TESIS 5
EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO
¿Conoce usted el verdadero Evangelio del Reino?, ¿sabe usted en qué consiste esa Buena Noticia del Reino de Dios?
Desgraciadamente millones de personas han sido engañadas por falsos "evangelios del reino", sin embargo, solo hay UN Evangelio del Reino, el cual vamos a conocer seguidamente en esta tesis número 5.
Para empezar, NO HAY DOS EVANGELIOS, sino solo UNO: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia del Ungido, para seguir un evangelio diferente. NO QUE HAYA OTRO, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio del Ungido (Gal.1:6-7).
Observe ahora lo que dijo Pablo en Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para DAR TESTIMONIO DEL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS."
Pablo dijo bien claro que él predicaba el Evangelio de LA GRACIA DE DIOS, y además dijo que ese ministerio lo recibió del propio Jesús. En otros pasajes leemos que Pablo predicaba EL REINO DE DIOS (Hch.19:8; 20:25; 28:23), lo cual demuestra sin ninguna duda que el Evangelio del Reino es el mismo Evangelio de la GRACIA de Dios, es decir, el Evangelio o Buena Nueva de que somos salvos por GRACIA, por medio de la fe, no por obras, para que nadie se gloríe (Ef.2:8-9).
Este Evangelio de la gracia de Dios también es llamado "Evangelio DEL Reino" porque su ORIGEN está en el Reino de Dios, en la Familia de Dios, ya que un reino es una familia. La palabra "del" indica procedencia, es decir, es la Buena Noticia PROCEDENTE del Reino de Dios, o Reino de los cielos.
¡¡EL VERDADERO EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS!!
La iglesia católica romana enseña que la salvación eterna es solo por la Gracia de Dios, y también por nuestras obras. Esa afirmación papista es totalmente falsa y contradictoria, ya que si la salvación eterna es solo por la Gracia de Dios entonces no puede ser también por nuestra obras.
En este estudio bíblico voy a demostrar que la iglesia católica romana es una iglesia falsa y apóstata, la gran ramera, la cual predica un falso y pervertido evangelio opuesto al verdadero Evangelio de la Gracia de Dios predicado por los apóstoles del Señor Jesús, el Ungido. y especialmente por el apóstol Pablo, al cual le fue encomendado especialmente la predicación del Evangelio de la Gracia de Dios a los gentiles: "Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio de la Buena Noticia de la gracia de Dios" (Hch.20:24). Esta Buena Noticia de la Gracia de Dios ya comenzó a ser pervertida y falsificada por algunos falsos maestros y falsos cristianos, especialmente en Galacia, donde esos falsos maestros se habían infiltrado dentro de las iglesias de la provincia de Galacia (hoy Turquía), y entonces Pablo les escribió una importantísima carta, en la cual les dijo lo siguiente: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia del Ungido, para seguir una Buena Noticia diferente. No que haya otra, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir la Buena Noticia del Ungido. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otra Buena Noticia diferente de la que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente Buena Noticia de la que habéis recibido, sea anatema." (Gal.1:6-9).
Esas palabras del apóstol Pablo son la base de toda la epístola a los Gálatas. Pablo estaba perplejo, asombrado, por lo que estaba ocurriendo en las iglesias de la provincia de Galacia. Pablo les había predicado el Evangelio de la Gracia de Dios, es decir, el mensaje de que la salvación es solo por la Gracia de Dios, no por nuestras obras (Ef.2:8-9), sin embargo, esas iglesias comenzaron a apartarse del verdadero Evangelio predicado por el apóstol Pablo, y se dejaron engañar por algunos falsos maestros judíos, los cuales les enseñaban que tenían que cumplir las obras de la ley para ser justificados delante de Dios, y también enseñaban que Pablo era un falso apóstol. Sin embargo, Pablo dijo que si alguno predicaba un evangelio diferente al que él predicaba, era maldito (anatema). Hoy en día a millones de malditos, especialmente dentro de la iglesia católica romana (la gran ramera) que predican un evangelio pervertido y diferente al predicado por el apóstol Pablo.
El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Galacia, y les dijo lo siguiente:
"¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesús, el Ungido, fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el poder del Altísimo por las obras de la ley,
o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el poder del Altísimo, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el poder, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. El Ungido nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en el Ungido Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del poder del Altísimo." (Gál.3:1-14).
Como podemos ver, el mensaje de Pablo a los cristianos de Galacia se puede resumir en las siguientes palabras: LA JUSTIFICACIÓN SOLO POR LA FE. La justificación es algo que Dios da a sus hijos, y que nos declara justos y perfectos (santos) y limpios delante de él, por medio de la fe en el Señor Jesús, el Ungido, ¡no por nuestras obras!
La iglesia católica romana, sin embargo, enseña que la justificación del pecador es solo por la Gracia de Dios, y también por nuestras obras. Más arriba ya dije que esa frase del papista es ridícula, falsa y contradictoria, ya que si la justificación y salvación del pecador es solo por la Gracia de Dios, entonces no puede ser por nuestras obras, ya que si es por Gracia, entonces ya no es por obras: "Y SI POR GRACIA, YA NO ES POR OBRAS; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." (Ro.11:6). El pasaje es bien claro: si la salvación es por la Gracia de Dios, ¡entonces no es por nuestras obras!, ya que entonces la Gracia no sería gracia. Decir que las obras nuestras son necesarias para nuestra salvación es pervertir de forma diabólica esas palabras de Pablo, predicando un falso evangelio.
Ahora bien, esa iglesia católica romana (la gran ramera) afirma que el apóstol Pablo se refería solamente a las obras DE LA LEY, y dice que efectivamente, nadie será justificado por las obras de la ley, ¡pero sí por nuestras buenas obras!, es decir, el papista pretende hacernos creer que las obras de la ley, y nuestras propias obras, son cosas diferentes. Este argumento dado por le papismo es absolutamente falso, ridículo y diabólico, como voy a demostrar seguidamente.
LA JUSTIFICACIÓN SOLO POR LA FE, SIN OBRAS
El apóstol Pablo escribió lo siguiente a los cristianos gentiles de la ciudad de Efeso: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en el Ungido Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Ef.2:8-9).
Observe que en ese pasaje Pablo no dijo "obras de la ley"?, simplemente dijo OBRAS, y se refiere a nuestras obras humanas, las que nosotros llamamos "buenas obras". Pablo dijo bien claro que por esas obras humanas NADIE será salvo, ya que la salvación es SOLAMENTE por la GRACIA de Dios, e igualmente, como es obvio, tampoco nadie será justificado ni salvo por las obras de la ley. Dicho en otras palabras, CUANDO EL APOSTOL PABLO HABLABA DE LAS OBRAS SE REFERIA TANTO A LAS OBRAS DE LA LEY, COMO A LAS OBRAS HUMANAS. ¡Nadie es justificado por las obras, ningún tipo de obra!, ya que la justificación es solamente por la Gracia de Dios a través de la fe en el Ungido Jesús, leámoslo:
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesús, el Ungido, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en el Ungido Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." (Ro.3:21-26).
"Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras" (Ro.4.3-5).
Leyendo esos pasajes importantísimos del apóstol Pablo, el perito arquitecto de la Iglesia de Dios, la cosa está bien clara: un pecador alcanza la Gracia de Dios SOLO POR MEDIO DE LA FE, NO POR LAS OBRAS. ¡Las obras no son lo que nos salvan ni nos justifican delante de Dios!, ya que si así fuera, entonces significaría que la Gracia de Dios es imperfecta e insuficiente para salvar, ya que tendríamos que añadir nuestras obritas para que Dios nos pueda salvar, lo cual es mentira, es un evangelio falso, y quienes predican ese pervertido evangelio están bajo el ANATEMA (maldición) de Dios (Gal.1:8-9).
Por consiguiente, la verdadera Gracia de Dios no es la mentira que predica la iglesia católica romana. La gran ramera romana ha engañado vilmente al mundo entero, diciendo que la justificación y la salvación del pecador es solo por la Gracia de Dios y también por nuestras obras, pero esa afirmación de la gran ramera es una absoluta idiotez contradictoria, ya que si la salvación es SOLO por la Gracia de Dios, ¡entonces ya no es también por nuestras obras!, o como dijo el apóstol Pablo: "Y SI POR GRACIA, YA NO ES POR OBRAS; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." (Ro.11:6). El pasaje es bien claro: si la salvación es por la Gracia de Dios, ¡entonces no es por nuestras obras!, ya que entonces la Gracia no sería Gracia. Decir que las obras nuestras son necesarias para nuestra salvación es pervertir de forma diabólica esas palabras de Pablo, predicando un falso evangelio.
El apóstol Pablo dijo lo siguiente a los cristianos de Galacia: "sabiendo que EL HOMBRE NO ES JUSTIFICADO POR LAS OBRAS DE LA LEY, SINO POR LA FE DE JESÚS, EL UNGIDO, nosotros también hemos creído en Jesús, el Ungido, para ser justificados por la fe del Ungido y no por las obras de la Ley, por cuanto POR LAS OBRAS DE LA LEY NADIE SERÁ JUSTIFICADO" (Gal.2:16).
Esos pasajes del apóstol Pablo son de una importancia crucial, son la base del Evangelio verdadero, el cual ha sido pervertido por la gran ramera y sus hijas rameras. En esos pasajes Pablo dijo bien claro que la justicia de Dios es solo por medio de la fe en el Ungido Jesús, somos justificados solamente por la fe en el Ungido, no por las obras de la ley, ni tampoco somos salvos por las obras humanas, como leemos en Efesios 2:8-9. Cuando el papismo enseña que somos salvos también por las obras lo que está diciendo claramente es que LA GRACIA DE DIOS NO ES SUFICIENTE, es IMPERFECTA, y que por tanto nosotros tenemos que añadir nuestras obritas humanas para que Dios nos pueda dar la salvación. Pero el apóstol Pablo fue bien claro: "Y SI POR GRACIA, YA NO ES POR OBRAS; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." (Ro.11:6). El pasaje es bien claro: si la salvación es por la Gracia de Dios, ¡entonces no es por nuestras obras!. Por lo tanto, el papismo está predicando un falso evangelio que está bajo el anatema de Dios! (Gal.1:6-8). Es interesante que en ese pasaje de Romanos 11:6 tampoco se dice "obras de la ley" sino "obras", lo cual significa que cuando el apóstol Pablo hablaba de las obras, se refería tanto a las obras de la ley, como a las obras que pueda hacer cualquier humano, sea judío o gentil. Obviamente cuando Pablo habló de las obras de la ley se refería a los judíos, que están bajo la ley, pero resulta que en otros pasajes, como Efesios 2;8-9, Pablo mencionó la palabra OBRAS, sin añadir "de la ley", indiciando así que se refiere a cualquier obra que pueda hacer cualquier ser humano, y no solo eso, esas palabras de Pablo a los cristianos de Efeso NO ERAN PALABRAS PARA LOS JUDÍOS, por la sencilla razón de que esos cristianos de la iglesia de Efeso no eran judíos, sino GENTILES: "Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne" (Ef.2:11).
Por consiguiente, repito, cuando el apóstol Pablo hablaba de las obras, no solo se refería a las obras de la ley, con relación a los judíos, sino también a las obras de los gentiles, y tal como dijo Pablo a los efesios, la salvación es por la GRACIA DE DIOS, ¡¡¡NO POR LAS OBRAS, PARA QUE NADIE SE GLORÍE!!! Decir que nuestras obras son necesarias para la salvación es exactamente lo mismo que decir que la Gracia de Dios es IMPERFECTA E INSUFICIENTE PARA PODER SALVARNOS, o dicho en otras palabras, ¡¡es un INSULTO Y RECHAZO de la Gracia de Dios!.
El apóstol Pablo escribió a Tito lo siguiente: "Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el poder del Altísimo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús, el Ungido, nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna." (Tito 3:4-7). Observe que en este pasaje Pablo tampoco dijo "obras de la ley", sino que se estaba refiriendo a nuestras "obras de justicia" y dijo bien claro que Dios nos salvó NO POR ESAS OBRAS DE JUSTICIA NUESTRAS, sino por su misericordia, es decir, solo por su Gracia, ¡este era el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios predicado por el apóstol Pablo (Hch.20:24), y que le llevó a padecer mucho de parte de los enemigos judíos anticristianos sujetos a la ley o Torah de Moisés, los cuales siempre buscaban la forma de asesinar al apóstol Pablo.
Resumamos brevemente el Evangelio de la Gracia de Dios predicado por el apóstol Pablo:
a) La justificación y la salvación es solo por la Gracia o misericordia de Dios, NO POR NUESTRAS OBRAS. Esos pasajes tampoco dicen que la justificación y la salvación sean por la Gracia de Dios y por nuestras obras, sino solo por la Gracia de Dios.
b) Esa Gracia de Dios la recibimos por la fe, es decir, la fe es el medio o instrumento nuestro para recibir esa Gracia o misericordia de Dios que al final nos salvará, cuando el Hijo de Dios venga en gloria para salvar a los que le esperan (Heb.9:28). La fe nuestra es algo así como nuestra mano, la cual extendemos para recibir ese regalo de Dios, fruto de su Gracia, que es la vida eterna y la salvación. Ojo, la fe no es lo que nos salva, sino solo la GRACIA DE DIOS. La fe es solo el medio para poder recibir esa gracia de Dios.
c) Somos creados en el Ungido Jesús para que andemos en buenas obras. Esos pasajes de Pablo no dicen que esas buenas obras nos salven, y tampoco dicen que esas buenas obras ayuden a nuestra salvación, sino simplemente que andemos en buenas obras, conforme a la voluntad de Dios.
d) Por lo tanto, la doctrina enseñada por la iglesia católica romana, la gran ramera, de que la justificación y la salvación eterna es por la fe y también por nuestras obras es mentira, ¡eso es un falso evangelio! Las buenas obras JAMÁS podrán darnos la salvación, ni ayudarnos a ser salvos, ya que esta salvación eterna es solo por la GRACIA DE DIOS, NO POR NUESTRAS OBRAS, para que nadie se gloríe. Esta enseñanza bíblica destroza y pulveriza toda la estructura podrida en la que se fundamenta la gran ramera, la iglesia católica romana, ya que si la salvación eterna la tendremos solamente por la Gracia de Dios, a través de la fe, entonces todos los sacramentos falsos inventados por la gran ramera como méritos para conseguir la salvación o para ayudarnos a ser salvos quedan pulverizados y no sirven para nada.
Ahora bien, ¿significa esto que los verdaderos cristianos no tenemos que hacer buenas obras?, ¡de ninguna manera!, por supuesto que los verdaderos cristianos hacemos buenas obras, pero estas buenas obras no las hacemos como méritos para alcanzar la salvación, ni para ayudarnos a ser salvos, porque ya hemos visto que la salvación es SOLO POR LA GRACIA DE DIOS, NO POR NUESTRAS OBRAS. Esas buenas obras que hacemos los verdaderos cristianos son como resultado de nuestra fe en el Hijo de Dios, son el fruto del espíritu, y no la causa de la salvación.
La fe falsa por supuesto que no salvará a nadie. Esta fe falsa consiste en decir que se cree en Dios, PERO CON SUS HECHOS LO NIEGA, y pondré un ejemplo claro de lo que es una fe falsa: la gran ramera, la iglesia católica romana, dice tener fe en Dios, sin embargo, CON SUS HECHOS LO NIEGA, ya que es una iglesia repleta de mentiras doctrinales, asesinatos, blasfemias, robos hechicerías y abominaciones. Esa iglesia del diablo ha asesinado a decenas de millones de santos y no santos a través de muchos siglos de inquisición papal, ¿como entonces esa iglesia puede tener una fe verdadera?, ¡¡¡imposible!!!, mil veces imposible. Esa gran ramera tiene una FE FALSA, y por eso es que está condenada a ser destruida al final, tal como predice el Apocalipsis.
La fe verdadera o viva sí que nos salvará. Esta fe verdadera es la que se tiene en Dios y en su Hijo, el Ungido, y solo por medio de esa fe somos justificados delante de Dios. Esta fe verdadera se demuestra por medio de nuestras obras, pero estas obras ni nos salvan, ni ayudan a nuestra salvación, ya que SOLO POR LA GRACIA DE DIOS, NO POR OBRAS, SOMOS SALVOS (Ef.2:8-9). La doctrina papista de que nuestras obras nos ayudan a salvarnos es una burda mentira del diablo y un insulto a Dios, pues esto significa que entonces la Gracia de Dios es imperfecta e insuficiente para salvarnos, ya que tenemos que ayudar a Dios con nuestras obritas para que él pueda salvarnos, ¡la salvación es solo por la GRACIA de Dios, por medio de la fe sola!. Primero es la Gracia de Dios, y seguidamente nuestra fe. Como ya he dicho, nuestra fe es como nuestra mano, la cual extendemos humildemente al Creador para tomar esa Gracia de Dios, que es el regalo de la vida eterna. Por lo tanto, primero es siempre la Gracia de Dios, seguida de nuestra fe, tal como enseñó Pablo: "Porque por GRACIA sois salvos, por medio de la FE, y esto no es de vosotros, pues es don (regalo) de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe" (Ef.2:8-9). Como vemos, primero es la Gracia de Dios, y después nuestra fe para tomar esa Gracia de Dios que nos justifica (nos hace santos perfectos) y nos salvará la final, cuando el Ungido Jesús venga en gloria (Heb.9:28). El pecador que ha alcanzado esa Gracia de Dios la alcanza solo por su FE, ¡no por sus obras!. ¡Cuan diferente es este Evangelio de la Gracia de Dios predicado por el apóstol Pablo comparado con el diabólico y falso evangelio predicado por los papistas idólatras y paganos! Los papistas idólatras jamás podrán alegar que nadie les mostró la verdad. ¡¡Ellos, si no se arrepienten y rectifican, serán condenados al lago de fuego y azufre porque voluntariamente REHUSARON arrepentirse de sus mentiras e idolatrías, y rehusaron creer en el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios. El Apocalipsis dice lo siguiente: "El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Padre, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap.21:7-8).
Muchos papistas citan Efesios 2:10, y enseñan que ese pasaje dice que somos salvos por obras. ¡Eso es una burda mentira!, eso no lo dice el texto por ninguna parte, ya que los versos 8 y 9 dicen bien claro que somos salvos por la GRACIA DE DIOS, NO POR OBRAS, por lo tanto, el verso 10 no va a decir todo lo contrario de los versos 8 y 9. Lo que dice el verso 10 sencillamente es que esa Gracia de Dios nos lleva a hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que andemos en ellas, pero ese pasaje no dice por ninguna parte que esas buenas obras nos salven o nos ayuden a ser salvos. Esos papistas sencillamente retuercen y pervierten las palabras de Pablo, para su propia perdición, tal como dijo el apóstol Pedro: "Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición." (2Pedro 3:15-16). Los papistas que predican su pervertido evangelio son sencillamente una pandilla de indoctos que tuercen y deforman las palabras del apóstol Pablo, para su propia perdición.
Muchos papistas indoctos también suelen citar el pasaje de Pablo en Romanos 2:6-8 para decir que la salvación es por medio de nuestras obras, pero ese pasaje de Pablo no dice por ninguna parte que seremos salvos por obras, lo que dice es que Dios PAGARÁ a cada uno según las obras que hiciera, es decir, el pago que Dios dará será JUSTO Y PROPORCIONAL a lo que hizo cada ser humano en la tierra. A aquellos seres humanos que perseveraron en hacer el bien buscando la gloria, el honor y la inmortalidad, tendrán la vida eterna, la cual es SOLO UN REGALO DE DIOS, FRUTO DE SU GRACIA: "Porque la paga del pecado es muerte, mas el regalo de Dios es vida eterna en el Ungido Jesús Señor nuestro." (Ro.6:23). Por lo tanto, la vida eterna no es algo que ganamos los humanos con nuestras obras, sino solo un REGALO DE DIOS, el cual nos da por su Gracia, no por obras, para que nadie se gloríe (Ef.2:8-9). Aquellos humanos que hicieron lo bueno recibirán ese regalo de la vida eterna, pero no como pago a sus buenas obras, sino solo como REGALO de Dios, ¡como regalo!, y ese gran regalo de la vida eterna no se compra con nuestras miserables obritas humanas, ya que si se comprara, entonces ya no sería un regalo o don de Dios.
Por lo tanto, el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios no es la gran mentira que la maldita iglesia de Roma enseña. La gran ramera romana miente cuando dice que la salvación es solo por la Gracia de Dios y también por nuestras obras, pero esa afirmación de la gran ramera es una absoluta idiotez contradictoria, como ya he dicho varias veces, ya que si la salvación es SOLO por la Gracia de Dios, ¡entonces ya no es también por nuestras obras!, o como dijo el apóstol Pablo: "Y SI POR GRACIA, YA NO ES POR OBRAS; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." (Ro.11:6). El pasaje es bien claro: si la salvación es por la Gracia de Dios, ¡entonces no es por nuestras obras!, ya que entonces la Gracia no sería gracia. Decir que las obras nuestras son necesarias para nuestra salvación es pervertir de forma diabólica esas palabras de Pablo, predicando un falso evangelio, el cual es doctrina de demonios (1Tm.4:1), y quienes predican ese pervertido evangelio están bajo el anatema (maldición) de Dios (Gal.1:6-8). ¿Esto es tremendamente grave y serio! Quiero dejar claro que los papistas embusteros e idólatras que predican ese falso evangelio JAMÁS SERÁN SALVOS, aunque estos hubieran dado apariencia de piedad y "santidad" ante los ojos humanos, y el mundo los alabe y hable bien de ellos y los consideren "santos" y "santas" estos NUNCA serán salvos, sino que serán arrojados al terrible lago de fuego, porque ellos fueron unos mentirosos y unos idólatras, ya que predicaron un falso evangelio contrario al verdadero Evangelio de la Gracia de Dios predicado por el apóstol Pablo, y además practicaron la más asquerosa y diabólica IDOLATRÍA, al adorar pedazos de galletas de harina (llamadas "hostias") diciendo que esas galletas son el mismísimo Hijo de Dios, ¡con su cuerpo, alma y divinidad!, esos papistas paganos, mentirosos e idólatras que practican esa maldita idolatría JAMÁS SERÁN SALVOS, pues la Palabra de Dios dice bien claro cual será el destino final de todos los MENTIROSOS E IDÓLATRAS como ellos (Ap.21:7-8).
¿Y QUÉ SUCEDE CON EL PASAJE DE SANTIAGO?
Los papistas embusteros e idólatras que rechazan esta verdad del Evangelio de la Gracia de Dios predicado por el apóstol Pablo siempre esgrimen la epístola de Santiago, y citan este pasaje:
"Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta." (Santg.2:14-26).
Muchos ven en esas palabras de Santiago una total contradicción con la enseñanza del apóstol Pablo, el cual predicó el Evangelio de la Gracia de Dios, diciendo que somos justificados SOLO POR LA FE, NO POR OBRAS, tal como he demostrado en esos pasajes de Pablo que he citado más arriba. Sin embargo, Santiago dijo que somos justificados por las obras, y no solo por la fe. ¿Existe realmente una contradicción y oposición entre el apóstol Pablo y Santiago?, ¡de ninguna manera!, no existe contradicción alguna, sencillamente la enseñanza de Pablo y Santiago se COMPLEMENTAN cuando entendemos perfectamente lo que Pablo y Santiago enseñaron. Veamos:
Como ya he demostrado, el apóstol Pablo predicó la justificación solo por la fe, pero la justificación PARA CON DIOS:
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesús, el Ungido; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." (Ro.5:1-2). Como podemos ver, la justificación mencionada por Pablo es la del pecador CON DIOS, y esta justificación es solo por la fe, no por la obras. Sin embargo, la justificación mencionada por Santiago no es la justificación con Dios, sino las justificación HUMANA, la cual se efectúa por las buenas obras que hacemos a otros humanos, y esas buenas obras son la demostración de nuestra fe: "Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras". Estas obras mencionadas por Santiago no nos justifican delante de Dios, en ninguna parte dijo Santiago que las obras nos justifiquen ante Dios, sino que son solamente la demostración o prueba de la fe verdadera. La fe verdadera produce buenas obras, y si no hay buenas obras, entonces significa que no hay fe verdadera. sino que es una fe muerta en sí misma.
Santiago seguidamente puso dos ejemplos tomados de la Biblia: Abraham y Rahab la ramera. Santiago dijo que Abraham fue justificado cuando obedeció a Dios y ofreció a su hijo en sacrificio, un sacrificio que, obviamente, no se llevó a cabo, pues Dios envió a un ángel para impedir que Abraham matara a su hijo Isaac, es decir, Dios sencillamente puso a prueba la fe de Abraham, y esa fe de Abraham era verdadera, pues obedeció a Dios, es decir, la fe de Abraham se PERFECCIONÓ cuando obedeció a Dios y ofreció a su hijo. Esa justificación mencionada por Santiago no era la justificación por la fe mencionada por Pablo, sino que Santiago se estaba refiriendo a la justificación humana, la cual sucede cuando obedecemos a Dios y obramos conforme a su voluntad. El propio Santiago dijo bien claro cuando Abraham fue justificado con Dios, y fue cuando CREYÓ A DIOS, y entonces esa fe le fue contada por justicia, y después esa fe de Abraham se perfeccionó muchos años después, cuando ofreció a su hijo, y esto es lo mismo que enseñó el apóstol Pablo, cuando dijo también que Abraham fue justificado cuando creyó a Dios, el cual le prometió que le daría un hijo. Leamos atentamente lo que dijo Pablo: "Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia... Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El (Abraham) creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. (Ro.4:1-5, 16-25).
"Así Abraham CREYÓ A DIOS, y le fue contado por justicia." (Gal.3:6).
En esos pasajes del apóstol Pablo se enseña de forma meridianamente clara que Abraham fue justificado para con Dios solamente CUANDO CREYÓ A DIOS, es decir, cuando creyó en la promesa de Dios de que le daría descendencia y sería padre de muchedumbres de gentes, a pesar de que Abraham ya era muy anciano, y Sara era totalmente estéril. Sin embargo, Abraham creyó a Dios, y entonces esa fe de Abraham le fue contada por justicia, le justificó ante Dios. Observe que esa justificación de Abraham de ninguna manera fue por medio de sus obras, sino solo por SU FE, sin embargo, esa fe viva de Abraham fue PERFECCIONADA muchos años después, cuando Dios le probó y le ordenó que sacrificara a su hijo, y entonces Abraham obedeció a Dios, y es entonces cuando esa justificación de Abraham fue perfeccionada, ¡pero la justificación con Dios ya la tenía Abraham cuando CREYÓ a Dios!, las obras jamás ayudaron a Abraham para ser justificado delante de Dios, ¡fue solamente su fe!, y esa fe verdadera después fue probada, cuando tuvo que obedecer a Dios entregando a su hijo para ser sacrificado, un sacrificio que lógicamente no se efectuó, ya que Dios no permitió que Abraham matara a su hijo; simplemente Dios probó la fe de Abraham, y esa fe se demostró que era verdadera, viva. Pablo seguidamente menciona a los cristianos, y dice que nosotros también somos justificados por la fe, la creer que en el Dios Padre, el cual resucitó a su Hijo Jesús. Por lo tanto, la justificación de Abraham para con Dios fue solamente por su fe, y la justificación nuestra para con Dios también es solamente por la fe, siendo las buenas obras nuestras simplemente una demostración de nuestra fe, es decir, cuando OBEDECEMOS a Dios significa entonces que nuestra fe es viva y verdadera, por eso es que el Evangelio dice bien claro que Dios es el autor de la eterna salvación para todos aquellos que LE OBEDECEN:
"Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen" (Heb.5:8-9).
Como podemos ver, sin obediencia a Dios no hay salvación posible. Primero creemos a Dios, y entonces somos justificados por la fe delante de él, es decir, él nos declara justos y santos (perfectos), pero luego esa fe verdadera se demuestra por medio de la obediencia a Dios, a lo que él dice en su Palabra, obedeciendo a lo que nos mandó el Hijo de Dios, por eso es que el Ungido dijo lo siguiente:
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." (Mt.7:21-23).
"¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa." (Lc.6:46-49).
Como podemos ver, solo aquellos santos que hagan la voluntad de Dios y hagan lo que el Mesias dijo entrarán en el Reino de los cielos. Solo los verdaderos santos, es decir, los justificados solo por la fe, hacen la voluntad de Dios, y su fe viva y verdadera la demuestran por sus obras, que son el fruto del espíritu. Pero aquellos que no han sido justificados por la fe, sino que pervierten el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios, no hacen la voluntad de Dios, y esa incredulidad la demuestran por sus malas obras, las cuales consisten en mentiras, herejías, crímenes, robos, abominaciones, idolatrías, hechicerías, etc. etc. y todas estas malas obras las podemos ver en cantidades industriales, por ejemplo, dentro de la iglesia católica romana, la cual es la gran ramera mencionada en el libro del Apocalipsis. Si usted aun miembro de esa gran ramera, ¡salga cuanto antes de esa iglesia apóstata y falsa!, tal como Dos ordena a su pueblo en Apocalipsis 18:4. Si usted es un verdadero cristiano y tiene una fe en Dios verdadera, OBEDECERÁ A DIOS, y saldrá de esa gran ramera, para no recibir las plagas que al final Dios la enviará. Recuerde que Dios salvará solamente a aquellos que le obedecen.
EL DON DE DIOS ES SU GRACIA, NO NUESTRA FE
Una de las doctrinas más falsas y anticristianas enseñadas por los falsos maestros es decir que la fe es un don de Dios, y si alguien no tiene fe, es entonces porque Dios no le ha dado ese don. En este apartado vamos a desenmascarar esa espantosa doctrina de demonios.
El Nuevo Testamento habla de la fe como doctrina, y de la fe en Dios. La fe como doctrina por supuesto que viene de Dios, ya que es su doctrina, su enseñanza, y no es doctrina humana, sin embargo, la fe en Dios es algo que sale del ser humano: "tened fe en Dios" (Mr.11:22). Si la fe en Dios no fuera algo que sale de nosotros, entonces el Ungido JAMÁS habría dicho esas palabras de "tened fe en Dios".
El error de muchos es no saber diferenciar entre LA CREENCIA EN DIOS, Y LA FE COMO CUERPO DOCTRINAL, es decir, cuando el Nuevo Testamento habla de la fe, unas veces se refiere a la FE EN DIOS, y otras veces se refiere a la sana DOCTRINA, por eso es que el apóstol Judas dijo: "LA FE DADA una sola vez a los santos", y por "fe" el apóstol se estaba refiriendo a la DOCTRINA, por eso es que Pablo dijo que en los postreros tiempos, en estos tiempos, algunos APOSTATARIAN DE LA FE, escuchando a espíritus engañadores, y a DOCTRINAS de demonios" (1Tm.4:1) El apóstol Pablo se estaba refiriendo a la DOCTRINA, a la FE como doctrina, la cual sería abandonada por los falsos cristianos.
Mirad, si la fe en Dios fuera un don o regalo de Dios, entonces todos los millones de ateos e incrédulos que se condenen podrían perfectamente reprochar con justicia a Dios, diciendo que ÉL NO LES QUISO DAR A ELLOS EL DON O REGALO DE LA FE, y que por lo tanto, son sin culpa, y no pueden ser condenados. ¿Os dais cuenta?
El Nuevo Testamento también hace una diferencia entre el DON DE FE, y la FE EN DIOS, lo cual son dos cosas muy diferentes. El don de fe es uno de los dones del espíritu de Dios: “Porque a éste es dada por el espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo espíritu; a otro, fe por el mismo espíritu” (1Co.12:8-9). Este tipo de don de fe es dada por Dios solamente a algunos cristianos, como dice bien claro ese pasaje de Pablo: "a este", "a otro", por lo tanto, no se está refiriendo a la fe en Dios que nosotros podemos tener, sino a un don o regalo que Dios da a algunos cristianos en circunstancias especiales, como sucede con el don de sabiduria, o la palabra de ciencia, sin embargo, la fe en Dios es algo muy diferente, esta fe en Dios PROCEDE DEL SER HUMANO, la tenemos nosotros, y es el medio por el cual recibimos la gracia o misericordia de Dios, tal como dijo el apóstol Pablo en Efesios 2:8-9. Veamos brevemente este pasaje de Pablo: "Porque POR GRACIA sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Fijaos bien, aparentemente ese pasaje de Efesios dice que el don de Dios es la fe, ¡pero no es así!, EL DON DE DIOS ES SOLAMENTE SU GRACIA, su misericordia!, y ese don lo recibimos por medio de la fe NUESTRA, somos nosotros los que creemos y recibimos ese don de Dios, la fe es nuestra, pero la gracia o don es de Dios. Y ahora os voy a demostrar de forma mucho más clara con la Escritura que ese don de Dios es únicamente su gracia, y no la fe en Dios: "Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesús, el Ungido. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación." (Ro.5:15-16).
"que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en el Ungido Jesús por medio de la Buena Noticia, de la cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder." (Ef.3:6-7).
"Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don del Ungido" (Ef.4:7).
Fijaos bien en esos pasajes de Pablo. En ellos se dice bien claro que el don de Dios es la GRACIA DE DIOS, es decir, su misericordia, venida por medio de su Hijo, el Ungido Jesús, y nosotros somos salvos por esa gracia de Dios, tal como dice Efesios 2:8-9. Esos pasajes de Pablo no dicen por ninguna parte que el don de Dios sea la fe, sino -repito- la GRACIA O MISERICORDIA DE DIOS. La fe es sencillamente el medio HUMANO que nosotros tenemos para aceptar o recibir esa gracia de Dios, por eso es que cuando el Ungido dice: "tened fe en Dios", lo que estaba diciendo es que recibamos por fe esa gracia o misericordia de Dios. Y poniendo un simil para entenderlo mejor, diré lo siguiente: la gracia de Dios sería como un vaso de agua fresca y pura que alguien nos regala, y nosotros estamos sedientos, entonces NOSOTROS estiramos el brazo para coger con nuestra mano ese vaso de agua. Esa decisión y acción de estirar nuestro brazo, para tomar ese vaso de agua fresca y poder saciar nuestra sed, sería nuestra fe. El don viene de Dios, y la fe sale de nosotros, por lo tanto, los que se condenen no es porque Dios les negara la fe y quería que se condenaran, ¡eso sería una blasfemia y una aberración, ya que Dios NO QUIERE QUE NADIE SE CONDENE!, los que se condenen al lago de fuego es sencillamente porque no quisieron tener fe, es decir, no quisieron alargar su mano (tener fe) para tomar del agua espiritual, del agua de la vida gratuitamente: "el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente." (Ap.22:17). Sin embargo, Satanás ha deformado esta doctrina verdadera, y ha engañado a muchos, especialmente a los llamados "calvinistas", diciendo que la fe en Dios es algo que Dios da a algunos, y se la niega a otros, ¡que monstruosidad de doctrina!, si esa aberración doctrinal fuera verdadera, entonces los ateos que se condenen podrán acusar con razón a Dios de NO HABERLES QUERIDO DAR LA FE EN DIOS PARA SER SALVOS, por lo tanto, ¡ellos no tendrían ninguna culpa de su condenación, la culpa sería solamente de Dios!.
Por consiguiente, esa doctrina de que la fe en Dios es un don que Dios da a unos, y se la niega a otros, es una monstruosa doctrina de demonios, es una espantosa mentira contraria totalmente al amor de Dios, a su justicia, y opuesta al verdadero Evangelio de la Gracia de Dios. Quien no tiene fe en Dios es sencillamente porque no le da la gana tener fe, él no quiere creer en Dios ni en el Evangelio, y por tanto, la culpa de su incredulidad recae solamente sobre él mismo, no sobre Dios.
Y para terminar, como alguno seguramente citará este pasaje de Pablo que dice: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios." (Heb.12:2), pues alguno dirá que -según ese pasaje- el Ungido es quien produce la fe en Dios, ¡pues no señor!, ese pasaje no dice eso. Para empezar, el texto no dice "la fe en Dios", sino "la fe", pero ¿a cual fe se refiere?, ya hemos visto que existe la fe en Dios, y la fe doctrinal, por ejemplo, la palabra "fe" que aparece en 1Tm.4:1 y en otros pasajes se refiere a la verdadera doctrina, los apóstatas se apartan de la fe, es decir, se apartan de la verdadera doctrina o enseñanza del Ungido y de sus apóstoles, para creer y enseñar doctrinas de demonios, como por ejemplo la doctrina del falso dios trino, o la doctrina de la inmortalidad del alma, o la del pretribulacionsimo, etc. Pues la palabra "fe" tiene el mismo significado en Hebreos 12:2. Sencillamente ese pasaje de Hebreos se refiere a la fe como doctrina procedente de Dios. Es el Ungido el autor de esta fe, porque es el Señor Jesús quien introdujo la verdadera doctrina de IEVE el Padre en el mundo: "Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta." (Jn.7:16-17). Por lo tanto, es el Ungido quien introdujo esa doctrina de Dios, y quien también la consumará, es decir, la llevará hasta el final, haciendo que todo se cumpla, pues todas las promesas y profecías de Dios se cumplirán y se consumarán.
¿Y LOS MILES DE MILLONES DE PERSONAS QUE JAMÁS CONOCIERON EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS?
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Como ya hemos visto, el Evangelio de la Gracia de Dios consiste en creer que somos salvos por la Gracia o misericordia de Dios, por medio de la fe, no por nuestras obras, para que nadie se gloríe. Ahora bien, esto nos lleva a una cuestión muy importante, ¿y que sucederá entonces con todos los miles de millones de personas que jamás conocieron el Evangelio de la Gracia de Dios?, ¿Cómo podrán ser salvos si ellos jamás tuvieron la oportunidad de conocer dicho Evangelio de salvación?. Miles de millones de personas murieron sin conocer el Evangelio de la Gracia de Dios, ¿se condenarán esas personas?, ¿la Gracia o misericordia de Dios no llega a esos miles de millones de personas? A esta cuestión respondió el apóstol Pablo, diciendo lo siguiente:
"Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesús, el Ungido, los secretos de los hombres, conforme a mi Buena Noticia." (Ro.2:1-16).
El pasaje es bien claro, el justo juicio de Dios se revelará, y él pagará a cada uno conforme a sus obras (comparar con Ap.22:12), DIOS DARÁ LA VIDA ETERNA A AQUELLOS QUE PERSEVERARON HACIENDO EL BIEN, e ira y tribulación para los que hicieron lo malo. Por lo tanto, el pasaje claramente enseña que aquellos que jamás conocieron la ley de Moisés ni el Evangelio de la Gracia De Dios recibirán la vida eterna por HACER EL BIEN. Sin embargo, muchos falsos maestros rechazan esta verdad, enseñando la abominable y monstruosa doctrina de que Dios condenará a aquellos que jamás conocieron el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios, y que son por lo menos el 99,9 % de los seres humanos que han pisado este planeta.
Esos falsos maestros calvinistas enseñan la patraña anticristiana de que nadie recibirá la vida eterna por hacer el bien, dejando así al apóstol Pablo como un vulgar embustero, y no solo a Pablo, sino también al propio Hijo de Dios, el Ungido Jesús, el cual enseñó exactamente lo mismo en Mateo 25:31-46, cuando habló de las "ovejas" misericordiosas que hicieron lo bueno a los hermanos pequeños del Ungido, es decir, a los verdaderos cristianos perseguidos que pasaron por tribulación.
Seguidamente Pablo, en Romanos 2, menciona a todos aquellos gentiles o paganos que NO TIENEN LEY, es decir, que ni tienen la ley de Moisés (la Toráh), ni tienen la ley del Ungido (el Evangelio de la Gracia de Dios). Todos estos gentiles o paganos jamás han conocido la ley de Dios dada por medio de Moisés, ni tampoco han conocido la ley del Ungido (el Evangelio), sin embargo Pablo dijo bien claro que POR NATURALEZA esos gentiles o paganos hacen lo que es de la ley, es decir, HACEN EL BIEN al prójimo, ya que aunque ellos no tengan la ley de Moisés escrita, ni tampoco la ley del Ungido, para ellos mismos son ley, MOSTRANDO LA OBRA DE LA LEY EN SUS CORAZONES, dando testimonio sus conciencias, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, es decir, dicho en otras palabras, la ley de sus CONCIENCIAS les muestra a ellos lo que es el bien y lo que es el mal, ¡y por esa ley ellos serán juzgados conforme a sus obras!, y si ellos perseveraron en hacer el bien, entonces recibirán la vida eterna, y si ellos hicieron lo malo, es decir, si ellos hicieron aquello que su conciencia les acusaba, entonces recibirán la ira de Dios y el enojo, tribulación y angustia.
Por consiguiente, la enseñanza del Nuevo Testamento en cuanto a este crucial asunto es bien clara, sin embargo, la diabólica y blasfema doctrina calvinista pervierte esta verdad bíblica, ¿por qué?, porque -según los falsos maestros calvinistas- solamente serán salvos los cristianos, es decir, aquellos que hemos sido llevados al Ungido y hemos creído en el Evangelio, mientras que el resto de la humanidad que a lo largo de los siglos jamás han conocido el Evangelio se van a condenar al lago de fuego, o lo que es peor, Dios los ha predestinado para que se condenen, lo cual es mentira, ya que el Evangelio jamás habla de la predestinación de los perdidos, sino únicamente de la predestinación de los creyentes en el Ungido, los escogidos.
El Dios Padre, que es justo, y es amor, nunca va a enviar al lago de fuego a miles de millones de personas que jamás han tenido la bendita oportunidad de escuchar el verdadero Evangelio o Buena Noticia de la Gracia de Dios, ya fuera porque vivieron antes de la venida del Ungido, o porque nadie les predicó o les predica este verdadero Evangelio de la Gracia de Dios?. ¿Que clase de dios sería ese que envía la condenación eterna a miles de millones de personas a las cuales jamás les ha dado la oportunidad de conocer el Evangelio?, ¡ese no es el verdadero Dios, sino un dios falso, un monstruoso demonio de crueldad e injusticia infinita!.
Repito una vez más que aquellos que se condenarán son los que rehúsen creer en el nombre del Hijo de Dios (Jn.3:36), serán aquellos que amaron más las tinieblas que la luz (Jn.3:17-18) ¡y también se condenarán todos aquellos paganos que, conforme a la ley de sus conciencias, la quebrantaron haciendo el mal!. Pero aquellos que hemos creído en el Evangelio de la Gracia de Dios, y todos esos paganos que a lo largo de los siglos hicieron el bien, conforme a la ley de sus conciencias, por supuesto que seremos salvos y recibiremos la vida eterna. Pablo lo dijo bien claro: "Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios."
Ahora bien, ¿pero no dijo el apóstol Pablo en Efesios 2:8-9 que SOMOS SALVOS por la Gracia (misericordia) de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe?. ¿Por qué Pablo dijo entonces en Romanos 2 que Dios dará la vida eterna, gloria, honra y paz a los que perseveraron en HACER EL BIEN?
Esas palabras de Pablo en Efesios y en Romanos no son ninguna contradicción. Observe atentamente; esas palabras de Pablo en Efesios 2:8-9 fueron dirigidas solamente a los cristianos, a los escogidos: “Porque por gracia SOIS salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”. ¡¡Somos los cristianos verdaderos los que hemos conocido y creído en el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios!!, somos NOSOTROS los que somos salvos por la Gracia de Dios, por medio de la fe, no por obras. Sin embargo, los miles de millones de personas que jamás conocieron el verdadero Evangelio de la Gracia de Dios jamás tuvieron la oportunidad de creer en esta Buena Noticia, porque sencillamente nunca la conocieron. ¿La misericordia o Gracia de Dios no les alcanzará a ellos?, ¡por supuesto que sí!, y por eso es que Pablo escribió ese pasaje de Romanos 2, explicando lo que sucederá con todos aquellos que jamás conocieron el Evangelio de la Gracia de Dios, sencillamente ellos serán juzgados conforme a la LEY DE SUS CONCIENCIAS, la cual nos dicta lo que es bueno y lo que es malo, y si ellos perseveraron en hacer el bien, entonces Dios les regalará la vida eterna (la salvación) en su infinita misericordia.
Por consiguiente, el Nuevo Testamento enseña bien claro que muchos recibirán la gloria y la vida eterna por perseverar en hacer el bien, porque sencillamente nunca conocieron el Evangelio de la Gracia de Dios. Ahora bien, para aquellos que tenemos el privilegio de conocer esta Buena Noticia de la Gracia de Dios por supuesto que la salvación es solamente por la Gracia de Dios, mediante la fe, no por obras (Ef.2:8-9).
Quiero que esto le quede claro: la buena noticia (Evangelio) de la Gracia de Dios es para aquellos QUE LA HAN ESCUCHADO O ESCUCHAN EN CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO, sin embargo, aquellos miles de millones de personas que jamás han oído en el pasado o en el presente esta buena noticia de la Gracia de Dios NO ESTÁN CONDENADOS, ya que ellos recibirán la vida eterna si perseveran en hacer el bien, y recibirán la condenación todos aquellos que hicieron lo malo, pues el apóstol Pablo dijo bien claro que ellos serán juzgados por esa ley escrita en sus conciencias, y que les dice lo que está bien y lo que está mal.
El Señor Jesús dijo bien claro que aquellos que hicieron el bien y tuvieron misericordia con sus hermanos pequeños (los que creen en él) recibirán la vida eterna y vivirán para siempre en el Reino de Dios (Mt.25:34, 46), estas “ovejas” hicieron lo bueno y tuvieron misericordia con los hermanos pequeños del Ungido, los verdaderos cristianos, y por tanto, Dios también tendrá misericordia con ellos: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” (Mt.5:7). Y aquellos seres humanos (la “cabras”) que no tuvieron misericordia con los hermanos pequeños del Ungido, tampoco recibirán misericordia de parte de Dios: "Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio." (Stg.2:13). Todos estos malditos que hicieron lo malo a lo largo de los siglos o milenios resucitarán para condenación: "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación." (Jn.5:28-29). En este pasaje el Ungido está hablando de la resurrección de TODOS los muertos que jamás han conocido el Evangelio.
Aquellos que hicieron el bien, resucitarán para vida, pero aquellos que hicieron el mal, resucitarán para condenación. Observe bien lo que dijo el Ungido, él dijo “los que hicieron lo bueno”, por lo tanto, esa doctrina de que nadie recibirá la vida eterna por hacer los bueno es totalmente falsa y anticristiana.
Los cristianos que hemos tenido el privilegio de conocer el verdadero Evangelio de la Gracia o misericordia de Dios somos salvos por la Gracia de Dios, por medio de la fe, no por obras (Ef.2:8-9), sin embargo, aquellos miles de millones de personas que a lo largo de los siglos jamás han tenido la oportunidad bendita de conocer este Evangelio de la Gracia de Dios serán juzgados conforme a la ley de sus conciencias, y ellos serán salvos si perseveraron en hacer el bien, y recibirán la vida eterna, esta enseñanza es meridianamente clara en e Nuevo Testamento.
Enseñar que todos esos miles de millones de personas que jamás han tenido la oportunidad de conocer el Evangelio de la Gracia de Dios están irremediablemente condenados es, por tanto, una terrible mentira diabólica, ya que el Ungido y el apóstol Pablo dijeron bien claro que ellos tendrán la vida eterna si hicieron lo bueno, y perseveraron en hacer el bien, conforme a la ley de sus conciencias.
TENDREMOS LA NATURALEZA DIVINA
La Palabra de Dios dice que los cristianos verdaderos, cuando seamos glorificados, tendremos la naturaleza divina, es decir, tendremos la misma naturaleza gloriosa y divina que tienen el Dios Padre y su Hijo. Veamos lo que dijo el apóstol Pedro: "Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina" (2 Pedro 1:4 Nueva Versión Internacional).
En dichas palabras del apóstol Pedro aprendemos lo siguiente:
a) El pasaje es una PROMESA de Dios, es decir, algo que Dios ha prometido a sus hijos, y que por tanto se cumplirá en el futuro, es algo que estamos esperando, es decir, la promesa de Dios es que seremos participantes de la naturaleza divina, tendremos esa naturaleza divina, y entonces seremos semejantes a Dios, porque le veremos como él es, o dicho en otras palabras, seremos dioses inmortales y gloriosos, ya que la Biblia dice bien claro que los hijos de Dios son dioses (Sal.82:1, 6, Jn.10:34.36).
b) ¿Y cuando recibiremos esa promesa de Dios de ser participantes de su naturaleza divina y ser así semejantes a Dios?, pues la respuesta a esa pregunta la dio el apóstol Juan: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro." (1Jn.3:2-3).
Como puede ver, la Palabra de Dios es bien clara: esa promesa de Dios la tendremos o recibiremos solamente CUANDO EL HIJO DE DIOS SE MANIFIESTE EN GLORIA, es decir, cuando él venga del cielo con gran poder y gloria a reinar sobre el mundo, y entonces, cuando eso ocurra, seremos semejantes a él, es decir, tendremos la NATURALEZA DIVINA mencionada por Pedro, y esto es algo que los cristianos auténticos estamos ESPERANDO, es una esperanza, como dice muy claro ese pasaje de Juan, es decir, es algo que aun no se ha cumplido, sino que lo estamos esperando.
c) Por lo tanto, cuando algún falso maestro diga de que los cristianos ya participamos de la naturaleza divina en el tiempo presente, hemos de decirles que están mintiendo, por la sencilla razón de que los cristianos aun no tenemos esa naturaleza divina, ya que el Hijo de Dios aun no se ha manifestado desde el cielo con gran poder y gloria, y cuando él se manifieste, entonces sí que seremos semejantes o parecidos a él, teniendo su naturaleza divina, o sea, siendo dioses inmortales y gloriosos.
d) Algunos falsos maestros, especialmente papistas, se atreven a decir la gran mentira ridícula de que participar de la naturaleza divina no significa poseer o tener la naturaleza divina. Eso que ellos dicen es una ridícula mentira, porque participar de la naturaleza divina es exactamente LO MISMO QUE POSEER LA NATURALEZA DIVINA, y les pondré un sencillo ejemplo para que lo entiendan: si usted participa de la NATURALEZA HUMANA, significa sencillamente que TIENE LA NATURALEZA HUMANA, porque usted no podría tener esa naturaleza humana si no participara de ella, ¿lógico, verdad?. Lo mismo sucede con la naturaleza divina. Dios ha prometido a los santos que participaremos de esa naturaleza suya, lo cual significa que TENDREMOS esa naturaleza suya. Él dice que nos hará participantes de su naturaleza divina, es decir, que TENDREMOS su naturaleza divina, ya que participar de algo es lo mismo que tener ese algo, pues no podemos participar de algo si no tenemos ese algo. Y cuando tengamos esa naturaleza divina entonces seremos SEMEJANTES A DIOS Y AL HIJO DE DIOS (1Jn.3:2-3), es decir, seremos ESPÍRITU (Jn.3:6), como el Padre y el Hijo también son espíritus (Jn.4:23-24, 1Co.15:45).
Los hijos de Dios aun no hemos sido glorificados ni somos espíritu, ya que un espíritu NO TIENE CARNE NI HUESOS.
e) En ese pasaje del apóstol Pedro se dice bien claro que hemos de llegar a ser participantes de la naturaleza divina, es decir, es algo que tendremos en el futuro, no es algo que ya tengamos en el presente. Esto es como si yo digo lo siguiente a un grupo de turistas: "cojan ustedes el tren para que LLEGUEN al lugar de destino". La palabra "lleguen" está en tiempo futuro, no presente, y se refiere a algo a lo que hemos de llegar, y si hemos de llegar a eso es porque aun no lo tenemos.
Las siguientes versiones bíblicas las he tomado de la Enciclopedia bíblica electrónica e-Sword. Veamos como la promesa de Dios de tener su naturaleza divina se cumplirá en tiempo FUTURO:
(BAD) Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que vosotros, después de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguéis a tener parte en la naturaleza divina.
(BLS) Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. Por medio de ellas, ustedes podrán ser como Dios y no como la gente pecadora de este mundo, porque los malos deseos de esa gente destruyen a los demás.
(DHH) Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo.
(LBLA) por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.
(NVI) Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.*
(RV95) por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina,[5] habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de las pasiones.
(RVA) Mediante ellas nos han sido dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas seáis hechos participantes de la naturaleza divina, después de haber huido de la corrupción que hay en el mundo debido a las bajas pasiones.
¿Y cuando recibiremos esa promesa de Dios de ser participantes de su naturaleza divina y ser así semejantes a Dios?, pues la respuesta a esa pregunta la dio el apóstol Juan: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro." (1Jn.3:2-3). Como puedes ver, la Palabra de Dios es bien clara: esa promesa de Dios la tendremos o recibiremos solamente CUANDO EL HIJO DE DIOS SE MANIFIESTE EN GLORIA, es decir, cuando él venga del cielo con gran poder y gloria a reinar sobre el mundo, y entonces, cuando eso ocurra, seremos semejantes a él, es decir, tendremos la NATURALEZA DIVINA mencionada por Pedro, y esto es algo que los cristianos auténticos estamos ESPERANDO, es una esperanza, como dice muy claro ese pasaje de Juan, es decir, es algo que aun no se ha cumplido, sino que lo estamos esperando. Por lo tanto, no nos dejemos engañar por aquellos embusteros que sueltan el cuento ridículo de que los cristianos ya participamos de la naturaleza divina en el tiempo presente, ¡ellos están mintiendo como bellacos!.
f) Ahora bien, ese pasaje de 2ª Pedro 1:4 explica de forma tremendamente clara cuando seremos participantes de la naturaleza divina, y sucederá DESPUÉS que salgamos de la corrupción que hay en el mundo: (NVI) Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.* Pero resulta que los santos de Dios escaparemos de la corrupción que hay en el mundo únicamente CUANDO EL HIJO DE DIOS SE MANIFIESTE EN GLORIA (1 Juan 3:2-3), entonces es cuando seremos librados o sacados de este mundo malo y corrompido, y estaremos en el nuevo mundo.
El Evangelio del Reino es acerca del Hijo de Dios
El fundador de la iglesia de Dios Universal, Herbert W. Armstrong (que murió en el año 1986), y ahora su principal acólito, Gerald Flurry, enseñan, sin embargo, que el Evangelio del Reino NO es ACERCA del Ungido, sino el Evangelio DEL UNGIDO referente a la FUTURA venida del Reino milenial del Ungido, para traer la paz mundial. Como veremos en esta tesis, esa afirmación de Herbert Armstrong y Gerald Flurry es una vulgar y peligrosa mentira, pues se trata de un FALSO EVANGELIO, un evangelio pervertido (Gal.1:6-8).
El apóstol Pablo dijo lo siguiente: “Pablo, siervo de Jesús, el Ungido., llamado a ser apóstol, apartado para EL EVANGELIO de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, ACERCA DE SU HIJO, nuestro Señor Jesús, el Ungido, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos" (Ro.1:1-4).
En ese pasaje Pablo lo dijo bien claro: el verdadero Evangelio es ACERCA DEL HIJO DE DIOS, por lo tanto, todo aquel que enseñe que dicho Evangelio NO es ACERCA del Ungido, ¡estará mintiendo descaradamente!, y predicando un falso evangelio.
El Reino de Dios está en la tierra, pero aun no se ha manifestado con gran poder y gloria
Obviamente, cuando Jesús comenzó a predicar el Evangelio del Reino, él NO comenzó anunciando su muerte y resurrección, esto lo anunció muchas veces poco después a sus discípulos (Mateo 17:22-23; 20:17-19; Marcos 9:30-31; 10:33-34; Lucas 9:21-22). Lo que Jesús comenzó a predicar a los judíos es lo siguiente: "El tiempo se ha cumplido, y EL REINO DE DIOS SE HA ACERCADO, ARREPENTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO" (Mr.1:14-15). En este pasaje, Jesús dijo de forma diáfana que EL REINO DE DIOS HABÍA LLEGADO A LA TIERRA, se había acercado, por lo tanto, los judíos se tenían que arrepentir y creer en este Evangelio, es decir, EN LA BUENA NUEVA DE QUE DICHO REINO DE DIOS (LA FAMILIA DE DIOS) YA SE HABÍA ACERCADO, pero en la persona de Jesús, el Ungido Rey, el HIJO del Dios Padre. Este era el mensaje que los judíos tenían que creer para entrar en el Reino o familia de Dios, es decir, tenían que creer que Jesús es el Hijo de Dios y EL UNGIDO, el Ungido (Mt.16:16-18), ¡de ninguna manera tenían que creer que el Reino de Dios vendrá en el futuro!, por lo tanto, EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO NO CONSISTE EN CREER QUE EL REINO DE DIOS VENDRÁ EN EL FUTURO, sino que consiste en creer que el Reino de Dios vino a la tierra, en la persona del Hijo de Dios, el cual murió y resucitó, ¡este es el centro del Evangelio del Reino! (Lc.24:46-48), y este es el testimonio que los apóstoles dieron del Ungido a partir de la venida del espíritu santo en Pentecostés (Hch.1:7, 2:1-33).
Jesús no dijo por ninguna parte lo siguiente. "Arrepentíos, porque el Reino de Dios vendrá en el FUTURO", ¿Dijo eso Jesús?, ¡No!, él dijo bien claro que el Reino de Dios YA SE HABÍA ACERCADO, y estaba en medio de los judíos.
Por consiguiente, el Evangelio del Reino que el Ungido predicó a los judíos consistía en la Buena Noticia de que el Reino de Dios YA HABÍA LLEGADO, pero en la persona de Jesús. Dicho Reino se manifestará con gran poder y gloria en el futuro (Mt.25:31-34), ¡pero el Reino ya estaba en la tierra!, es decir, la FAMILIA de Dios ya había llegado a la tierra, en la persona de Jesús, y después en su Iglesia (los hijos del Reino), aunque dicho Reino aun no estaba en su plena manifestación gloriosa, la cual sucederá cuando el Ungido venga, y entonces su Iglesia se manifestará en gloria juntamente con él: "4 Cuando el Ungido, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria." (Col.3:4).
Cuando las autoridades judías rechazaron a Jesús como EL UNGIDO e Hijo de Dios, entonces el mensaje del Reino comenzó a ser predicado a los gentiles, los cuales, por la fe en el Ungido, pasan a formar parte de esa familia o Reino de Dios, siendo hechos hijos de Dios por la fe en Jesús (Jn.1:12-13, etc.).
Por lo tanto, el Reino o familia de Dios YA VINO a la tierra con la persona de Jesús, sin embargo, dicho Reino AUN NO SE HA MANIFESTADO AL MUNDO CON GRAN PODER Y GLORIA, pues esa manifestación gloriosa ocurrirá en el futuro, cuando el Ungido venga del cielo para juzgar a las naciones, y gobernarlas con justicia (Mt.25:31-34, 1Co.1:7, Tito 2:13, Ap.19:15).
El Reino de Dios vino a la tierra con la persona de Jesús, y los cristianos son los hijos de ese Reino: "38 El campo es el mundo; LA BUENA SEMILLA SON LOS HIJOS DEL REINO, y la cizaña son los hijos del malo" (Mt.13:38). Esta buena semilla, o hijos del Reino, son un REINO de sacerdotes que reinarán (tiempo futuro) sobre la tierra (1P.2:9, Ap.1:6; 5:10).
Un reino es una NACIÓN, por ejemplo, está el reino de España, el Reino Unido, el reino de Marruecos, etc., pues bien, el Evangelio dice bien claro que la Iglesia de Dios forma parte del Reino o NACIÓN de Dios, el PUEBLO DE DIOS: "Mas VOSOTROS sois linaje escogido, real sacerdocio, NACIÓN SANTA, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que AHORA SOIS PUEBLO DE DIOS; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia." (1P.2:9-10). ¡Ahí lo tiene bien claro!, los cristianos somos parte de la NACIÓN SANTA, es decir, del REINO DE DIOS, el pueblo de Dios, por lo tanto, la Iglesia de Dios forma parte del REINO DE DIOS, ya que un reino es una nación, de modo que todos aquellos "teólogos" que enseñan que la Iglesia del Ungido no forma parte del Reino de Dios, están mintiendo, y demostrando una ignorancia espantosa de la más elemental Doctrina Cristiana.
El Reino del Ungido está compuesto por los SIERVOS del Ungido. Esto lo vemos claramente en las siguiente palabras del Señor: “Respondió Jesús: MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO; si mi reino fuera de este mundo, MIS SERVIDORES pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí." (Jn.18:36). Observe bien lo que dijo el Ungido a Poncio Pilato: le dijo que su REINO no es de este mundo, y seguidamente dijo que ese reino está compuesto por sus SERVIDORES o siervos. Ahora bien, ¿Quiénes son los SIERVOS terrenales del Ungido?, los siervos del Ungido son SUS DISCÍPULOS que forman su IGLESIA (Gal.1:10), estos siervos del Ungido también son los siervos o servidores de Dios (Tito 1:1, 1Ts.3:2). Ese Reino del Ungido no es de este mundo, es decir, sus SERVIDORES no son de este mundo, pues bien, leamos estas palabras del Señor: "14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque NO SON DEL MUNDO, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 NO SON DEL MUNDO, como tampoco yo soy del mundo."(Jn.17:14-16). ¿Lo ve bien?, en Juan 18:36 el Ungido dijo que SU REINO NO ES DE ESTE MUNDO, y en Juan 17:14-16 dijo que los que no son de este mundo son SUS DISCÍPULOS, por lo tanto, ¡¡EL REINO del Ungido SON SUS DISCÍPULOS, SUS SIERVOS!!, y esos siervos de Dios y del Ungido forman la IGLESIA DE DIOS. Por consiguiente, la doctrina de que el Reino del Ungido no son los cristianos (sus servidores) es una falsedad que ha de ser rechazada por los cristianos. Ese Reino o nación de Dios está en la tierra, sin embargo, el GOBIERNO MUNDIAL de ese Reino del Ungido aun no ha venido a la tierra, es decir, aun no se ha manifestado al mundo con gran poder y gloria.
El Evangelio del Reino predicado por los apóstoles del Ungido
Veamos ahora el Evangelio que Jesús dijo que predicaran sus discípulos.
Jesús NUNCA dijo a sus apóstoles que predicaran el "maravilloso mundo del mañana". Tampoco les dijo que predicaran el Milenio.
El Señor NUNCA les dijo a sus apóstoles que salieran predicando por el mundo el Evangelio de que el Reino de Dios vendrá en el futuro, para convertir la tierra en un paraíso. Por consiguiente, ese "evangelio del reino" que predicaba Werbert W. Armstrong y sus seguidores, o ese "evangelio del reino" que predican otras sectas falsas, como los "testigos de Jehová", es un mensaje totalmente falso, ¡ya que ese no es el verdadero Evangelio del Reino que Ungido y sus apóstoles predicaron!, como voy a demostrar seguidamente.
Veamos cual fue el Evangelio del Reino que Jesús dijo que predicaran sus discípulos en todas las naciones: "Así está escrito, y así fue necesario que el Ungido PADECIESE, Y RESUCITASE de los muertos al tercer día; y que se PREDICASE en su nombre EL ARREPENTIMIENTO Y EL PERDÓN DE PECADOS en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois TESTIGOS de estas cosas." (Lucas 24:46-48). Como puede ver, en ese mandamiento que el Ungido dio a sus discípulos no hay no hay ni rastro de ningún "paraíso en la tierra", ni del Milenio, ni del "maravilloso mundo del mañana", ¡ojo!, que no me malinterpreten mis enemigos, ¡de ninguna manera estoy diciendo que eso sea falso!, al contrario, la tierra sí que será convertida en un hermoso paraíso cuando Ungido venga en gloria a gobernar el mundo, y el Milenio existirá realmente, tal como enseña el Apocalipsis (Ap.20:3-7), lo que estoy diciendo es que ESO NO ES EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO QUE EL UNGIDO MANDÓ QUE SE PREDICARA A TODAS LAS NACIONES. Lo que el Señor dijo bien claro es que teníamos que predicar su muerte y resurrección, el arrepentimiento y el perdón de los pecados en el nombre de Jesús, ¡este es el verdadero Evangelio del Reino!, a este mensaje se le llama "del Reino" porque PROCEDE DEL REINO DE DIOS, no de los hombres, y los apóstoles tenían que ser testigos de esto. Ahora bien, ¿de qué tenían que ser testigos los apóstoles? Pues leamos: "32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos NOSOTROS SOMOS TESTIGOS." (Hch.2:32, comparar con Hch.3:15, 5:30-32, 10:39, 13:31, 1Co.15:15).
Por consiguiente, los apóstoles tenían que ser TESTIGOS DEL UNGIDO, es decir, ser testigos de su MUERTE Y RESURRECCIÓN, ya que eso es el centro del Evangelio (Lc.24:46-48, 1Co.15:1-4).
Veamos ahora el Evangelio que predicaron los más importantes apóstoles del Ungido: Pedro y Pablo.
"Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras... Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis Y MATASTEIS por manos de inicuos, crucificándole; al cual DIOS LEVANTÓ, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella... Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y el Ungido. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Ungido, para PERDÓN DE LOS PECADOS; y recibiréis el don del espíritu santo" (Hechos 2:14-38).
Pedro cumplió al pie de la letra las instrucciones que el Señor les dio (Lc.24:46-48), y predicó el VERDADERO EVANGELIO DEL REINO, centrado en la MUERTE y RESURRECCIÓN del Ungido, en el arrepentimiento y el perdón de los pecados. Si Pedro hubiera predicado el "evangelio milenario" que predican algunas sectas falsas, entonces él habría predicado algo semejante a esto: "Hermanos: el Reino de Dios vendrá en el futuro, y entonces comenzará el Milenio". ¿Predicó eso Pedro?, ¡NUNCA!.
Los apóstoles, en su predicaciones evangelisticas JAMÁS dijeron que para ser salvos tengamos que creer en el Milenio, ni en el futuro paraíso terrenal. Por ejemplo, observe cuando Pedro le predicó el Evangelio al soldado romano Cornelio (Hechos 10). ¿Qué le predicó Pedro? ¿Le predicó Pedro a Cornelio la futura restauración del reino a Israel?, ¿Le predicó Pedro el Milenio?, ¡¡NO!!. Veamos el Evangelio del Reino que Pedro predicó a Cornelio:
En primer lugar le habló de como el Ungido anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos por el Diablo (vers.37-38).
En segundo lugar dijo que el Ungido fue muerto colgado de un madero (v.39).
En tercer lugar, le predicó que Dios le resucitó al tercer día, apareciéndose a muchos (v.40).
En cuarto lugar, le predicó que Dios a puesto al Ungido Jesús como juez de vivos y muertos (v.42).
En quinto lugar, le predicó que todos los que crean en este Ungido, RECIBIRÁN EL PERDÓN DE PECADOS EN SU NOMBRE (v.43).
Mientras Pedro le estaba predicando este Evangelio o Buena Noticia, el espíritu santo descendió sobre todos los que oían este discurso de Pedro (v.44).
Seguidamente Pedro bautizó a los que habían creído este Evangelio, es decir, Cornelio y su familia (vrs.47-48).
¿Se ha dado cuenta? En todo ese pasaje de Hechos 10 NO HAY NI RASTRO NI DEL MILENIO, NI DE LA FUTURA RESTAURACIÓN DE ISRAEL EN SU TIERRA. ¡¡Cornelio NO tenía que creer en eso para ser salvo!!, sino que lo que tenía que creer es en LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL UNGIDO, EN QUE ÉL ES EL JUEZ DE VIVOS Y MUERTOS, Y EN QUE POR LA FE EN ÉL TENEMOS EL PERDÓN DE LOS PECADOS. ¡¡y este es precisamente el mensaje o Evangelio que el Ungido dijo que se predicase en todo el mundo!! (Lc.24:46-48), sin embargo, los cristianos que predicamos este verdadero Evangelio del Reino a veces somos acusados falsamente de predicar un "evangelio mutilado" o falso, cuando resulta que los que están predicando un falso evangelio son ellos, al engañar a millones de personas con la fábula mentirosa de que el Evangelio del Reino consiste en predicar el "maravilloso mundo del mañana", el futuro paraíso terrenal, o el Milenio, repito, ¡eso no es el verdadero Evangelio del Reino!, ya que Ungido y sus apóstoles JAMÁS predicaron eso.
¿Y qué diremos del apóstol Pablo? ¿Predicó Pablo el evangelio del "maravilloso mundo del mañana"? ¿Predicó Pablo a los gentiles el futuro reino de David en la tierra?
Leamos el Evangelio que predicó Pablo primeramente a los judíos, y después a los gentiles. Observe como cuando Pablo predicó el Evangelio a los JUDÍOS, les habló del reino de David, siendo el Ungido el HEREDERO de ese Reino de David, sin embargo, cuando Pablo predicó el Evangelio a los gentiles, ¡¡NUNCA mencionó ese futuro reino de David!!, por la sencilla razón de que ese reino de David NO es el Evangelio del Reino. Observe:
Y después de la lectura de la Ley y de los profetas, los principales de LA SINAGOGA mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad. Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas (observe que este mensaje no lo dio Pablo a los gentiles, sino a los judíos), y los que teméis a Dios, oíd: El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto; y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su territorio. Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel. Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. DE LA DESCENDENCIA DE ÉSTE, Y CONFORME A LA PROMESA, DIOS LEVANTÓ A Jesús POR SALVADOR A ISRAEL. Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies. Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación. Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle. Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase. Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. Mas Dios le levantó de los muertos. Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. Y en cuanto a que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, lo dijo así: Os daré las misericordias fieles de David.
Por eso dice también en otro salmo: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción. Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción. Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la Ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree. (Hechos 13:15-39).
Todo este párrafo que usted acaba de leer fue el Evangelio que Pablo predicó a los JUDÍOS únicamente, y en dicho mensaje, como es obvio, se hace referencia lógicamente al Ungido como DESCENDIENTE DE DAVID (v.23). Sin embargo, fíjese ahora el Evangelio que Pablo predicó a los GENTILES, como eran los corintios:
"1 Además os declaro, hermanos, EL EVANGELIO QUE OS HE PREDICADO, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque PRIMERAMENTE os he enseñado lo que asimismo recibí: QUE el Ungido MURIÓ POR NUESTROS PECADOS, CONFORME A LAS ESCRITURAS; 4 Y QUE FUE SEPULTADO, Y QUE RESUCITÓ AL TERCER DÍA, CONFORME A LAS ESCRITURAS" (1Co.15:1-4).
En esos cuatro versículos está resumido el Evangelio que Pablo predicó a los gentiles. Veamos:
El versículo 3 dice Pablo que PRIMERAMENTE les enseñó que el Ungido murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día. Por lo tanto, esa es la BASE del Evangelio del Reino, es decir, es el CENTRO del Evangelio. PRIMERAMENTE les predicó a los corintios este Evangelio, por la sencilla razón de que PRIMERO les predicó el verdadero EVANGELIO, y después de predicarles el Evangelio, les habló de la futura resurrección de los cristianos cuando el Ungido venga en gloria, pero, repito, lo primero que hizo Pablo es PREDICARLES EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS (Hch.20:24).
A continuación Pablo les enseñó sobre el tema de la RESURRECCIÓN de los cristianos, cuando el Ungido venga en gloria (1Co.15:23, 50-54), Sin embargo, en todo ese capítulo NO HAY NI RASTRO DE LA FUTURA RESTAURACIÓN DE ISRAEL EN SU TIERRA, ni tampoco del futuro paraíso hermoso en la tierra, ni del Milenio, ¿por qué?, ¡¡porque eso NO ES EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO!!.
Ese reino de David será restaurado en la tierra con toda certeza, sin embargo, ESE NO ES EL MENSAJE O EVANGELIO QUE LOS APÓSTOLES PREDICARON A LOS GENTILES, ya que el mensaje que hemos de predicar los cristianos está centrado en la muerte y resurrección del Ungido, el arrepentimiento, y el perdón de los pecados en el nombre de Jesús (Luc.24:46-48). ¡¡NO HAY OTRO EVANGELIO!! (Gal.1:6-8).
Seguro que algún "teólogo" extraviado me citará el pasaje de Romanos 1:1-3, donde Pablo dijo a los cristianos gentiles, como eran los cristianos de Roma, que el Ungido era del linaje de David según la carne, y que por lo tanto, los cristianos hemos de creer en el linaje davídico del Ungido para ser salvos; sin embargo, quien cite ese pasaje de Romanos 1:1-3 ignora que en esa iglesia de Roma HABÍA MUCHOS JUDÍOS cuando Pablo les escribió esa epístola (Ro.9-11), por lo tanto, era necesario, y lógico, decir en esa carta que Jesús era del linaje de David, PARA QUE ESOS JUDÍOS CREYERAN QUE Jesús ES EL UNGIDO PROMETIDO EN LAS ESCRITURAS HEBREAS.
La iglesia de Roma no era una iglesia gentil, sino una iglesia MIXTA, es decir, formada por creyentes judíos y gentiles, por eso es que Pablo hace referencia a ese linaje Davídico del Ungido, sin embargo, resulta que cuando Pablo escribe otra carta a la iglesia de Corinto, la cual era de origen gentil en su totalidad, NUNCA HACE REFERENCIA AL LINAJE DAVÍDICO del Ungido, ¿por qué?, porque el linaje Davídico del Ungido no tiene ninguna relación con los creyentes gentiles, sino solo con los JUDÍOS, por eso es que cuando Pedro le predica el Evangelio del Reino al soldado romano Cornelio, él no mencionó por ninguna parte ese linaje davídico del Ungido (Hch.10).
En 2Tm.2:8 Pablo le dijo a Timoteo que se acuerde del Ungido como hijo de David, lo cual indica que TIMOTEO ERA JUDIO, no gentil, ya que su madre, Eunice, era JUDÍA, y ella le inculcó desde pequeño la fe judía (Hch.16:1, 2Tm.1:5), por eso Pablo hace referencia al linaje davídico del Ungido en esa carta dirigida a Timoteo el judío.
En Apocalipsis 22:16 el Ungido hace referencia de nuevo a su linaje davídico con relación a las siete iglesias de Asia Menor, ¿por qué?, sencillamente porque esas siete iglesias eran iglesias MIXTAS, es decir, estaban formadas por judíos y gentiles, y era fundamental recalcar que el Ungido es del linaje de David, para que los JUDÍOS pudieran creer en el Evangelio, es decir, que creyeran que Jesús es EL UNGIDO de Israel. A los gentiles no les hacía falta creer que Jesús era del linaje de David, lo único que tenían que hacer era arrepentirse de sus pecados, y creer en la muerte y resurrección del Ungido, para recibir el perdón de los pecados, tal como predicó Pablo a los griegos (Hch.17:30-31), ¡¡esta era la Buena Noticia de la gracia de Dios predicada por Pablo a las naciones gentiles!! (Hch.20:24), exactamente el mismo Evangelio que el Ungido dijo que se predicara en todas las naciones (Lc.24:46-48).
Por consiguiente, el Evangelio del Reino es la Buena Noticia de la MUERTE Y RESURRECCIÓN del Ungido, el arrepentimiento y el perdón de los pecados en su nombre. Se le llama "Evangelio DEL Reino, porque su ORIGEN está en el Reino de Dios, en la familia de Dios. Cuando creemos esto, entonces somos JUSTIFICADOS POR LA FE, y reconciliados con Dios (Ro.5:9-11), y cuando el Ungido aparezca por segunda vez, entonces él salvará a aquellos que le esperamos (Heb.9:28).
El bautismo en agua, para el perdón de los pecados
La justificación ante Dios es por la fe EN EL UNGIDO, pero solo para aquellos que LE OBEDECEN, ¡SIN OBEDIENCIA NO HAY SALVACIÓN POSIBLE! La salvación es por gracia de Dios, por medio de la fe, no por obras (Ef.2:8-9), sin embargo, resulta que la palabra de Dios también dice que Dios salvará a aquellos que le OBEDECEN: "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de ETERNA SALVACIÓN PARA TODOS LOS QUE LE OBEDECEN" (Heb.5:8-9).
El perdón de los pecados se aplica al pecador únicamente cuando OBEDECE al Señor y recibe el verdadero BAUTISMO en agua, por inmersión, y en el nombre del Señor Jesús. El Señor dijo lo siguiente: "El que crea Y SEA BAUTIZADO, será salvo" (Mr.16:16).
Veamos ahora cual era la Doctrina de los apóstoles referente al verdadero bautismo cristiano: "Pedro les dijo: Arrepentíos, y BAUTÍCESE CADA UNO DE VOSOTROS EN EL NOMBRE DE JESÚS, EL UNGIDO, PARA PERDÓN DE LOS PECADOS; y recibiréis el don del Espíritu Santo." (Hch.2:38).
Cuando Pedro predicó el Evangelio al soldado romano Cornelio y a su familia, y estos creyeron, entonces Pedro ordenó que fueran BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE Jesús, el Ungido (Hch.10:48).
Ananías dijo lo siguiente al apóstol Pablo: "Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y BAUTÍZATE, Y LAVA TUS PECADOS, INVOCANDO SU NOMBRE." (Hch.22:15-16). Por lo tanto, el pasaje es bien claro: por medio del bautismo cristiano, nuestros pecados son lavados. El propio apóstol Pablo bautizaba a los que creían en el Evangelio: "Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro." (1Co.1:14-16). Como vemos, Pablo bautizó por lo menos a Crispo, a Gayo y a la familia de Estéfanas, ¡y esto solo en la iglesia de Corinto!, en el resto de iglesias fundadas por Pablo seguro que bautizó a muchos más. Pablo JAMÁS rechazó el bautismo en agua y por inmersión para el perdón de los pecados (Hch.2:38), sino que lo practicó, aunque su misión principal no era bautizar, sino predicar el Evangelio de la gracia de Dios (Hch.20:24), y una vez que creían en este Evangelio, los creyentes eran bautizados, bien por el apóstol Pablo, o por alguno de sus compañeros cristianos en la evangelización.
Por consiguiente, el bautismo en agua por INMERSIÓN (tal como enseña la Biblia), y en el nombre de Jesús, el Ungido, es un claro MANDAMIENTO DEL SEÑOR, PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. Cuando nosotros creemos en el Evangelio de la Gracia de Dios (Hch.20:24), y OBEDECEMOS ese mandamiento del Señor de ser bautizados, entonces somos perdonados de nuestros pecados y reconciliados con Dios. Sin embargo, Satanás ha conseguido
engañar a millones de "cristianos" para que rechacen esta clara enseñanza del Evangelio.
Objeciones de los desobedientes
Los que rechazan el bautismo en agua, para el perdón de los pecados esgrimen siempre los siguientes argumentos:
1- El ladrón arrepentido fue salvo sin que fuera bautizado.
Respuesta: Lógico, el ladrón arrepentido no pudo bautizarse después de creer en el Ungido, por la sencilla razón de que estaba crucificado.
2- Si el perdón de los pecados se recibiera cuando somos bautizados en el nombre del Señor Jesús, el Ungido (tal como enseña el Evangelio) entonces todos los millones de cristianos que han sido bautizados “en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo” no podrían ser salvos.
Respuesta: Dios perdona la ignorancia humana, y todos los cristianos que se han bautizado en “el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo” es porque ignoraban que el verdadero bautismo es solamente en el nombre de Jesús, el Ungido, por lo tanto, Dios perdona a los que ignoran la verdad, ¡pero no a los que RECHAZAN voluntariamente la verdad que ya conocieron!
3- Si el perdón de los pecados se recibiera al bautizarnos en agua, en el nombre de Jesús, el Ungido, entonces la salvación ya no sería por medio de la fe, sino por nuestras obras.
Respuesta: la salvación es por la gracia de Dios, por medio de la fe (Ef.2:8-9), sin embargo, Dios es el autor de la eterna salvación para aquellos que LE OBEDECEN (Heb.5:8-9), es decir, la verdadera fe es aquella que obedece al Señor, y el Señor ha dicho que quien crea, Y SEA BAUTIZADO, será salvo (Mr.16:16). Los que dicen creer en el Ungido, pero no obedecen lo que él dijo, entonces no son cristianos, sino falsos cristianos.
Bautizarse en el nombre de Jesús, el Ungido, NO ES UNA FÓRMULA RITUALISTICA DE LA CUAL DEPENDA NUESTRA SALVACIÓN ETERNA, no se trata de repetir unas palabras “mágicas” para ser salvos, sino de OBEDECER al Señor, pues cuando nos bautizamos por inmersión, y en el nombre de Jesús, el Ungido, estamos aceptando de verdad que hemos muerto a la carne con el Ungido, y que hemos resucitado con él para una vida nueva, y es entonces cuando nuestros pecados pasados son perdonados por Dios, y recibimos el don del espíritu santo (Hch.2:38), sin embargo, millones de “cristianos” han sido engañados totalmente con la diabólica doctrina de que no hace falta obedecer al Señor bajando a las aguas del bautismo, sino que uno ya es salvo cuando “acepta al Ungido”, quedando el bautismo como algo opcional para el “creyente”, o simplemente como un chapuzón sin valor espiritual que nos hace miembros oficiales de alguna secta de la cristiandad apóstata, ¡esto no es el verdadero bautismo enseñado en el Evangelio y practicado por los apóstoles!
¿Quiere recibir usted el perdón de todos sus pecados y el don del espíritu santo?, pues OBEDEZCA AL SEÑOR, y bautícese por inmersión en el nombre del Señor Jesús, el Ungido, y entonces será salvo en el día postrero. Recuerde las palabras del Ungido: "El que crea Y SEA BAUTIZADO, SERÁ SALVO". Primero crea en el verdadero Evangelio del Reino, o Evangelio de la Gracia de Dios, y después reciba el verdadero bautismo en agua, para el perdón de sus pecados, porque SOLO HAY UN BAUTISMO para el perdón de los pecados: "Un Señor, una fe, UN BAUTISMO..."(Ef.4:5), y si usted, después de creer en el verdadero Evangelio, desea bautizarse para el perdón de los pecados, pero no tiene a ningún otro creyente que le pueda bautizar en agua, en el nombre de Jesús, el Ungido, USTED MISMO LO PUEDE HACER EN SU PROPIA CASA, ya que el Evangelio jamás prohíbe que uno mismo se pueda bautizar, si las circunstancias así lo exigen.
El Ungido reina sobre los cristianos, porque él es EL SEÑOR
Algunos "teólogos" enseñan que el Ungido NO reina sobre su Iglesia, sin embargo, eso es FALSO, ya que el Ungido es EL SEÑOR, es decir, el Amo, Dueño o REY de los cristianos, ya que él reina sobre los suyos, por eso es que el Evangelio dice: "Si confesares con tu boca que Jesús es EL SEÑOR... serás salvo" (Ro.10:9). Por eso es que en el Nuevo Testamento, y especialmente en las epístolas, se le llama al Ungido decenas de veces NUESTRO SEÑOR. Por lo tanto, si el Ungido es nuestro SEÑOR, es porque él es nuestro REY, es decir, el reina o gobierna sobre los cristianos, que forman su IGLESIA. Si el Ungido no es tu Señor o Rey (que es lo mismo), entonces sencillamente no eres cristiano, es decir, no perteneces a su Reino, y por lo tanto, no serás salvo (Ro:10:9).
El Dios Padre es la Cabeza del Ungido, porque el Padre es el Rey del Ungido, es decir, el Padre es el Rey o Dios SUPREMO, siendo el Ungido el Hijo subordinado a él. Y por ende, el Ungido es la Cabeza o Rey de la Iglesia, y el varón es la cabeza o rey de la mujer, ya que el varón tiene la autoridad sobre ella. Si el Ungido no reina o gobierna sobre los verdaderos cristianos, entonces esos no son cristianos, porque NO ESTÁN SOMETIDOS AL SEÑOR, ES DECIR, AL REY, y por lo tanto, no pertenecen al Reino del Ungido.
Primero el Ungido gobierna o reina sobre sus discípulos, porque él es NUESTRO SEÑOR (Ro.10:9), y cuando él venga en gloria, entonces reinará sobre el mundo (Ap.11:15).
Por consiguiente, el Reino y el reinado del Ungido están en el mundo, pero AUN NO SE HA MANIFESTADO CON GRAN PODER Y GLORIA sobre el mundo. Las parábolas del Reino (Mateo 13) son una clara enseñanza de que el REINO de Dios o Reino de los cielos estaría desarrollándose en la TIERRA durante la ausencia del Rey.
TODA LA VERDAD SOBRE EL ESTADO DE ISRAEL Y SU FUTURA RESTAURACIÓN
En Hechos 3:19-21 Pedro predicó a los judíos la futura restauración de Israel. Observe que Pedro mencionó la futura restauración de todas las cosas a los JUDÍOS de Jerusalén, PEDRO JAMÁS PREDICÓ ESE MENSAJE DE LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL A LOS GENTILES, NI PABLO TAMPOCO, ya que el verdadero Evangelio del Reino que los cristianos hemos de predicar a todas las naciones -como hemos visto- está expuesto por EL UNGIDO en Lucas 24:46-48.
¿Dijo EL UNGIDO a sus discípulos que ellos tenían que predicar el futuro reino de David en todas las naciones?, ¡No! Veamos bien: los apóstoles preguntaron al UNGIDO si él restauraría en ese momento el reino de Israel, es decir, el reino de David (Ap.1:6). Observe ahora cual fue la respuesta del UNGIDO. En lugar de decir EL UNGIDO a sus apóstoles que ellos tenían que predicar por el mundo la futura restauración de Israel, lo que les dijo es que a ellos no les tocaba conocer los tiempos y las sazones que el Padre puso en su sola potestad (Hch.1:7).
Ahora observe lo que EL UNGIDO dijo que ellos tenían que predicar en todas las naciones: "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y ME SERÉIS TESTIGOS en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." (Hch.1:8). ¿Lo ha leído bien? EL UNGIDO no negó la futura restauración de Israel, lo que él dijo es que ESE NO ERA EL MENSAJE QUE ELLOS TENÍAN QUE PREDICAR EN TODAS LAS NACIONES. Lo que ellos tenían que hacer es ser SUS TESTIGOS en todo el mundo, ¿testigos de qué?, pues leamos: "A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos NOSOTROS SOMOS TESTIGOS." (Hch.2:32, comparar con Hch.3:15, 5:30-32, 10:39, 13:31, 1Co.15:15,).
Por consiguiente, ahí lo tiene bien claro, los apóstoles de ninguna manera tenían que predicar el futuro reino de David, sino ser TESTIGOS del UNGIDO, es decir, ser testigos de su MUERTE Y RESURRECCIÓN, ya que eso es el centro del Evangelio (Lc.24:46-48, 1Co.15:1-4).
¿Ha sido establecido por Dios el actual Estado de Israel?
Los países enemigos de Israel consideran al Estado de Israel como un “Estado sionista” establecido por Satanás, al cual hay que destruir. Países como Irán o Siria, entre otros más, odian a Israel y buscan su destrucción. Incluso hay judíos religiosos que odian el actual Estado de Israel, y desean que sea destruido, porque según ellos el actual Estado de Israel, creado en el año 1948, no fue creado por Dios, sino que es un Estado contrario a la Toráh, la ley de Dios. ¡¡Esos judíos religiosos imbéciles y traidores se unen con los enemigos de Israel, y todos ellos desean que el Estado de Israel desaparezca o sea destruido!!
Ahora bien, todos esos enemigos del actual Estado de Israel deben de saber que dicho Estado “sionista” fue establecido por Dios mismo en el año 1948, como cumplimiento de una impresionante profecía bíblica, la cual vamos a estudiar en este documento.
Los enemigos del Estado de Israel deben de saber también que todos esos, judíos o no judíos, que desean la destrucción de Israel ¡van a ser destruidos por Dios en el futuro!, como veremos en este importante estudio bíblico.
LA GRAN PROFECÍA DE LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL
La futura restauración de Israel es enseñada en muchos pasajes de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, pero en este documento nos vamos a centrar especialmente en tres capítulos, que se encuentran en el libro del profeta Ezequiel. Los capítulos son el 37, 38 y 39.
Veamos primero el capítulo 37.
Ezequiel 37.
1 La mano de IEVE vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de IEVE, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me
dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor IEVE, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de IEVE. 5 Así ha dicho IEVE el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, ypondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy IEVE.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. 8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. 9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho IEVE el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un
ejército grande en extremo.
11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho IEVE el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. 13 Y sabréis que yo soy IEVE, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo IEVE hablé, y lo hice, dice IEVE.
15 Vino a mí palabra de IEVE, diciendo: 16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. 17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano. 18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, 19 diles: Así ha dicho IEVE el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de
Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano. 20 Y los palos sobre que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos, 21 y les dirás: Así ha dicho IEVE el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; 22 y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. 23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. 26 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28 Y sabrán las naciones que yo IEVE santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.
El pasaje es bien claro. El profeta Ezequiel tuvo la visión simbólica de un valle lleno de huesos secos. Todos esos huesos secos representan la casa de Israel esparcida por el mundo, y que en el futuro resucitarán, es decir, se convertirán al Señor y serán tomados TODOS ellos de las naciones donde estaban esparcidos, y llevados a su tierra de Israel.
Observe que esa restauración de Israel ocurrirá por ETAPAS, tal como aparece en la profecía.
Ahora bien, la primera etapa de la restauración de Israel comenzó en el año 1948, con la creación del actual Estado de Israel. Los “huesos secos” de la visión se están empezando a juntar unos con otros, los “tendones” y la “carne” están saliendo sobre ellos, y la “piel” está cubriendo esa “carne”, ¡pero esos israelitas no tienen vida aun!. Los judíos que viven en Israel, y gobiernan ese país están muertos en sus pecados y delitos. Israel actualmente es un Estado perverso y enemigo del Mesías Jesús y de los verdaderos cristianos, ¡pero en el futuro el espíritu de Dios será derramado sobre ellos, como veremos después!, y entonces serán completamente restaurados en su tierra, y reconocerán que el Dios Padre es IEVE, y que Jesús es el Hijo de IEVE, el Mesías. Entonces Dios limpiará a Israel de todos sus pecados, y volverán a ser el pueblo de Dios establecido en la tierra de Israel.
Observe que la segunda etapa de esa restauración de Israel consistirá en que DIOS ENVIARÁ SU ESPÍRITU SOBRE ESOS CUERPOS MUERTOS, Y ESTOS REVIVIRÁN y se convertirán en una multitud de israelitas que regresarán por millones, y en masa, a la tierra de Israel procedentes de todas las naciones del mundo. Esto es muy importante que lo entienda, la futura restauración de Israel no ocurrirá de una sola vez, sino que es un proceso en dos etapas, y ese proceso culminará cuando el espíritu santo, el espíritu de Dios, sea derramado sobre ellos y crean en el Dios Padre y en su Hijo Jesús, el Mesías.
En los dos siguientes capítulos, el 38 y el 39, le fue revelado al profeta Ezequiel como será esa futura restauración de Israel, y cuando sucederá. Vamos a estudiar esos dos capítulos:
Ezequiel 38
1 Vino a mí palabra de IEVE, diciendo: 2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, 3 y di: Así ha dicho IEVE el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 4 Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; 5 Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; 6 Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.
7 Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda. 8 De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. 9 Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.
10 Así ha dicho IEVE el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, 11 y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; 12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra. 13 Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
14 Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho IEVE el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú? 15 Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército, 16 y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.
17 Así ha dicho IEVE el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos? 18 En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo IEVE el Señor, subirá mi ira y mi enojo. 19 Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; 20 que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. 21 Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice IEVE el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. 22 Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. 23 Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy IEVE.
Ezequiel 39
1 Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así ha dicho IEVE el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 2 Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel; 3 y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha. 4 Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida. 5 Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice IEVE el Señor. 6 Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy IEVE.
7 Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy IEVE, el Santo en Israel. 8 He aquí viene, y se cumplirá, dice IEVE el Señor; este es el día del cual he hablado. 9 Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años. 10 No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice IEVE el Señor.
11 En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. 12 Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. 13 Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice IEVE el Señor. 14 Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento. 15 Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. 16 Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra.
17 Y tú, hijo de hombre, así ha dicho IEVE el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. 18 Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basán. 19 Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. 20 Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice IEVE el Señor.
21 Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. 22 Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy IEVE su Dios. 23 Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada. 24 Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro.
25 Por tanto, así ha dicho IEVE el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre. 26 Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante; 27 cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. 28 Y sabrán que yo soy IEVE su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. 29 Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice IEVE el Señor.
Vamos a analizar esos dos capítulos, el 38 y 39, en ellos se enseña lo siguiente:
1. Dios lo ordenó al profeta Ezequiel que profetizara contra Gog, en la tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Evidentemente Gog es el nombre simbólico de un futuro líder político y militar enemigo de Israel, y la tierra de Magog es el país de donde procede Gog.
La profecía de Ezequiel dice que Gog es el príncipe soberano de Mesec y Tubal (Eze.38:1, 39:1). Pues bien, leamos lo que se dice en esta dirección Web: http://www.galeon.com/vicvilo/cvitae1125913.html
“Herodoto el historiador del siglo V mencionó los hijos de Jafet: Mesec y Tubal, él identificó estos pueblos con los Samaritanos y los Moscovitas, que en ese tiempo vivían en la antigua provincia del Ponto, situada al norte de Asia.
Josefo, historiador griego del primer siglo de nuestra era, dice que estos pueblos eran conocidos como Mosquenos y Tobalitas, los cuales se establecieron en Mesec y Tubal respectivamente, y que los Escitas vivían en la región montañosa del Caucaso. Plinio, escritor romano del principio de la era cristiana, dice que Heirápolis fue tomada por los Escitas recibiendo el nombre de Magog y los temibles pueblos bárbaros llamados Escitas se identificaban con el nombre de la tribu.
Wilhem Gesenius, hebreo del siglo XIX, dice que Mesec fue el fundador de las tribus bárbaras llamadas Moschi (en griego) las cuales habitaban en Moshi, que quiere decir Moscú (Mesec) y se esparcieron por toda Europa”.
Como puede ver, Mesec y Tubal eran hijos de Jafet, hijo de Noé, los cuales se establecieron después del diluvio en las regiones montañosas del Caucaso, que hoy en día es territorio Ruso, y en concreto Mesec fue el fundador de las tribus bárbaras llamadas Moschi, que habitaban en lo que hoy es MOSCÚ, la capital de Rusia. Por lo tanto, está bien claro que la tierra de Magog es el territorio de la actual Rusia, y Mesec es la propia capital de Rusia, Moscú.
Gog sencillamente es el líder de Rusia el cual dirigirá esa futura invasión contra Israel.
¿Dónde se encuentra la tierra de Magog? El verso 6 y el 15 dice que Gog vendrá de LOS CONFINES DEL NORTE, por lo tanto, la tierra de Magog se encuentra en las partes más remotas del norte partiendo desde Israel. Pues bien, veamos el siguiente mapa, y tracemos una línea recta desde Israel hacia los confines del norte. Asombrosamente si trazamos una línea recta desde Israel hacia los confines del norte, ¿a qué ciudad llegamos?, ¡a Moscú!, la capital de Rusia. Por lo tanto, la tierra de Magog es Rusia, no hay ninguna duda de ello. Gog será un líder político y militar ruso que dirigirá la gran invasión futura contra Israel.
2. La profecía de Ezequiel dice que otras muchas naciones acompañarán a Rusia en esa invasión a Israel. Una de esas naciones será Persia, que es el antiguo nombre de Irán. Hoy en día Irán es aliado de Rusia, e Irán ya ha declarado muchas veces que desea la destrucción de Israel, y por ello se está armando con armas nucleares para un futuro ataque a Israel juntamente con Rusia.
3. La profecía de Ezequiel dice que esa invasión de Rusia y de sus aliados a Israel ocurrirá AÑOS DESPUÉS DE LA CREACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL, y además la invasión sucederá en un momento en que Israel estará viviendo confiadamente en “paz y seguridad” (Eze.38:8). Esto es muy interesante. La creación del moderno Estado de Israel ocurrió en el año 1948, desde entonces cientos de miles de judíos han regresado a la tierra prometida por Dios a Israel. Sin embargo, el Estado de Israel ahora no vive confiadamente en paz y seguridad, sino que viven en un estado militarizado, en constante tensión y conflicto con sus enemigos árabes. Esto significa sencillamente que Israel ha de conseguir finalmente un tratado de paz con los palestinos y árabes, creándose en Israel un estado de paz y confianza con los árabes. Cuando esto suceda, e Israel se sienta en paz y seguridad, entonces es cuando Rusia y sus países aliados decidirán atacar Israel para destruirla y apoderarse de todas sus riquezas.
En Ezequiel 38: 9 se dice que esos ejércitos enemigos de Israel vendrán “como tempestad; como nublado para cubrir la tierra”. Esta expresión indica sin ninguna duda que esa invasión militar a Israel vendrá por el aire, en aviones, ya que las nubes y las tempestades vienen por el aire, de modo que será una invasión masiva aérea que caerá sobre todo el territorio de Israel. Todos esos ejércitos de diferentes naciones descenderán del aire y ocuparán el territorio del actual Estado de Israel.
4. Cuando esos enemigos de Israel hayan descendido sobre los montes de Israel entonces la ira de Dios se encenderá. La profecía de Ezequiel dice que entonces habrá un gran terremoto en todo Israel (Eze.38:18-20). Y seguidamente ocurrirá algo asombroso, ¡los propios ejércitos invasores enemigos de Israel se matarán unos a otros!. Esos ejércitos invasores serán de diferentes naciones, y a causa de ese gran terremoto en Israel esos ejércitos se llenarán de terror y confusión, y sus armas las utilizarán para matarse entre ellos mismos, tal como dice la profecía: “Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice IEVE el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano (38:21),
A continuación el Señor IEVE enviará lo siguiente contra todos esos ejércitos invasores:
“yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.” (38:22).
Como podemos ver, Dios les enviará pestilencia, es decir, plagas como el cólera o la peste, seguido de una gran lluvia torrencial, y una caída de piedras granizo, además de fuego y azufre. Todas esas tropas internacionales que invadan Israel serán totalmente exterminados en los montes de Israel. Rusia y sus países aliados enemigos de Israel sufrirán una espantosa derrota militar dentro de la nación de Israel, y de esta manera el Señor IEVE será santificado, y será engrandecido y conocido en todas las naciones y sabrán que él es IEVE (38:23). Esta expresión es tremendamente importante, y se repite varias veces en esa profecía de Ezequiel. Israel y todas las demás naciones sabrán que el Dios de Israel es IEVE cuando Rusia y sus países aliados sean destruidos en los montes de Israel. Observe bien, ¿Quién era el Dios que hablaba a través de los profetas hebreos, como por ejemplo Ezequiel?, era el Dios PADRE, leámoslo:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Heb.1:1-2).
Por lo tanto, cuando en Ezequiel 38:23, 39:7, 22, 28 leemos que Israel y las demás naciones sabrán que él es IEVE, lo que significa es que sabrán que EL DIOS PADRE ES EL DIOS DE ISRAEL, IEVE. Todas las naciones conocerán entonces que el Padre del Señor Jesús es IEVE, y que nuestro Dios Padre nos ha hablado por medio de su Hijo Jesús, el Mesías. ¡Es entonces cuando comenzará la restauración ESPIRITUAL del pueblo de Israel. Ellos se arrepentirán de sus maldades, y el espíritu santo será entonces derramado sobre ellos. A partir de ese día todos los israelitas de las 12 tribus de Israel que estén dispersos por todas las naciones regresarán a la tierra de Israel (Eze.39:25-29).
¿CUANDO SUCEDERÁ LA INVASIÓN A ISRAEL?
Asombrosamente algunos pretenden hacernos creer que esa invasión a Israel ocurrirá durante el Milenio mencionado en Apocalipsis 20:1-7. Otros incluso dicen que ocurrirá después del Milenio. Eso es absolutamente falso, como voy a demostrar seguidamente.
Es totalmente imposible que esa invasión de Rusia sus países aliados a Israel suceda durante el Milenio, por la sencilla razón de que durante el Milenio Jesús y sus santos mártires estarán reinando sobre la tierra, e Israel ya estará restaurado totalmente. Sin embargo, la invasión mencionada por Ezequiel 38 y 39 sucederá ANTES del Milenio, es decir, antes de que Jesús y sus santos mártires estén reinando sobre las naciones de la tierra.
Después del Milenio tampoco ocurrirá esa invasión a Israel, ya que después del Milenio sencillamente lo que existirá es un nuevo planeta, es decir un nuevo cielo y una nueva tierra, y YA NO EXISTIRÁ LA MUERTE (Ap.21:4), sin embargo, en Ezequiel 38 y 39 sí que se dice bien clarito que existirá la muerte, ya que todos esos enemigos de Israel serán destruidos y muertos, y durante siete años Israel estará quemando las armas de esos ejércitos como combustible (Eze.39:9). Por lo tanto, decir que esa profecía de Ezequiel 37-39 se cumplirá después del Milenio es un total disparate.
Algunos citan Apocalipsis 20:7-9, y dicen que esa profecía del Apocalipsis se refiere a Ezequiel 37-39. Eso es otro disparate total, es un gran error, ¿por qué?, por la sencilla razón de que son dos profecías totalmente diferentes, y que se cumplirán en tiempos totalmente diferentes.
La profecía de Ezequiel 38 y 39 no menciona por ninguna parte que Satanás será soltado de su prisión, pero la de Apocalipsis sí.
La profecía de Ezequiel no dice por ninguna parte que Satanás y millones de personas rodearán la ciudad de Jerusalén (la ciudad amada), sino que Ezequiel dijo que Gog (no Satanás) y sus naciones aliadas invadirán ISRAEL, pero no dice por ninguna parte que rodearán la ciudad de Jerusalén. Sin embargo, la profecía del Apocalipsis dice que Satanás y millones de personas sí que rodearán la ciudad de Jerusalén al final del Milenio, para intentar destruir el gobierno mundial de Jesús y sus santos.
En la profecía Ezequiel 38 y 39 JESÚS NO ESTARÁ REINANDO SOBRE JERUSALÉN NI EL MUNDO CUANDO RUSIA Y SUS ALIADOS INVADAN ISRAEL. Sin embargo, en Apocalipsis 20:7-9 Jesús y sus santos mártires, al final del Milenio, sí que ESTARÁN GOBERNANDO EL MUNDO (Ap.20:4-6). Por lo tanto, esa doctrina de que ambas profecías, la de Ezequiel y la del Apocalipsis, se refieren a lo mismo es una total falsedad y un gran disparate, ¡son dos invasiones totalmente diferentes, que ocurrirán en tiempos diferentes!. La invasión mencionada en Ezequiel 38 y 39 ocurrirá ANTES de la venida gloriosa del Mesías Jesús, y la del Apocalipsis ocurrirá AL FINAL DEL MILENIO, es decir, al final del gobierno mundial del Mesías Jesús sobre esta tierra.
Y respecto a los nombres de Gog y Magog mencionados en Apocalipsis 20:8, sencillamente significa que Rusia como nación seguirá existiendo al final del Milenio, pero de ninguna manera significa que Apocalipsis 20:7-9 sea la misma profecía de Ezequiel 37-39, pues como he demostrado, son dos profecías totalmente diferentes, que se cumplirán en tiempos totalmente diferentes.
Por consiguiente, si la profecía de Ezequiel 38 y 39 no sucederá durante el Milenio, ni después del Milenio, ¿cuando sucederá?. Pues sencillamente ocurrirá ANTES del Milenio, cuando una parte de Israel esté viviendo en paz y en confianza en su propia tierra, ya que la profecía dice bien claro que Rusia y sus aliados invadirán Israel cuando esos israelitas estén viviendo en paz y seguridad:
"De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente." (Eze.38:8).
Como puede ver, el Estado de Israel estará morando confiadamente, sin guerras contra sus enemigos árabes, y es entonces cuando Rusia aprovechará esa confianza y paz en Israel para atacarla. Esto significa sencillamente que Israel conseguirá la paz con los palestinos y árabes. La ciudad vieja de Jerusalén, junto con el monte del Templo, será entregada a los gentiles, es decir, a los palestinos, los cuales la convertirán en la capital del nuevo Estado palestino. Todos estos gentiles hollarán la ciudad de Jerusalén durante 1260 días, que corresponden a los 42 meses del gobierno mundial de la bestia (Ap.11:2, 13:5), esto traerá la paz entre Israel y los palestinos, y entonces Israel se sentirá seguro, creyendo haber entrado en una nueva era de paz y seguridad. Sin embargo, esta falsa paz y confianza de Israel será aprovechada por Rusia y sus aliados, como Irán y otros muchos países, para invadir Israel por el aire, pero como ya hemos visto, todos esos ejércitos invasores serán totalmente destruidos por Dios en los montes de Israel. Y es a partir de entonces cuando Israel y las naciones conocerán que el Dios Padre es IEVE, y millones de israelitas de las 12 tribus saldrán de todas las naciones y regresarán a la tierra de Israel. Esto encaja perfectamente con lo que dice el Apocalipsis, donde se mencionan a los 144.000 sellados cristianos de las 12 tribus de Israel (Ap.7:3-8). Estos 144.000 cristianos israelitas procedentes de las 12 tribus serán las PRIMICIAS para Dios y para el Codero, es decir, ellos serán el primer grupo de verdaderos israelitas cristianos que regresarán a la tierra de Israel (Ap.14:1-5).
Resumiendo.
1. Ezequiel 37 es una visión simbólica que representa la futura restauración de Israel, pero esa restauración será por etapas. Los huesos secos esparcidos por el valle, y que le fueron mostrados al profeta Ezequiel, no son huesos literales, no se trata de una resurrección literal de los muertos, sino la resurrección de Israel, cuando sean tomados de todas las naciones y llevados a la tierra de Israel. Esta profecía de Ezequiel 37 comenzó a cumplirse en el año 1948, cuando se creó el moderno Estado de Israel. Los israelitas que están ahora viviendo en el Estado de Israel se encuentran en un estado de incredulidad y maldad, ¡¡porque esa es la primera etapa de la futura restauración de Israel!!.
2- En Ezequiel 38 y 39 se describe la segunda etapa de la restauración de Israel.
Un líder militar ruso, al cual se le llama simbólicamente Gog, junto con otras muchas naciones enemigas de Israel, invadirán el Estado de Israel, cuando esta nación esté viviendo en paz y confianza con los palestinos y sus vecinos árabes.
3- Gog y sus ejércitos, así como los ejércitos de las otras naciones aliadas con Rusia, serán totalmente destruidos por Dios en los montes de Israel, y Dios también enviará fuego sobre esas naciones enemigas de Israel.
4- A partir de entonces Israel y todas las naciones de la tierra sabrán que el Dios Padre es IEVE, y comenzará la segunda etapa de la restauración de Israel, es decir, la nación de Israel se arrepentirá de sus maldades, 144.000 israelitas de las 12 tribus serán los primeros en hacerse cristianos verdaderos, seguidores del Mesías Jesús, y todos los israelitas que estén dispersos por todas las naciones de la tierra regresarán a la tierra de Israel, y Dios el Padre derramará su espíritu, el espíritu santo, sobre todo Israel, y tal como dijo el apóstol Pablo, cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, entonces TODO ISRAEL SERÁ SALVO:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.
Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.” (Ro.11:25-29).
La verdadera interpretación de Apocalipsis 12
¿Enseña Apocalipsis 12 que el Reino de Dios vendrá con poder a la tierra?, ¡de ninguna manera! Veamos cual es la verdadera enseñanza de Apocalipsis 12.
a) Apocalipsis 12 enseña que habrá una gran batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles lucharán contra Satanás y sus ángeles, y estos últimos serán derrotados y arrojados del cielo a la tierra. ¡Esta batalla celestial jamás ha sucedido, sino que sucederá en el futuro!.
Cuando Satanás y sus ángeles sean arrojados a la tierra, obviamente no será el Reino de Dios lo que comenzará en la tierra, ¡sino el reinado mundial de Satanás, de la bestia y del falso profeta!: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él... Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo." (Ap.12:9, 12).
b- Por lo tanto, cuando Satanás y sus ángeles sean arrojados a la tierra, y comience el reinado mundial de Satanás, entonces es cuando comenzará el poder y el reinado de Dios, ¿pero donde comenzará ese reinado y poder de Dios?, ¡no comenzará en la tierra, pues ya hemos visto que lo que comenzará en la tierra es el reinado mundial de Satanás!, por lo tanto, ese reino y poder de Dios donde dará comienzo es en LAS REGIONES CELESTIALES (el espacio cósmico), exactamente en los lugares o moradas celestiales donde ahora tienen su morada Satanás y sus huestes espirituales de maldad, tal como dijo Pablo en Efesios 6:12.
Lo que enseña precisamente Apocalipsis 12:10 es que Satanás y sus huestes espirituales de maldad serán desalojados de esas regiones celestiales, y arrojados a la tierra, y entonces dará comienzo en esos lugares celestiales el Reino y el poder de Dios, mientras que en la tierra comenzará el gobierno mundial de Satanás, que durará 42 meses (Ap.13:5).
Como ya hemos visto, el Reino de Dios ya vino a la tierra cuando el Ungido vino (Mr.1:14-15), y los verdaderos cristianos somos los ciudadanos de ese Reino, el cual se está DESARROLLANDO DURANTE ESTA ERA EN EL MUNDO (Mt.13). Por lo tanto, la doctrina de que el Reino de Dios no está en la tierra es una mentira antícristiana. Lo que aun no ha llegado al mundo es el gobierno mundial de ese Reino de Dios, este gobierno mundial de Dios y del Ungido comenzará cuando suene la séptima trompeta (Ap.11:15).
¿Es necesario creer en el Milenio para ser salvos?
Algunos "teólogos" enseñan que es necesario creer en el Milenio para ser salvos, sin embargo, eso es una salvajada, totalmente anticristiana.
Los apóstoles JAMÁS predicaron que para ser salvos tengamos que creer en el Milenio, ¡ellos ni siquiera hablaban del Milenio cuando predicaban el Evangelio!.
Ni Pedro ni Pablo enseñaron jamás la doctrina del futuro Milenio, una doctrina que es VERDADERA, ¡pero no necesaria para ser salvos! Si fuera cierto que para ser salvos tenemos que creer en el Milenio, entonces Jesús, cuando les dio las instrucciones a sus apóstoles para salir a predicar el Evangelio, les habría dicho: "predicad también por el mundo el Milenio".
La doctrina del Milenio el Ungido se la reveló a Juan en el Apocalipsis, por eso es que ni Pedro, ni Pablo, ni los evangelios, ni el Antiguo Testamento hablan jamás del Milenio, ¡¡porque esa doctrina aun no había sido REVELADA por el Ungido a su Iglesia!!. Si esta doctrina fuera fundamental para la salvación, entonces Jesús se la habría revelado a los doce apóstoles, y Pedro y Pablo la habrían anunciado, sin embargo, ¡¡ni una sola palabra sobre el Milenio fue dicha por ellos!!.
Quiero dejar claro que YO CREO EN EL MILENIO, Y EN LA FUTURA RESTAURACIÓN DEL REINO DE DAVID, sin embargo, ¡¡ese no es el verdadero Evangelio del Reino que el Ungido dijo que se predicara en todo el mundo!!
Herederos del gobierno mundial de Dios
Los cristianos tenemos la promesa de heredar el futuro gobierno mundial de Dios y del Ungido.
Cuando el Ungido venga a reinar o gobernar las naciones de la tierra con gran poder y gloria, entonces los justos HEREDARÁN el GOBIERNO sobre las naciones, juntamente con el Ungido (Mt.25:31, 34, Ap.2:26-27, 5:10, 20:4-6).
La Iglesia es parte de la FAMILIA de Dios: "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y MIEMBROS DE LA FAMILIA DE DIOS" (Gal.2:19), y esa familia de Dios es la que heredará el gobierno mundial de Dios cuando este se manifieste con gran poder y gloria.
Esto mismo es lo que enseñó Pablo, cuando dijo que la carne y la sangre no pueden HEREDAR el reino de Dios (1Co.15:50). Observe que Pablo está hablando de recibir la HERENCIA del GOBIERNO DE DIOS, y esa herencia la Iglesia aun no la puede recibir, porque aun no ha sido glorificada o transformada, sin embargo, LA IGLESIA DE DIOS YA FORMA PARTE DEL REINO O NACIÓN DE DIOS, dicho en otras palabras, los cristianos somos reyes y sacerdotes que aun no reinamos sobre el mundo, sino que recibiremos esa herencia cuando el Rey venga en gloria (Ap.2:26-27, 20:4-6).
Jesús dijo que a Dios le ha placido DAR EL REINO a su Iglesia (Lc.13:32). Obvio, lo que Jesús dijo es que Dios ha querido dar el GOBIERNO o REINADO a su Iglesia. Recuerde que la palabra griega BASILEIA significa reino y reinado. Por lo tanto, lo que enseña ese pasaje es que Dios ha dado el reinado o gobierno del mundo a su IGLESIA, LA CUAL ES UN REINO DE SACERDOTES (1P.2:9, Ap.1:6, 5:10).
Jesús dijo que aquellos que NAZCAN DE DIOS verán (entrarán) en el Reino de Dios (Jn.3-5), es decir, cuando somos ENGENDRADOS por Dios, entonces somos hechos HIJOS DE DIOS, y ese engendramiento ocurre cuando creemos en el nombre de Jesús (Jn.1:12-13), y si ya somos hijos de Dios por la fe (1Jn.3:2), entonces somos miembros de la FAMILIA DE DIOS, es decir, del REINO DE DIOS.
Por lo tanto, los que creemos en el Evangelio del Reino ya hemos entrado en el Reino de Dios, o nación santa (1P.2:9), PERO AUN NO HEMOS HEREDADO EL GOBIERNO DE DIOS SOBRE EL MUNDO.
En Hechos 2:47 leemos lo siguiente: "Y el Señor añadía cada día A LA IGLESIA los que habían de ser salvos."¿Se da cuenta?, el Señor añade a su Iglesia, a su REINO, a todos aquellos que creen en el Evangelio del Reino, sin embargo, repito, el GOBIERNO de Dios sobre las naciones aun no lo han HEREDADO los miembros de la Iglesia de Dios.
En las iglesias de la cristiandad puede entrar cualquiera disfrazado de cristiano, sin embargo, en la verdadera IGLESIA DE DIOS, que no es una denominación de la cristiandad, SOLO PUEDEN ENTRAR LOS ENGENDRADOS POR DIOS, LOS ESCOGIDOS DE DIOS.
Algunas objeciones contestadas
Alguno dirá lo siguiente: "el Ungido ha ido al cielo para recibir un reino (Lucas 19:12). Si el reino es la iglesia, entonces debemos concluir que el Ungido ha ido al cielo a recibir su iglesia, y eso es imposible! Nosotros recibiremos al Señor y no al revés."
Respuesta:
Efectivamente, el Señor se fue al cielo para RECIBIR EL GOBIERNO DE DIOS, LO CUAL ES UNA PARTE DEL REINO DE DIOS. Jesús está en el cielo investido de la autoridad regia, y está edificando o preparando a su Iglesia (Mt.16:18), para reinar en el futuro con ella sobre las naciones de la tierra (Ap.20:4-6, 5:10). Obviamente él no se fue al cielo para recibir a su Iglesia, sino para recibir el PODER O GOBIERNO de las manos del Padre. Ese REINADO o GOBIERNO que recibió el Ungido cuando ascendió al cielo lo compartirá con su Reino o FAMILIA, que es la Iglesia (Ap.2:26-27, 20:4-6).
En Santiago 2:5 leemos que los cristianos somos HEREDEROS DEL REINO. La explicación es muy simple: los cristianos somos herederos del GOBIERNO mundial de Dios, herencia que recibiremos cuando el Ungido venga en gloria, como hemos visto (Mt.25:31-34). Por lo tanto, los cristianos somos herederos de la parte GUBERNAMENTAL del Reino de Dios, es decir, dentro del Reino de Dios existe una élite de reyes y sacerdotes capacitados espiritualmente y doctrinalmente, que gobernarán con el Ungido sobre el Universo cuando él venga en gloria, y esa élite de reyes y sacerdotes son los miembros de la Iglesia del Ungido (1P.2:9, Ap.1:1, 5:10, 20:6). Así que la Iglesia NO es el Reino de Dios en su totalidad, sino que es la parte gubernamental del Reino de Dios.
Alguno dirá lo siguiente: "Si el reino es la iglesia, ¿cómo puede un cristiano pedir "venga tu reino" si éste vino con el Ungido hace dos milenios? (Mat. 6:10). Y para qué buscarlo (Mat. 6:33) si el Ungido ya lo trajo hace dos mil años?".
Respuesta:
La Iglesia no es el Reino de Dios en su totalidad, sino parte del Reino de Dios, es decir, la Iglesia del Ungido es la parte GUBERNAMENTAL del Reino de Dios, ellos son los reyes y sacerdotes de la era venidera. Por lo tanto, cuando nosotros pedimos al Padre por la venida del Reino de los cielos a la tierra, lo que estamos pidiendo es la venida del GOBIERNO MUNDIAL del Reino de Dios a la tierra, gobierno mundial que aun no ha venido, pues Ungido aun no ha venido en gloria a reinar sobre las naciones.
La venida del reinado o gobierno mundial de Dios y del Ungido ocurrirá únicamente cuando suene la séptima trompeta, y entonces el GOBIERNO del mundo será de Dios y del Ungido (Ap.11:15).
Cuando el Ungido dijo que busquemos el REINO DE DIOS y su justicia, lo que dijo es que busquemos el GOBIERNO DE DIOS Y SU JUSTICIA. Una cosa es el REINO DE DIOS (la nación de Dios), y otra el REINADO O GOBIERNO DE DIOS, es decir, la parte gubernamental del Reino de Dios. El gobierno forma parte de una nación, ¡¡pero el gobierno solo no es la nación!!.
El Reino o nación de Dios y del Ungido está en el mundo, porque los cristianos estamos en el mundo, sin embargo, el GOBIERNO mundial de esta nación de Dios aun no se ha manifestado al mundo con gran poder y gloria, y por eso pedimos a Dios por su venida.
Alguno dirá lo siguiente: "Si uno ingresa automáticamente en el reino o iglesia por el bautismo, ¿Por qué Pablo les dijo a los creyentes de Listra e Iconio que debían antes sufrir de MUCHAS TRIBULACIONES antes de entrar en el reino? (Hechos 14:22). Total, ¿acaso no eran los cristianos de Listra e Iconio el reino de Dios ya establecido?".
Respuesta:
Nosotros entramos en el Reino de Dios (la NACIÓN de Dios), cuando nos arrepentimos y creemos en el Evangelio. La entrada en la NACIÓN o familia de Dios entraña persecuciones y tribulaciones, porque los verdaderos cristianos siempre serán perseguidos y calumniados por sus enemigos. Por eso es que Pablo dijo que es necesario que a través de muchas tribulaciones ENTREMOS (tiempo presente) en el Reino de Dios. Observe que Pablo NO dijo: "porque es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el FUTURO Reino de Dios", sino que habló del Reino de Dios como algo PRESENTE: "entremos", y entramos en dicho Reino de Dios cuando creemos en el verdadero Evangelio del Reino, ¡y esto cuesta!, porque a partir de entonces es cuando empieza la oposición de los enemigos del verdadero Evangelio. Por lo tanto, las muchas tribulaciones NO son ANTES de entrar en el Reino de Dios, sino CUANDO ENTRAMOS EN EL REINO.
Seguro que alguno entenderá mal todo lo que estoy enseñando en este estudio, y dirá que yo enseño que la muerte y resurrección del Ungido es el Reino de Dios, ¡yo jamás he dicho semejante tontería! El Reino de Dios es la NACIÓN de Dios, la FAMILIA de Dios, mientras que la muerte y resurrección del Ungido es el centro del Evangelio o mensaje que predica esa nación o Reino de Dios (Lc.24:46-48).
La Buena Noticia que Dios dio a Abraham
Veamos ahora las siguientes palabras del apóstol Pablo.
En Gálatas 3:6-9 leemos lo siguiente: "Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, QUE LOS QUE SON DE FE, ÉSTOS SON HIJOS DE ABRAHAM. Y la Escritura, PREVIENDO QUE DIOS HABÍA DE JUSTIFICAR POR LA FE A LOS GENTILES, DIO DE ANTEMANO LA BUENA NUEVA A ABRAHAM, DICIENDO: EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. "
¿En qué consistía el EVANGELIO (Buena Nueva) que Dios le dio a Abraham?, consistía en que los gentiles (todas las naciones) HABRÍAN DE SER JUSTIFICADOS POR LA FE, no por las obras de la Ley. ¡¡Pablo estaba hablando de la JUSTIFICACIÓN POR LA FE, no del Milenio!!, tampoco estaba hablando del futuro reino de David, el texto es bien claro. A través de Abraham todas las naciones de la tierra son bendecidas, por la sencilla razón de que es por la FE EN EL UNGIDO por medio de la cual todos somos JUSTIFICADOS PARA CON DIOS, esta y no otra es la enseñanza de ese pasaje de Gálatas.
Jesús vino para confirmar las promesas hechas a los padres (Ro.15:8), ¿y qué promesas eran esas?, pues sencillamente que por medio de Abraham serían bendecidas todas las naciones de la tierra, ¿y cómo serían bendecidas?, por medio de la FE, y por esa fe EN EL UNGIDO, judíos y gentiles somos JUSTIFICADOS DELANTE DE DIOS (Ro.5:1), y entonces esos hijos de Abraham por la fe en el Ungido pasamos a ser los herederos del mundo: "13 Porque no por la Ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino POR LA JUSTICIA DE LA FE" (Ro.4:13), ¡¡esa era la promesa que Dios hizo a Abraham, Isaac y Jacob!! El Evangelio que Dios le prometió a Abraham era el de la JUSTIFICACIÓN POR LA FE, el mismo Evangelio que el Ungido ordenó que sus apóstoles predicaran a todas las naciones (Lc.24:46-48), es decir, el Evangelio de la GRACIA de Dios (Hch.20:24), porque es por gracia, y no por obras, como somos salvos (Ef.2:8-9).
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