente nada ni con Moisés, ni con el monte Sinaí, ya que la Iglesia del Cristo es el CUERPO DEL CRISTO, es decir, todos aquellos cristianos que creen en el Cristo y en su Evangelio, y están unidos a él bajo el Nuevo Pacto en la sangre del Cristo, ¡ellos no están bajo el antiguo pacto de la ley de Moisés!, sino bajo un NUEVO PACTO. Veamos como esto el apóstol Pablo lo explicó bien claro: "el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica." (2Co.3:6). Como podemos ver, los verdaderos cristianos somos ministros (servidores) de un nuevo pacto, ¡no del antiguo pacto de la letra!. Los verdaderos cristianos no somos ministros de la LETRA, es decir, de la LEY, PORQUE DICHA LEY O LETRA MATA, PERO EL ESPÍRITU DA LA VIDA. Dicho en otras palabras, la ley dada en el Sinaí nos condena a muerte y nos mata, pero el Cristo nos da la vida eterna. Veamos como explicó esto el apóstol Pablo: "¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató." (Ro.7:8-11). Aquí el apóstol Pablo explicó de forma magistral cual es la función de la ley (el mandamiento del Decálogo), y esa función del Decálogo es MATARNOS, al darnos el conocimiento del pecado, porque por medio de la ley tenemos el conocimiento del pecado (Ro.3:20). Por consiguiente, ¡métase usted esto bien en la cabeza!: LA LEY (el mandamiento o Decálogo) DADA EN EL SINAÍ A MOISÉS NO NOS DA LA VIDA ETERNA, sino que nos condena a muerte y nos mata, ¡es solo el Cristo quien nos da la vida eterna!: "y NO QUERÉIS VENIR A MI, PARA QUE TENGÁIS VIDA" (Jn.5:40, Jn.14:6). Por lo tanto, enseñar que la Iglesia del Cristo nació en el Sinaí, cuando Dios entregó la ley a Moisés, es una de las doctrinas más falsas y perversas que los tipos más embusteros puedan enseñar, ¡aunque esos embusteros digan ser "judíos mesiánicos"!
El apóstol Juan dijo bien claro que la ley por medio de Moises fue dada (en el Sinaí), sin embargo, la GRACIA Y LA VERDAD VINIERON POR MEDIO DE YESHÚA, EL CRISTO (Jn.1:17). Por lo tanto, mezclar a Moisés (la ley del Sinaí) con el Cristo, es decir, la ley con la gracia, es una aberración doctrinal y uno de los mayores engaños satánicos infiltrados en la cristiandad apóstata, ya que la ley y la gracia, Moisés y el Cristo, son absolutamente diferentes, opuestos, tal como leemos en Juan 1:17. De modo que decir que la verdadera Iglesia del Cristo nació con Moisés en el Sinaí es una vulgar doctrina de demonios enseñada por los apóstatas de la fe (1Tm.4:1).
Lógicamente los cristianos bíblicos guardamos los mandamientos de Dios, es decir, LO QUE EL CRISTO NOS MANDÓ: "Si me amáis, guardad MIS mandamientos". ¡El Cristo jamás dijo que guardemos la ley de Moisés (el Decálogo), sino que guardemos SUS MANDAMIENTOS, es decir, lo que él dijo que hagamos!. El problema es que muchos no diferencian entre la ley y la gracia, entre Moisés y el Cristo Yeshúa, lo cual son dos cosas totalmente diferentes (Jn.1:17), y por eso es que esas sectas falsas enseñan un falso y pervertido evangelio de salvación por obras, ¡ese falso evangelio está bajo el anatema de Dios! (Gal.1:6-8).
Para descargar de Internet este estudio bíblico, en formato de audio mp3, haga clic en el icono de abajo
Para descargar de Internet este estudio bíblico, en formato de libro electrónico pdf, haga clic en el icono de abajo: